La mujer endurece la mirada ante las palabras de Whisper. Sus labios se convierten en una fina línea; y se relajan apenas ante las palabras de Nixios.
- Mucha muerte ya hay en Alactra... mucha muerte y mucha porquería en las calles. Virgil es distinto... puedo preguntar por qué lo buscan? Qué necesitan? Si van tras su negocio, el más floreciente del barrio...
"Bola" sacude la cabeza, apesadumbrada. Virgil es un muchacho extraño. Siempre lo fue. Cuando chico, se mezcló con las pandillas. Pero siempre lo marginaron por no usar de esa basura... esa droga. Encontró una forma de hacer vida y carrera; tal vez no sean sus métodos los más legales, pero al menos no mata a nadie con su producto.
Continúo con la conversación de la mujer, creo encontrar un punto por el que entrarle y mirar si tenemos alguna posibilidad de acceder a nuestro objetivo, será arriesgado, pero ante todo, habrá que actuar con tacto y sutileza:
Si, ciertamente, la gente que se gana la vida honradamente es la que debería ascender en la tierra hasta lo más alto, y luego llegar hasta la vera del emperador... Odio a quienes ponen trabas a esa gente para que esas cosas no sucedan... El trono debería castigarlos por ello. Como a quienes envenenan a los jóvenes metiéndolos en las drogas... los atrapan en su red y destrozan sus vidas, convirtiéndolos en lo que no son, lo que no deberían ser...
Es terrible... El trono debería castigar severamente a quien expende esa mierda, y a quien la inventó... Desde luego... ¿No lo cree?
Dejo la frase en el aire y observo disimuladamente su reacción mientras para mis adentros pienso:
¿Así que lo que tú odias es a los vendedores de droga y a los que andan haciendo de este sitio un lugar peor eee? Bien bien... poco a poco... con calma... vamos a ver si entramos en el mismo juego... y hasta quizás, nos cuentes cosas interesantes señorita... Espero que los compañeros estén captando que tipo de señora es, y lo que le gusta oír… No me molaría que nos echase del vehículo y hacer el camino andando, jejej…
Un volantazo tal vez demasiado violento por parte de la mujer para esquivar un simple guijarro los sacude a todos, y es tal vez la muestra más enfática de sus pensamientos sobre el tema.
- Mal demonio los lleve a la perdición! Las drogas esas... en mi época, jovencito, las cosas eran distintas! Salíamos a las calles a ganarnos una vida honrada, y no... no... súbitamente se desinfla. No es que yo sea del todo honrada, pero al menos no me meto con los traficantes. Los que venden armas a los críos, y droga a cualquiera que tenga los trono, no señor!
Sus ojillos se cierran en el guardia. Por eso querían ver a Virgill? Virgill no vende drogas... tal vez alguno de sus muchachos consume, pero Virgill la odia. Es de los pocos rectos; bueno, mayormente rectos, que quedan en la subcolmena.
La naturaleza de nuestros asuntos es complicada señora... No sabría decirle muy bien en que desembocará, pero le aseguro que ayudaría a crear un lugar mejor aquí... quién sabe, quizás, hasta volviese a ser todo como los viejos tiempos... Nuestra intención no es perjudicar a Virgil, se ve que sus intenciones son puras y loables. Un hombre que subsiste como en un islote, rodeado de actos malvados. Es loable desde luego.
Hago una pausa, enciendo un pitillo mientras le ofrezco uno a la señora y le digo:
Supongo que estará conmigo en que algo debe hacerse con esa gente, con esta mala gente que envenena a los jóvenes y les otorga armas en vez de libros. Les proporciona muerte en vez de conocimientos y les esclaviza en vez de abrir sus mentes. Creo que el imperio no actuara aquí… y alguien debería hacerlo. ¿Usted que cree?
Nixios intenta dejar la voz cantante a Tarkov que ha conseguido conectar con la mujer; escucha las palabras cargadas de odio y rencor contra los criminales y sus alabanzas a Virgil....la vida le ha demostrado al arbitrador que nada es tan puro cuando se rodea de maldad.
- Buscamos a alguien y nos dijeron que Virgil podía ayudarnos a encontrarle, comenta al fin.
Permanezco en silencio este no es mi terreno ni mis habilidades están afinadas para la conversación.
¿Contesta algo la ancianita? ¿Ha caido en el juego?
La mujer continúa su camino, aferrando el volante y bizqueando hacia el tráfico que esquiva en las calles.
Cada vez hay más vehículos, a medida que se acercan a la autovía. Es evidente que, en pocos minutos más, los dejará allí. Si algo más necesitan averiguar, deberán hacerlo ahora.
- Tal vez sea como dices, muchacho... dice dirigiéndose a Tarkov. Pero llevamos siglos en el fango y la miseria. Cuando alguien se toma la justicia en sus manos, qué sucede? Muerte, muerte en las calles. Primero a ellos, luego a los demás para que aprendamos. No-- la anciana esquiva un vehículo con un brusco volantazo que los zarandea, no... mejor dejar en paz a gente que, como Virgil, buscan el pan sin herir a la gente honrada.
Luego considera el asunto un momento. Si necesitan saber algo, esta noche se reune el consejo de la rata. Se ríe con su boca desdentada al ver sus caras. Allí nos juntamos los vecinos para tratar asuntos del sector. En el depósito de Harnnal, en la Calle Jupter. Vengan, y les presentaré a Giodo. Tal vez el viejo ya no sea un gran mercenario, pero sabe todo de todos. Guiña un ojo.
Miro a mis compañeros arqueando las cejas, en una expresión que viene diciendo: ¿Si, no creéis? Tras un momento planteando los pros y contras de la proposición le digo a la anciana:
Podría ser interesante, ciertamente, nunca está demás conocer a gente, y menos en un lugar tan grande y habitado como son estas colmenas. Muy agradecido señora.
Nixios asiente a la pregunta no lanzada de Tarkov y luego se dirige a la anciana: ¿En qué parte de la colmena está ese lugar? ¿Es lejos de donde nos va a dejar ahora? ¿A qué hora empieza el ciclo nocturno aquí?
¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo tenemos antes de la reunión?
Esto no nos conducirá a nada. Digo a los demás en espera de ver como evoluciona la situación.
Mirando fijamente a Whisper le pregunto en voz baja:
¿Nada te enseñaron en tu escuela de asesinos sobre indagar para llegar a tus objetivos? Bueno... está bien, ilumínanos compañero. ¿Cómo llegamos hasta nuestro amigo? Mejor dicho, ¿A cuántas muertes de distancia crees que está? Será mejor aprovechar cualquier vía de acceso, toda información es poca para lograr acercarnos a un tipo tan peligroso y escurridizo como ese...
Miro hacia la anciana de reojo, para asegurarme de que no me ha oído y continuo en voz alta para disimular...
Pues no... Ciertamente compañero, no me quedan, tendré que comprar mas varillas de lho cuando vea otro estanco... - Añado confidencialmente a la anciana, intentando hacerla cómplice- Aiss... este maldito mono... nunca puedes quitártelo del todo... ¿Ehhh? jejejeje.
¿Qué puedes contarnos de esa reunión? ¿No les parecerá mal que vayamos sin ser del barrio no? Ante todo las formas y el respeto... no nos gustaría importunar a nadie con nuestra presencia. Seguro que se habla de temas interesantes, y van gentes muy variopintas.
Le devuelvo la mirada sin siquiera inmutarme, despreciando si quiera contestar.