Bueno bueno, veo que sois unos chulos y enterados tripulantes para esta flamante nave comercial...
Me gustaría saber más cosas sobre vosotros. Knox ya ha ido por delante y me ha deleitado con algunos datos sobre su persona (podéis verlo pinchando en su foto). Es interesante que indiquéis vuestra procedencia, como ha hecho ella, y os pongáis una foto sugerente, ¡y por supuesto un nombre decente! ¿qué es eso de fosforiya, nenva o josecitofx? ¡NO! ¡Necesitáis un nombre para el espacio, que de miedo, que asuste a los niños de las colonias que visitéis, y sobretodo ¡que atraiga a los clientes! ¡Que crean que pueden confiar en vosotros!
Luego podéis ir empezando la descripción, la historia... como Knox, que es un grandísimo ejemplo de personaje implicada y entregada, aunque eso no le valga de mucho luego, ya que pasará por las mismas penurias que vosotros, ¡vagos impresentables!
Una vez que tengáis algo decente que enseñar, escribid un primer post, en primera persona, narrando, presentándoos a los demás, a ver qué pensáis de los camaradas que os han tocado en esta nave... que es una joya por cierto, lástima que la vayáis a destrozar dando tumbos por cinturones de asteroides y planetas polvorientos...
Por el momento Tenemos a Knox y Hub, y a una tímida Dallas que ha asomado su careto para dejarnos con toda la curiosidad del mundo... eso no se hace! :'(
Knox, no sé si has visto más mundos aparte de la Tierra, o si has salido alguna vez del Sistema Solar. Me da la sensación de que no, parece que has pasado tu vida moviéndote entre el estercolero que es la Tierra hoy en día. ¿Cómo has acabado en la Kamal? ¿Te ganaste a pulso formar parte de la tripulación, demostrando tu valía como mecánica? ¿Pagaste por ello con lo que has ahorrado durante años fabricando y vendiendo droides artesanales que te hacen compañía? ¿Ganaste una apuesta contra Dallas? ¿o sedujiste a alguno de los tripulantes? ¿Te colaste cual rata-topo y en mitad del espacio te descubrieron ahí escondida, entre unos contenedores de bananas azules de Lumpulin, y no les quedó más remedio que acogerte?
Sé que Hub seguramente haya visto muchos planetas en esos sistemas que cuenta haber visitado a lo largo de su vida, seguramente tenga mil batallitas que contar al respecto, aunque algo me dice que hay mucha palabrería en todo esto... También dice haber evitado la Tierra, ¿por qué? Y otra cosa que me llama muchísimo la atención, ¿cómo es ser el piloto de esta nave, además del más viejo (por ahora) y al mismo tiempo ser el último en incorporarse a esta tripulación? Porque sí, eres el último en llegar Hub, los otros tres tuvieron que buscar a la ligera un nuevo piloto después de que el Capitán Adama les dejase tirados en aquél puerto de mala muerte, y sólo tú estuvo tan loco como para aceptar. Ya nos has dicho qué ha sido de tus otras tripulaciones, pero ¿qué ha sido de las otras naves que has pilotado? ¿Siguen volando o las has estrellado? ¿No te abandonaría tu anterior tripulación en este rincón olvidado de la galaxia?
He de aclarar que la Kamal no os pertenece. No es vuestra, aunque tampoco es de nadie. Es algo largo de contar todo esto, así que lo haré otro día. Por ahora sigamos conociéndoos a vosotros, profundizando en vuestras vidas, aunque ya sé que la mitad de lo que decís no es cierto, está claro que os lo estáis inventando para impresionar a los demás. ¿Eh, abuelete, a que quieres impresionar a estas muchachas?
Entre ambos dos ya abarcáis casi la mitad de estrellas del principio de la partida, eso no está nada mal... ya empiezo a maquinar cosas, peligros que os persiguen desde entonces... buajaja
Vosotros dos, Knox y Hub, ¿cómo os lleváis? ¿Cuál es vuestra relación? ¿Qué pensáis el uno del otro? Contadlo todo, lo bueno y lo malo, pero sobretodo lo malo xD
Miré a un lado y al otro, y luego me señalé a mí misma. ¿El capullo ése había dicho que yo era un buen ejemplo de personaje? ¿Yo? Ese tío era bizco o qué coño le pasaba. Joder, lo que había que escuchar... ¿Y encima nos pedía que nos presentáramos? ¿Pero no se suponía que los mandamases ya tenían nuestros currículum? ¿Para qué coño querían que gastásemos saliva en decir lo que ya había escrito? Aunque claro, el mío era falso... tal vez querían pillarnos. ¡Ahora lo entendía! ¡Pjé! ¡Jodidos listillos!
—¡Knox! Ésa soy yo —dije, dando un paso al frente viendo que los cabrones de mis compañeros no se atrevían a abrir la boca... tendría que ser yo la primera en iniciar esta patraña—. Aunque no creo que a ninguno de vosotros se os haya olvidado, salvo al vejestorio... pero a él se lo perdono por su alzheimer. Pero... ¿por dónde iba? ¡Ah! ¡Sí! ¡La puta presentación! Pues a ver... tengo veinte años, me dedico a hacer arreglos. Me licencié en Oxford... y a los 5 me detectaron un alto coeficiente intelectual, ehm... sí... —miré al entrevistador y señalé el papelillo que se suponía que era mi currículum con un dedillo—. Escríbelo ahí, que eso se me ha olvidado ponerlo.
Por dentro me estaba descojonando viva. ¿Quién se iba a creer esta basura? Seguro que el negociador estaba ahora haciendo un Face Palm de la de dios... ¡Ay! ¡Qué risa!
—Me gustan los hipersaltos y el sonido de los putos asteroides golpeando el escudo de la nave. Soy adicta a la coca-cola y de vez en cuando me enchufo algunos pitillos. Y... creo que eso es todo.
Y si se me había olvidado algo del guión que el negociador me había hecho y que yo me lo había pasado por el mismisimo trasero, ¡qué le dieran! ¿Cómo coño pensaba que me iba a estudiar de memoria un folio de palabras aburridas? ¡Anda ya, hombre!
Pero... la entrevista no había terminado ahí, y ahora tocaba el turno de las preguntas.
—Pues, a ver... ¿cómo sabes tu que yo vendía droides? —¡ese hijo de puta se había informado bien!—. Bueno, a ver... todo fue cuando yo tenía 16 años. El cabrón de Hug me vio en la calle y se puso a hacer preguntas sobre qué cojones hacía allí tirada. Es que, a ver... sí, yo me licencié en Oxford, pero pasé un tiempo en lo suburbios de Manhattan. ¡Ya! ¡Ya! Ya sé que son países diferentes... El caso es que me vio, y se puso a hacerme preguntas —en ese momento miré a Hug—. ¿Cuáles fueron, viejo? No recuerdo bien—tras ese interludio, volví a mirar al entrevistador para proseguir—. Bueno, que me dijo que qué me parecía unirme a él. En aquel entonces el vejestales manejaba otra nave. Yo me uní, porque... ¡qué coño! Estaba aburrida. Y ahí fue cuando empezó nuestra relación. Luego se unieron los otros dos, pero eso ya que te lo cuenten ellos, coño. En cuanto a mi relación con el viejo... no se lo digas a él, pero —bajé el tono de voz para que solo lo escuchase el entrevistador— lo veo como mi abuelo. Aunque admito que a veces me saca de quicio y que le he descubierto más de una vez cotilleando mientras me ducho. Pero yo se lo permito, ¡qué se dé una alegría visual de vez en cuando, joder!
En ese momento sonreí y le guiñé un ojo al entrevistador.
—En cuanto a lo malo... bueno, no le gusta que fume y eso me pone de los nervios. ¿No sabe que yo me concentro mejor mientras fumo? Además, ya fumaba desde los 6... ¿cómo quiere que deje de hacerlo ahora?
Vas a tener que poner esta partida con un precioso +18 por culpa de Knox, xD
EDIT: ¡Jo! Nos hemos pisado, jefe... xD Dame un segundo y edito contestando lo que me has escrito.
Ya, ya estaban otra vez. Maldita sea. Siempre con lo mismo, quien eres, porqué haces esto, cuál es tu razón para entrar, cómo los conociste, por qué estás así de viejo (no, no estoy viejo, narices...), qué deseas hacer... Pues si, otra vez.
- ¿La Tierra? No, no la pisaré. -Miré a Knox, se estaba haciendo un lío...- Muchacha, con ese frío que te tiene que entrar, no ubicas las cosas. - Bufé un poco. - Si los terrestres nos fuímos de allí, por algo sería. - Y carraspeé un poco. - Las cosas que se oyen de lo que hacían ahí son como para no acercarse. Además, ese Sol es feo, y brilla menos que Sirio. Y no me importa si crees esta razón, o no. No iré a la Tierra. - Mascullé algunas cosas incomprensibles, entre dientes, los pocos que me quedaban,
-Además, mira como dejaron a mi Knox, hasta sin ropa. Te dije que si venías conmigo te dejaba una manta, pero ya la veis. - Señaló hacia su provocativa forma de vestir... Si es que la juventud de ahora... con lo bonitas que eran las chaquetas de cuero de su Merychy. Bah, cosas pasadas. Knox no se enteraba de las cosas. - A ver, yo llegué a esta nave... por Knox, claro. A ver, la conocía, de algún garito de algún planeta, y me vió allí, sin trabajo. Y me llamó, sabe que soy el mejor. - Me aclaré la garganta, tragué saliva, y me rasqué la cabeza... ¿Dónde fue? Que no, no lo diré, ni lo recuerdo, ni quiero, ahora voy con ella. Y no, no voy a decir porqué estaba sin trabajo, ¿uno no se puede jubilar? - Escupí al suelo, y refunfuñé un poco. -Pero no, no fue en la Tierra. Quizás en Próxima... ¿qué más da?
Humm... lalala... volaré por aquí y por allá... ¿mis antiguas tripulaciones? Bah, no importaban. - Ghmm... la última... creo que la pillaron por llevar esclavos. Yo sólo pilotaba. -¿Porqué no me pillaron? Ehhh...-Visitar antros de mala muerte con bellas vistas, a veces, trae suerte. ¿O estaba comprando repuestos? - Fruncí los ojos. Bah, tantas cosas se mezclaban en mi cabeza. - En una de esas vi a Knox. Por tercera vez. Ella ya iba en la Kamal. Y me contrató. Había perdido al capitán. -¿porque yo? Eso no sabría decirte, soy bueno, pero oye, ya nadie me contrataba... Eso no tenía que saberlo... No les gustaba mi forma de volar... Bah, novatos. Aquella tripulación si. O...¿estaban muy desesperados? - Bah, les convencí.
-Una vez llevé una nave así... Bueno, -intenté que no se notara demasiado...- Se estrelló por la capitana. Más fea que Picio. Se lo merecía. No como Knox. Ahí la muchachita es un ángel. Que hable mal si quiere. Y no, no la miro en la ducha, no digas tonterías. - Tosí con disimulo. - Te llevé la toalla. Una vez. -(bueno, una cada semana...o dos)
Veo que al menos Gustav es sensato, puedo ver su cara al escuchar a estos dos tramposos de cuidado... podría incluso hasta fiarme de él. Pero no, las apariencias siempre engañan, y un tipo tan bien vestido, tan correcto, tan elegante... algo debe esconder. Ya esa especie de armadura que cubre su brazo y el parche en el ojo del que tantos rumores he oído denotan que esconde algo.
¿Cómo llegaste a asociarte con estos dos tramposos? Si tan legal pareces... por tu currículum diría que siempre has comerciado con bienes de lujo, con joyas antiguas, diría que de coleccionista. ¿Qué haces entonces transportando mercancías de tan bajo valor como lo son el pelo de Yrijún y los Broquelinos? Hay algo en ti que me intriga, me gustaría que te explicases, que me contases qué te ha sacado de tu casa, que imagino bastante acomodada, en ese planeta de Sirius, para venir hasta aquí en esta nave, y acompañado de estos dos... ¿acaso te han secuestrado? ¿O les estás engañando? Quizá sea eso... podrías ser un timador de alto nivel, un ladrón de guante blanco... aún así me gustaría que me explicaras qué piensas de tu piloto y tu mecánica.
Y vosotros dos, no me creo la mitad de lo que me habéis contado, ya veremos cómo acaba esto, ¿qué me decís de este siriano de sangre austríaca? ¿Cómo aguantáis su insoportable levedad del ser?
Después del guión que le he dado a Knox más vale que lo hubiese usado para sonarse la nariz porque ni se ha molestado en leerlo.
Tras ver el lamentable espectáculo que han montado mis compañeros, me resigno y doy un paso al frente -Pues verá usted, sería una pena que se dejase llevar por las apariencias tanto para bien como para mal- y lanzo una miradita a mis compis que están cuchicheando detrás de mí -mi larga experiencia me lleva a no rechazar un trabajo por mediocre que pudiese parecer, siempre se pueden encontrar cosas valiosas, para encontrar oro antes tienes que llenarte las manos de barro- hago una pausa para reordenar en mi cabeza los acontecimientos
-Escuché que había una chica que venía de la Tierra y quise trabajar con ella, ¿por qué? se preguntará, pues mi padre era de allí, me dejé llevar por cierta nostalgia- con superioridad y confianza en mis palabras, espero que no haga más preguntas incómodas porque a éstos dos no los podré tener con la boca cerrada por mucho mas tiempo.
—La chica de la Tierra soy yo —dije, de repente y orgullosa de mí misma, cuando escuché al idiota del negociador mencionarme.
En cuanto al viejo y yo, habíamos metido la gamba hasta el fondo. Pero bueno, Gustav se encargaría de solucionarlo, él era el listo del grupo... o al menos lo aparentaba. Yo pensaba para mis adentros que se hacía el listillo. Pero bueno, antes de contestar qué me parecía ese buen hombre, intenté arreglar el desaguisado.
—A ver, viejo, ¡que no te enteras! No me refería a ti, sino a mi amigo Hug. Hugggg, no Hubbbb —remarqué bien esa g y esa b para que no hubiera más líos, luego miré al entrevistador y me encogí de hombros mientras suspiraba—. Le he dicho que se tiene que comprar un tímpano biónico, pero el muy cabezota se niega.
En realidad, había sido yo la que había metido la pata... ¡sin saberlo! Porque para mis adentros, yo estaba convencida en que había sido el viejales quien me había recogido de la Tierra, pero ahora me había hecho dudar. ¿Qué mierda me habría fumado que ya ni lo recordaba? Mejor no saberlo.
—¿Quieres saber qué pienso de Gustav? Pues... ¡qué es un cretino! Míralo, va de listillo... siempre serio y con tantas palabrejas raras que a saber qué significan. Pero le voy a decir una cosa —me acerqué al entrevistador y le susurré al oído—, el capullo es el mejor negociador de toda la galaxia. Es capaz de venderte una pezuña de cabra por una pasta gansa. Si quiere nadar en Drakmas, hace bien en buscarnos
No mentía, ¡el cabrón era bueno! Pero es que en esta nave todos éramos buenos.
—Ahora bien, es un puto grano infectado en todo el centro del culo —miré al negociador con el ceño fruncido y le saqué la lengua, aunque tenía claro que el imbécil ni se inmutaría—. ¿Ves? Todo el día con ese aire de altivez y soberbia. Lo único bueno que tiene es que le gustan los puros.
Oooooh. Me siento el mal alumno. Tenganme un día de paciencia.por favor que hoy estoy complicado.
-Brrr muchacho, -dije mientras gruñía entre dientes- por eso me gusta este muchacho. Sabe hablar a la gente. -<>- ¿no muchacho? Como yo, este jovencito tiene mucha habilidad. -grrrrr. Era un tipo amable, me recordaba siempre a mi época buena en Lalande. Casi había llegado a ser como él, pero bueno, cosas que pasan. Grrrr- Cuando subí a la nave, estaba, y me saludó bien, ¡Como a un caballero! -Le di una palmada en su espalda. Valía la pena. No como los que nos preguntaban... -Nunca pregunta, grr... Nunca se pasa de listo, no como otros.
Maldita sea, esas preguntas me tenían harto, o cansado, o bueno, sencillamente, no me apetecía escucharlas. De verdad, siempre lo mismo, en todo lo que había que hacer... -¿Con el papel en que lo anotan que hacen? ¿Lo queman, lo llevan al baño? -bff. Se echó hacia atrás y entrecerró los ojos.... Que bueno, en eso no era todo malo. Echó un vistazo a Knox, y recordó que había dicho que lo lo haría. ¿A donde mirar? Si es que además, Dallas no estaba allí. Rechiné los dientes y bufé, porque oye, Knox estaba intentando arreglarlo. Aunque no dejaba en buen lugar a Gustavo. Bueno. O si. Me encoji de hombros. ¿Qué más da de que lo conozcamos y nuestra opinión? Vamos juntos y ya, contra.
No te preocupes, Dallas, y no te agobies, estamos pasando el rato. A mi me está haciendo reír, es un día feo también acá.
Hola, yo el misterioso. Tengo un secretito, cosas que no conocen los demás, a ver si estás de acuerdo. Dallas ni siquiera es su verdadero nombre, en realidad se llama Lenina. Sucede que la chica ha escapado de una nave pirata capitaneada por el más cruel y mala leche corsario de su sistema con el que estaba CASADA. Ha roto el corazón del desgraciado que ha puesto precio a la cabeza de Lenina. De ahí su obsesión por tener información de los movimientos de los piratas. En realidad le importan un carajo los gérmenes, es su excusa para andar toda cubierta cuando baja de la nave, para no ser reconocida.
(el marido)
Vaya, vaya. Si la señorita Dallas se digna a deleitarnos con su presencia...
Sobre lo de llegar tarde, muchos trabajos consistirán en llegar más pronto que tarde, o en el justo y preciso instante... ya lo iréis entendiendo. Espero al menos que cuando una banda de piratas os asalte no llegues también tarde a tu puesto defensivo, ni que te olvides de tus compañeros cuando un gusano de las arenas Wralgg os sorprenda bajo vuestros pies.
Muy poco de fiar eso de que tu protección, tu escolta, llegue después que tú, ¿no creéis?
Vosotros tres podéis estar tranquilos, si Dallas muere por coger un resfriado dentro de ese traje siempre la podréis reemplazar por cualquiera de sus miles de hermanos planetarios idénticos, nadie se daría cuenta.
¿También conoces al viejo de cuando era soldado y te visitaba para regalarte caramelos como a Knox?
Como quieras. Yo pretendía hacer una partida más sencilla, sin recovecos, pero si quieres darle esa otra textura al personaje por mí ok.
Entro a la oficina a paso apurado pero sin correr. – Disculpen la demora. Terminaba el informe de la última misión. – Amanecer en Borix estaba apasionante, Bornir descubrió que no era el padre de su hijo pero justo tuvo un accidente en el aerodeslizador por lo que perdió la memoria y ni siquiera recuerda que su hermano muerto regresó porque en realidad no estaba muerto sino naufrago en un satélite lejano. - ¿Me he perdido de algo? ¿Knox ya enredó todo, el viejo se quejó y Gustav puso cara de superado aunque la situación claramente lo desborda? – Tomo asiento aunque nadie me haya invitado y pongo los pies sobre el escritorio. Escucho al tipo que pretende contratarnos. – No me mal interprete, es que vi su cara en el mensaje de convocatoria y me dije: “este barbudo no representa ningún peligro, puedo terminar mi informe tranquila”. No es por ofenderlo pero sé leer a la gente y usted no tiene cara de, digamos, “Uuuuuy, que miedo, uuuuy qué peligroso” más bien es de blandito. – Hago una pausa con deseos de que se ponga en atrevido para rajarle la madre. – Cuando este viejo era soldado yo no terminaba de aprender a comer sola. Nah, lo conozco de bares y parrandas. Llegaron un día con la desquiciada ésta a El As de Tumber, ella delirada de algún estado extraño y él tratando de mantenerse en pie, por la edad, ni siquiera había bebido. El matón de la puerta quería sacarlos sin ninguna razón que yo haya visto así que sin mediar palabra le rompí la cara. Desde entonces que ellos creen que soy su amiga.
—Espera-espera, para el carro —dije, mirando a Dallas—. ¿Qué noche era ésa? —entonces, nada más plantear la pregunta, hice un silencio en el que pareció encendérseme la bombillita, y sonreí con una sonrisa traviesa como de haberlo recordado todo—. ¡Ah! ¡Coño! ¡ESA noche! ¡juju!
ESA en MAYÚSCULAS. ¡Menuda fiesta! Y menuda cogorza... Aún recordaba la cara del portero, con la nariz sangrando del mamporro que le soltó la jodida Dallas. Y luego la patada en las joyas reales que le solté yo. ¡Juju! Tuvimos que salir pitando del garito. Bueno, pitando entre comillas, que al vejestorio teníamos que arrastrarlo.
—¡Qué buena noche...! —dije, más para mí misma mientras recordaba que para el jodido entrevistador.
Aunque, coño, ya estaba empezando a estar un poco harta de la entrevista, así que... tras dejar de recordar noches de cogorzas y estupefacientes, miré con el ceño fruncido al capullo que teníamos delante.
—Bueno, ¡a ver! ¿Nos va a dar el trabajo o qué?
Dallas, a veces las apariencias engañan...
De todas formas no sé de dónde habéis sacado todo esto de la entrevista. Ni siquiera he hablado en todo este rato. Ni siquiera estoy aquí. No soy nadie, no tengo cuerpo... sólo estoy en vuestras cabezas, sólo soy el "Director".
Quisiera ahora que me contáseis algo sobre los sistemas de los que provenís (o decís que provenís): cómo son, qué colonias hay, si hay muchos o pocos planetas habitados, de qué hay abundancia y de qué hay carencias... por el asunto del comercio y el trapicheo, ya sabéis...
Knox está claro que sólo podrás hablarnos de la Tierra, quizá también de la Luna, de Marte...
Gustav podrías contarnos algo sobre Sirius, sobre Sirius Prime y su yacimiento de Kríspita, de cómo ese sistema ha llegado a convertirse en el banco intergaláctico...
Dallas, nos hablarás de tu nación altamente militarizada, de Lalande y sus colonias... y de por qué escapaste de allí realmente...
Rezongos no sé, ni siquiera estoy seguro de que hayas estado en todos esos sitios que dices, la verdad... en lugar de eso, ya que asumimos que sólo soltarías una mentira tras otra, podrías hablarnos de tu amada Merychy, del feliz tiempo que vivísteis juntos y si sabes qué fue de ella...
No olvidéis el trapicheo, podéis aportar mucho a esta tripulación contándonos qué se vende más barato y qué se compra más caro en esos lugares, podríamos sacar muy buena tajada de esas informaciones.
—¡Mierda! ¿Ya me he enchufado otra vez alguna mierda barata?
Entonces, ¿todo era mi imaginación? ¿Mi cabeza? ¿Y por qué quería mi cabeza que le hablara de la Tierra? ¡Ni que se me hubiera perdido nada allí!
—Bueno, por donde empezar —me tomé unos segundos para meditar antes de volver a abrir la boca—. La Tierra da mucho asco. Al menos donde yo vivía. Desconozco si en los barrios más ricos la cosa va mejor, pero... ¡qué más da! Mira, te voy a ser sincera, allí sólo queda drogas, prostitución y mafias. Siempre llueve, porque con el cambio climático todo se fue a la mierda. El cielo siempre es gris por las nubes y la contaminación. Da mucho asco. El viejo hace bien en no querer saber nada de la Tierra. Además, las calles están llenas de gente enferma que suplica por una mísera moneda y tal; y de ratas que intentan aprovecharse de la situación para traficar con los pobres desgraciados.
Negué con la cabeza y me puse algo más seria. Recordar la Tierra me daba mucho asco.
—La única luz que se ve no es del Sol, los rayos de Sol hace mucho tiempo que dejaron de atravesar los putos nubarrones grisaceos. Yo nunca llegué a ver un rayo de Sol, ni siquiera el cielo desde la Tierra. Dicen que era azul y muy bonito. Doy fe de ello, no pude verlo desde la Tierra, pero al menos lo pude ver desde el cielo cuando despegué por primera vez. No, rayos de Sol no, lo único que alumbra son las luces de neón de los prostíbulos y los bares de alterne.
Me encogí de hombros y puse una mueca mezcla de asco e aparente indiferencia, aunque en realidad me jodía todo.
—La Tierra apesta. Te lo digo yo. Y se lo digo muchas veces al imbécil de Gustav. Pero él quiere creer que allí todavía queda algo de la Tierra que le contaron cuando era pequeño.
En cuanto a los materiales que se venden allí.
—El cobre, la chatarra electrónica, el oro, la plata y el petróleo —dije—. Y todo lo que pueda servir para hacer prostíbulos es bienvenido, y el carburante para terminar de contaminar el planeta, pues en la Tierra ya apenas queda. En cuanto a lo que es fácil comprar, pues plástico. Plástico a cantidades industriales. Después de todo, en el océano se puede recoger casi con la mano. Es súper barato.
-Bueno, lo cierto es que yo vengo de un planeta muy cercano a Sirius, es un pequeño planeta dormitorio habitado por todos los que trabajan en el yacimiento de Kríspita o en el banco intergaláctico. Este material se utiliza para la fabricación de algunas partes de las naves, y por tanto genera muchísimo beneficio por lo que decidieron construir allí mismo su propio banco. En cuanto a lo que se puede encontrar comerciando...Uf, podría hacer una extensa lista de todo tipo de objetos que se podrían encontrar, pero esa lista la tengo yo aquí- y me señalo la cabeza.
¿Perdona? ¿Que no he estado en todos esos sitios? Y en más. -Estar gente, que hace entrevistas con implantes mentales, y se mete en mi cabeza, discutiendo mis verdades, mis realidades... No no, no estoy mintiendo. -Piensalo, a la sociedad de Ros-154 se le ha ido la olla, todo organizado para colonizar nuevos planetas, dejas hijos en la nave y tienes otros en la colonia, ala, y si no, mira los archivos. Pfff paso de hablar de eso, voz pesada. Y si, nos estás preguntando. Lo del gobierno de Ros es asqueroso, solo quieren tener cuántos más lugares mejor. Son "Expansionistas". Idiotas. Bazofia. Pfffd. Cada trozo que orbita en torno a una estrella, lo quieren a reventar de gente. O de conejos. -Tampoco es que sea interesante, los líderes se lo quedan todo, y comercian poco. De lo que no hay, es de ciertos animales terrestres, o de artículos de lujo... Para los líderes. Asco me daban...pero no lo diria. Quizás escuchan. -A la gente no la dejan comerciar, y los ricos comercian con sus naves... Allí es todo de tapadillo, si me sigues... Y como te pille una Nave-Colonia estás... Blush, desintegrado. -gesto teatral con las manos...
Que gente, la verdad. A lo mejor era el Gustav, a veces Te sorprendía. Pero no, no era su estilo. Y no, no era cosa de Dallas. Era algún loco que nos estaba probando, y quería saber de Merychy. Anda ya. -Que a mi vida no te metas, pffggsrr... Merychy era muy maja, y como ella -Dije, señalando a Dallas, que tenía un cierto aire. -quizas sea el pelo, oye. Bah. ¿Pero que importa? Ahora le digo a ella cosas bonitas. Pobre. O no, si total, todos vivimos aquella guerra. Puaj. Bah, huí de ella. Con Merychy. Y una nave. Bah, no como está, una buena. -arrugué la nariz, me rasque un ojo. Bah. Estaba hablando de más. O de menos, esas ñoñeces no importaban. Que les den.
Y no, no os equivoqueis. Yo rompí un par de narices aquella noche. -¿O fue otra? No, fue esa. El tiró a uno, y Dallas a otro. Bueno, podría ser que no, que más da ..
Y Gustav, siempre tan perfecto. Aquella voz a veces le cansaba, pero era un buen tipo, de verdad. -Siempre le he dicho de asaltar el banco... Pero Bah, nunca me deja ... Y eso me dejaría vivir rodeado de lujos, si si, que lo merezco.
Sese... de donde vengo también había de estos "directores", fanfarrones que se creen la gran cosa porque manejan hsta el clima. Pero, ¿sabes que no manejan? A mí. En parte por eso escapé de Lalande, putos autoritarios. Eso y... el otro tema... - Hay un asuntito mínimo del que no les he hablado, y ya que ha salido el tema... - miro a la tripulación y por primera vez desde que me conocen esquivo la mirada y me veo algo así como avergonzada. - es un tema digamos que... familiar. Es que el capitán Hover, el pirata más cruel y mala leche de Lalande, ha puesto precio a mi cabeza. Detrás de ese corsario duro y despiadado hay un hombre sensible al que le dolió muchísimo que su esposa, en este caso... yo, lo abandonara... saboteando su nave... y liberando todo su tesoro al espacio. Por cierto. - digo quitándome la máscara - lo de los gérmenes es una excusa para que no me reconozcan. Ya puedes volver a llevar los pies sucios, Hub.
- Que qué puedes encontrar en Lalande, pues de todo menos comida. Es que en ese sistema no crece ni un rábano, nada de nada vive sin algún soporte vital. Tuvieron que semi esclavizar Barnard para que les vendan alimentos a precios injustos, todo un sistema viviendo en la pobreza para alimentarlos. Y me preguntan que por qué me fui. En Lalande son todos militares, el que notiene algún rango está metido en alguna planta extractora, porque lo que hay a cantidades son minerales, de todo.tipo.y en grandes cantidades. Hasta hay Kríspita, no tanto como les gusta decir a ellos, pero hay. Y si lo tuyo es ir "por fuera", digamos, hay una buena cantidad de corrupción como para conseguir armamento militar de contrabando.
Desde el movil, sin negritas.
Ya veo que aquí cada cual cuenta lo que le viene en gana, y no sé si fiarme de vosotros, si decís la verdad o si sólo inventáis historias, cada cuál más fantástica, para impresionar a los demás. Yo por si acaso voy a cogerlo todo con pinzas, que luego ya se sabe...
¿Queréis aportar algo más a este nuestro universo? ¿Algo que no queráis que se quede en el tintero? ¿Algo que os haría especial ilusión que os persiguiese inagotablemente hasta haceros pupita? Pensadlo bien, porque luego cierro esto y ya sólo quedará mi voluntad de voz de tarado mental en vuestras cabezas.