Ayudé a sacar a Silvie en todo lo que pude, suponía que si la muchacha no podía caminar del todo bien sería yo quien la sacara de allí a cuestas ya que era el mas corpulento de todos. Aún así me quedé extrañado cuando salió alguien mas, miré con cara de que diablos está pasando aquí a los demás, pero estábamos en campo enemigos.
Será mejor que dejemos las presentaciones y las preguntas para luego, ahora deberíamos marcharnos. - Miré a los demás, esperando a que me dijeran algo. - Yo cargaré a Silvie. - Sonreí mientras esperaba aprobación de la doctora. - Preparaos todos para salir echando lechugas!
La Doctora Matsu se encuentra un tanto impaciente al esperar, le preocupa que Akari o Joaquín terminen mal en aquel rescate y todo se vaya de madre siendo un territorio hostil. Lo bueno es que el tiempo de espera ha durado menos de lo que había imaginado, al ver como su compañero sale por la ventana con Silvie que se encuentra inconsciente, situación que la fuerza a acercarse para tomarle el pulso.
Al ver que aún sigue con vida, asiente conforme a las palabras del grandote mientras observa como una niña también se une al grupo. En aquel momento, pese a todas las reprimendas y discusiones surgidas durante este proceso, está agradecida por la labor de sus compañeros.
- Vamos, buen trabajo Akari, Joaquín. - felicita a los soldados desde una profunda sinceridad. - Ven pequeña, es hora de salir... Dame la manita así caminamos juntas. - Le indica a la niña, ya aguardando a sus compañeros para que comience el avance hacia la salida.
- Akari tiene una petición antes de irnos - dice Akari en tono bajo cuando se une al grupo. Akari señala a la gran muralla de madera que tapa el flujo de agua - Akari quiere destrozar esta pared para que el pueblo no se quede sin agua, aunque Akari comprende que si hacemos eso las implicaciones que puedan surgir sean peor, como que en represalia ataquen de nuevo el pueblo. Por eso Akari querría someterlo a votación antes de irnos y si sale positivo desde la seguridad de la cueva del pozo disparar a los soportes de la pared y salir corriendo. O alternativamente volver con explosivos. Akari odiaría dejar al pueblo a su suerte con escasez de agua.
Veo que Mashira se ofrece a cargar con Silvie, mientras que la doctora Yoko toma a aquella niña desconocida de la mano. "Misión cumplida, ya solo nos queda marcharnos de aquí mientras aún podemos", pensé con positivismo, levantando el pulgar de la mano izquierda como gesto positivo cuando escucho a Yoko felicitarnos a Akari y a mí por el silencioso rescate. "Me encantaría tener aquí un cigarrillo para celebrarlo", me dije, para mis adentros, con un suspiro.
Me descolgué el fusil de la espalda y me dispuse a seguir a Mashira y a Yoko hacia la salida, atento a cualquier posible sonido o movimiento que indicase que los trasgos podían haberse percatado de nuestra presencia.
-Rápido, reunámonos con Ryuuji cuanto antes -dije, entre susurros.
Bien, todo iba bien. Habíamos recuperado no solo a una rehen sino a dos de ellas. Lancé una rapida mirada por la esquina de la casa antes de marcharme para asegurarme de que no venía nadie y me dispuse a seguir al resto de vuelta a donde el soldado Tenryuu se encontraba.
-Vamos donde el soldado Tenryuu, cuando lleguemos discutiremos lo de la presa-dije mientras miraba atras para asegurarme de que nadie nos seguía.
La vuelta por el pequeño camino que había rodeando la caverna no fue tan rápida como se pensaba, el hecho de ir por un “camino” tan estrecho con una persona inconsciente en brazos hizo que se extremaran las precauciones. Por suerte la pequeña que estaba consciente parecía seguir a la médico sin oponer ningún tipo de resistencia.
Al llegar a donde se encontraba el soldado Tenryuu este os esperaba tumbado en el suelo vigilando todo el lugar con su ametralladora ligera.
- Me alegro que estéis de vuelta, y por suerte no ha habido ningún percanz… -
De pronto unos chillidos se escucharon desde la aldea trasga seguida por el soplar de una corneta. Los trasgos se habían percatado de la ausencia de sus rehenes y se podía ver como una gran masa de criaturas pardas se movía por todo el lugar.
- Mierda, no todo podía ser tan bonito. Tenemos que actuar pronto, Mashira ¿crees que puedes darle con el AT a la presa y llevarte a todos por delante? Si el Teniente primero nos dice algo asumiré toda responsabilidad.
Master, que tengo que tirar para el AT?
Puedes rolear un poquito y todo eso, pero no hace falta que tires nada. Es un objetivo inmovil y que no está muy lejos, si no eres capaz de darte no serías el AT del grupo XD
Solo ten en cuenta no tener a nadie detrás, que pega fogonazo cuando disparas.
Sin ningún problema.- Comenté mientras sentía con la cabeza. - Aguántame a la muchacha, por favor. - Decía mientras le pasaba a Silvie a Ryuuji para poder recoger mi arma predilecta.
Suspiré y me la cargué en el hombro mientras estaba agachado, apoyando una rodilla en el suelo, miré a mi alrededor. - Será mejor que cojáis un poco de distancia, esto no es que suene flojo y tiene un poco de fogonazo trasero y puede ser que alguien salga chamuscado.
Una vez se hubieran apartado respiré hondo mientras apuntaba a alguno de los puntos endebles de los niveles inferiores para hacer que la estructura colapsara por su propio peso. Una vez aseguré el disparo apreté el gatillo sin vacilar. Así restableceríamos la paz en la aldea y podríamos tener una relación diplomática con los humanos de esta parte de la puerta.
- Si ese es el plan, nosotros avanzamos mientras Mashira hace lo suyo. No tiene sentido quedarnos, Akari puedes hacer de support mientras utiliza el AT. Por si las dudas, voy sacando a las chicas. - afirma Yoko, amable.
Es que le parece una buena idea esto de organizarse así, cada uno en lo que es mejor y en base a ese parámetro, la misión tiene más posibilidad de ser exitosa.
Así que mientras el grandulon se acomoda con el AT, la Doctora Matsu busca la salida, evitando que algún trasgo le salga por algún rincón que no tiene en cuenta.
La doctora Matsu emprendió la marcha junto con las chicas, la recluta y los soldados. Los únicos que quedaron atrás fueron el AT y el ametrallador, mientras uno esperaba a que se retirasen para lanzar el misil contra la construcción de madera el otro se había asegurado en una buena posición y estaba cubriendo a su compañero de la oleada de enemigos que se querían abalanzar sobre ellos. El ruido de la ametralladora era muy sonoro, pero gracias a su alta munición y cadencia era capaz de mantener repelidas a las tropas enemigas.
Cuando el grupo con los rehenes había llegado a la apertura del pozo y estaba empezando a subir por la cuerda se escuchó un sonoro estruendo que alguno reconocisteis como el disparo del anti-tanque, seguido de una gran explosión. El misil había impactado de lleno en la presa y los troncos que la sujetaban y que no habían sido volatilizados salían disparados hacia todas direcciones destruyendo alguna casa flotante y dejando caer a una cantidad de trasgos a un embalse que se iba creciendo cada vez más y más.
La retirada de los soldados más experimentados fue rápida y llegaron pronto hasta donde el resto del grupo estaba terminando de subir. Por el túnel se escuchaban gritos de aquellas criaturas y también una furiosa corriente de agua que se sentía cada vez más y más cerca.
Mientras que el soldado Mashira terminaba de subir Tenryuu le cubría de la avanzadilla trasgo que los seguían, para luego agarrarse a la cuerda y sentir como entre todos lo subían y sacaban del pozo.