Partida Rol por web

Por supuesto la bruja se partió el culo

-Qué divertida eres. Qué ingenua e inocente. La princesa es libre. Pronto ya no. -Muestra una sonrisa de lo más desagradable de diente tatuados o tallados con signos y runas- Cosas, objetos...poderes. -Observa como te agitas, intentas sacudir los barrotes, apenas la jaula se balancea a pesar de tus esfuerzos. Con las pupilas perversas de la bruja penetrando hasta lo más profundo de tu alma. Sientes como ti la fuese arrancar igual que si te despellejase poquito a poquito.

Te saca de este trance un picotazo a traición en el culo. Es el halcón. Y claro, como no, la bruja se muere de la risa.

No! No, no, no! No puede ser. Cora se ha quedado atrás!!! Porqué?! Porqué ella?!!! Miró a Red Sonja, con los ojos anegados de lágrimas que a duras penas contengo; sus palabras solo muestran el futuro pero ¿qué hay de Cora? No. Me niego. No pienso dejarla atrás...

- No... me voy. No sin... ella- balbuceo ante Red Sonja, muy serio, más de lo que nunca he estado, pese a las lágrimas que ya resbalan por mis mejillas

Ella era la única que me entendía realmente. Con ella reía. Me sentía bien, siendo yo mismo. Creo que yo también la entendía... éramos un buen tándem. Ella no me habría dejado atrás, ni a mí ni a ningún otro. Por eso cuando Kimy habla de aquella manera no puedo evitar girarme con violencia, como nunca antes me había ocurrido, y coger a Indi por las solapas de la chaqueta

- No! Ella nunca... te habría dejado... a ninguno!!- gimoteo antes de dejarlo, consciente de que aquello no resolverá nada, volviendo a encararme con Sonja

Me saca un palmo, varios quilos y una forma física contra la que no tengo nada que hacer ni por asomo... pero no me siento intimidado. Siquiera sus letales armas me causan miedo alguno

- Me cambio por ella. Quiero hacer. Dime cómo. Ella no puede quedarse. Ella no- logro decir del tirón, sin balbucear ni dudar un solo instante - No habrá otra... es ahora- añado al comentario de volver a por ella - Red Sonja, cambio mi última vida por la suya; aunque eso signifique ser un espectro y que me des caza... ¡Me oyes Vrajito!- chillo al cielo, echando salivajos a la mujer guerrera - ¡VRAJITO, INTERCAMBIO MI ÚLTIMA VIDA POR CORA!¡ ME QUEDO A TUS ÓRDENES POR SIEMPRE SI LA DEJAS IR!

Había que hacerlo, si se podía. Yo era el indicado para ello y no me dolía. No por ella

-Hay jugadores,  espectros que vagan como fantasmas ocultos, a los que yo cazo. Pero la mayoría "viven" en Lasciénagas, esclavos de Vrajito.  -Su proceso de "evaporación" y el vuestro está finalizando- Creo que hay algún que otro jugador perdido en Jumanji. Temerosos de perder su última vida, por eso no intentan el asalto al pantano y escapar de este mundo. Soy la Guía, KimiJones. No se nada de eso que dices de contactar .

Los pixeles de Sonja ya son casi invisibles. Niega con la cabeza hacia Mr Bean- No puedo hacer eso. No conozco esas instrucciones. La bruja no te puede escuchar. Eso espero, por el Arallu. Si lo hace, si posee esa capacidad ya no sabremos cómo vencerla. Es noble por tu parte, habla de un gran corazón en tu pecho. Lo siento, Inglés. 

La guerrera indómita desaparece delante de vosotros. Y vosotros cinco también. El mundo se hace absolutamente negro. Negro como el alma de Vrajito.

No me puedo creer tantísima malignidad en un ser tan pequeño como era esa bruja antes. Era, porque ahora es gigante. Supongo que todo es relativo, hasta el tamaño de la maldad que cabe dentro de una misma persona, o cosa. Lo que sea. Me desespero agitando los barrotes para nada, porque soy minúscula y ni se menea. Y hasta estiro el brazo y me empiezo a concentrar, pensando en rebobinar el tiempo hasta antes de aceptar el trato. Deberíamos haber fijado mejor los términos.

Pero recuerdo el coste. Y pienso en Frances, en Teo y en Dom. Y también (aunque un poquirritito menos) en Kimy y Jacob. Si no están en esta jaula es porque han escapado y ya estarán en casa, a salvo. Y en el fondo creo que me siento bien por haberlos salvado a todos. 

Ya no me quejo más, tengo un nudo gordo en la garganta. Meto la mano dentro de la jaula y me siento en ella. Yo sola, me siento mucho menos beligerante. Suspiro. Quién me mandaría meterme en el contenedor a coger la maldita consola. 

Trato de pensar que no todo acaba ahí. Me doy cuenta de que sólo estoy intentando ser positiva para no ponerme a llorar por haberme quedado atrás, pero prefiero aferrarme a esa esperanza remota de salir. Quizá llegue el momento en que pueda salir de la jaula. O en que la princesa vuelva a estar atrapada y otros jugadores tengan que salvarnos a las dos. O a lo mejor los poderes de la princesa sean bastante fuertes y podamos escapar. A lo mejor juntas podemos pensar algún plan para engañar a la bruja.

O tal vez...