A veces llamada la "treceava Domus", esta vieja Alianza de la parte occidental de los Pirineos es conocida como una de las más (si no la más) poderosas de la Orden de Hermes. La más influyente del Tribunal Provenzal y con capacidad para influir en las decisiones, al menos, de los Tribunales colindantes (Tribunal Normando al norte y Tribunal de Iberia al sur), cuenta con nada menos que 23 magos entre sus filas, además de cientos de grogs e innumerables sirvientes.
Así, es una pequeña, laberíntica y caótica pequeña ciudad que ha ocupado todo el terreno disponible en un pequeño altiplano de un apartada e inaccesible montaña. El camino que serpentea hasta su cima sólo es transitable a pie o con recuas de mulas. Un montacargas un tanto inseguro acorta considerablemente el trayecto si se dispone de los permisos apropiados. Allí arriba el espacio es ocupado por torres que ya sólo pueden levantarse si se derruye otra primero. Los pasadizos de madera entre las diferentes torres permiten el tránsito entre estas de forma cómoda a pesar del frío imperante a esas alturas.
Su biblioteca es una de las más renombradas de la Orden, sólo detrás de la de Durenmar (Domus Magna de casa Bonisagus, la Casa de los teóricos mágicos de la Orden de Hermes) y cuenta con algunos volúmenes de valor incalculable en lo que se viene llamando la "biblioteca secreta" de la Alianza.
Sus recursos, a pesar de contar con un número tan elevado de magos, parecen ilimitados. Es rica, con gran diversidad de fuentes de ingresos (algunas de dudosa legalidad, cuanto menos), de vis (muchas arrebatadas a otras Alianzas de una u otra manera) y de información (sus redes de espionaje se extienden por toda Europa y buena parte de las Alianzas de la Orden).
Cuando 5 de sus magos mueren o entran en crepúsculo final la Alianza envía un mensaje a TODAS las Alianzas de la Orden indicando que se abre un periodo de prueba para aceptar nuevos miembros (una suerte de oposiciones). Los magos elegidos siempre cuentan con un gran poder o potencial. Sus diferentes rangos internos dividen a sus magos en, aproximadamente, trabajadores, oficiales y maestros, los primeros encargándose de las tareas más pesadas, los segundos de supervisarlos y los últimos de imprimir la dirección en que deben realizarse los esfuerzos. Los magos que han alcanzado el último escalón de poder en Doissetep disfrutan de comodidades apenas imaginables para otras Alianzas: grandes reservas de vis, una biblioteca capaz de nutrir de conocimientos durante décadas al mago más pintado o ingentes cantidades de dinero para satisfacer hasta el más extraño de sus caprichos.
Nox, Aeolus, Faruq y Smeraldo Transmundus han recibido su adiestramiento como magos en Doissetep. Fruto de ello es su anormalmente alto grado de competitividad y el desarrollo de un lenguaje no natural, el lenguaje silencioso, utilizado para comunicarse con los grogs de la Alianza sin emitir sonido alguno.