El reino de Estion se formó tras la alianza de las tres mayores casas que había en el momento de la Primera Era, siendo su gobernante desde entonces la Casa Wallingford tras diversos sucesos hasta recientemente. La capital, Alta Corona, pasó de ser un pequeño castillo a ser la ciudad del arte y la cultura del reino que es hoy en día, pero sus muros han visto varias guerras, y no todas fueron a golpe de espada. Actualmente la Casa Delacroix, sin descendientes, es la Casa Real. El senescal Gaudet lleva las riendas de Estion mientras las casas nobles —y las no tan nobles— intentan hacerse con la corona.
Los orígenes de la Casa Bloodvale se remontan a los Primeros hombres. Se dice que Ansgar estaba enfrentado con otro clan, y que el valle en el que batallaron quedó bañado en sangre cuando Ansgar clavó su lanza en el cuerpo de su enemigo. Desde ese día se le conoce como Ansgar Bloodvale y se le tiene como el fundador del clan. Durante varias generaciones, sus miembros participaron en diversas batallas, algunos luchando por ser tan sanguinario como la leyenda que había crecido alrededor de Ansgar. Sin embargo, con el tiempo y con los acuerdos políticos, los Bloodvale depusieron las armas y se dedicaron al negocio del metal gracias a las minas que tenían en sus territorios.
—Ansgar y Meinrad se declaran la enemistad. —Los clanes de ambos hombres batallan en el Valle de la roca y Ansgar sale victorioso.
—El Valle de la roca pasa a conocerse como el Valle Sangriento, y Ansgar adopta el apellido Bloodvale con el que es conocido su clan.
—El clan Bloodvale se instala en el Valle Sangriento, un amplio valle cuya parte norte está rodeada por montañas.
—El clan Bloodvale se declara leal a la Casa Wallingford.
—La Casa Wallingford entra en guerra contra la Casa de Blois.
—El clan Bloodvale participa en la guerra en nombre de la Casa Wallingford.
—La Casa Wallingford sale victoriosa del campo de batalla y es reconocida como la Casa Real.
—Lord Thomas Wallingford otorga a Hans Bloodvale el título de Lord y reconoce a los Bloodvale como una casa noble como recompensa por su asistencia en el campo de batalla. Asimismo, le regala los territorios de la Casa de Blois, cuya cabeza es el heredero de 3 años.
—Lord Hans Bloodvale hace decapitar a cualquier familiar del pequeño heredero de Blois, a quien utilizaría como criado personal.
—La Casa Bloodvale apuesta los terrenos de Blois contra una casa enemiga, los Reinhardt, en una justa y los pierde.
—La Casa Reinhardt planea el destierro de los Bloodvale y lo logra, siendo expulsados del reino y perdiendo así sus tierras.
—Gracias a aliados entro de la familia Wallingford, se descubren los engaños urdidos por los Reinhardt.
—La Casa Bloodvale es readmitida en el reino y se le devuelven sus tierras, las cuales los Reinhardt han arrasado hasta los cimientos.
—La Casa Bloodvale, tras negociar con otras casas y recuperar cierto poder, entra en guerra contra la Casa Reinhardt.
—La Casa Reinhardt cae en la Batalla de las Lanzas, dado que ambos blasones portaban dicho arma.
—Lord Bloodvale le perdona la vida a Lord Reinhardt, únicamente para que vea su hogar arrasado.
—El rey acusa a Lord Reinhardt de traición al descubrirse que también planeaba su muerte y acceder así al trono, siendo posteriormente decapitado.
—El heredero de los Bloodvale es acogido en el castillo como pupilo del rey a modo de compensación por las pérdidas sufridas, lo cual hace que recuperen cierto prestigio.
—Comienza a extenderse el rumor del hallazgo de una reliquia que se creía un mito, parte de una leyenda. La Copa de gracia, según se dice, colmará a quien la posea de un poder sobrenatural, aunque nadie sabe qué clase de poderes.
—A finales de año, la Copa de gracia se pierde y son muchos quienes envían a sus mejores hombres a buscarla, incluida la Casa Real.
—La Casa Delacroix se hace con la Copa de gracia y se descubre que no es más que un simple cáliz de oro con rubíes incrustados, sin ningún poder de ninguna clase. No obstante, gracias a ella obtiene nuevas alianzas y poder político.
—La Casa Real tacha a la Casa Delacroix de traidores, mas son muchos quienes se oponen a la sentencia de traición y quienes creen que la Casa Delacroix debería ser quienes reinen.
—Tras tensiones políticas entre diversas casas, algunas muertes e intrigas, se declara la guerra entre la Casa Real Wallingford y la Casa Delacroix.
—La Casa Bloodvale retira su lealtad a la Casa Wallingford, otorgándosela a la Casa Delacroix.
—La Casa Wallingford es derrotada y Theodor Delacroix toma el trono.
—Durante las disputas, el hogar de los Delacroix es saqueado y se pierde la Copa de gracia, lo cual hace que pierda algunos aliados pensando que realmente jamás estuvo en su poder.
—Florent Delacroix, hijo único de Theodor Delacroix, asciende al trono tras el fallecimiento de este.
—El rey Florent Delacroix, con 23 años y sin descendencia, reúne a un gran séquito para partir en busca de la Copa de gracia.
—Marius Gaudet, consejero del rey, es nombrado senescal y reina en su nombre.
Durante los últimos 15 años en que el rey ha estado ausente del trono, se han ejecutado algunos intentos por deponer a Gaudet como senescal, incluso intentos de asesinato. Muchas familias, tras la larga ausencia de su monarca, han retirado su lealtad a esta y quieren ocupar el trono. Sin embargo, también algunas se han enzarzado entre ellas. La Casa Bloodvale se ha mostrado leal a la Casa Real, y por ello ha ido perdiendo aliados. Le quedan muy pocos, y han perdido a hombres en los últimos años en que se han visto atacados. Parte de las cosechas fueron arrasadas por la Casa Nightingale, ahora enemiga de la corona, por lo que el invierno se presenta difícil. Por si fuera poco, las minas han sido atacadas varias veces y les ha hecho perder bastante dinero. La situación económica de los Bloodvale se tambalea, así como su posición política. Deben mantener los pocos aliados que tienen como sea, así como recuperar los perdidos, y buscar ayuda en ellos.
Lord Egon Bloodvale, señor de la Casa.
Es un hombre serio y distante, de trato frío tanto con sus hijos como con su esposa. Tradicional y temperamental. Se sabe que gusta de visitar camas ajenas y no es algo que oculte. No obstante, sólo ha reconocido a Estienne como bastardo.
Lady Aurora Bloodvale, señora de la Casa.
Esposa de Lord Egon, fue obligada en su juventud a casarse con él y a engendrar un heredero. El cariño que Lord Egon jamás ha sabido dar a sus hijos, ha intentado dárselo ella. Herida por las numerosas infidelidades de su esposo, pero demasiado orgullosa para mostrarlo. No obstante, jamás trató a Estienne de manera diferente a sus hijos naturales.
Esmour Bloodvale, heredero.
Esmour ha sido el privilegiado de los tres hijos en contar con algo de cariño o atención por parte de su padre. Al ser el heredero, recae sobre él el futuro de la Casa Bloodvale cuando Lord Egon fallezca. Orgulloso, elitista, egoísta y, al igual que su padre, gusta de visitar camas ajenas a pesar de estar casado con una mujer a la que apenas hace caso. Incluso es fácil intuir que la golpea debido a pequeñas marcas que su esposa ha tratado de ocultar.
Sybilla McGowan, esposa de Esmour.
Obligada a casarse con Esmour, Sybilla siempre guarda silencio y deja que su esposo sea el que hable. Sabe de las aventuras de él con otras mujeres, y la culpa de ello por no haber sido capaz todavía de engendrar. Oculta lo mejor que puede los golpes que recibe y no suele hablar con otras personas sin el permiso de Esmour.
Proviene de una pequeña familia noble con viñedos y fue la única descendiente.
Erich Bloodvale, segundo hijo.
En otra época era considerado el más atractivo de los hijos de Lord Bloodvale. Sin embargo, su esposa falleció al dar a luz y su hijo lo hizo poco después. Aquello le destrozó y no ha vuelto a ser el mismo. Siempre se ve serio, apenas dice nada y no ha vuelto a mirar a mujer alguna desde entonces.
Elias Bloodvale, tercer hijo.
El más despreocupado de los hijos de Lord Bloodvale y a quien menos parece interesarle el juego político, interesándole más las artes como la pintura o la poesía, mas su pasión es la arquitectura. Se ha librado de casarse hasta ahora y nunca ha parecido que ninguna mujer llamara su atención.
Katarina Rania, criada.
Lleva pocos años al servicio de la Casa Bloodvale. Es más que evidente porqué conserva su trabajo. Aparte de servir de doncella a las damas, se encarga de que en la mesa nunca le falte vino a nadie. Se dice que Lord Bloodvale no es el único que abre sus piernas, sino que Esmour también. Otros dicen que ambos se acuestan con ella al mismo tiempo.
Gilbert Ross, mayordomo.
Gilbert lleva trabajando para la Casa Bloodvale desde que era apenas un muchacho. Por ello, a día de hoy y con sus setenta años, conoce a la perfección los gustos de cada uno de los miembros de la familia, así como de los bastardos. Se dice que sabe los secretos de todos. Es un hombre que observa, pero raramente habla si alguien no se dirige a él.
Meredith Nightingale, única hija de Lord Nightingale.
Sobre Meredith recae el peso de los Nightingale, siendo la única hija del viudo señor. Su padre le buscó a un hombre adinerado pero manipulable para casarla, pero a los pocos meses enviudó. Se rumorea que ella fue la causante del ataque al corazón que sufrió su esposo, mas jamás ha negado ni afirmado nada. Es ambiciosa y le gusta tener a los hombres a sus pies, algo que suele conseguir con facilidad sin abrirse de piernas. Las mujeres, evidentemente, no creen esto último.
Eliane Rosetower, hija del consejero de Lord Bloodvale.
Hija y aprendiz del consejero de Lord Egon Bloodvale, ha crecido junto a sus hijos y tratada como a una igual. Aunque fue reconocida como bastarda, no se le permitió usar el apellido de la familia ni ha tenido el mismo privilegio por ser mujer y, por ende, una carga. No obstante, se le permitió ser aprendiz del consejero cuya esposa dio a luz a la joven. Ser medio hermanos no disuadió a Esmour en su idea de forzarla a mantener relaciones, hecho que cambió a la joven, volviéndola más distante y fría con todos.
Aunque cuenta con más territorio tanto en el norte como en el sur, expandiéndose casi por todo el continente, Alta Corona está cerca de las casas Bloodvale y Nightingale.
El Valle Sangriento se halla en la zona oeste del continente. Al norte cuenta con una cuna de montañas y dos minas activas, al oeste con mar, y al este y sur con el río Meladir. A este y oeste, el Castillo de sangre cuenta con dos torres de vigilancia, y algo más al este con una pequeña villa con sus campos de cultivo y granjas. La población de dicha villa, en sus buenos tiempos, rozaba los quinientos aldeanos; actualmente no llega a los dos centenares. Comercian con el hierro de sus minas y el forjado de dicho material, y su sustento se basa en la pesca, la ganadería y cereales básicos. En la costa hay un pequeño embarcadero pesquero.
La primera planta cuenta con una entrada protegida por dos guardias y un mayordomo que se encarga de atender posibles visitas. A la izquierda cuenta con un pequeño baño, tanto para invitados como para los habitantes del lugar, y que es vaciado regularmente a lo largo del día.
A continuación se encuentra el salón principal, con cuatro grandes columnas decoradas y con una amplia mesa de hasta catorce comensales. Cerca de la mesa se halla la puerta que da a las cocinas, junto a la que hay una mesa auxiliar para que los criados que atienden el comedor puedan dejar lo que necesiten. Al otro extremo se haya un espacio reservado para bailes, con sitio para una pequeña banda.
La galería siguiente tiene unas escaleras ascendentes junto a las cuales se haya la sala de reuniones de Lord Bloodvale, con un amplio escritorio, grandes estanterías repletas de libros y espacio para recibir a su consejero, diplomáticos o quien desee hablar en privado con él. En la parte contraria, la sala de costura, el cual es un espacio reservado para las mujeres y donde usualmente realizan labores de costura.
La segunda planta está dedicada al descanso y por ello se encuentra en ella las habitaciones aparte de un baño de uso exclusivo para la familia. El dormitorio de Lord Bloodvale, además de ser el más grande, tiene baño propio y un pequeño oratorio. El resto de habitaciones son para los hijos de la familia, quedando una libre que otrora perteneciera a Estienne.
La religión en Estion es sumamente importante y con siete dioses predominantes, aunque con los años fueron apareciendo otros menores. Sin embargo, estos últimos no son los que aprenden ni a los que rezan los nobles. Se dice que todos representan dos caras de una misma moneda.
Considerado el dios principal. Vela por la justicia y el orden en el mundo, así como por el cumplimiento de las tradiciones y de las promesas, no así por la justicia instaurada por el hombre. Protege al huésped, quien siempre ha de ser bienvenido por su anfitrión, ya sea amigo o enemigo.
Diosa que representa a la mujer, a la esposa y a la madre. Sirve de guía a las mujeres en sus etapas más importantes de su vida, ofreciéndoles consuelo, salvaguardando su vientre durante la gestación y siendo su paño ante las infidelidades. Se la considera vengativa y se le atribuye cualquier acto realizado con dicha acción.
Dios de la metalurgia y del arte de convertir los metales de la tierra en arte, ya sea en forma de armas, armaduras o mera decoración. Se dice que cuando un arma se rompe o atraviesa una armadura, es porque su portador no caía en gracia al Herrero.
Diosa del amor, la lujuria y el sexo. A ella se le atribuye la infidelidad de los hombres, a quienes encandila para que abandonen el lecho de sus mujeres para yacer con otras. A su vez es también diosa de la fertilidad, y es a ella a quienes rezan aquellas que quieren ser madres.
Dios de la guerra, la valentía y el coraje. No todas las batallas se libran con una espada, y a él acuden aquellos que requieren enfrentarse a un reto para el que les falta valor, así como se le reza por la victoria en el campo de combate. No obstante, también llena de cobardía el corazón de hombres y mujeres por igual para mantenerlos a ralla.
Diosa de la sabiduría, el conocimiento y la razón. En ella se busca la guía en los momentos difíciles. A quienes se creen con la verdad absoluta, los carga con ignorancia y orgullo.
Dios de lo errante y desconocido. El Viajero vaga de un sitio a otro sin conocer su destino, explorando nuevos misterios. Se dice que él acompaña a los muertos a cruzar el umbral al Más Allá. Se le reza para tener suerte en nuevas empresas o para que las almas de los fallecidos estén protegidos de cualquier profanación. Se le atribuye la mala suerte y el desconcierto.