El ensordecedor ruido provocado por el helicóptero servía de melodía de acompañamiento para aquel viaje que iba a marcar el comienzo de una misión exóticamente peligrosa.
Aún se podían escuchar por radio las últimas indicaciones que os daban desde el cuartel de operaciones en tierra firme, aquellos malditos burócratas tenían el trabajo fácil "dar órdenes sin jugarse el pellejo".
Llevabais aproximadamente 2 horas en helicóptero y faltaba muy poco para llegar a la isla.
"La misión es sencilla, el parque actualmente deberá estar evacuado de todo el personal civil y no civil de las instalaciones tras el escape de los dinosaurios; vuestro objetivo es llegar hasta los laboratorios situados en los subterráneos del centro de visitantes y recuperar los recipientes que contiene el material genético"
Se hizo un silencio mientras se producía un intercambio de miradas
"Tan solo disponéis de 24 horas para conseguirlo u os daremos por muertos. Insisto, no podemos arriesgarnos a que John Hammond descubra lo que estamos intentando hacer así que no os desprendáis de la radio si queréis volver a pedir la extracción del lugar"
Realmente iba a ser todo un reto llegar hasta el lugar.
"El piloto os dejará en el helipuerto y desde ahí tan solo tendréis que seguir rumbo al norte, todavía deberían quedar indicaciones dentro del propio parque"
Todos sabíais que se trataba de una operación encubierta, de ahí que tan solo sean tres personas las encargadas de llevarla a cabo.
"Insisto, 24 horas, ni un minuto más ni un minuto menos. Buena suerte, hemos invertido mucho dinero en esta operación"
William era un tipo simpático, intentó hacer las horas de viaje amenas, a pesar del infernal ruido del vehículo.
- Bueno chicas, parece que los jefes os han intentado dejar todo claro. Estoy seguro que vuestras nóminas están más infladas que la mía así que más vale que hagáis todo bien, porque si fracasáis igual me voy yo también al paro - dijo burlón.
- Ahora en serio, tened mucho cuidado en cuanto lleguemos, esa isla es un jodido zoo con dinosaurios sueltos... joder ¿me habéis oído? dinosaurios sueltos; intentad no hacer ninguna estupidez porque en cuanto me aviséis volveré a por vosotras... pero no tardéis más de 24 horas por Dios -
¡Bienvenidas a Jurassic Park!
Este es el post de introducción, narrad vuestras impresiones y así rompéis el hielo :D
Todo aquello parecía de locos.
Apenas hacía un año que había acabado su doble grado en la universidad y ahora se encontraba en un helicóptero volando clandestinamente hacia una isla costarricense teóricamente plagada de dinosaurios... ¡Dinosaurios! Criaturas extintas hacía millones de años ni más ni menos...
Pero lo cierto era que nadie la había engañado para tomar aquel cometido tan peligroso, pues ella misma se presentó voluntaria cuando los mandamases dejaron caer convenientemente los pormenores de la misión en la reunión del equipo corporativo y técnico de gardo superior. Y aún así aún le costaba creérselo.
Tras una tímida presentación inicial que consistió en decir su nombre y cometido a las otras dos integrantes del grupo pasó buena parte del viaje ensimismada observando por la ventanilla del aparato que sobrevolaba el Océano Pacífico.
En mitad del trayecto empezó a rebuscar en su mochila de campaña, extrayendo una libreta de la misma, tras ojear varias páginas, hizo una seña a las dos militares para que le prestasen atención y, apoyando su peso en las rodillas para acercar su rostro al de ellas empezó a gritar mientras señalaba anotaciones de la libreta. Sus gritos apenas habrían logrado ser audibles por encima del ruidoso rotor del helicóptero de no haber sido por el sistema de comunicación que portaba cada una de ellas en la cabeza.
-Por lo que podemos saber, en la isla puede haber no menos de 15 especies producidas y en libertad. Y que el nombre no os engañe. No solo estamos hablando de especies del periodo Jurásico, sinó que también podríamos encontrarnos con especies del cretácico superior o incluso del triásico-Aclaró en tono serio como si aquella información fuese de vital importancia.
Pasó algunas páginas de su cuaderno- Deberíamos tener especial cuidado con las especies depredadoras. Según la información de la que contamos, sabemos que Ingen disponía de material genético completo de Tyranosaurio, , Protoceratosaurios, Metriacanthosaurios, Dilophosaurios y Deinonychus. Algunas informaciones apuntan a que la especie de Dromeosáurido era la del Velociraptor chino, pero la base de datos afirma que recogieron las muestras en Montana y Utah, por lo que cuadra más con el Deinonychus... y eso no deja de ser una mala noticia...-Se aclaró la voz. El vuelo le estaba secando la garganta y hablar no ayudaba.
-Una manera facil de identificar a los carnívoros, es que si os fijáis, todos se tratan de terápodos, por lo que si véis un dinosaurio a dos patas, más vale que os preocupéis. En el caso de los herbívoros, si atendemos a las pautas sociales y corpontamentales de los grandes herbívoros de nuestra época, pueden mostrarse territoriales y agresivos, si bien nada comparable a un depredador...
Al darse cuenta de la retahíla de datos técnicos y científicos que estaba aportando a aquellas dos militares, paró en seco su exposición y, levantando la vista de sus anotaciones se limitó a preguntar-Eh... ¿Alguna pregunta?
Nota: pon los destinatarios para todos
Carol se encontraba sentada, con la mirada puesta en un punto fijo del suelo del helicóptero. En sus oídos bailaban los ladridos de uno de los mandamases de la operación. Bueno, tampoco tenía tan claro que se le pudiera considerar un mandamás, pero lo que sí era seguro era que estaba por encima de ella, y de la otra militar, y de la japonesa. Allí las que más pintaban y menos valían eran ellas.
Solo levantó la cabeza cuando Will habló. No había tenido apenas oportunidad de intimar con Sophia, e Ihna era como un libro cerrado (pero con cerradura y todo), así que se había dedicado a intimar con el piloto. Además, él era el encargado de recogerlas de una isla plagada de dinosaurios, le venía bien caerle en gracia.
La científica les hizo un gesto a las dos para que se acercaran, cuaderno en mano, y se puso a darles una clase magistral de paleontología dinosauril. Quizá otra persona fuera capaz de entenderla, pero para Carol era como si estuviera hablándoles en japonés. Tampoco dijo nada: una cosa era no tener ni idea, y otra quedar como una estúpida, así que se dedicó a mirarla con cara de póker, y a asentir o negar con la cabeza cuando lo consideraba necesario. No creo que sea tan difícil identificar a un carnívoro. Si viene corriendo hacia mí con colmillos enormes y babeando, se que tengo que poner pies en polvorosa. Da igual si es carnívoro o si solo quiere jugar un rato.
Al terminar la charla, Sophia les preguntó directamente si tenían alguna pregunta. Carol estaba segura de que no: no puedes tener preguntas sobre lo que no comprendes. -Eh... no. Bueno, quiero decir que, al final, son dinosaurios igual, ¿no? Lo mejor es que no nos encontremos con ninguno, y si lo hacemos, que sea tan de lejos que no puedas ni identificarlo.
–Coincido con Carol – respondí, sin matiz expresivo alguno y con mi marcado acento ucraniano* que me salía de manera natural al pronunciar la r –. Hacemos la misión y nos vamos. Cuantos menos dinosaurios veamos, sean carnívoros o herbívoros, mejor.
Sinceramente, no me preocupaban los dinosaurios. Si bien era cierto que esta misión tenía algo diferente al resto, pues no todos los días una se enfrentaba a una isla plagada de seres supuestamente «extinguidos», no los veía más peligrosos de lo que podían llegar a ser los humanos.
En cualquier caso, el aire de pompa y circunstancia que le daban los mandamases y mis compañeras era comprensible. Nos jugábamos mucho dinero en esta misión, y... cualquiera podía entender que nuestro éxito conllevaría a obtener más y más beneficios económicos; además de, suponía, progresos científicos.
–Si vamos directas, nos sobrarán horas de esas 24 que tenemos como límite – añadí, mientras miraba hacia el exterior de manera un tanto indiferente y acariciaba mi fusil de asalto.
*No voy a ponerme a escribir dobles r, que está muy visto eso, xD . Pero imaginaros el típico acento cuando Inha habla.
Habíais perdido la noción del tiempo conociéndoos un poco mejor con el desagradable ruido del helicóptero de fondo hasta que William volvió a dirigirse a ustedes.
- No sé si serán buenas o malas noticias amigas pero... ¡tenemos tierra a la vista! - comentó mientras se giraba para atrás para intentar que la comunicación fuese más directa.
Si dedicabais unos segundos a mirar a través de las ventanillas podríais observar la magnitud de Isla Nublar, aquel lugar era gigantesco, mucho más impresionante de lo que os podían haber descrito en la base de operaciones.
Un par de minutos más tarde el piloto volvió a dirigirse a ustedes.
- Siento interrumpir vuestra charla pero... ¡hemos llegado a la costa! - comentó mientras el helicóptero dejó de avanzar para mantener la posición en el aire.
- Tenéis permiso para echar la escalinata hacia abajo y proceder al descenso, por lo que más queráis no os partáis el cuello con un traspiés que hay más de 10 metros de caída - dicho aquello una luz roja parpadeó en la cabina indicando que teníais acceso a desplegar la escalera y así tocar tierra.
- Id comprobando vuestro equipo, en cuanto llegue a la zona de aterrizaje descended sin llamar demasiado la atención a esos malditos bastardos que puedan estar por los alrededores -
La distancia con la isla era cada vez más inferior, ya casi podíais ver la costa debajo de vuestros pies.
- Recordad, según han dicho los jefazos lo que debéis hacer es buscar los laboratorios, no debe tener pérdida si seguís rumbo al norte hacia el centro de visitantes ¿de acuerdo? –
Ahora debéis narrar vuestras impresiones y declarar vuestro orden de descenso: 1º, 2º y 3º.
Tan solo podéis narrar vuestra intención de bajar pero no quien logra bajar y quien no.
(No continuaré hasta que en el apartado de notas dejéis con claridad el orden de cada uno)
Tal como William nos dio el permiso, me acerqué hasta la escotilla y solté la escalinata, que fue desenrollándose mientras caía rápidamente hacia abajo.
Una vez estuviera lo más estable posible, dentro de las circunstancias, y el helicóptero a una distancia cercana del área de descenso, comenzaríamos a bajar... No quedaba mucho para ello, así que analicé la situación: En el ejercito había aprendido que lo normal era que el que desenrollaba la escalinata fuera el último que bajara. Sin embargo, en el momento de mirarlas entendí que quizás lo mejor sería descender yo primera. No sabía hasta qué punto estas chicas estarían acostumbradas a este tipo de cosas.
–Empezaré yo – dije mientras me preparaba para descender –. Cuando llegue, aseguraré el perímetro y... quizás lo mejor será dejar que la científica baje después.
Después de todo, parecía la menos preparada para esto y... dejarla para el medio quizás le ayudaría a que no se echara para atrás en el último momento.
Inha va primera, :D
La hora había llegado. Hace un día parecía que los minutos fuesen horas, pero desde que se subió en el helicoptero la cosa cambió por completo. La travesía de varias horas se esfumó en un abrir y cerrar de ojos se encontraron sobrevolando la línea de costa de isla Nublar. ¡Y vaya isla!
Desde la ventana trató de divisar algo más que jungla, quizás una cola escondiéndose entre el follaje, pero a aquella altura era complétamente futil por lo que pronto abandonó su búsqueda visual.
Dejó que las dos militares se encargase de la escala, puesto que ellas eran las que se suponían acostumbradas a aquel tipo de tareas.
Escuchó la intención de Inha de bajar la primera y que después la siguiese ella.
-Está bien, no hay problema-Se limitó a decir.
Rápidamete revisó el contenido de su mochila de campaña: El pequeño congelador portatil para muestras, sus binoculares, bengalas, teléfono vía satélite, barritas energéticas, brújula, cantimplora... parecía que todo estaba donde debía, no en vano había revisado aquella mochila como unas doce veces antes de subir al helicóptero
El helicóptero comenzó a descender, y la visión de la isla se hizo cada vez más evidente. Carol observaba el lugar, sin darse cuenta de que tenía la boca abierta por la sorpresa. Era... asombroso. Asombroso del todo. Asombrosamente grande, asombrosamente verde (bueno, quizá no fuera una sorpresa que fuera verde), asombrosamente misterioso.
William no fue particularmente agradable con su despedida, lo de la caída y todo eso. Afortunadamente, Ihna tomó la iniciativa tanto para soltar la escalerilla como para empezar a bajar. Calor se hizo la distraída mirando los útiles que tenía en la mochila. No había metido demasiadas cosas, pues un macuto demasiado pesado podía lentificarlas demasiado, y eso podría ser mortal. Había echado una cantimplora, unas raciones de comida muy calórica en forma de crema, un par de pistolas y una caja de cerillas. Después de Ihna, y siguiendo sus instrucciones, Sophia se aventuró por la escalerilla; por último, Carol cerraba la marcha.
Carol baja en tercer lugar.
Las miembros del equipo lentamente pero a paso seguro fueron aferrándose a la escalinata para llegar a tierra.
La primera en bajar fue Lypska, la cual bajó por la escalinata de una manera profesional tal como lo haría una militar, ya que en menos de un minuto había logrado dar el salto final y llegar a tocar tierra.
La siguiente en bajar fue Goto, que con más serenidad descendió un par de metros hasta que...
- ¡PELIGRO! ¡PELIGRO! - gritó William el piloto mientras movió ligeramente la palanca que controlaba la inclinación del helicóptero.
No sabíais qué era lo que pasaba o porqué se había producido aquel aviso, pero las dudas se resolvieron en cuanto...
Un gigantesco dinosaurio apareció como por arte de magia de la frondosidad de Isla Nublar; probablemente haya sido alertado por el helicóptero porque podéis visualizar como va directo hacia el vehículo como si se tratase de una presa.
- ¡Madre mía, madre mía! - gritó William claramente asustado. El hecho de que no mantenga la calma es un peligro puesto que Goto está en la escalinata y Johnson aún no había comenzado a bajar.
La situación que parecía controlada y calmada se había truncado en cuestión de segundos. Aquella criatura estaba a tan solo un par de metros del helicóptero y su confrontación podría ser mortal.
Recordatorios:
** Ya que tenéis una experta en el grupo, yo nunca diré "este dinosaurio es X", acompañare una imagen para que sea representativa **
Ahora debéis narrar vuestras impresiones y lo siguiente:
Lypska: como ha bajado, podrá hacer una tirada de autodefensa (dificultad 10) para hacer fuego supresivo (o porqué no, para acabar con la criatura). Si acierta, Goto & Johnson podrán hacer su tirada de cuerpo usando el dado más alto.
Goto: Deberá narrar como desde la escalinata intenta saltar a tierra. Dificultad 5 en una tirada de cuerpo o morirá en la caída.
Johnson: Deberá narrar como intenta saltar del helicóptero, dificultad 7 en una tirada de cuerpo o morirá en la caída.
¿Avisé de que era fácil morir? Ops, me temo que sí.
¡Suerte!¡Esto es solo el principio!
Todo iba bien hasta que William hizo un movimiento brusco y la escalinata pasó rozando mi rostro. En ese momento, miré a mi alrededor alertada y vi cómo se acercaba peligrosamente al helicóptero aquel enorme dinosaurio con alas. Por suerte yo ya estaba en tierra, pero tanto Sophia como Carol aún se encontraban descendiendo...
Mi instinto me hizo coger el fusil y apuntar a las alas de aquel dinosaurio. Podía disparar a matar, pero acertar en la cabeza era más complejo que acertar las enormes alas. Pese a todo, no era tarea sencilla... aquel dinosaurio se movía a gran velocidad...
Ni siquiera tuve tiempo de apuntar bien, cuando no me quedó más remedio que empezar a apretar el gatillo soltando una ráfaga. Con suerte, acertaría y haría ganar algunos segundos a mis compañeras antes de que ese ser alcanzara el helicóptero... si no, sólo esperaba que la fortuna estuviera de nuestro lado y pudieran saltar a tiempo.
Motivo: Disparos
Dificultad: 10
Habilidad: 5
Tirada: 4 4 4
Total: 4 +5 = 9 Fracaso
Y ahí estaba, El primer Dinosaurio, el primer "Lagarto Terrible" que veía con vida. Y un espléndido Pterodáctylus, probáblemente un Pteranodon longiceps, dado su gran tamaño.
El asombro enseguida se tornó en miedo en cuanto el helicóptero empezó a agitarse debido a la presencia del lagarto alado. ¿Así era como iba morir? ¿Cayéndose de un helicoptero y ya está?
Tras rechazar aquella idea y apretar los dientes con fuerza, se concentró en buscar la mejor manera de caer.
"En cuanto toques el suelo encógete y rueda" se dijo a sí misma. Y sin más, se soltó de la escalera
Motivo: Bajar escalera
Dificultad: 5
Habilidad: 2
Tirada: 5 8 9
Total: 8 +2 = 10 Éxito
Carol miraba hacia abajo, hacia la escalerilla por la que tenía que bajar, cuando un movimiento brusco hizo que se tambaleara, y que tuviera que agarrarse al hueco para no caer al vacío. -¿Qué coño ha-? -no le dio tiempo a terminar la frase. Un dinosaurio enorme volaba directo hacia el helicóptero. -No... no -susurró para sí misma. Ihna había conseguido bajar, pero Sophie aún estaba a medio camino, y ella ni siquiera había empezado. Miró hacia abajo, y luego de nuevo a la criatura. No sabía cuál de las dos opciones era más aterradora.
Ihna trató de derribar (o herir por lo menos) al animal, pero sus disparos no llegaron a alcanzarlo. Sophie se lanzó a la desesperada. ¿Acaso había otra opción? Carol se preparó, suspiró hondo un par de veces, y se lanzó.
Motivo: Paracaidismo sin paracaídas
Dificultad: 7
Habilidad: 4
Tirada: 2 7 10
Total: 7 +4 = 11 Éxito
Pero lo que ocurrió más tarde fue considerado el mayor de los desastres.
Aquel dinosaurio, el cual esquivaba las balas de Lypska, embistió contra el helicóptero con una brutal fuerza que hizo que el vehículo perdiese el controlo por completo.
Goto desde la altura en la que estaba saltó con la facilidad.
Mientras tanto, en tierra podíais ver como el helicóptero no paraba de dar vueltas y más vueltas, con el dinosaurio clavado en la cabina del piloto donde probablemente nadie haya sobrevivido ¿o quizás sí?
Johnson aprovechó su única oportunidad mientras descendía, ya que si no saltaba ahora al vacío a pesar de la distancia moriría entre un amasijo de hierros que impactaría en el suelo en cuestión de segundos.
Por fortuna las integrantes del grupo sobrevivieron a la caída, aunque no corrió tanta suerte el helicóptero que iba a ser su ruta de escape...
De manera estrepitosa el vehículo impactó contra el agua. En pocos segundos el helicóptero se hundió en la costa sin quedar rastro ni de William ni tampoco del dinosaurio.
Un silencio sepulcral marcó el inicio de vuestra aventura: las soldados estaban magulladas y la moral tocada. ¿Cómo se supone que ibais a escapar ahora de la isla?
Sin embargo aún había un objetivo que cumplir: recuperar las muestras.
Mientras reposabais después del accidente, los recuerdos sobre los detalles de la misión eran más claros; el acceso a los laboratorios se hacían a través de la Sala de Visitantes, la cual se encuentra al norte.
Por algún lado debería haber raíles o indicaciones que lleven hasta dicho lugar.
Debéis narrar las impresiones de vuestros pjs y como inician la marcha. Si intentáis usar la radio os daréis cuenta de que no funciona el contacto con William o con la central, pero sí la radio que os comunica entre ustedes.
Horrorizada por los acontecimientos que se acababan de echar sobre ellas , corrió hacia el acantilado por el que se había precipitado el helicóptero hasta el mar, asomándose para mirar el burbujeante lugar en el que se había zambullido el aparato.
-Joder, joder, joder-No alcanzaba a decir otra cosa mientras seguía clavada mirando al agua. Tras dos minutos, cambió un poco su discurso.
-¡La ha palmado, joder! ¡William está muerto! ¡Joder!... ¡Y con él se ha ido nuestro helicóptero de extracción¡ Estamos bien jodidas!
Dándose cuenta de que estaba actuando de forma ilógica y para nada constructiva, respiró hondo y contó hasta tres para sí, logrando recuperar la compostura, puesto que aquello no había hecho más que empezar. El primer dinosaurio con el que se habían cruzado les había dejado sin piloto y sin helicóptero... y ni siquiera se trataba de un carnivoro. Si un puñetero Teranodón piscívoro se había cargado su helicóptero, ¿Que no haría un Ceratosaurus si se cruzaba con ellas? Ahora era necesario que hiciese lo que mejor se le daba: Pensar con calma y tomar decisiones.
-Bueno... esto apenas cambia nada por ahora... La misión sigue adelante, aún no es momento de preocuparse en la extracción-Dijo en un tono empapado por la duda, quizás más necesitada ella misma de aquellas palabras que el resto.
Seguí todo el recorrido del dinosaurio con el puntero de la mirilla hasta que se precipitó al agua, y... con él, el helicóptero. No había manera de que William se hubiese salvado de tremendo impacto.
–Al menos vosotras seguís vivas – dije, impasible, tras escuchar a Sophia.
No era poco. Tal como lo había visto momentos antes, la probabilidad de que sobrevivieran las dos era realtivamente baja. Saltar de un helicóptero sin romperse al menos un hueso no era empresa fácil. Lo habían hecho bien, en especial Carol, a quien no dudé en acercarme y ofrecerle la mano para que se levantase del suelo.
Luego cogí mi brújula y le eché un ligero vistazo
–Tendremos que ir al Norte – dije finalmente, haciendo un gesto con la cabeza en la dirección correcta.
Ni siquiera hice el intento de comunicarme con la central desde la radio. Quizás debería haberlo hecho, pero suponía que sería mejor comunicarnos con nuestros jefes al menos cuando tuviéramos lo que querían. Sólo así tendríamos posibilidad de que se dignasen a mandar otro helicóptero.
No pudo levantarse inmediatamente del suelo. Su mirada seguía el helicóptero, los ojos abiertos de par en par, hasta que el aparato se estrelló en el mar. No fue capaz de decir nada, pero Sophie se estaba encargando de hablar tanto por ella como por Ihna. La pobre mujer estaba histérica y, en verdad, la situación no era para menos. William estaría indudablemente muerto, lo cual era una lástima, pero aquello significaba que no tenían manera de volver a casa. Y eso, con perdón del pobre Will, le daba más pena aún.
Carol aceptó la mano de Ihna para levantarse y trató de sonreirle, pero solo consiguió formar una extraña mueca, mezcla de las circunstancias y del dolor de los moratones que le había proporcionado la caída. Las dos mujeres parecían estar determinadas en continuar con la misión y recuperar esos datos científicos raros. -¿Aún queréis continuar? -preguntó, con sincera sorpresa. No había garantía de que fueran a volver a por ellas. -Si no van a volver, ¿qué sentido tiene que encontremos lo que sea que tenemos que encontrar? -En ese momento, Carol se dio cuenta de que no era seguro que fueran a recogerlas; pero sí era seguro que, si venían, más les valía haber completado la misión. -No, claro, en verdad tenéis razón. Ya que estamos aquí, más nos vale llegar hasta el final. -La mujer echó a andar con sus compañeras, y se preguntó si se habría golpeado la cabeza en la caída.