Katapesh
¡Katapesh!. Tierra de aventuras, emoción y adicción. El presente se entremezlca con el pasado igual que las antiguas ruinas y monolitos desgastados salen a la luz. Ardientes tormentas de arena deshacen las dunas para revelar los lados planos de las pirámides. Las caravanas que se extravían en la sabana encuentra los huesos de antiguos asentamientos, sus habitantes hace tiempo desaparecidos pero sus reliquias abandonadas detrás. Los recuerdos y baratijas del Katapesh antaño todas encuentran su camino hacia la gran ciudad del mismo nombre, para encontrar un lugar entre los tenderetes y tiendas de la ciudad del comercio. Allí, el collar de oro batido que una vez colgó alrededor del cuello de un faraón Osiriano se confunder con suaves paquetes de pesh, mientras los enigmáticos Señores del Pacto se deslizan, su demente apariencia oculta tras una extraña máscara.
Katapesh puede ser muchas cosas: hostil, brutal, tramposa, oportunista, incivilizada, piadosa -incluso bella. Pero nunca es aburrida.
Bienvenido al bazar de lo extraño, extranjero.
KATAPESH, EL PAÍS
Katapesh comprende muchos tipos difertentes de terreno y clima, casi tan variados como las mercancías de sus mercados. Hacia el oeste y el norte, inminentes montañas inclinadas como puntas de lanzas, bloqueando el paso a Osirion. Colinas redondeadas y pasos de montaña ofrecen pasaje al norte del país, pero gran parte de los viajeros prefieren alcanzar Osirion por barco. Los gnoll viven en estas montañas, y conocen los pasos y cruces sencillos mejor que nadie. Las almas no preparadas que intenten atravesar las montañas normalmente terminan en un barco de cualquier modo: en la bodega de una galera esclavista en su camino hacia las Ferias de Carne.
Al sur de las montañas, calientes sabanas verdes se extienden durante millas. Grupos de árboles, con largas ramas que se extienden solo desde lo más alto de los troncos, permanecen como paraguas para ofrecer sombra moderada. Delgados ríos y estanques de agua proporcionan agua a la gran cantidad de animales que recorren las fertiles llanuras, tales como camellopardos, leones Katapeshios, gacelas y muchos más. A veces, la sabana da paso a exhuberantes junglas que se desarrollan alrededor de zonas calientes: calientes orificios subterráneos que calientan la arena, convirtiendo enturbiando el agua fresca y promoviendo el crecimiento de vida vegetal.
Aún más al sur, las llanuras se secan para dar paso a aridas extensiones de desierto. Aqui yace el pan de Katapesh, el corazón terrestre del cual las vidas de sus ciudadanos florece. En las extensiones desierticas, el pesh crece. Este bulboso, catcus espinoso produce la leche que los granjeros fermentan en pesh, la placenteramente euforica, medianamente adictiva droga por la que el país es famoso. El potencial de cultivar pesh y hacer grandes sumas de dinero por su venta hace de los peligros de la vida en el desierto -escorpiones, chacales, ratas, anguilas de arenas y antiguas maldiciones -que valga la pena.
ESTACIÓN LLUVIOSA
Katapesh disfruta de un caliente pero constante clima la gran parte del año. Sin embargo, a principios de primavera y otoño, vientos cambiantes y el choque de frentes fríos y calientes causan una torrencial estación lluviosa que dura hasta 3 semanas. Durante la estación lluviosa, las tormentas constantemente truenan en el cielo. La lluvia puede parar durante una hora o así, pero siempre vuelve a caer en breve.
Sin la estación lluviosa, Katapesh se secaría y gran parte de sus criaturas morirían. La lluvia rellena las diversas cuencas de los lagos que contiene el agua pero que no possen afluentes externos; sin la lluvia, los lagos no serían más que depresiones vacías. Una vez repletos, las cuencas de los lagos sustena la vida animal y vegetal del pais en los meses por venir.
Las celebraciones marcan la estación lluviosa siempre que llega. En la ciudad de Katapesh, los vendedores alzan brillantes coloridos toldos de lona engrasada sobre sus puestos para defenderlos de la lluvia. Muchos cuelgan capanillas de bronce o plata de los toldos, y sus replicas musicales resuenan constantemente mientras se balancena por el peso de la lluvia sobre los toldos. Los vendedores ambulantes trasladan puestos con cubos de sidra caliente o vino especiado para vender, y los jóvenes se congregan en multitudes para bailes con pies descalzos en las esquinas embarradas de las calles. Aunque la presencia de Gozreh en la ciudad de Katapesh esta limitado gran parte del año, durante la estación lluivosa sus fieles dirigen desfiles, venden conchas para buena suerte, y reciben tratos especiales de los mercaderes, posaderos y ciudadanos por igual.
RELIGIÓN EN KATAPESH
La religión predominante en Katapesh es la fe de Abadar, ya que el dios del mercantilismo, el dinero y las ciudades encuentra muchos apoyo entre los vendedores y compradores de los famosos mercados de la ciudad. Incluso los seguidores de otros dioses a menudo murmuran una oración a Abadar antes de involucrarse en una trato comercial, o sueltan unas pocas monedas en uno de los cepillos de Abadar después de una exitosa venta.
Sarenrae disfruta de una gran segumiento tras Abadar. En un país con tanto sol, y donde el calor puede subir tanto como para causar daños o la muerte, puede parece muy natural que muchos veneren a la diosa del sol y la curación. Los paladines de Sarenrae juegan un importante papel en la defensa de Solku, y de Katapesh en general, y la mayoría de los ciudadanos los consideran benevolos y admirables cruzados. Desafortunadamente, la fuerte presencia de Sarenrae aquí también atrae a los cultistas de Rovagug que buscan destruir a los seguidores de la Flor del Amancer.
Desna, Gozreh, Nethys y Pharasma también disfrutan de un moderdo seguimiento en Katapesh. Los gnoll adoran a Lamashtu, y muchas capillas en las montañas rinden homenaje a la Madre de los Monstruos.
Yavipho
El pueblo de Yavipho es un pequeño, predominantemente poblado por gnomos, asentamiento en Katapesh. Está construido alrededor de un oasis por mercaderes y continua sirviendo como parada a aquellos que quieran vender casi cualquier cosa a sus curiosos habitantes.
La mayoría de las casas son pequeñas, cómo para albergar a sus pequeños habitantes, un humano promedio tendría dificultades para moverse cómodamente dentro de estas.
El terreno alrededor de Yavipho es semidesértico, el piso es de tierra seca y dura, por los caminos el terreno es muy levemente rocoso, la vegetación es muy escasa, hay constantemente como mínimo una briza que no llega a levantar polvo, el sol calienta todo el día siendo bastante caluroso, y de noche las brizas se convierten en vientos un poco más molestos bajando bastante la temperatura, pero nada insoportable.