Contra todo pronostico la compañia llego a la fortaleza de Sotomiel mientras anochecia, algo antes de lo esperado. Vala se adelanto para hablar con el capitan de los guardias que llevaban. Mientras, por fin, despues de aquella travesia, Ben Beesbury se situó a la altura de Ayrin y ambos entraron juntos a aquella pequeña fortaleza, mucho menor que la de Lord Alastor.
Los criados de los Beesbury salieron rapidamente a recibir a los recien llegados y sus cargamentos.
- No estamos tan lejos de casa- Dijo la inocente Martha, mientras ayudaba a descargar. Pero en realidad no era asi, torreon del anillo, tu verdadero hogar, estaba bastante mas lejos. Aunque no tanto como antes, despues de todo, Sotomiel se situaba cerca del centro del Dominio.
Aquel lugar parecia mucho mas lugubre y triste que cualquier otra fortaleza, quiza por el hecho de llegar al anochecer. Tu destino y el de tu casa parecian cada vez mas sombrios, tu hermana, depresiva, soltera y maldita, y tu sin pretendiente y en una fortaleza donde no conocias a nadie mas que a tus dos amigas... ¿por que tu padre no te recogia ya por fin del tutelaje de Alastor? ya era bastante mayor como para buscarte un pretendiente.
Vala no tardo en llegar a donde estabas, iba sola.
- Lady Gene, vuestra alcoba sera la misma que la mia- Anuncio la mujer roja- Situada al lado de la de Lady Ayrin, mientras solo sea la prometida de Ben, despues sera trasladada a las alcobas principales. Nos alojaremos en el cobertizo este- Entonces te hizo pasar las puertas de la muralla pequeña. La fortaleza consistia de un nucleo con dos torres pequeñas y varios cobertizos de piedra alrededor de esta, despues la muralla lo rodeaba todo, y alrededor de la muralla, por el lado exterior, por la zona sur y oeste se extendian varias casas formando un pueblo.
- Podeis descargar vuestras cosas, voy a acompañar a nuestra guarnicion a su barracon, tendremos 2 guardias siempre en la puerta de Ayrin y otro en la nuestra-
Genevieve miraba todo a su alrededor aunque tampoco podía mirar gran cosa a esas horas. Ni quería si era honesta consigo mismo y tras pensé en su padre y su familia, comprendió que quizá habia algo mas por lo que su padre la había abandonado a su suerte en aquel tutelaje que le resultaba por momentos demasiado opresor.
Intentó ponerse de buen humor porque al final de cuentas, las cosas eran así porque Los Siete lo querían así. Escuchó a la mujer roja y asintió, tampoco hubiera tenido ningún sentido quejarse de lo que le tocaba.
-Esta bien, Vala...
Comenzó a descargar sus cosas y dejarlas acomodadas para no hacer doble trabajo.
-¿Tenemos que cenar con todo el mundo o puedo descansar un poco?
No es que estuviera muerta de cansancio sino que necesitaba un momento a solas y con Vala durmiendo con ella no lo iba a tener.
- Tienes tiempo de hacer lo que quieras. Lady Ayrin va a reunirse con los familiares de Ben y voy a acompañarle como guardia personal. Esperame en la habitación o sal a explorar los patios, te avisare cuando tengamos que cenar- Y dicho esto la mujer roja dejó su petate sobre una cama y despues salió. No parecia estar de buen humor¿ pero cuando lo estaba?
La habitación era sencilla, un par de camas, dos comodas y un armario al lado de una ventana.
Eso significaba que sì, que tendrìa que cenar con todo el mundo pero al menos tenìa unos momentos para ella. Asì que se cambiò de ropa, se atò el pelo y saliò de la habitaciòn a dar un paseo por los jardìnes y en completo silencio. Miraba todo a su alrededor, querìa escribir una carta a su padre con todos los detalles de su nueva estadìa, si es que se lo permitìan y tambièn querìa grabarse detalles. Aùn resonaban en su cabeza las palabras de Vala que le decìa que le avisarìa sobre la hora de la cena.
-Tal vez no me necesiten...
Lo dijo en voz alta pero no se dio cuenta sino hasta que retumbò en las paredes sobresaltàndose a sì misma.
Pues eso, màster, que me doy un paseo.