Partida Rol por web

La joven mujer se levanta nuevamente, decidida a no ceder, de última que la mate pero que lo haga de pie.

Vanis desarma por fin al negrero que tanto le había maltratado, pero el punky furioso, dispara con su rifle a la mujer.

La bala penetra en muslo, a escasos milimetros de la arteria. El dolor es insoportable.

Un grito escapa de la adolorida Vanis, apenas puede creer lo que está pasando y su corazón late con fuerza, pensando que seguramente terminará desangrándose en el medio de aquella estúpida pelea.

Cuando Roy hizo la presa al negrero y su arma cayó al suelo, dos opciones se le plantearon: soltar al tipo y coger el rifle; o olvidarse del arma y escapar con el escudo humano. Uhm... ¿qué hago? Tras echar un rápido vistazo a su alrededor y ver que el resto de presos no había reaccionado con presteza, decidió quedarse como estaba. Estos jóvenes de hoy... ni siquiera saben defender sus vidas...

Negando con la cabeza, susurró al carcelero que estaba preso entre sus brazos. - Las llaves de la camioneta, ¿las tienes? - Pero antes de obtener respuesta, la guardia de Eulogy entró en escena, acribillando a un par de ilusos que pretendían escapar sin luchar. Así no... todo se pone más complicado... Sin mediar palabra, Roy comenzó a caminar marcha atrás hacia la puerta del conductor, reteniendo al tipo como escudo.

Lo que había comenzado como un tranquilo y asqueroso traslado se convirtió en apenas unos segundos en un asqueroso y arriesgada batalla por el control de la situación. Los n egreros habían comenzado a movilizarse y el lider de estos ya se había ventilado a un pobre desgraciadoq ue se creía libre demasiado pronto. El tipo con pintas de ermitaño había logrado atrapar a uno de ellos y el asiático, no había llegado a ver como, se había hecho con un arma; Sin embargo estaban rodeados por al menos una docena de francotiradores que clamaban desde sus puestos en las alturas mientras el viejo cowboy berborreaba cosas ininteligibles al tal Eulogy.

Normand estaba realmente aterrorizado, especialmente por la idea de que a alguien le diese por cometer alguna otra estupidez. Una de las "clon" ya había cobrado varias veces y, ante su persistenmcia, había terminado con un balazo en la pierna. "La pobre no parece demasiado avispada...", pensó Normand un tanto compadecido.
En un primer momento su instinto le rogaba que corriese a cubrirse tras algo por si se desataba un tiroteo, pero tras ver la suerte que había corrido el otro expontáneo, mejor sería permanecer quietecito y en silencio allí mismo.

Intentado subir a la camioneta para cubrirse, la agarran del pelo y tiran de ella hacia atrás, cuando se quiere dar cuenta, siente como el arma quema su piel y se queja de dolor.

Lleva sus manos sobre las del hombre que agarraba su pelo, como si asi el dolor del tirón fuera menor, a parte de intentar mantenerse en pie, porque mientras tiraba de ella la llevaba casi a rastras. Consigue ponerse en pie y mira de reojo el arma y al negrero que la tiene como rehen.

No he sobrevivido a la Hermandad, los Proscritos y el Enclave para que acaben conmigo unos mercenarios desentrenados.

Xiong habia logrado obtener un arma. Mientras tanto, a sus pies, el negrero conocia una nueva forma de causar dolor sin matar.
El oriental estaba retrocediento muy lentamente, mantenia la escopeta pegada a su cabeza apuntando al recien aparecido punky.
De repente comenzó a hablar, por el volumen y el tono estaba claro que se dirigia al que parecia ser el lider de los guardias de Paradise Falls.

- Es posible que no sobreviva a esta situacion. Pero estoy completamente seguro de que tú no vas a verme morir. Si alguno de los tuyos dispara seras el primero en caer.

Sin dejar de centrarme en él voy acompañando a Roy y su escudo humano hacia el vehiculo.

El guardia sonrie, aceptando el guante que le tira el chino. Levanta la mano luego para evitar que el resto dispare.

-Te vas a tragar tus palabras...

Dijo con su sonrisa afilada dibujada en sus labios, la cual se hacía mas amenazante cada segundo que pasaba.

Giró sobre si, usando su pierna derecha como eje y miró al resto de sus hombres.

-Coged los caballos ¡¡¡Vamos de caza!!

Todos los negreros chillaron una especie de canto de guerra con las armas en alto.

Eulogy trataba de tranquilizar al cowboy sin mucha suerte.

Dax se había mantenido a un lado: era una batalla que no iban a ganar. Hizo una mueca de cabreo y acto seguido, cogió del brazo a la rubia para apartarla del negrero.

-Metete en el camión.

Le pidió, sin esperar respuesta, el mercenario se agachó para coger entre sus brazos a la mujer herida y dejarla dentro del segundo camión.

Con una mirada de perro salvaje de presa miró a Xiong.

-Si vas a hacerlo, mejor que lo hagas ya, hay que salir cagando leches.

-Pero... pero que hacéis!? Estáis locos!?

Los mira a todos con sorpresa y un poco asustada... ella no ha hecho nada, pero seguro que a esa gente les da igual si lo ha hecho o no... irán a por ella como si hubiese participado en el motín. 

Vanis no alcanzó a darle las gracias a Dax pero ya lo haría, sabía que no era el mejor momento. No se dio cuenta pero unas lágrimas resbalaban por su rostro, eran de dolor pero se rehusaba a gritar. Por suerte, no se habían olvidado de ella.

Las cosas se ponen jodidas, están dentro del redil y ya la han liado, en cualquier caso eso está hehco y ya no hay marcha atrás, hay que actuar.

Aunque no había hecho nada las consecuencias llegarían a todos. Le alegra ver que la chica herida está a salvo, es momento de aportar algo.

Scott intenta alcanzar el arma que está en el suelo para luego ponerse a cubierto en la camioneta.

No era dificil deducir el salvaje juego que se habia iniciado, la caza del esclavo habia comenzado. La pequeña diferencia es que todos eran propiedad del cowboy, aunque ninguno pensase eso.
Para él en realidad el juego iba a ser el tiro al negrero, un divertido pasatiempo.
Rapidamente Xiong se fue hacia la cabina del camion sin perder de vista al punky. Habia que salir de alli rapido.

Por un momento le pasó por la cabeza la idea de acabar con su enemigo alli mismo, pero les habrian masacrado. No seria un problema esperar unos minutos y hacerlo durante la huida.

En su camino no dudó en lanzar una advertencia a sus excompañeros de celda.

- Mataran al que se quede aqui, asi que subid a los camiones cuanto antes.

El oriental esperaba que alguien tomara el volante del camion, siempre y cuando no hubiese ya un conductor, para sentarse en el asiento del copiloto.

El tipo no contesta, pero levanta la mano y saca dos pares de llaves del bolsillo de su pantalón. Corresponden a ambos camiones.

Da las gracias a Dax cuando la consigue sacar de alli y se sube corriendo a su camión, avisa a los que están a su alrededor que se suban, allí al menos todos estarán seguros, por un tiempo.

- Venga!! Vamos!!!

Grita avisando al resto de compañeros de su mismo camión.

Los dos camiones, conducidos por Xiong y Dax respectivamente, con bastante dificultad, arrancan y avanzan por el yermo con toda la velocidad que el vehiculo permite.

Los negreros montan en sus viejas motos y también arrancan entre gritos, como animales rabiosos. El punky entra junto a una chica rubia en un viejo coche negro con el motor fuera, antes, ese auto era considerado una maquina increible.

El motor ruge abriendo asi la cacería.

El coche negro guia a las motos detrás de los camiones. El punky sale por la ventanilla superior, portando un revolver de alto calibre y realiza un sonoro disparo contra el camión que conduce Dax, provocando el grito de Vanis y que Scott agache la cabeza.

La primera hilera de motos se separa del auto y van tras el primer camión. Golpean la carrocería con armas punzantes, haciendo un hueco en estas. Por casi Alice pierde una pierna en una de ellas, pero fue rapida y se apartó a tiempo.

El coche abandona su posición y va a por el primero también, dejando la segunda hilera de motos contra el segundo camión.

Uno de los motoristas que acosan al primer camión saca una recortada y revienta el cristal de la ventanilla del conductor.

Xiong brama un insulto en chino y Roy, que estaba en el asiento del copiloto, cogió una llave inglesa de la guantera y la arrojó al motorista, haciéndole caer de la moto.

El segundo camión aguanta las embestidas de las motos, incluso logran pinchar una de las ruedas del camión con una pistola de clavos, pero no logran tirarlo abajo.

El punky se coloca sobre el techo de su auto y salta lo justo para encaramarse al capó del camión, Xiong da volantazos para quitarlo de encima, pero es imposible. Roy toma el volante y el chino sale del camión, para luchar con él.

Hay una cruenta batalla entre uno y otro, sujetos al capó y usando las piernas para atacar. Roy ve unas piedras no muy lejos y lleva el camión hacia esa zona.

Xong le larga patadas duras hacia la cara para hacerle ir hacia uno de los laterales para luego él, agarrarse a la puerta del conductor.

El punky trata de entrar por la ventanilla, pero justo entonces, Roy pasa con su camión por aquella hilera de rocas provocando que el negrero no solo caiga del camión sino que quede triturado.

De pronto, en mitad de la pelea, se une dos camiones acorazados más, con dos artilleros sobre el techo armados con metralletas y protegidos con armaduras de los proscritos.

Las ruedas de las armas empiezan a girar, acribillando a los negreros que poco pueden hacer. Durante el tiroteo, dañan gravemente el motor del camión que conduce Dax , que pierde bastante aceite y combustible.

El camion que conduce ahora Roy también sufre graves daños en la pelea entre negreros y los proscritos, provocando que sus ruedas delanteras pinchen y caigan, el camión avanza unos metros sin control y caen por un barranco cercano.

Por suerte, abajo hay agua de un antiguo rio, ahora contaminado.

El camión que conduce Dax avanza varios metros antes de que el motor del camión empezara ha arder.

Todos salieron del camión rapido hasta la protección de una serie de cañones de rocas antes de que explotara.

Ahora estaban separados y perdidos en aquella tierra sin ley.