Partida Rol por web

Sexto dia en la Abadia

   El gallo canta, indicado que ha llegado un nuevo dia a la abadia, los monjes van levantandose temerosos en espera de encontrarsa a un nuevo hermano asisenado. Se van buscando uno a uno con la mirada, y al salir del edifiio principal encuentran el cuerpo sin vida del Hermano Olegario en el suelo, parece ser que le han reventado la cabeza con algun objeto contundente y dejo luego ahí...

   Los hermanos recogen el cuerpo del pobre Olegario en lo que ya se a convertido en una macabra costumbre, entierran el cuerpo al lado de las todavia demasiado frescas tumbas de sus otros hermanos...

   Después la primera misa del dia es celerada en su nombre, tras ella apesadumbrados salen los monjes al claustro, para intentar encontrar la solución al enigma que tantas muertes de inocentes está costando...

El silencio reinante marcaba la atmósfera opresiva en que estábamos envueltos. Día tras día parecía que el infierno en el que nos hallábamos no alcanzara su fin, y poco a poco íbamos cayendo todos los monjes uno tras otro, víctimas de los ardides del maligno. Pesaroso, rompo el silencio tras hacer acopio de aire:

-¿Alguien tiene alguna idea o ha notado cualquier comportamiento extraño por parte de alguno de nosotros?

-Pobre Olegario, era un buen hombre y fiel devoto...-Pensaba tras terminar una nueva oracion, antes de que Malaquias se atreviera a romper el silencio.

-Yo no puedo decir nada al respecto, quede en mi celda como supongo que usted tambien lo hizo hermano Malaquias. Y parece que la muerte del bueno de Olegario no nos da ninguna nueva pista, pues al igual que el resto voto por el pobre muchacho, dios lo tenga en su gloria.

Volviendo a los sospechosos.-Dijo tragando amarga saliba.-Creo que aun esta la espina clavada con la persona mas vieja del claustro, el padre Celestino fue acusado por un inocente y desde entonces apenas habla con nosotros, tan solo para mostrarse de acuerdo con el resto, sin nombrarse especialmente como lo hiciera los primeros dias.

Luego estan Fray Ignatius y Fray Perico que el segundo acuso al primero y quedo en eso simplemente, y despues supongo que quedariamos el resto.

Ademas de la diferencia de votos, Mateo voto por Celestino, y Perico a Pio.
Aunque no se si estas votaciones valdrian de algo pues solo tengo recuerdo de las ultimas que hicimos...

¿Alguno de los que e nombrado tiene algo que decir?-Dijo mirando a todos y cada uno de los que aun estaban con el.

Me levanto con dificultad - Fray Küfer - le digo - para mi cada vez se hace más dificil hablar y decir algo que tenga sentido en este sinsentido  que nos atenaza. Simplemente no se que decir, tengo un pesar inmenso por aquellos inocentes que hemos sacrificado.... la culpa apenas me deja respirar....

Dicho esto, con la voz entrecortada po unas lágrimas que pugno por esconder, me vuelvo a sentar para intentar calmarme

Comprendo lo que dice, pero a todos nos es dificil y aun asi lo intentamos, el señor nos da la fuerza necesaria, y usted siendo parte del rebaño deberia saberlo mejor que nadie puesto que es quien mas tiempo a difundido su palabra.
No debemos caer en la debilidad padre, ayudarnos entre nosotros es vital y el silencio no ayuda mas que al maligno que poco a poco nos merma a todos. ¡Temerosos de hablar no hacemos mas que ayudar a ese maldito a culminar su venganza!-Alzo al final la voz, mostrando claramente su preocupacion por aquella situacion que estaba acabando con sus nervios.

Levanto la mirada con el grito final que dio Fray Küfer.

Realmente tiene razón - digo con determinación - debemos ser valientes y sacar fuerzas de donde sea para plantarle cara al maligno, tiene usted razón!!! - repito mientras un brillo de decisión ilumina de nuevo mi mirada

Fray perico permanecia callado y silencioso sin dejar de mirar a sus compañeros solamente para ponerse a rezar.
En estos días había adelgazado debido a los nervios y el poco comer. Estaba claro que la situación estaba pudiendo con los frailes y ese condenado hereje se las estaba ingeniando para mantenerse al margen y no llamar la atención. Perico se descubrió a si mismo mencionando una canción que aprendió de pequeño cuando jugaba con otros muchachos de su edad en su pueblo natal.

Pinto, pinto gorgorito.
Saca la vaca de veinticinco.
Tengo un buey que sabe arar
y un borrico que va a la era.
Pim, pam, pum, ¡fuera!

Miro seriamen5e al hermano Perico-Hermano cre que este no es tiempo de canticos ifantiles, digame porque esta tan feliz?- digo aun apesumbrado por las dos muertes recientes, esto hace tiempo ya estaba fuera de control, pero ahira no entendia nada

-Bien si entonces esta deacuerdo padre, ayudenos quien son... sus sospechosos.-Contesto a Celestino antes de observar la reaccion de Perico.
-¿Hermano que se supone que esta haciendo?

Me extraña el comportamiento del hermano Perico, pero realmente estamos sometidos a tantas tensiones que puedo pasar su canción como un método de liberar esa angustia e incertidumbre. Si no nos encomendamos a Dios terminaremos por volvernos todos locos con este tormento prolongado...

Intervengo de nuevo, ahora ya con mis pensamientos mucho más claros:

- De verdad me intriga el comportamiento suyo, padre Celestino. Si mi memoria no me falla el alma de Alberto fue injustamente separada de su cuerpo justo después de que él pusiera sus sospechas sobre usted. Zacarías y usted tuvieron mucho que ver con ese ajusticiamiento. También lo tuvo que ver el hermano Küfer. Otros tres hermanos votaron a Perico, por lo que me inclino a pensar, yo que soy invitado a esta abadía, que uno de ustedes debe de ser el abad... pero también me lleva a notar que el único que realmente tenía motivos para eliminar a Alberto era usted... Por si fuera poco, el único que tenía motivos para eliminar a Olegario ¡también era usted! Él votó en su contra, y todos sabemos como termino el pobre desdichado...

Entienda Celestino que por todo ello le señale. Sabiendo que quizás el maligno haya preparado deliberadamente su telaraña para que eso parezca así, no puedo más que seguir esta senda y acusarle a usted.

Miro al hermano Malaquias enternecido por su razonamiento - claro que le comprendo hermano, claro que le comprendo.

Sin embargo, yo lo único que hice fue defenderme de sus acusaciones. Para mi, todos somos sospechosos, desgraciadamente.

La única certeza que tengo que que yo no he sido, ustedes voten comforme a sus conciencia, hermanos - termino mientras recojo mi papel y me persigno pidiendo perdón al altísimo por si cometemos de nuevo otro asesinato.

-Perdonen, ahora que repaso me parece que hubo un error en mis recuerdos... no fueron 3 sino 4 quienes votaron contra el hermano Alberto, pues fray Guillermo también lo hizo... eso invalida mi razonamiento acerca del abad, pero no por ello dejan de intrigarme las acciones del maligno respecto de usted, hermano Celestino... Perdónenos si le llevamos también equivocadamente a su muerte, pero si el Señor así lo quiere y estamos errados se reunirá con él por fin allá en su reino, después de su larga vida monacal.

Dicho esto, vuelvo a mis cavilaciones...

Cita:

¿Acaso cree que estoy feliz de estar aquí y temer por mi vida en todo momento? Tan solo estaba tratando de encontrar la forma de escoger un nombre pero ya veo que usted ha conseguido centrar de nuevo las acusaciones en mi persona.
Esta claro que algunos animales son mejores que las personas, mis perros por ejemplo, son más nobles y serviciales que algunos de ustedes.

Fray perico escribe un nombre en un papel y lo deposita en la improvisada hurna de las votaciones que no es más que la sopera que usan para comer. Se vuelve hacía Martin Ignacio de la Vera y le dice:

No le guardo rencor, mis sospechas siguen dirigidas hacía la misma persona. Al menos de momento, ninguno de ustedes me ha ofrecido un argumento de peso y las acusaciones por ahora son meramente circunstanciales, al menos las que han vertido hacía mi. A no ser que intente conseguir contra mi lo que no puede por la noche...

-Me intriga su falta de respeto constante Fray Perico, no comprendo porque eligio el camino del señor si no sabe comportarse como es debido en un asunto tan importante como el que nos atañe, y la juventud no es su escusa, pues no es mas joven que otros presentes. Deslenguado, bien aria en hacer enmienda.-Replico a lengua sucia.

-Coincido con uste hermano, yo tengo las mismas sospechas del hermano mas antigua de nuestra catedra, y aun no e visto lo contrario, me temo. ¿Y nadie mas tiene nada que opinar?

Observo a los hermanos cuando una nueva oleada de acusasciones se levanta... Y veo que ahora hay mas personas que sospechan del hermano Celestino

Eso era lo que yo dije en el dia de ayer... Y puesto que no tenia mayores razones para votar al hermano Adso, que su ausencia, decidi seguir a mi conciencia, pues estaba casi segruo que el hermanoa Adso era inocente, pues seria dudoso que alguien tan astuto como es el maligno cometiera el mismo error dos veces... Por eso Vote por el hermano Celestino, y por eso mantengo firme mi decision... Creo que el Es quien esta poseido...

Me giro hacia Celestino Espero, sinceramente que dios me perdone si me equivoco, hermano Celestino.. Pero si estoy en lo cierto, su alma podra descansar en paz...

Tomo un papel, escribo en el un nombre, y me lo gurado hasta que llegue el momento de hacer las votaciones, y alguien haga el conteo de votos...

Tras pasar bastante tiempo en silencio, meditando y rezando, despues de haber contribuido a llevar a otro inocente a la hoguera, decido intervenir de nuevo.

- Hermanos, con anterioridad ya expuse las razones por la que creo que alguno de nosotros no estaba poseido.

- El hermano Guillermo me indico que con ello poco ganavamos, pero aun asi pienso que algo hemos ganado.

-Ahora he escuchado las palabras de los demas y tengo algunas dudas que exponer.

Me pongo de pie, de forma que tenga a la vista a los pocos que quedamos en la abadia.

- Cuando conseguimos desvelar a Zacarias. Solo cuatro hermanos no le votaron. Adso, que ahora sabemos que era inocente, Fray Pio de Castelnovo, Fray Küfer y Fray Anselmo.

- Ademas de su silencio, esta era otra razon para sospechar de Adso, aunque a demostrado ser falsa. Quizas los poseidos se voten unos a otros...quizas.

- Lo que me hace dudar...lo que me parece extraño....

Miro hacia Fray Kufer.

- Vuestras sospechas sobre Celestino son... comprensibles, ya que no quiero llamarlas justas pues la justicia es algo que a quedado aqui en entredicho. Comprendo que vuestras sospechas os lleven a votar a Celestino. Pero por que votasteis a Celestino cuando hace dos dias decidimos acabar con Zacarias, que estaba poseido. Pero ayer votasteis por Adso, que resulto ser inocente.

- Por que cambiasteis vuestro voto ayer, pero no lo hicisteis hace dos dias?

- Y no os acuso de nada, solo os pregunto.

Agacho la cabeza al escuchar esa pregunta por boca de Ignatius
-Esperaba que alguno me preguntara por ello y debo decir que en verdad no pensaba que el maligno fuera a usar la carta del silencio, porque ademas de Zacarias, tambien estaban Afdo y Anselmo; que dios los tenga en su gloria, mientras el poseido estuvo vivo, habia muchos que callaban y no me parecia una razon suficiente para acusarlo.
Nostante parece que los demas tuvisteis razon y pese a no estar seguro de que repitiera echos con un segundo callado como fue el monaguillo, que en paz descanse, me deje guiar por el resto, desgraciadamente nos equivocamos.

Pero desde que Celestino fue acusado por un inocente que quemamos esa misma noche, las muertes han continuado pese a que Zacarias fuera purificado, y a estado mas distante desde que se le acuso y se le pidieran explicaciones.

Es por ello que hara dos noches insisti en que el maligno poseyo al mas anciano de nosotros en su astucia, y ahora que un segundo callado a demostrado ser inocente vuelvo a mi principal teoria.
Aunque es verdad que siento dolor por haberme dejado arrastrar la pasada noche en la votacion y dejar que muriera aquel chiquillo quemado. Deseo enmendar mi accion, como supongo que todos deseamos, atrapando al verdadero maligno.

   El dia se acaa, los hermano depositan sus votos en la urna y al caer la tarde, se produce el recuento esta vez es Küfer el encargado del recuento, mira las papeletas supira y comunica el Veredicto....

  Hermano Celestino que el señor te tenga en su gloria...

  El pobre Celestino palidece de golpe, intenta escabullirse pero le es imposible, es cogido por varios hermano y conducido a la pila de madera dispuesta para la ocasion, es atado al mástil y quemado vivo en la hoguera. El fuego consume las ropas y el cuerpo del bueno del hermano grita de dolor y muere en la hoguera.

  Después los hermanos supervivientes se dirigen a sus celdas, caabizbajos, pues hoy a vuelto a morir un inocente en la Hoguera.....