Bastia, una vez había asumido que morirían allí de inhanición, seguramente tras terminar comiéndose unos a otros, esperó pacientemente a que todo el mundo comprendiera la situación y destruyeran cualquier posibilidad de que Skelryn regresera.
Después, quitándose la armadura, tendrían que empezar a seguir el río subterráneo esperando llegar a algún tipo de civilización.
Tras golpearla la corona varias veces con su espada, Norm logra finalmente partirla. En ese momento empieza a salir un aura negra similar a la que salió de la esfera. Pero esta vez crece mucho más y toma la forma de Skelryn. Por primera vez el rostro del lich muestra una expresión diferente a la habitual: un gesto de sorpresa.
El aura no dura mucho más que la anterior y en unos segundos se diluye.
Pues hasta aquí hemos llegado. Abro una escena de epilogo, y dejamos para una posible posterior partida el regreso a Shaintar.