Partida Rol por web

Habías acabado tu día de trabajo, y te dirigías a la iglesia del padre Bertolucci aun con el uniforme puesto.Otro día había terminado.Ya habías extorsinado a varias prostitutas, habías hecho varios polvos y te habían salido gratuitos, sin embargo había tener cuidado con sus putos.Avanzabas a paso firme y decidido, como si estuieras apoyado por el poder de la iglesia, por el poder de Dios y nada te pudiera parar.Ahora ese niño gordo del cual se burlaban de pequeño ya no existía, sólo quedaba de él un ser despreciable sin otro objetivo que disfrutar alocadamente de la vida cometiendo las fechorías que hiciesen falta.Caminabas por las calles de Portland, de paso echando un ojeada de que las bandas estuvieran tranquilas.Poco a poco te acercas a la iglesia, curzas la esquina y por fin allí estaba.

LLevabas una temporada en que te escaseaba el dinero para tus necesidades, así que decidiste ir a pedirle al padre unos cuantos trabajos, los cuales siempre eran bien pagados.Entras en la iglesia y se hace el silencio.Aquello era grandioso, no sabías como una simple religión podía haber acumulado tantos fondos y además conseguir construir tales edificios.Avanzas por el cuerpo principal, en concreto por el pasillo principal, entre aquellos robustos pilares de mármol con decoraciones en marfil.Finalmente llegas al altar, donde allí estaba Bertolucci, sentado en una silla que parecía estar hecha con ricos materiales y bastante caros.

Ese viejo bastardo estaba igual aunque pasaran los años.Parecía que la maldad lo conservaba bien, pues era un cura muy muy corrupto, como lo era la iglesia en general.Allí estaba algo adormilado, pero finalmente despierta y consigue verte.Con una horrible sonrisa de maniaco te indica que te acerques,estaba alegre de volver a tenerte cerca.

Harvey avanza por la iglesia y conforme anda se cerciora de que no haya gente cerca que pueda oirle.

Cuando está a unos pasos del padre le devuelve la sonrisa y luego su cara se vuelve un poco triste, se arrodilla ante él y le besa en el anillo.

-Padre, vengo a pecar.

-Aahaha...- se rie ante tu comentario y te tiende su mano para que le besaras el bonito pedrusco que tenía en uno de sus dedos (anillo).

-Hijo mio, el ser humano ha nacido para pecar y nuestro padre y señor de los cielos existe para perdonar.Y ahora escucha hijo, Dios desea que cumplas con tu objetivo.Unos bandidos están presionando a las triadas.Han destruido uno de sus locales haciéndolo saltar por los aires y con él a diversos hermanos dentro de este.Quiero que consigas pruebas.Han llegado a mis oidos que unos Diablos andaban por la zona y vieron a los culpables.Búscalos, sácales toda la información y termina con sus tortuosas vidas.....aah..que en paz descansen- dice santiguándose.

-Unos chicos de la triada me han informado de que en estos momentos está en el club de striptease.Procura ser discreto, no quiero que molestes a los bondadosos clientes de ese club...- te dice siempre con voz calmada, que a pesar de las locuras que decía siempre te hacía sentir paz.

Harvey besa el anillo del padre.

- Claro monseñor, se hará vuestra voluntad. Ya haré yo hablar a esos diablos-su cara se retuerce en una sonrisa casi demencial-Claro que hablarán.

Diciendo esto se levanta y se aleja andando ligero por la iglesia, cuando está a punto de salir se dá la vuelta como si se hubiera dado cuenta de algo y se santigua, para acabar marchándose.

Una vez fuera coge el coche y mira a su alrededor para confirmar que no hay nadie siguiéndole.

Así, tras recibir la orden del padre, sale de la iglesia, dispuesto a infringir la ley nuevamente para conseguir una mísera paga, la cual gastarse tontamente en alguno de sus muchos vicios.Se notaba que el uniforme que portabas imponía, pues hacía bajar la cabeza o desviar la mirada de los ciudadanos que se cruzaban contigo, pero sabías que si te lo quitabas sólo serías un cuidadano más, que tendría que tener que sacarse las castañas del fuego sin la ayuda de la ley, pero era a lo que te arriesgabas si no querías llamar la atención.Subes al coche y.......¡¡COMIENZA LA MISIÓN!!

Harvey Stevenson se pone en marcha con una ropa más discreto.No tarda mucho en llegar en aquel local, sabía que consigo tenía todo el poder de la iglesia de Portland, y saldría exitoso de su misión.Entra en el club discretamente, como si se tratara de un cliente más.Se acerca a los presuntos Diablos, intentando abrir una relación con estos, pero como ya esperaba, estos lo rechazan, y un tanto hebrios, le empujan hacia afuera del club dispuestos a darle una paliza.

Era evidente que todo formaba parte del plan.Harvey, aprovechando de las bajas habilidades de los latinos, logra neutralizarlos con sus conocimientos sobre la defensa personal, esposándolos y metiéndolos en su coche patrulla.Allí le interroga eficazmente sacándoles todo el juego que tenían.Una vez hecho esto, los tira a la calle como sucias colillas, dirigiéndose ahora de nuevo a la iglesia.Una vez allí informa al padre de todo lo escuchado.Este asiente con una malévola sonrisa, satisfecho de lso resultados, una vez más la Iglesia triunfaba debido al perfecto trabajo realizado por Harvey.Siempre era bueno tener a hombres como él dentro de esas pequeñas sectas que siempre andaban por detrás indentando coger un pellizo de lo que se cocinaba en las oscuras calles de América.