Así, que de los tres tipos que tenían manchadas las manos en la muerte de Terry, ¿ya hay uno fiambre?
Bien, pues hagamos que sigan jugando con nosotros. Qué te parece si hacemos una visita a el hombre blanco. Vamos, montamos una escena, dejamos que todos nos vean.
Salimos y fardamos de pasta, y dejamos que el camello haga su jugada. Y cuando valla a por él lechoso y se lo cargué, lo trincas.
Barry aun tenia dolor de cabeza, le había costado mucho unir las piezas, pero era un hombre simple. Había captado los nombres, tres tipos importantes estaban tras la muerte de su hermano. Ya uno estaba fuera de este cruel mundo. Ahora quedaban dos.
Y si no podían luchar contra ellos, lo mejor sería deteriorar esa relación. Sembrar la desconfianza, y hacerlos caer.
Si uno se cargaba a el otro, y el que quedaba acababa en la cárcel, no le importaba lo más mínimo, solo quería acabar con ellos. Con sus vidas, con sus historias. Y poder enterrar a su hermano en su corazón. Porque aquella herida no se cerraría de ningún otro modo.
Solo había varios inconvenientes. Puntos a tratar.
- Walker no va a matar a Bohrer – corrige rápidamente Adam a Barry, aun con la taza de café cerca de los labios – es un tipo poderoso, y ademas le resulta útil – deja la taza sobre la mesa - Ademas ¿Por que iba a matarlo? Ustedes son el único cabo suelto en medio de todo esto. Mataron a Millman para dar un mensaje, por que la cagó. ¿Ese par de idiotas? Ustedes les hicieron un favor al quitarlos de en medio, pero claro, eso también los coloca en el centro de la mira.
Adam se inclina sobre su asiento, mirando a Barry a los ojos.
- Aquí nadie esta jugando, cada pandillero de este distrito ya se enteró de la recompensa que puso Walker por sus cabezas, están hasta el cuello de mierda, y lo ultimo que necesitan es llamar la atención. Ustedes son el ultimo cabo suelto que les queda.
Vuelve a hacer una pausa. Piensa en silencio unos segundos antes de continuar.
- Tengo un plan para atraparlos, o al menos intentarlo, y necesito de ustedes para que funcione, pero antes tengo que estar seguros de que van a cooperar y de que no van a hacer ninguna estupidez.
Tras esas palabras Adam se queda mirando a los tres en silencio, mientras cruza los brazos.
Estoy esperando.
Dice Barry sin miramientos. Si no le gustaba su plan, era evidente que era porque tenia otro. Y estaba empezando a cansarse de esperar a que se lo contara.
Hijospeputa... -se le escapa a Ted en un murmuro mientras escucha el relato de Adam, intentando concentrase para no perder el hilo de todo, con el ceño fruncido y una mano apoyada en su boca y mentón.
Luego de la intervención de su hermano aprovecha para aclararse las ideas en voz alta:
-Esperaesperaespera... estás diciendo que tenemos a los putos camellos y pandilleros de Nueva York deseando matarnos, y a la mitad de polis también, así que jodido si llamamos la atención o simplemente nos dejamos ver... vamos, que si no queremos huir o escondernos como maricas está claro que hay que pensar algo para ir directamente a por el cabrón ese de Walker como sea, o conseguir que vaya a donde queramos... ahora, el problema es cómo hacerlo, que dices que se guarda las espaldas, pero ahí es donde dices que tienes un plan... ¿qué plan?
Roger había asistido al relato del detective con una expresión de estupefacción perenne en el rostro. No entendía nada de las sutilezas de la política local, de la corrupción policial ni del tráfico de estupefacientes a gran escala. Sólo había puesto cara a los hombres que eran responsables de la muerte de Terry, y eso para él había supuesto un golpe mucho más fuerte que la verdad.
Encarnados, en una fotografía, eran personas reales con vidas reales. No muñecos sin alma como los matones a los que destruyó en un arrebato de ira. No. Eran personas en cuyos planes estaba la eliminación sistemática de otras personas. De otras vidas. Gente que conscientemente había decidido sobre la vida y la muerte de otros.
De su hermano.
De Terry.
Frunció los labios, resecos por el silencio, y musitó.
-Te escuchamos.
Adam se inclina levemente mientras cruza las manos y apoya los codos sobre la mesa. Mira a Ted mientras afirma con la cabeza, sin decir palabra, a las ultimas palabras de este, antes de finalmente hablar y contestarle.
- En efecto, solamente podremos detenerlo si jugamos de manera inteligente... aunque eso no sea lo mas seguro en este momento. Tenemos que tenderle una trampa a Walker, es la única forma de atraparlo, tomarlo con las manos en la masa, y ahí es donde entran ustedes dos – mira a Roger y Ted – irán a una reunión que concretaran con Walker a través de uno de sus hombres, y en la que pretenden llegar a un acuerdo para que les perdone la vida. Hasta el momento, Walker va a creer que Barry esta en la cama de un hospital, con estado reservado, y así tiene que ser, pues eso va a ayudar a que piqué el anzuelo. Una vez ahí, nosotros haremos el resto.
Adam hace una pausa mientras su vista se posa en Barry. Luego continua contando su plan.
- Pero para tener alguna chance necesitamos a Bohrer. Ahí es donde entras tú – le dice a Barry – sencillamente, te vas a encontrar con él, y le vas a hacer confesar. Supongo que eso no te va a costar demasiado – le confiá Adam a Barry.
Vuelve a inclinarse sobre la silla, mirando a los tres.
- Al menos eso es lo que puedo decirles hasta ahora, hasta tener la certeza de que van a cooperar - hace una pausa – No les voy a mentir. Una confesión forzada de Bohrer y un matón de Queens con un montón de armas no va a ser suficiente para meter a ambos presos, posiblemente no sea suficiente siquiera para menos que eso. Pero si tenemos a los dos entonces podremos jugar mas cartas. Podremos exprimir a ambos para que nos digan lo que quieran, para que se hundan entre ellos. Por eso los necesitamos vivos, de lo contrario todo será por nada – dice, para finalmente volver a guardar silencio, mirando a los tres.
Ted no tarda en responder al policía:
-¿Cómo sabremos que no vamos nosotros mismos hacia una trampa? Ahora mismo al tío ese le valemos más muertos que vivos, así que está jodido que quiera hacer con nosotros cualquier trato en vez de llenarnos directamente de agujeros... a no ser... a no ser que vayamos con algo a cambio que le pueda interesar, aunque sea un farol...
Desde su posición, aprovecha para echar otro vistazo furtivo al local. Esperaba no estar levantando la voz demasiado como para que alguien más les escuchara...
- Por supuesto – contesta Adam a Ted, quitando algo de interés a aquello, como si ya tuviera el tema bastante calculado – eso ya esta arreglado. Ustedes pretenderán “pagar” por un perdón, nosotros les daremos el dinero, que no gastará, obviamente, pues tenemos que devolver. Da igual si acepta o no, si ve el dinero va a acordar una reunión de todas formas, al menos para ganar unas monedas mas con la muerte de ustedes, aunque esperemos que no llegue a eso.
No me gusta. Pero acepto.
Aun tengo algunas preguntas sobre mi reunion con ese cantamañanas de la alcaldia, pero cantara, y cantara de lo lindo.
Barry estaba decidido. No era un maton, aunque era grande y fuerte no le gustaba intimidar a la gente, no como mucha gente pensaba. Pero habia concluido que debian de comportarse como matones para salir adelante en esto.
Le debian eso a Terry y algunas cosas mas, y mucho a su cuñada y su sobrina. Ellas debian de quedar al margen, y era un carta que no queria que quedara fuera de juego.
Solo necesito que hagas algo por nosotros Adam, asi que atento. La mujer de Terry, necesito que la saqueis de la zona, esto va a ser un polvorin, y los hombres malos, cuando saben que pueden tener problemas, buscan mas cartas marcadas para jugar, y no quiero que usen a mi cuñada ni a mi sobrina para hacernos cayar o desaparecer. Habias pensado en eso.
- Por favor, Barry – dice completamente despreocupado, mientras se lleva la mano al bolsillo interno de la chaqueta – no les hemos quitado los ojos de encima en ningún momento, ni a ellas ni a ustedes. Esta cubierto.
Tras aquellas palabras se pone de pie, junto con su compañero y deja un par de dolares sobre la mesa.
- Será mejor ponernos en marcha – dice mientras les indica la salida.
Saber que estas cuidando de ella me deja mucho más tranquilo.
Aunque aquellas palabras eran una burla a su labor policial, lo cierto era que sonaron menos acusadoras de como debían haber soñado. Barry estaba ya muy cansado de luchar contra Adam.
Se puso en pie y se acerco con tranquilidad a la puerta. Acababa de salir del hospital, no pensaba ponerse a correr y saltar, o al menos no tan rápidamente.
Necesitaba una buena ducha caliente y algo solido en el estomago. Pero solo el tiempo le diría si conseguiría alguna de las dos.
Los tres hermanos salen de la cafetería, escoltados por Adamn y Raymond, dejando atrás el ambiente cálido y plagado de aquel olor a café viejo para volver a las calles frías azotadas por el invierno. El cielo vuelve a amenazar con tormentas para aquella noche, pero el clima es lo ultimo que les preocupa.
Adam hace un gesto, indica a Barry que suba al mismo auto que él, justo frente a la salida, cruzando la calle, mientras indica a Ted y Roger que sigan a Raymond, un par de autos atrás. Parece que tiene pensado poner en marcha su plan en ese mismo momento. Los tres hermanos se sienten excitados por la idea de, finalmente, conseguir su venganza, pero una fuerte sensación de peligro los invade, como si aquella fuera la ultima vez que los tres pudieran verse juntos.