Partida Rol por web

Al salir todos del pozo sanos y salvos notasteis que ya no se escuchaban las voces de los trasgos, solo sonaba una corriente de agua que cada vez se sentía más tranquila.

Silvie seguía inconsciente, y la otra chica estaba de pie mirando la aldea y tapándose los ojos con las manos, como si no hubiese visto el sol en mucho tiempo. Era de día y la gente de el pueblo había recogido ya todos los desperfectos. Desde vuestra posición se podía ver como el gran Iskandar estaba apoyado en el marco de la puerta de su casa y se tenía de pie a duras penas, aunque al ver que su hija estaba de vuelta no dudó en correr lo más rápido que pudo y abrirse paso hasta la chiquilla, lo primero que miró fue que que tenía heridas y moratones, pero las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos al ver que todavía respiraba. 

- *Gracias, gracias por traerla de vuelta* - dijo mientras abrazaba a la doctora Matsu y al soldado Striker-Tanaka, que eran los que más cerca estaban. No fue necesario ningún tipo de traductor para saber que eran palabras de agradecimiento.

Caí rendido al suelo. Aquello había sido mas agotador de lo esperado, y necesitaba tomar el aire. Al menos la misión había sido un exito, aunque habíamos estado fuera de la base mas tiempo del previsto. Esto iba a requerir de muchas explicaciones y papeleo sobre declaraciones, y el exterminar un pueblo entero de una raza inteligente o al menos consciente no iba a ser nada bueno. Pero habría sido peor haber dejado a esa niña en manos de aquellos salvajes.

Despues de recuperar el aliento me levanté y me acerqué a las niñas. Ahora con calma decidí darles un vistazo  y asegurarme de que no tuvieran ningun daño no visible. Fui donde Silvie para hacer una exploracion general, comprobando que los musculos no estuvieran agarrotados o que no hubiera nada fuera de su sitio. Después me hacerqué a la chica zorro. La verdad es que no estaba seguro si la anatomia de una persona con rasgos animales era igual que la de un humano, pero al menos me aseguré de que no tuviera heridas.

<Tranquila, soy medico>dije cuando me acerqué a la niña. Tras haber terminado mi trabajo me giré al resto del grupo, con cara de cansancio, aunque sadisfecho.

-Espero que esteis preparados, vamos a tener que dar muchas explicaciones cuando volvamos. Aunque antes...-me gire al lider de la aldea<Señor, ¿conoce a esta muchacha?>dije apuntando a la chica zorro.

Una vez que todos logran salir, Yoko siente un gran alivio y considera esto como un éxito rotundo a la mision. No obstante al ver que Kin examina a Silvie y luego a la chica zorro, la Doctora prefiere revisar las heridas del Jefe para quedarse tranquila de que todo está bien. 

- Nada que agradecer, solo tenga en cuenta de que habrá represalia y sería conveniente que el pueblo prepare una forma de defenderse. - responde sincera. - Lo bueno es que ahora tendrán agua y es gracias a la idea de ella. - señala a Akari y luego a Mashira. - y el que lo ha llevado a cabo. 

Tras demostrar delante de sus compañeros que pese a los enojos o lo rigurosa que puede ser, es considerada a la hora de reflejar las buenas acciones del otro. Incluso es digno de recordar, que al margen de todas las diferencias, el objetivo estaba cumplido. 

- Señor Iskandar, espero tener el gusto de verlo nuevamente. 

Salí el último de aquella tumba de trasgos y cuando toqué suelo firme me sacudí toda la gravilla y restos de trasgo que llevaba por encima para acabar dándole un gran apretón de manos al Soldado Tenryuu.- La infantería pesada es la mejor, y lo sabes.- Comenté con una gran sonrisa.

Me acerqué al equipo que estaba con Iskandar. Ahora si que podía mostrar fascinación por el hecho de que un ser híbrido medio humano medio zorro apareciera ante nosotros en aquel lugar. Me arrodillé hasta su altura y la miré bien.- No nos la podemos llevar con nosotros, pero será una pena que si no pertenece aquí se quede sola. - Por último me levanté y le puse una mano en la cabeza a Akari. - Habéis hecho todos un trabajo excepcional, al final me alegra saber que cuando las cosas se ponen serias somos capaces de trabajar como uno solo. Aún que nos cueste ponernos a trabajar.

Mientras iba pensando en que iba a comentar en el informe, me dirigí al humbee a acomodar mi asiento para evitar golpearme la cabeza por última vez en el camino de vuelta. Sabía que no podría participar mas en una conversación en la que a penas entendía nada, pero estaba contento de haber ayudado a los humanos de este lado de la puerta.

-Nada, nada, solo hicimos lo que teníamos que hacer -le dije a Iskandar, restándole importancia al hecho de que hubiéramos salvado a su hija-. No tiene por qué darnos las gracias. No podíamos irnos sin más dejando a una persona inocente en peligro.

Advertí que Mashira se había aproximado a la otra chiquilla a la que habíamos rescatado, la cual no había dicho una sola palabra desde entonces.

-Aunque no sea de aquí, no se quedará sola -comenté, encogiéndome de hombros-. Es probable que alguien termine haciéndose cargo de ella. Puede que incluso el propio Iskandar. Con nosotros no nos la podemos llevar. Las Fuerzas de Autodefensa no es un lugar para niñas. -Me volví hacia el resto del grupo y, esbozando una leve sonrisa, añadí-: Buen trabajo, compañeros. Es hora de continuar.

Akari sale del pozo y se estira respirando profundamente y exhalando poco a poco. Es la primera misión oficial de Akari y ahora que ya ha pasado el peligro todos los nervios que ha conseguido mantener a raya durante la misión le llegan de golpe y hace que se sienta mareada aunque recobra la compostura pronto.

Akari escucha como la soldado Matsu la señala y sale de su pequeño shock para prestar atención a su alrededor cuando el soldado Mashira aparece a su lado y le pone la mano en la cabeza como si fuera una niña pequeña, aunque ésta vez no protesta porque la calidez de la mano del grandullón la ayuda un poco así que Akari le devuelve una sonrisa antes de irse y se acerca a donde Silvie y el soldado Kin para revisar el estado de la pequeña.

Tras suspirar aliviada al ver que el médico no muestra ninguna expresión de preocupación por la pequeña Akari se acerca a la otra chica y por primera vez nota sus orejitas y cola que la pillan desprevenida por un instante. Akari le pone la mano en la cabeza justo como le han hecho a ella ahora esperando que el efecto sea igual de reconfortante y tras dirigirle una sonrisa se queda esperando a que el resto del grupo termine de conversar con Iskandar para volver a la base.

- <No tengo ni idea de quien es la niña> - contestó Iskandar mientras dejaba que la doctora le curase la herida - <Pero como favor a lo que habéis hecho cuidaré de ella> - terminó de decir.

Luego se levantó, cogió a Silvie cuando la terminasteis de atender y se la llevó ha su casa para dejarla en la cama. Tras una charla no muy larga en la que Iskandar tomó nota de los consejos sobre los trasgos decidisteis emprender el viaje de vuelta a la base.

Mientras os marchabais de la aldea Shala visteis como Iskandar agitaba la mano y corría detrás del Humvee, no parecía del tipo de persona que se despidiese corriendo detrás de un vehiculo, y seguramente no sería muy bueno para que la herida que le habían hecho se curase.