Partida Rol por web

Domingo, 13 de Octubre del 2033. 

Te encuentras en tu hamaca, entre lo árboles del monte de Anaga, actualmente con muy poca, si no ninguna vegetación por el envenenamiento del aire.

Los paramilitares no han dado señales de vida desde que empezó el día, ya que no se oyen disparos en la lejanía, quizás se hayan tomado el día libre para reabastecerse, pero es pronto para saberlo a ciencia cierta.

Aún duermes, pero no plácidamente. Tu sueño se tornó en la pesadilla más dantesca que podías recordar, soñabas algunas cosas sin sentido, otras más "normales", pero todo te parecía espantoso, querías despertar.

No lo conseguiste antes de que a tu cabeza se viniera la imagen de una mujer, que te susurraba con voz espectral.

"Busca tu destino...busca la nueva vida..."

Me desperté sobresaltado. - ¿Quien era aquella mujer? ¿Qué querría decir con "la nueva vida"?. - Aquello poco importaría pensé. El aislante que tenía entre mi espalda y la hamaca para evitar que el frió del viento penetrara en mi columna estaba empapado por el sudor. Rápidamente preparé. Recogí el pequeño campamento, que no era más que la hamaca y un toldo impermeable que evitaba que la contaminada lluvia y otras sustancias nocivas me cayeran encima durante la noche.

El desayuno, que no es digno de llamarse así, estaba compuesto por poco más que gusanos y caracoles. Aquel monte que antaño era una frondosa laurisilva se había convertido en poco más que tierra seca y madera muerta. Antes ya era muy difícil sobrevivir aquí sin un conocimiento intensivo de la zona, ahora, era prácticamente imposible.

Encordé mi arco, pues cuando no lo usaba era recomendable quitar la cuerda para que no perdiera su forma y por consiguiente parte de su potencia. Me eché la mochila a la espalda, junto al carcaj. Decidido comencé a caminar...