Debajo de la Ciudad hay una red de túneles que comunican todas las áreas de Istar.
Tres y minutos y medio es lo que falta para que esta pesadilla termine. Eva baja con los niños, los tres la siguen muy pegados como si fueran patitos pequeños guiados por mamá pata. Alan, unos pasos más atrás, vigila la retaguardia junto con Bub. El zombie tiene problemas para mantener el ritmo, entonces se detiene. Dice con algo de agitación en su voz:
-Tengo po... poderes que los retendrán aquí si si entran. Vayan. Pro... protejan a los niños. Si... si fallamos la muerte de Ludwig será por nada.
No podía mantenerme el tiempo suficiente concentrado en los insectos o sería yo mismo el que acabara con mi vida. Así pues, decidí seguir a Eva junto a los niños. Bub parecía ser el que cerraba las filas mientras mi cuerpo iba volviendo a su normalidad, al unísono de las palabras del zombie.
Tres minutos, esto se estaba haciendo tan interminable como aquellos dibujos que solía ver de pequeño que nunca dejaban de sorprenderme por su tardío final.
-¿Qué es lo que pretendes?. Nosotros podemos ayudarte a detenerle..- Comenté al zombie, echando una mirada a Eva para leer en su mirada si está preparada para este enfrentamiento. Ambos sabemos que es muy difícil y nuestro objetivo siempre ha sido protejer a los niños. Mis pies iban marcha atrás para toparme con la manada de niños, y sentir de su presencia.
Volví a mirar a Eva, incluso tiré de su mano ligeramente. -Vamos Eva..- Creo que aquí ya no pintábamos nada.
-Está bien... Sólo tienes que darnos 3 minutos, no es mucho, ¿verdad?- sonríe al zombie intentando darle ánimos y esperanzas, a fin de cuentas ha sido muy bueno con ellos a pesar del poco tiempo compartido -Ten mucho cuidado...- le frota un poco el brazo mirándole con pesar y finalmente nota la insistencia de Alan y se gira hacia él, caminando a paso rápido hasta los niños para coger en brazos a Ariel, esperando que Alan coja al siguiente más pequeño para poder ir lo más deprisa posible.
-Dentro de cinco minutos volveréis a casa y si queréis podemos comprar hasta golosinas- comenta con relativa naturalidad, pues por pequeños que sean sabe que estarán muertos de miedo después de lo vivido y probablemente sea una experiencia que les traumatice de por vida... aunque con algo de suerte podrían encontrar a alguien con la facultad de borrar ciertas memorias desagradables pero acostumbra a ser demasiado arriesgado.
Inspira hondamente y devuelve la mirada a su compañero con decisión. Está claro que ambos harán lo que sea necesario, al igual que Bub. Si es necesario se prestarán como escudos humanos. Es poco probable que entonces tengan suficiente tiempo para nada más...
El tiempo no está transcurriendo de forma demasiado realista pero bueno xDDD ;P
Los túneles son largos, kilómetros debajo de la ciudad con gran cantidad de intersecciones a derecha e izquierda pero Alan, Eva y los niños avanzan hacia adelante sabiendo que se toparán con dos salidas a la calle por una escalera cada una: una de ellas, la primera, da a Mathew Street, que se encuentra en la zona residencial, la que sigue da abajo del cementerio. Sino eligen ninguna pueden seguir corriendo pero algo les dice a ambos que para cuando llegasen a la tercera, por más rápido que vayan el tiempo llegará a su fin.
Alan y Eva corren de prisa. El cuco tiene a un pequeña en brazos y a Tim en sus espaldas, como si estuvieran haciendo caballito. Eva lleva a la otra chiquilla, a la pequeña Ariel.
De pronto se escucha un estruendo a sus espaldas, como una explosión...
Faltan 2:30 minutos
:D y sii el tiempo va lento cuando uno quiere que vaya rápido!!!!
Con la pequeña en mis brazos corro tanto como mis piernas puedan darme. -¡Vamos Tim!- Grito al niño que está a mis espaldas pero parece que es un buen atleta en clases de gimnasia de su colegio y nos sigue a nuestro ritmo.
Eva y la niña también parece que estén bien.
Dos posibles salidas se nos presentan, a cada cual más siniestra. No hay tiempo para pensar que ruta tomar, los minutos se marchan, minutos que ya no se pueden recuperar nunca en la vida y por eso hay que tomar una decisión ahora, pues esto solo ocurrirá hoy. La tremenda explosión obliga a detener la carrera y pensar en lo peor. Bub es posible que haya dado su vida por salvarnos al resto, así que en caso de que haya muerto a él le hubiera encantado que sigamos adelante.
-Seguid corriendo. Vamos..-
Empujo a Tim para que inicie la carrera y después miro a Eva. -Saldremos de aquí- Le hago un gesto para que sigamos hacia delante, corriendo con las últimas fuerzas que nos quedan para salir de aquí y ganar de una vez por todas el puslo a esos minutos interminables.
Eva sigue a Alan todo lo rápido que puede, controlando que Tim se mantenga entre ambos. Le consta que debe de estar agotado, incluso ella misma se siente terriblemente cansada después de toda una noche de terror y luchas, pero a la vez todos saben que sólo deben aguantar unos minutos más, y eso les da las suficientes fuerzas para continuar esforzándose y darlo todo.
-¡Bub...!- exclama ahogadamente al sentir la explosión, deteniéndose un instante con el corazón y el estómago encogidos, aunque al girarse y ver la mirada del cuco reemprende la carrera entre algún que otro resoplido.
-¿Seguimos por aquí...? De momento no parecen estar cerca- comenta de forma algo entrecortada mientras pasan de largo la primera salida posible.
¿Quién sabe lo que podría haber ahí fuera? Aunque ese túnel sea desagradable al menos pueden ver lo que tienen alrededor...
Después de la explosión se escucha un silencio incómodo. Eva piensa en Bub y en lo valiente que fue, algo le dice que ya no está entre ellos. Entonces las luces del túnel se apagan. Un olor espantoso llena todo el lugar, los niños se ponen a llorar. Eva y Alan están a metros de la segunda salida, al menos eso parece por la luz que ingresa desde afuera. Si no fuera por ella no verían absolutamente nada de nada, al menos no sin algo de ayuda.
Emprendemos la carrera sin saber muy bien a donde nos dirijimos, aunque parece que solo queda una salida que tomar o seguir corriendo por el interior de estos muros. Tras el estruendo de aquella explosión el silencio inunda los túneles y Eva propone que nos quedemos aquí.
Tardo un tiempo en contestar, no demasiado, el suficiente para que los pequeños se calmen un poco entre achuchones y de paso que recuperemos un poco el aliento. -No, ya no hay tiempo para estar aquí. Echo una última mirada hacia atrás tragando saliva para que se aclare la garganta. Saldremos por ahí. Rápido..-
Señalo la última salida que nos queda y que nos conducirá hasta la calle. De nuevo, hay que hacer una última carrera para salir de aquí. Voy cargado con una de las niñas en brazos y con la mano libre busco la mano de Tom para que no se separe.
-¿Estás bien Eva?- Pregunto para estar seguro de si puede emprender una nueva carrera con el peso que supone cargar con un niño durante largos minutos.
Eva asiente enérgicamente a la propuesta de Alan para salir de esa oscuridad de inmediato, aunque no le hace ni pizca de gracia el hecho de sencillamente no tener elección, podrían estar siendo conducidos a algún tipo de trampa... pero queda tan poco tiempo que su esperanza en conseguirlo sigue férrea.
La voz del cuco vuelve a irrumpir de entre las sombras, probablemente intentando confirmar que sencillamente la bruja sigue ahí, a su lado, a pesar de que sus pasos y jadeos de cansancio son evidentes.
-Sí, no te preocupes... Date prisa, ¡sube!- le apremía deteniéndose junto a las escaleras de gato que conducen al exterior, echando miradas furtivas tras de ellos.
En estos momentos corre el mismo riesgo el que se queda esperando que el que sube y abre la tapa primero así que espera no tener que perder valiosos segundos en una discusión sin demasiado sentido.
-Dos minutos... eso es muy poco, lo lograremos- dice en voz alta que intenta resultar firme. Probablemente para los niños así sea, que a fin de cuentas es lo que quiere, pero a Alan no le cuesta diferenciar un atisbo de miedo y duda.
Chicos, buscad vuestro post en el cementerio ahora. Bsos!!