Partida Rol por web

Estas delante de la puerta del Hotel Overlook. Has sido convocado al primer certamen de monstruos de terror.

Está oscureciendo y desde lo alto de la montaña baja una brisa de aire gelido que penetra hasta los huesos, sí, es un frío sobrenatural, de ese que un abuelo diría, "va a llover, me duele un juanete!!!", un frio que hace que te acurruques dentro de tu abrigo pensando que abran la puerta lo antes posible.

No hace falta mirar hacia la montaña, no hace faltan juanetes... se puede percibir ese olor previo a tierra mojada, ese mismo olor que difiere al aroma de cementerio, pero que tiene su peculiaridad que te hace saber que precede a una tormenta brutal, pues es intenso que casi se puede masticar... ese olor que inhunda tus fosas nasales y que hace a tu cerebro pensar... o nos damos prisa o vamos a terminar más mojados que los pasajeros del Titanic.

Al mirar hacia la cima de la montaña se puede ver con los ultimos rayos de luz que se está formando una gran tormenta, se ven y oyen en la lejania truenos y relampagos... que estremecen el alma.

Las sombras de los arboles se proyectan alargadas y fantasmagoricas, los ruidos de los animales salvajes se oyen cercanos y ampliados en la soledad de la montaña, animales que no dudarian en dar cuenta hasta los huesos del cuerpo de algun incauto que se perdiera en la oscuridad de la noche, o al dar un paseo por los jardines y alrededores del hotel.

Golpeas la aldaba insistentemente...

El ruido que provoca se extiende por los alrededores del hotel, se hace el silencio de todos esos ruidos que te estaban atormentando... pero a los pocos segundos vuelven a comenzar timidamente hasta volver al nivel de convertirse en inquietantes y aterradores...

De repente, dichos ruidos se paran en golpe, y se oye un crepitar de madera vieja y el ruido pesado de un metal chirriando... La pesada puerta comienza a moverse despacio, muy despacio...

Aparece detras de la puerta Igor, el mayordomo.

Te sonrie y amablemente te pide el nombre para verificar que estas en "La Lista".

Tras verificar que apareces te acompaña hasta el Hall principal del hotel. Tarea que lleva un buen rato por la cojera pronunciada del mayordomo.

Te explica amablemente con una voz estridente y autoritaria que el desayuno se sirve a las 9:00, la comida a las 14:00 y la cena a las 20:30.

Que sus ordenes son reuniros a todos en el Hall y esperar a que esteis todos.

Accedes al elegante salon principal.

Suelos de madera con comodos sillones se ven al entrar, por las ventanas se ven los fogonazos de luz de los relampagos de la inminente tormenta.

Techos altos con grandiosas lamparas de hierro forjado, colgadas del techo que podrian pesar cada una cerca de una tonelada, pero que dan una luz tenue.

Los techos estan decorados con madera noble grabada a mano, los ventanales con vidrieras hechas a mano de momentos biblicos dedicados a versiculos en los que predomina el diablo.

Hay un piano de cola y poco más allá un bar, el barman se dedica a limpiar el mismo vaso una y otra vez...

Los cuadros de la estancia muestran obras hechas a mano y originales (las que creen originales en museos y colecciones privadas, no lo son)

Obras tales como:

Salomé recibe la cabeza de Juan el Bautista, de Caravaggio

La Crucifixión del Parlamento de París, André d’Ypres

Cabezas de víctimas de torturas, de Théodore Géricault

Saturno, de Rubens

Al fondo del gran salon está la chimenea, de un inmenso tamaño en la cual se podría asar una vaca entera... 

Crepita un fuego de madera gracias a unos troncos más grandes que la cabeza de cualquiera de los asistentes al evento... alguno se podría preguntar como el hombrecillo ese, el mayordomo pudiera haber cargado con semejante mosntruosidad de leña...

Encima de la chimenea se observa

Podeis postear, presentaros e interactuar.

El lugar me resultaba muy acogedor y las pinturas despertaban mi creatividad, la magnífica tormentaa no hacía máa que ponerme pletórico, pues todo el lugar era un ambiemte de prsadilla, uno en el que me sentía muy en casa.

Salvo por ese tal Igor, el lugar se acababa de convertir en mi nuevo lugar de vacaciones favorito, un lugar donde podría dar rienda suelta a toda mi creatividad.

Ingreso al Hall a paso sereno mientras silbo una alegre canción infantil, una vez allí me quito mi sombrero y realizo una leve reverencia a todos los presentes.

Saludos damas y caballeros vengo a desearles una larga y muy feliz noche, confiando en que todos ustedes me tengan presente en sus sueños. Jejeje.

Freddy es mi nombre y la locura mi oficio. - digo mientras me ciño se nuevo el sombrero y me acomodo mi guante de cuchillas de manera sugerente.

Jason esperaba encontrar allí a su madre, pues fue ella la que inició la leyenda que después el mismo daría vida. Por desgracia allí no solo no estaba su amada madre, si no que estaba el feo de Freddy... Se acercó a él y le acercó el machete a la cara, amenazante.

Se quedó en silencio un buen rato, después de todo era incapaz de hablar debido a su condición mental... Lo único que hizo fue pasar la mano con el machete por la espalda de Freddy, sacar un móvil de su bolsillo y echarse un selfie con el cara-escroto.

Miró al reso de presentes, pocas caras conocidas habían en la estancia. El miedo se había remodelado de una forma muy extraña. Solo dedicó una mirada fría a todos los presentes, además de un gruñido. - . . . - al ser incapaz de hablar, no dijo nada, pero seguramente querría decir algo como "Quiero volver a mi puto lago".

Igor!! Ser yo! Acordarte! Verdad? Dijo El grandullón mientras abrazaba al mayordomo elevándolo unos metros del suelo. TU tener nuevo trabajo? Yo alegrar! Después el mounstro se dirigió a Freddy haciendo una reverencia
Buenas señor Freddy. Yo desear feliz noche también. A todos. Esperar conocer nuevos amigos.

Mi llegada al hotel no fue muy fortuita. Al pararme frete a la puerta note que por mi altura no llegaba a la aldaba así que tuve que esperar a que otro invitado llegara para poder ingresar. Había intentado golpear la puerta pero mis manos no eran lo suficientemente fuertes como para emitir un ruido audible por alguien.
 En fin, ingrese cuando la puerta se abrió para recibir a un gigante que posiblemente no hubiera notado mi presencia allí. El lugar y su decoración no me parecieron maravillosas, tal vez sea por el hecho de que no tuviera la altura para admirar las obras de una perspectiva más cómoda, sin embargo creo que aunque pudiera tampoco me hubieran gustado.
 En el lugar ya había gente y comenzaban a presentarse así que yo hice lo mismo
-Mi nombre es Gage Creed.- Dije a todos con mi voz aflautada producto de mi niñez.

Tras mi viaje en mi olla llego al afamado hotel.

¡Casita Casita, da la espalda al bosque y voltea hacia mí!

Pasan 10 segundos y la puerta no se abre.

¡Ah, cierto! No es mi casa, no tengo que decir eso para que se abra la puerta...

Acto seguido, atizo la puerta con mi escoba plateada y se e recibe. Confío que el servicio aquí guarde mi transporte, más les vale. Soy guiada por Igor, el cojo, y la verdad es que aprecio que yo no sea la única coja del lugar. Tener una pata de hueso a veces no es cómodo para andar.

Llego al Hall y veo un pequeño grupo variopinto y a un adorable y delicioso niño presentándose.

¡Hola! -Digo con gran animosidad y risas-  Soy Baba Yaga. Me alegro de veros en esta preciosa noche... Sobre todo a ti, pequeño Gage... ¿Dime, no te importaría perder un dedo, una mano o incluso un brazo, verdad?

Digo mientras me acerco lentamente (y cojeando) a Gage Creed con una sonrisa siniestra mostrando los oscuros dientes y la boca que ha empezado a salivar.

Llegar al lugar fue cosa del destino, lo mas probable es que alguno de los presentes lo hubiera traído a la ceremonia con el configurum de los lamentos, sin embargo al no tener idea de quien había sido, se redujo a abrir la puerta por si mismo mientras el asustado igor al verlo entrar de golpe lo condujo a la estancia - saludos criaturas, he venido a acompañarlos esta noche, pero una cosa he de advetirles, si aquel que ah osado llamarme no se presenta... Me los llevare a todos... - tras un silencio y al observar las expresiones de felicidad y diversión ante lo dicho agrego - sera un placer estar en esta velada con tantas figuras importantes, este lugar me recuerda a casa... sin duda el leviatan estara complacido - termina mientras da unos pasos por la habitación mientras se toca los dedos de forma pensativa.

No sabían cuando había entrado a la casa, incluso Igor le miró sorprendido de que ya estuviera dentro.

- Flotan —gruñó de forma visceral—, todos flotan, Freddie. Y cuando estés aquí dentro, conmigo, tú también flotarás, todos flotaréis. Río de forma grotesca y antinatural.

- Bueno, soy Pennywise el Payaso Bailarín. Ahora ya no somos extraños, ¿No? Acerco el globo a Freddie. Era casi inevitable que lo pincharía de alguna forma violenta pero aún así lo hago.

Llego al hotel respondiendo a la invitación que me enviaron. Cuando entro lo primero que me llama la atención son las pinturas colgadas en las paredes, no son falsas pienso , la pintura que mas me llama la atención es el Saturno, de Rubens, después de quedarme mirándola un rato se me escapa una sonrisa al darme cuenta que ver tan magnifica pintura me abrió el apetito, pero no me preocupo por nada, de seguro encontrare algo (o a alguien) que satisfazca mis gustos... Y algo me dice que no tendré que esperar mucho.

Veo a los demás huespedes, y al ver a tan diverso elenco me sorprendo por lo bizarro de algunos de ellos. pero el pensamiento que pasa por mi cabeza es " ¿Que sabor tendrán? "

Llego al hotel donde he sido invitado, la noche es perfecta, se avecina una tormenta, sonrío, mi chubasquero de pescador luce mejor bajo la lluvia, y mi garfio se oculta mejor cuando lo llevo puesto.

Se abre la puerta y me recibe un tal Igor, que me guia hasta el hall. La decoración está muy lograda, me gusta el lugar. En la estancia ya hay diversos seres, así que me presento -"Buenas noches señoras, señores y demás entes, soy Ben Willis, también conocido como "El Pescador". Mi garfio y yo estaremos encantados de pasar esta velada con todos ustedes"- Digo soltando una carcajada mientras en el exterior se escucha un trueno

^{_{Ade Due Damballa. Dame el poder te lo suplico!
Leveau mercier du bois chaloitte.
Secoise entienne mais pois de morte.
Morteisma lieu de vocuier de mieu vochette.
Endelieu pour du boisette damballa
-
Ade Due Damballa. Dame el poder te lo suplico!
Leveau mercier du bois chaloitte.
Secoise entienne mais pois de morte.
Morteisma lieu de vocuier de mieu vochette.
Endelieu pour du boisette damballa
-
Ade Due Damballa. Dame el poder te lo suplico!
Leveau mercier du bois chaloitte.
Secoise entienne mais pois de morte.
Morteisma lieu de vocuier de mieu vochette.
Endelieu pour du boisette damballa}}

¡DESPIERTA!

Tiffany se ve en el Hall, en su versión 2.0 y con un aspecto de fábrica totalmente impecable. Quién sabe cómo se las habrá ingeniado para llegar, entrar, o simplemente aparecer sentada encima de un sillón, pero al igual que las famosas piezas de arte, está en el interior del tenebroso Hotel Overlook.

- Hoooooola preciosos, me alegro y no sabéis cuaaanto de ver tantas caras populares aquí reunidas - dice a golpe de relámpago. Le gustan las tormentas, muy afines a los Loa y las religiones africanas, cultos, rituales y mierdas mil con las que montar una buena pataleta de espiritismo vudú - No tengo ni la más remota idea de dónde se ha metido Chucky, así que tendréis que conformaros conmigo - dice entonces.

Las apariciones de Tiffany siempre están marcadas por un vestido de boda en contraste con unas botas negras, además de una simbólica chaqueta a juego con su oscuro maquillaje. Se trata de una controversial extensión del famoso muñeco diabólico, tan solo diferenciada por matices de personalidad un tanto... descalibrados.

- Noto una atmósfera terriblemente acogedora, espero que nos lo pasemos bien - dice, lo cual se puede traducir a "espero que veamos mucha sangre" - Jijiji...

La presencia de Igor fue una acertada sorpresa, así que Tiffany tenía altas expectativas.

Nuevamente llego en coche al hotel, aunque esta vez el viaje lo hago solo. A la puerta compruebo que la dirección del hotel ha bajado un poco el liston para los nuevos contratos

-Buenos días Igor, soy Jack, trabaje aquí antes de.. el accidente-

Según entro voy mirando como ha quedado el hotel tras las reparaciones, se lo han currado

Parece que ya se ha reunido un grupito, uno muy colorido

-Buenos días, Jack Torrance, solo soy el conserje de invierno, no me hagan mucho caso-

Me dedico a mirar los cuadros un momento, como ha cambiado la decoración

-eh, ¿Donde está el cuadro de los antiguos empleados? que estaba yo-

Alguien toca el hombro de Jack

Sr. Torrance, he sido yo, me he permitido el lujo de enmarcar la foto nuevamente, estaba dañada por el tiempo.

Me permite prepararle un bourbon para usted y algo para sus acompañantes?

Y por su puesto Sr. Torrance, su dinero no vale en nuestro hotel como siempre.

- Buenas Igor, soy Leatherface. Esos árboles de ahí fuera del jardín necesitan unos pequeños retoques. Suerte que siempre llevo mi herramienta con mi equipaje. No dude que la usaré para dejar eso de manera correcta. 

Tras saludar a Igor accedo al hall con el resto de huéspedes, veo muchas caras conocidas. Va a estar bien esta reunión rodeado de grandes "amigos".

El Líder Educado entró al lugar con un paso lento pero continuo, el hecho de no tener a su séquito por los alrededores lo hizo desprenderse de esa seguridad suya que traía siempre de compañera, por el contrario, la precaución se hizo más que visible, no en su rostro, no. Pues su rostro lo cubría una máscara.

-Un lugar acogedor. -Dijo mirando el recibidor con cierta atención- No tanto como mi Mansión, pero bastará.

Echando un rápido vistazo al grupo, se sintió algo reconfortado, como si estuviera en casa, esas "máscaras" que ellos llevaban eran más que realistas, alguna incluso parecía ser el verdadero rostro de aquellos congéneres.  Pese a ello, ese pensamiento voló por encima del nido del cuco, o de la cabeza del Líder Educado.