Partida Rol por web

Atravesando las puertas, Hug y Ryner entran al fin en el patio. La mirada del guardaespaldas recorre todo el patio de armas para ver quién está allí en ese momento.

- Mi señor, ¿tiene alguna orden en particular o desea que le pregunte a su hermano si tiene alguna tarea para mí? En cuanto al viaje al Rejo, ¿sabe cuándo partiremos finalmente? Supongo que será un viaje tranquilo, pero si hay algo que crea que deba saber me gustaría estar al tanto de la situación.

Mientras dice esto, suena una pequeña campana en el patio avisando de la hora de la comida.

- Si se dirige ahora al salón le acompañaré para velar la comida de su familia.

La gente esta en sus puestos y solo hay criados de aquí para allá, a parte de eso no ves nada mas.

Mmmm... si mi memoria no me falla la Casa Dannett tiene algunos apuros economicos... de ahi que intenten quitarnos tierras u obtener algun beneficio de las rutas comerciales. Ademas, con la mujer del señor muerta y su hija ... ¿Iris? ... si, Iris, la chica desaparecida, solo Adham Dannett queda como heredero. Tal vez si sea buena idea invitarles a la Boda mi señor...

Deberíamos casar a nuestra Roxanne con el joven Adham -sugiere Gwen, aguantando una risita burlona. Lo cierto es que por mucho que ha intentado hacer memoria no sabe nada de los Dannett. Si no tiene barcos no me interesan, piensa, encogiéndose de hombros.

Bueno, ampliaríamos territorio y ellos tienen una tradición más antigua que la vuestra, mi señor -La joven enmudece al darse cuenta de que quizás a hablado demasiado.

Me gustaría saberlo pero me temo que tu sabes mas detalles que yo. Cuando salí del salón pensaba que nada mas comer zarparía y cuando me llamo mi hermano a reunirme en el patio con vosotros supe que una de las jóvenes embarcaría. Os estabaís disputando quien acompañarla y que el viaje se retrasaría.

– Sabes tanto como yo Ryner, o más. ¿Cuál de las damas me acompañará? Cuando salí del salón el viaje de ellas no lo menciono Lord Hammerfell. Sobre si vendrás o mi hermano considerara que le serás más útil aquí. Poco puedo hacer sabes que eres bienvenido a bordo pero es Lord Hammerfell quien decide lo que debemos hacer en cada momento.

No puedo ponerme por medio de vuestras disputas sobre cual las escolta pero ya deje claro a rodos que no compartiréis su camarote. Mi cuñada me haría despellejar si lo consintiera.

– Ahora dejemos las monturas y después de expolsarnos el polvo del camino vayamos al salón. No creo que tengamos que comentar por la marcha ya que será uno de los temas de conversación.

Ser Cordak se gira en redondo con el gesto fruncido. Parece haber escuchado algo.

¿¿Lo ois?? Parecen caballos... vienen hacia aqui...

Dudando de si una amenaza vendria hacia ellos se coloca cerca de su señor... solo por si acaso.

Parece que la gente ya ha empezado a volver de su visita al puerto -dice Gwen, caminando hacia el salon-. ¡Vamos, mis señores, la comida nos aguarda!

Cuando mi figura cabalgando es visible para los guardias que esten de observadores en la muralla de la casa Hammerfell voy haciendo bajar el ritmo a mi negro corcel hasta pasar al trote.

No quiero que piensen que soy un mensajero, o que llevo prisas.... no seria elegante -Sonrio para mi mismo

Por fin llego a la misma puerta de mi destino. Desde abajo, sintiendome pequeño, observo la magnitud de la casa y sus muros. De un salto bajo de Trueno y utilizo el pomo de mi espada para picar en la puerta.

¡Soy Ser Derek Cromwall y mi visita es esperada y avisada a vuestro señor Bruce Hammerfell! - Mi voz es potente y algo grave, acostumbrado a las ordenes y avisos que se dan a gritos cuando se batalla o navega.

Tras coger aire de nuevo añado - ¡Asi que abrid el porton o avisar a un superior!

No les habra gustado que me presente aqui chillando y dando ordenes, pero tan solo son guardias y suficiente tiempo he perdido como para que me hagan perder mas dando absurdas explicaciones para que acabe todo igual, avisando a un superior - Sin embargo desde abajo en mi cara hay una cordial sonrisa para el guardia o guardias que decidan asomarse.

-Se hará como pedís, pero con calma el señor esta comiendo y usted todavía esta con el polvo del camino. Espere mientras avisamos entre tranquilo.

El portón se habré.

Al rato regresa un soldado y os lleva hasta la puerta del salón.

El dorniense baja al patio del castillo, donde ha mandado reunirse a los hombres que está entrenando como guardaespaldas de la casa. Se aproxima a ellos en silencio, sin avisar de su presencia, y se apoya en una columna cerca de ellos. Se mueve sigilosamente, esperando a que sus alumnos reaccionen a su presencia, pues la percepción es una característica importante en su trabajo, no vale con un brazo fuerte y la habilidad en las armas de cualquier otro soldado.

Eric, el bastardo de la posadera que Ryner reclutó de entre los marineros es el primero en mirar hacia él. El resto le sigue y no tardan en colocarse en formación.

- Como deberíais saber, yo parto de viaje durante unos días. - Su voz es fuerte, no carente de cierta autoridad, en contraposición al tono más suave que suele utilizar con la familia Hammerfell - Lord Bruce me envía a cuidar de su hermano y su hija. Sin embargo, imagino que habréis escuchado que pronto se celebrará una boda entre estos muros, así que no es el mejor momento para dejar al resto de la familia sin protección.

Mira a los presentes. Siete marineros y dos miembros de la guardia, muchos de ellos mayores que él mismo. Pero no han vivido lo mismo que yo, piensa. A algunos les falta disciplina, a otros atención y otros no manejan las armas con la soltura que debieran, pero son lo mejor que ha encontrado.

- Eric, Mark, - dice dirigiéndose a dos de sus hombres. - Quiero que los dos cubráis mi puesto mientras yo no esté. - La falta de disciplina de Eric quedará compensada por el guardia, pero confío en él para que se percate de cualquier detalle que se le pueda escapar a Mark. - Johan - añade volviéndose al otro guardia, - tú eres el más hábil con la espada. Te encargarás de continuar con el entrenamiento del resto. Chicos, probablemente no tardemos en tener más trabajo del que nos gustaría y no descarto que durante la boda todos estemos de servicio, así que debeis trabajar duro para no decepcionar a Lord Bruce.

Deja el petate junto al poste en el que se había apoyado inicialmente y desenvaina su espada.

- Ahora, quiero ver qué habéis aprendido.

Mientras espera a que Hug, Nimeria y Gwen terminen el desayuno y partan hacia el puerto, practica con el resto de sus hombres los últimos trucos que les ha enseñado.

Los hombres no muy confiados empiezan formando el circulo, donde el primero en meterse es Eric confiado como siempre y desafiante. Hay tensión y trata de que no le pilles la medida con movimientos inesperados.

Los hombres no muy confiados empiezan formando el circulo, donde el primero en meterse es Eric confiado como siempre y desafiante. Hay tensión y trata de que no le pilles la medida con movimientos inesperados.

Con la espada y la daga desenvainadas, Ryner da un pequeño paso hacia Eric, colocándose dentro de su radio de alcance para forzarle a recular. Empujándole suavemente, aprovecha el traspiés para golpearle con el plano de la hoja en el hombro. Tras hacerlo, baja el arma y saluda a Eric.

- Gracias por tu participación, Eric. - Se dirige ahora a todo el grupo. - Os habéis fijado, con un pequeño juego de piernas podéis desequilibrar a vuestro adversario, con lo que estaréis en ventaja para enfrentaros a él. Eso os permitirá esquivar sus ataques más fácilmente, y evitar que os alcancen también. Utilizadlo con cuidado, pues un oponente más rápido que vosotros se repondrá con facilidad. Por ello es conveniente usarlo contra oponentes con armaduras pesadas. Además, si sois hábiles, conseguiréis empujarles en la dirección que queráis. - Sonríe con malicia. - Huelga decir la utilidad que esto tiene en un combate marino.

Envaina nuevamente la espada ante las risas de sus hombres. - Ahora practicad esta maniobra. Espero que os sea de utilidad.

Se pasea durante un rato, corrigiendo los movimientos de sus discípulos cuando se equivocan y observándoles atentamente. Lord Bruce le ha pedido resultados y Ryner está dispuesto a sacar lo mejor de sus hombres.