Partida Rol por web

Sophia intenta explicar a los centauros cuando están casi llenos de ira y se habían lanzado a la búsqueda de las chicas. Además su amiga intenta escapar, tenían que ocultar algo. Como el centauro no creía nada de ella fue el de la antorcha el que la agarró de la mano fuertemente y la forzó hacia el lado contrario a la salida. Un centauro más salió en su busca y comenzó a atarla con una cuerda. Se habían vuelto realmente agresivos.- Los magos que entran a este bosque no salen con vida.- Dijo el que tenía la antorcha mientras la intentaban atar. Quizás si la chica comenzara a agitarse fuerte para que no la ataran tendría la oportunidad de escapar, aunque sin certeza de si llegaría muy lejos de allí antes de que la intentaran capturar. Además tenía en su mano un objeto que aún no le habían arrebatado, la oz

Mientras tanto Rebecca corría entre la maleza seguida por el ruido de varios caballos que se le aproximaban a una velocidad increíble. Cuando empezó a correr llamó a Hagrid, que tenía que estar muy cerca de allí ya que no recordaba que hubieran caminado tanto. Pronto empieza a cansarse, ve que no puede superar la velocidad de los caballos que se escuchan al trote alrededor y cae al suelo exhausta. Solo esperaba que Hagrid hubiera escuchado su grito. Era su única esperanza. Aún tenía la oz que Hagrid le había dejado para cortar esa extraña hierva. Se le había caído al suelo a pocos metros de su mano al caer ella. Entonces dos centauros se aproximaron a ella con una cuerda, uno por detrás y otro por delante. El que apareció delante tenía una cuerda.- ¿No sabes que los gritos del bosque oscuro se quedan en el bosque oscuro?.- Acto seguido tomó la cuerda y con un gesto le dijo a la chica que se levantara.- Déjame atarte por las buenas o tendré que hacerlo por las malas y de esa forma sufrirás más.- Dijo con una sonrisa en sus labios. No había visto la pequeña oz que tenía delante de sus patas delanteras, que se movían sin parar en el sitio, y que de no parar de moverse pronto la pisaría.

Sophia, en un primer momento no parece mostrar resistencia alguna a los agarrones de los centauros.Es arrastrada hasta el interior a la par que sus ojos pierden la poca luz que les quedaban y se tornan oscuros como el bosque.La esperanza se había disipado en su ser.No obstante, su espíritu luchador no la obligaba a abandonar tan fácilmente.Aunque no tuviera posibilidades de salir viva de allí, lucharía como un perro rabioso.Sus dientes chirriaban mientras que sus cabellos antes lacios, comenzaban a encresparse.

-Insensatos.Habéis rechazado la oferta de uniros a las filas del mago tenebroso.Lo lamentaréis....Podréis matarme, pero os aseguro que mi muerte no será en vano...- aún permanecía calmada.

-¡Os juro inmundas criaturas, que cuando el mago oscuro vuelva a resurgir de sus cenizas, os aplastaremos.Podréis huir, podréis esconderos, pero os encontraremos, y os aniquilaremos uno a uno!- amenazaba desmesuradamente.

Cuando se disponen a atarla realiza un movimiento brusco con sus brazos para deshacerse de esta.Una vez hecho esto, sale corriendo entre los árboles para ser un objetivo más difícil ante los grandes y voluptuosos cuerpos de aquellos seres.Mientras tanto, se aferraba a la hoz con todas sus fuerzas dispuesta a usarla si fuera necesario.

Mientras caminaban el centauro de la antorcha, que la llevaba cogida de la mano libre de la guadaña le dijo.- Así que practicas las artes oscuras... Si te entregáramos a Harry seguro que acabarías en Azkaban, pero aquí dictamos nosotros las reglas.- Dijo el centauro. El que estaba al lado rió a carcajadas cuando la escuchó lo que dijo la chica.- Menuda broma más graciosa.- Dijo éste sin poder parar de reír.- ¿Y cómo vas a hacer resurgir al que no debe ser nombrado, con polvitos mágicos?.- de nuevo siguió riendo. Entonces el de la antorcha ordenó que parara y que le atara las manos. En ese momento vio su oz.- Vaya... no intentarás hacernos daño con eso ¿verdad?.- Y le intentó quitar la oz de las manos. En ese momento la chica se agitó para intentar huir, era el momento perfecto. El único momento para poder escapar era en el momento en el que coge la hoz así que Sophia prefirió perder la hoz a seguir con esa escoria de criaturas. Sin embargo había perdido su único objeto defensivo en ese momento, tan solo le quedaba una poción multijugos sin haber sido mezclada aún, por lo que si la tomaba no surtiría efecto.

Sophia comenzó a correr por el bosque hacia donde había más árboles, sin importar donde estuviera la salida del bosque. El bosque era confuso. Los centauros comenzaron a correr para poder pillarla. Al principio le pisan los talones a la joven, pero ella es más lista que los caballos y decide correr hacia un lugar donde los árboles comienzan a estrecharse y hay una maraña de ramas. Los centauros se ven dificultados el continuar por ahí porque son mucho más grandes que Sophía, así que finalmente es perdida de vista. Sophía continua un poco más hacia dentro de esa aglomeración de árboles que le han salvado la vida. Jadea y se apoya en uno de ellos para no perder el aliento. De nuevo el silencio se forma alrededor suya, pero no debe olvidar que el bosque prohibido es una zona muy peligrosa para vagar libremente por él y además sin varita. Sigue estando oscuro y Sophia no puede ver mucho alrededor suya. Hay algunos insectos subiendo por los árboles de alrededor. Está totalmente perdida... pero quizás con un poco de suerte y con sentido de la orientación pudiera ver cómo salir de ese maldito lugar.

Su respiración agitada, inflaba su pecho y lo deshinchaba rápidamente.Su cuerpo se escondía tras un tronco.Su espalda totalmente apoyada en este y sus manos agarrando la corteza como si quisieran empujar el cuerpo hacia el interior del tronco, fundirse con este y desaparecer.Su mirada inyectada en sangre y nerviosa, miraba hacia todos lados como si analizara cada centímetro de su alrededor.

Cuando Sophia entraba en ese estado de locura, realizaba actos que no eran muy normales para las niñas de su edad, quizá por lo astutos y despiadados que eran.Conforme va recuperando el aliento se relame victoriosa.Su plan había funcionado, no obstante ahora no tenía muy localizada la salida de aquel bosque, pero no le importaba por ahora, le hacía sentir curiosidad aquel lugar, tan oscuro y tétrico como lo era Lord Voldemort.Llegaron a sus oídos que llegó a pasar una temporada entre esos árboles sobreviviendo mediante la ingesta de sangre de unicornio.

Ahora pensaba en como estaría su amiga.Sólo esperaba que hubiese encontrado la salida y a Hagrid.Tras un momento de pensamientos varios, Sophia se agacha con movimientos nerviosos, se arrodilla mirando el suelo y posando sus manos sobre este, acariciándolo en un primer momento.Su boca parecía mostrar una mueca entre de locura y felicidad para cuando de pronto, sus manos pasan de acariciar a la tierra a rasgarla con su mano y aprisionarla en su palma.Levanta la tierra hasta el nivel de sus ojos quedándose un rato observándola.Tras este extraño momento, restriega su manos por su aterciopelado rostro, manchándolo completamente y ocultando ese color blancuzco y puro que la caracterizaba.Lo mismo hizo con el cuello, por encima de toda su ropa, las piernas y por último algo que más amaba de ella, su cabello.No era momento para pijerías, ahora mismo primaba su supervivencia.Cuando la joven termina, parecía estar rebozada en tierra.Su aspecto antes encantador y delicado, ahora parecía salvaje y siniestro, como si se hubiera mimetizado en general con el aspecto de las criaturas que allí vivían, una más.

Ahora era momento de encontrar la salida o vagar por esas tierras hasta que la encontraran.Comienza a andar entre los árboles de nuevo.Si pensaba bien, podría volver por sus pasos pero seguramente se encontraría con los centauros.Por ello, haría un rodeo y de nuevo seguiría la dirección por la que se había ido su amiga.No hacía falta salir por el mismo sitio que ella.

Nop, los centauros eran unas criaturas que se intentaban evitar casi siempre, no se les daba mucha publicidad. Los datos que tienes sobre los centauros es que son hostiles, sanguinarios y que tienen la velocidad de un caballo. Para acabar con uno es similar a un humano. Utilizan arcos y flechas, no tienen magos y se copian de los muggles antiguos que vivieron por esas zonas (Cuando magos y muggles vivían juntos).

Así que si quieres saber más puedes ir a la biblioteca a ver si consigues más información sobre ellos u otra criatura.

Rebecca emite un suspiro por lo bajo, su actitud reflejaba que se había dado por vencida. Esta bien...haré lo que ustedes me diga, pero no me hagan daño Dicho esto, comienza a gatear hasta el centauro que tenía enfrente de ella, con su cabeza mirando al suelo mientras que sus negros mechones cubrían su rostro y sus verdaderas intenciones.

Sentía las patas nerviosas del centauro que golpeaban la tierra, cerca de la hoz, del único arma que disponía. Sigue gateando hasta que la ve. En un dejo de aelvosía, toma con presteza la hoz y en un gesto desesperado, lanza un guadañazo a sus patas delanteras, y abrirse lugar para salir corriendo a lo que suponía la salida...

Rebecca comienza a caminar hacia las patas del cuadrúpedo con la finalidad de que no se de cuenta de que le va a rajar una de las patas. Éste confía en ella y cuando menos se lo espera recibe un corte en la pata delantera, de tal modo que se levanta en sus dos patas traseras y al apoyarse de nuevo cae al suelo dolorido y sangrando.- Cogedla.- Grita mientras ella comienza a correr. Los centauros corren tras ella y logran alcanzarla facilmente. Comienzan a rodearla 4 centauros mientras dan vueltas alrededor suya. Rebecca aún conserva su guadaña, pero estos animales parecen fuertes. Quizás tenga alguna opción a escapar aún si sabe jugar bien sus cartas...

Sophia comenzó a vagar por ese peligroso lugar, sin saber que podría ser atacada por cualquier otra criatura y no podría defenderse debido a que no tenía varita. Sabiendo esto tenía que salir del lugar, y Hagrid seguía desaparecido, quizás buscando a estas dos chicas que tan próximas tenía hace una hora aproximadamente. Miró hacia aproximadamente había desaparecido su amiga y comenzó a andar hacia esa dirección.

Segura, caminó sin hacer mucho ruido. Las bestias estaban calmadas, ahora no había ruido ninguno. Comenzó a ver entonces la claridad de la salida, pero delante de ella unos cuatro centauros daban vueltas alrededor de algo, o alguien. Sophia se dio cuenta que ese alguien se parecía mucho a su amiga. De repente una serpiente se acercó a Sophia. Era grande y gruesa. Sophia dio un salto hacia atrás. Esa serpiente la miró a los ojos y se alzó. Luego pronunció unas palabras.- El señor tenebroso volverá, me ha dicho que traigas al niño.- Dijo silvando.- El señor tenebroso necesita un cuerpo vacío... un cuerpo vacío... un cuerpo... vacío... Mañana al anochecer trae al niño, os vigilaré y os guiaré hacia él.- Entonces la serpiente desapareció arrastrándose. Entonces los centauros comenzaron a gritar y a caer al suelo, uno a uno, mientras luchaban con aquel monstruo que antes hablaba con Sophía. Los había matado. Rebecca parecía estar desorientada.

Divagando porque bosque como un alma perdida, avanzaba entre los árboles, apoyándose en sus cortezas y mirando a un lado y a otro en todo momento.La blancura de sus grandes ojos desentonaba con la suciedad que había oscurecido la piel.Sus cabellos totalmente bufados y llenos de ramas y suciedad coronaban su cabeza.Tenía alguna que otra uña rota pero nada que no se pudiese arreglar con un poco de manicura.

Finalmente, tras tanto divagar por aquel bosque, encuentra algo de luz, una luz que le lleva a conocer a una misteriosa y fascinante criatura.Una sierpe inmensa, la marca y el animal que representaba Slyhterin.Se hallaba totalmente bocabadada, ilusionada por ver que tras sufrir tanto y tras tanto esfuerzo, tan bello y asesino animal se le había presentado, era todo un privilegio para ella.Cae arrodillada ante tal majestuosidad, y para cuando aún no se había recuperado , el reptante le ofrece una valiosa y jugosa información que iluminó la apagada mirada de la maga.Un sensación entre euforia e inmensa alegría estalló en el interior de la joven.Se levantó y asintió a las directrices de la bestia.

Una sonrisilla algo pícara y tétrica se había dibujado en la cara de Sophia mientras avanzaba hacia su amiga ahora a salvo tras la masacre que había provocado la sierpe con los centauros.Se acerca a uno y posa su zapato sobre su rostro magullado, retorciendo la suela en la cara del mágico animal mientras la prepotencia y arrogancia crecía en la magiverde.

-Os lo dije bestias inmundas, el mago tenebroso volverá, no me hicisteis caso....¡¡¡os lo dije!!! Ahora estais muertos, ¡¡¡muertos!!! ¡¡ajajajaja!!- sin duda, cualquiera que la viese hablando con un cadaver mientras le dejaba la suela de su zapato en su rostro, gritando y vociferando fuera de si, pensaría que está loca y tampoco se quedarían muy lejos.Una vez desahoga toda su rabia, se acerca a Rebecca para calmarla.

-Ya pasó todo Rebecca....- su voz ahora era tranquilizadora y dulce-.Tengo información de la gran siepre.La gran siepre ha siseado....El mago tenebroso aún vive....pero necesita un cuerpo vacío.Debemos buscar al pequeño y traerlo hasta aquí mañana al anochecer.Pronto estará con nosotros Rebecca...volverá...¡retomaremos lo que es nuestro!- agarraba ahora a su amiga de los brazos, abriendo bien sus ojos mostrando cierta locura empapada de una fatigosa alegría.Una sonrisa poco cuerda aún se reflejaba en la cara de Sophia cuando le decía esto último a su amiga.

Cierras tus ojos, cuando los abres te das cuenta de que sophia está al lado tuya y los centauros no son más que cadáveres que yacen en el suelo. Estás algo aturdida porque todo ha pasado muy rápido.

Algunas gotitas de sudor se mezclaban con la sangre del centauro que había herido antes. También sentía el líquido escarlata que corría entre sus dedos y manchaban el mango de la guadaña que todavía asía.

Todo había sucedido tan rápido que ni siquiera había percatado en su amiga que le hablaba y la tranquilizaba a su lado. Sentía que temblaba...aún estaba asustada y costaba asimilar que esos seres ya no la atosigaban más. Qué??...Qué ha sucedido????...Quien hizo esto??

Una sierpe? Ha hablado...El señor tenebroso vive. Un cuerpo...El pequeño...Tardó unos instantes en procesar la información y la masacre que había sucedido. Miró el cadaver del centauro que ella había herido, se sentía decepcionada y frustrada por el proceder de esas criaturas. Pero no las conocía y la briosidad y la desconfianza de esos seres habían sido casi su perdición. Su cara comenzó a tornarse en un rictus violento, y le da un patadón a la cabeza del centauro...Idiota!!

Volvió algo más tranquila hacia su amiga y ahora más tranquila dice...Entonces tendremos que encontrarlo...devolviendole una sonrisa Ahora, salgamos de aquí y mientras tanto, cuéntame todo lo que te ha dicho esa criatura...

Mientras las dos chicas salen a paso normal del bosque como si nada hubiera pasado Sophia cuenta lo que le ha dicho la serpiente a su amiga. Al salir del bosque ven que Hagrid no se encuentra ni siquiera en su cabaña. Era extraño... pero no le dan importancia y continúan hasta el castillo. Estaba oscureciendo ya y debían irse a la cama, mañana les tocaría el segundo castigo de Hagrid y debían descansar, ya que este había sido agotador...

Ir al bosque oscuro sin las varitas otra vez sería un suicidio, y era algo que Harry Potter no entendía. ¿O quizás quería matar a esas dos chicas y que todo pareciera un incidente? mientras se acercaban a su sala común preguntas de este estilo paseaban por las cabezas de las alumnas de Slytherin, que comenzaban a preocuparse por la situación. ¿Dónde estaría Hagrid? ¿Qué sabía de sus amigos de slytherin? Sus rostros se tranquilizaron al ver a Alexia en su litera, dormida. Hacía tiempo que no sabían nada de ella, pero ahora no debían despertarla, mañana sería otro día.