Partida Rol por web

Observa incrédulo como la granada sobrevuela la zona, y por suerte cae alejada de su posición, sin embargo, los estragos que causa son importantes.Se ve olbigado a soltar el fusil para cubrirse la cara por los incontables escombros qu salen despedidos, dejando un buen hoyo sobre la calle.Las sirenas de la policía se escuchaban por toda la zona, y era cuestión de minutos que llegaran.El tiempo apremiaba, y tendría que ser ahora o nunca.

Disparo de nuevo contra el tío del suelo intentando calcular cuantos cartuchos quedan en la recamara. No se morirá el hijo de puta...

Los disparos de Lindsay no son muy certeros, pero los balines de los cartuchos penetran en los brazos descubiertos de Frank, impidiendo su movilidad debido al dolor ocasionado.El maletín también es golpeado por diversos balines, y es alejado un par de metros más.La bala del revolver de Denis, se incrusta en tu chaleco, justo en la zona de uno de tus hombros.Por suerte el chaleco era resistente, pero a este paso tendrías que comprarte uno nuevo.

Charlie, aprovechando el aturdimiento de Tomassino, agarra otra granada y esta vez se levanta, observando el coche de os mafiosos.

-Saluda al puto demonio de mi parte- añade antes de lanzarla.Nuevamwente la granada realiza el mismo recorrido, con la misma expectación de todos los presentes, y esta vez, se introduce dentro del coche de los italianos, aprovechando que no tenía lunas.

La escena corre a cámara lenta, con el giro de la cabeza de Tomassino hacia el interior del coche, observándolo con un rostro un tanto aterrado e incrédulo.

Este gira la cabeza intentando leantarse para huir cuando observa que la granada se introduce en el coche, pero aabía que ya era demasiado tarde.

-Oh...- dice por últmo, antes de que una gigantesca explosión hinundara la calle entera, provocando una honda que arrrancaba los mismos cimientos de la carretera y de los edificios.Esta explosión había sido el triple de potente que la anterior, provocando una inmensa nube de humo negro y fuego, que ascendía hasta coronar la isla.

-Uno menos....ahora te toca a ti...- dice exhausto, apoyand su espalda sobre su coche casi calcinado.

Observa la gran explosión perplejo, para acto seguido gritar.

-¡Tomassinoooo!- apretaba sus dientes con furia, para apuntar de nuevo a Lindsay y disparar a bocajarro.

-¡¡Iaaaaaaaaa!!- pero el incontrolable pulso en esos momentos de Denis, le resultó casi imposible acertar, dejando que las balas volaran a su costa, introduciéndose en el edificio de detrás de esta, provocando un horrible chillido, quizás le había dado a alguien.

Disparo contra el hombre que estaba de pie, aprovechando que el otro sigue en el suelo dolorido, volviendo a cubrirme tras las vigas de nuevo tras disparar.

Los disparos son certeros logrando lanzar al suelo a Denis por la fuerza del impacto de los proyectiles.Este desde el suelo intenta dispararte como puede, aguantando el dolor como buen italoamericano duro que es.La primera y la segunda bala salen desviadas, sin embargo la tercera parece incrustarse en el cuerpo de Lindsay, sin embargo aún no se sabía el veredicto.

Charlie se arrastra disimuladamente hacia Lindsay con intención de echarle un cable, pues las heridas y morados que llevaba por las bala simpactadas en su cuerpo y en el chaleco eran prominentes.

-Te dije que hay que estar loco para meterse con estos cabronazos...- junto a este, arrastraba la única granada que le quedaba, pero si la lanzaba y explotaba cerca del maletín, el dinero podía salir dañado.

-¿Quieres que la lance?- te pregunta preocupado por tu estado vital.Deja la granada al lado tuya para ver tus heridas.

-No sé de medicina, pero quizás pueda dejarte mejor de lo que estás...- dice arrancándose un trozo de su camiseta y liándotelo fuerte alrededor de tu brazo.Parecía que la sangre paraba de salir y comenzabas a encontrarte mejor, con más energías para acabar con las vidas de esos tipos.

- Cabrón. - gruño disparando contra el hombre de nuevo tras recibir la cura de Charlie - Yo no te dije que no estuviese loca. ¿No? - sonrío sin dejar de mirar al maletín.

Los italoamericanos escuchaban las sirenas y cada vez se ponían más nerviosos.Ya les daba igual el dinero, pues morirían igualmente si fracasaban en su misión o si les metían en el corredor de la muerte.Así pues, con las pocas fuerzas que les quedaban, salen corriendo alterando el orden público que les rodeaba, provocando algún que otro grito de terror e insultos.

Ahora era el momento, ahora o nunca, se debía coger el dinero e irse.Sin pensárselo dos veces, Lindsay corre hacia el maletín, aferrándose a él en cuanto lo coge.Ahora había que salir corriendo.Charlie te indica un bonito callejón que sólo estaba al cruzar a la acera de en frente.Rápidamente os ocultais en él, perdiendoos momentaneamente en aquella red laberíntica de sucios, oscuros y humeantes callejones americanos.Habías conseguido lo que te proponías.Había cistado sudor y sangre, heridas de bala, explosiones, un tiroteo sin fin, mucha adrenalina, pólvora y una lista infinita de insultos y palabrería barata.Habías conseguido hacerte con un importante bote de 10.000 dolares puros americanos, diez mil machacantes que te podrían ayudar a encontrar un buen alojamiento y poder hacerte con nuevas armas.Había sido un duro golpe hacia los Leone, pero algo estaba claro, eso sólo había sido el aperitivo, y seguramente no le habría hecho cosquillas a esa familia de desagradecidos.

Poca gente que acude a Couston City en busca de dinero y poder, triunfa exitosamente, pero una joven con fuerza, carisma, carácter, belleza y un par bien puestos, logró hacerse con un pequeño botín con la ayuda de alguien que parecía tener algo de sentimientos y cerebro en aquella maldita ciudad, un botín que quizás fuera un pequeño paso para Lindsay Morgan, pero un gran paso para el fin de la extorsión y de las mafias.

===FIN===