Partida Rol por web

Historia de un Asesino

Capítulo 3. El Contacto.

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01/08/2019, 23:30
Narrador

La entrevista fue directa al tema central: el objetivo del asesino. Lavinia. Una mediana que había decidido escapar de la cofradía, algo que nadie, una vez dentro, podía hacer sino era con los pies por delante. Asteirm recibió la orden de vigilarla, sus últimos trabajos habían resultando algo desastrosos y con consecuencias funestas para el bajá. Y lo último que hizo fue desobedecer la orden directa de matar. Asteirm la oyó gritar, jurando que jamás regresaría a la cofradía y actuó tal y como debía actuar un miembro de su cofradía. Matando a la desertora. La había instruido en el arte del escapismo, incluso le había enseñado a matar. Él fue durante un tiempo su maestro, por orden del bajá. Pero su alumna tuvo un golpe de suerte aquella noche, ya que ninguna de las dagas del asesino logró impactarle y acabó huyendo en un barco mercante. Vio como el barco se alejaba del muelle durante unos minutos, jurandose que nadie escapaba a la precisión de sus dagas por segunda vez.

La huída de Lavinia fue un duro golpe para el asesino. Su reputación quedó en entredicho al no haber sido capaz de matar a la mediana y además, dejar que se le escapara. Perdió ante su bajá parte de la confianza que se había ganado a base de grandes esfuerzos. Los más osados pensaron que había perdido facultades con los años, y los más insensatos, algunos de los asesinos más jovenes de otras cofradías, se habían atrevido a atacarlo para ganarse la reputación de haber matado al mejor asesino de la región. Los estúpidos habían muerto a manos de Asteirm uno detrás de otro, aumentando considerablemente la ira del extranjero. Pero la providencia hizo que descubrieran el nuevo paradero de Lavinia, y con ello, la esperanza de recuperar el esplendor de antaño. Su bajá se lo ordenó directamente, pero Asteirm ya se había puesto en camino para encontrarla. Y la encontraría. Y la mataría. Nadie escapaba a sus dagas una segunda vez.

El asesino meditó sobre esto. No era posible que su alumna, una de las mejores ladronas, hubiera cometido la estupidez de dejar una nota con su intención de huir hasta Mariendul. Pero no tenía otra pista. Y era la única que tenía.

- Dudo que fuera hacia allí. No es tan idiota como para dejarte un mensaje sobre a dónde iba a ir. Pero es nuestra única pista. Así que viajaremos hasta allí a averiguar más cosas sobre su paradero. En cuanto al transporte, si lo que te preocupa es el dinero, yo mismo les pagaré las monturas y las raciones para el viaje. Y como dije, si nos entretienen demasiado, yo mismo los me encargaré de ellos. Preparalo todo para partir mañana al amanecer, si la tormenta ha pasado...

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01/08/2019, 23:31
Ben-Jezheri

En esos momentos entró alguien en la taberna. Se trataba del inconfundible Ben-Jhezeri que escrutaba por las mesas en busca de su último contratante. Y de pronto le encontró. El guía avanzó hasta su mesa sin ningún disimulo e interrumpiendo la conversación.

- Ha hablado con Mussaffaq y Saqr, los hombres de Ghâlib, dicen que desean volver con su líder si se lo permites. Pero no he encontrado a Graïb. – Dijo el soldado del desierto.

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01/08/2019, 23:32
Asteirm

- Ya te dije que podían hacer lo que
les viniese en gana.
– Contestó secamente Asteirm.

- Ni lo encontrás... - Pensó Asteirm para sus adentros.

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01/08/2019, 23:40
Ben-Jezheri

- Espero volver a verte muy pronto. Tus caminos son misteriosos Asteirm, pero tu corazón dejará de ser negro como la noche y recobrará el color del desierto cuando el sol se alce claro en tu destino. – Dijo Ben-Jhezeri a modo de despedida, se dio media vuelta y se marchó tan rápido como había llegado.

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01/08/2019, 23:50
Asteirm

Asteirm frunció el ceño, irritado. Su expresión hizo que Aswand se removiera incómodo en su silla. Ya veía una daga volar atravesando el local y hundiendose en la espalda del hombre del desierto. Pero no ocurrió. Aswad respiró algo aliviado. Ya tuvo suficiente con llamar a Asteirm por su nombre real, y no le agradaba en absoluto tener a un compañero disgustado. La última vez que Asteirm estuvo disgustado, murieron cuatro personas, según le habían informado. Carraspeó nervioso para romper el tenso silencio. La expresión del extranjero no se suavizó en absoluto.

- Tsk... lugareños. Se creen místicos por hablar mediante acertijos... - rezongó Asteirm. Al instante se puso en pie y habló por última vez con Aswad. - Mañana al amanecer. Si la tormenta no ha cesado, enviame un mensajero para posponer el viaje. Pero quiero salir cuanto antes - se dirigió a la puerta con pasos firmes. - Vosotros, seguidme - ordenó a la pareja que los estaba espiando.

Farah lo miró confusa mientras salía, pero Isidore, que parecía haberse acostumbrado, se encogió de hombros y salió detrás de Asteirm.

Ya fuera, el asesino se retiró la capucha y dejó que el sol le calentara el rostro. A su lado, Isidore miraba al frente dispuesto a emprender una nueva aventura. Al otro, Asteirm notó como la mujer quería acercarse a él, pero mantenía cierta distacia, recelosa.

- ¿Y bien? ¿Pensáis seguirme todo el camino? - Les preguntó a ambos.

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01/08/2019, 23:54
Isidore

- ¡Yo te seguiré dónde haga falta! - gritó Isidore palmeandose el pecho y levantando la cabeza orgullos.

Aquel macaco estaba eufórico. Parecía que no había nada mejor en el mundo para él que seguir a aquel perfecto desconocido allí a donde sus pasos le condujeran. Sería realmente difícil quitárselo de encima.

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01/08/2019, 23:56
Asteirm

- ¿Y tu? - Preguntó con mirada severa.

Isidoro era un estorbo, pero al menos había pedido permiso para seguirle y aunque no se lo había dado abiertamente, tampoco se lo había negado de forma tajante. Además, no parecía tener más interés que el mero hecho de aprender de él y de servirle y en cambio ella... Ella podía ser peligrosa en cierta medida. Todas las mujeres lo eran y más las bellas.

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01/08/2019, 23:59
Farah

- Yo... - empezó la joven, nerviosa. Se quitó el turbante y el embozo, revelando así su identidad. Tenía el pelo recogido en una trenza y una fina diadema de plata sobre la frente. Un imán para los ladrones. - Te acompañaré. Quiero asegurarme que cuando cumplas tu trabajo, volverás con nosotros - sentenció.

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02/08/2019, 00:00
Asteirm

- ¿Y si mueres antes que yo? - le preguntó sin ninguna delicadeza. Ella hizo un mohín y cambió su expresión por una más fría.

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02/08/2019, 00:00
Farah

- Me encargaré de que eso no ocurra - se acarició la yema de los dedos y palmeó la cimitarra que colgaba en su costado. Asteirm la agarró de la muñeca y levantó su mano hasta la altura de sus ojos.

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02/08/2019, 00:01
Asteirm

- Espero que hayas heredado la destreza de tu padre con el arco. De lo contrario, ten por seguro que morirás antes que yo.

Le soltó el brazo y echó a andar por las calles, en busca de una taberna que tuviera unas condiciones más que aceptables en aquella apestosa ciudad. Pagó una habitación para él solo y se encerró allí, advirtiendo tanto al chico como a la mujer, que no lo molestasen y que ellos mismos buscasen un lugar dónde pasar el día y la noche. Encerrado en la habitación, Asteirm trató de descansar. Pero su sueño, como el de todas las noches, era ligero. Siempre alerta por lo que pudiera ocurrir.