No nos lo han prohibido, así que, asumo que está permitido, por lo que no veo problema alguno en que te quedes aquí. - respondo bastante seguro de mi mismo, confiando en que no tendríamos problemas.
Luego de que Alex fuera a ponerse el pijama yo me acomodo en la cama asegurándome de dejar suficiente espacio para Alex.
Sabía lo difícil que podría ser esta situación para ella, encontrarse en un sitio nuevo, tras una experiencia traumática, ella necesitaba alguien con quien sentirse cómoda y yo no podía evitar querer protegerla.
Nuestro vínculo nos unía irremediablemente, así que permanecería a su lado tanto tiempo como ella lo necesitase.
Aquella noche dormimos juntos abrazados cuidando el uno del otro pasando una noche verdaderamente agradable después de muchos años.