Partida Rol por web

Grupo Luna Negra

Oficinas Centrales

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03/09/2009, 00:38
Maria Estrella Zepeda de alba

Todo esta perdido, todo esta...miro el cuerpo de Ludwig y busco algo con lo que cubrirle y me giro al os demas. Miro a los niños con gesto maternal mientras los que no hemos podido rescatar estan ahora en un lugar mejor o eso espero.
Sonrio a Eva cuando me abraza, estoy bien, todo lo bien que podria estar.

Hablan, hablan y no ven l oque puede estar pasando.  Cierro los ojos y hago un gesto como si fuera a respirar antes de comenzar a hablar.

Contra menos sepa la policia mucho mejor, pero si llamamos procuremos que no haya ningun niño desaparecido en las oficinas. Deberian volver o con sus familias o ir a un lugar seguro. Camino hacia uno de los portatiles que hya sobre la mesa y lo enciendo

Mi casa esta protegida para mi, asi que me imagino que no os buscaran alli si los llevais. Llamare a sus padres y les dire que estan bien, pero hasta mañana no quiero que esten en peligro y aun asi quiero que los sigan vigilando tecleo para ver la lista de los que hay en la organizacion para poder ver quien ha sobrevivido y quien no

hasta que no pueda contactar con todos los que hay no podremos hacer planes. Tengo que ver si ha sobrevivido alguien mas alguien que me ayudo en el cementerio Bub.
El que quiera irse a su casa lo compredere ha sido una noche muy larga y posiblemente las siguientes lo sean.
Helen en un armario de abajo hay ropa mia, puedes usarla, no deberias ir siempre con esa gabarina podrian comenzar a preguntar.
Me siento en una silla mientras sigo trabajando y la decision esta tomada, no pude hacer nada en aquel fuerte, pero ahora si lo hare.

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04/09/2009, 02:08

Cuando los miembros que quedaron vivos de la organización empezaron a buscar por más sobrevivientes hallaron que muchos habían sobrevivido, gracias al cielo. María casi llora de la emoción al comprobar que más del 50 por ciento de sus integrantes estaban vivos, muchos aún se escondían en los centros industriales de la ciudad. La vampiresa comenzó a comunicarse por intercomunicador con cada uno de ellos. Así se descubrió que uno de los demonios blancos había dado muerte a Ludwig que carecía, a pesar de su fuerza suprema, de los medios para acabar con él. Helen y Kate observaban todo expectantes, las manos sujetas como dos niñas. El ánimo de cada uno estaba repuntando por primera vez desde que aceptaron la misión.

La suerte de los niños fue decidida al día siguiente, cuando Eva y Alan se encargaron de entregarlos a sus familias. A diferencia de cuando comenzaron esta travesía los pequeños habían recuperado plenamente su salud. Moonchild recordó que eran todos críos de hospital, con enfermedades terminales y ahora... como una especie de retribución a tanto horror, la salud había retornado a sus cuerpecitos. Los tres pequeños fallecidos, en cambio, no podían lograr eso; sin embargo gracias a Bub y a la magia de Eva pasaron a formar parte de la organización en forma de ángeles evocados ya que era necesario que pudieran lograr terminar bien su vida antes de partir. Entonces el nigromante zombie que se había salvado en el túnel gracias a un truco muy antiguo que conocía, se dedicó a darles a los pequeños la oportunidad de luchar contra el mal, antes de realmente partir de este mundo. De más está decir que estuvieron más que contentos de ello.

Y ahora, el jefe general de la Organización, el tipo que manejaba incluso a Ludwig pero que siempre permanecía en el anonimato decidió que ¿quién mejor que estos guerreros valerosos para formar el nuevo consejo directivo? Con María a la cabeza, debido a su uso tan definitivo de la daga, y los demás en el co-mando, muchos nuevos monstruos se unieron a las hordas del bien. Siempre habría mavados tratando de destruir la paz de Istar City... pero ésta es otra historia.

FIN

=)

Notas de juego

Fue mi primera partida aquí, pido perdón si no estuvo a la altura de las circunstancias pero espero al menos que la hayan pasado bien.

Besotes

Gaia :$

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04/09/2009, 12:18
Alan Méndez

Finalmente, después de largas horas de activa lucha legal para obtener el permiso de rescatar a los seis niños que lograra la exhumación del ser, estuve delante de lo que era la tumba de Ludwing. Seguro que a él le hubiera encantado que le enterraramos en las mismas oficinas.

Hablando y entre abarazos, comentamos cual sería nuestro siguiente paso, yo dije lo que pensaba; enterrar bajo este edificio a Ludwing y después volver a reconstruir la organización con el tiempo. Yo sin embargo tenía cosas mas importantes que hacer, como ir a ver a mi madre la cual nunca la había mencionado por que padecía cáncer pulmonar. Tenía que ir a verla, se lo había prometido.

No estaba sola cuando lleguo a casa; un enjambre de gente entre familiares, amigos, sumaban el póstumo cortejo. Ha muerto. Apartando a los familiares llego hasta la cama donde aún yace mi madre. Cojo su mano y la aprieto tanto que no me importa arrancar a llorar. Al día siguiente uno de los que estaban presentes; mi padre, da la orden a los sepultureros para que inicien su labor. La lluvia se precipita aún más impetuosa y era seguro que hasta el mal tiempo conspirara para alargar, aún fuera unos minutos más, la espera de que yo regresara para volver a contemplar el cuerpo de mi madre. Se sucedieron uno a uno los minutos y mientras tantotengo la ocasión de evocar los años idos y felices junto a a mi madre; recuerdo el feliz día en que la abracé; la emoción y la alegría que la llenó al saberse madre y aquella inigualable sensación de sentir a su primogénito sobre su pecho, acogerlo en sus brazos y mostrarle la vida misma. Me acordé de la primera celebración de cumpleaños, junto a familiares, amigos. Rememoré aquella mañana primaveral en la cual jugaba alegremente con su hijo en el jardín de la casa, con el perro, la pelota y la manguera del agua y sobre todo cuando su pequeño se acercó a ella, le acarició delicadamente el rostro y le dio un dulce beso mientras le decía: <<¡Te quiero mucho hijo! ¡Te amaré por siempre!>>

Ahora vuelvo a soñar. Me sueño otra vez, recorriendo las entrañas del tiempo, sueño con tierras desconocidas, imágenes nuevas pero difusas, lejanas, escondidas. Sombras líquidas empapando la piel de mis poros, una fina capa de oscuridad cubre mi desnudez, pero no tengo frío. La calidez del hogar lejano aún me rodea, aún después de incontables días de esta soledad casi voluntaria, siento en mi piel el contacto del más íntimo de mis deseos, y el ansia incombustible de la sed eterna de dolor.

Mis sentidos me llevan por caminos extraños, mis ojos están cegados por la niebla y el sopor de lágrimas injustas. Mis labios, resecos por la sal de una sangre que no es mía, y mi piel, cayendo a pedazos, uno tras otro, desollando mis instintos, hasta dejarme en carne viva.

Una y otra vez, recorro esos senderos, al disolverse las madrugadas, entre el silencio del sol aletargado, y el insomnio de las estrellas, junto a mi cerebro desnudo e indefenso. Una y otra vez el mismo sueño. Soy el Hombre del Saco y siempre apareceré en tus peores pesadillas.