Partida Rol por web

Los proyectiles de la escopeta de Nixios llenan la habitación. La presencia en su mente se disipa, lentamente, y el primer pensamientos del arbitrador es que terrible arma debe ser en manos de un marine, dispuesto a despedazar cuerpos del enemigo, como Trahcia... 

Sacude la cabeza, borrando los últimos rastros del Eldar. Todos se encuentran en el piso, mientras el mismo Whisper llega a la puerta. Trahcia yace en un lecho de sangre, su brazo izquierdo prácticamente desmenuzado por la salva, un millón de fragmentos del escudo a su alrededor. Su armadura del torso está perforada en numerosos lugares, y la sangre sale copiosamente.

El alien no se encuentra mejor. De hecho, se encuentra mucho peor. Su cara es una máscara de piel y huesos partidos, el torso un muñeco agujereado. La sangre, espesa y brillante, gotea de la silla en un charco que crece rápidamente, inundando los cajones de obscura a sus pies.

!!NOOO!! Grito al ver la escena sin poder evitarla. Todo se nos ha ido de madre sin poder evitarlo, pero al menos, parece que al alíen le quedará bien claras las consecuencias de jugar con la gente. Rápidamente corro hacia el alíen y por si no está inconsciente tras la salva de disparos, me situó a su espalda y doy ágilmente la vuelta al rifle automático, de forma que la culata quede por delante. Con la fuerza necesaria, y viendo lo dañado que está, procuro no matarlo pero darle con la suficiente energía para dejar sin sentido durante un rato. POCKKK. Suena su nuca al impactar la madera de la culata de mi rifle. !!¿Qué hay de esos putos vehículos joder?!!  !!¿Es que los estáis montando a piezas?!! Grito desde mi posición a los compañeros que habían ido a ver de qué transportes disponíamos. !!PONERLOS EN MARCHA A LA DA YA, O NOS DAMOS TODOS POR MUERTOS!! Les exhorto para que corran con su objetivo.

!!Vamos joder!! Nos largamos de este puto lugar a la de ya. Que alguien le eche una mano a nuestra compañera, y que otro me ayude amover a este cerdo de mierda. La angustia estaba subiéndome claramente por la garganta a cada minuto de tiempo que perdíamos parados sin hacer nada en ese lugar, por lo que poniéndome en movimiento, comencé a llevarme a aquel ser, atado y bien atado para que no pudiese realizar ningún movimiento, aun cuando estuviera inconsciente. Si alguien no hace nada morimos todos en este agujero, !Pues vale! Lo hago yo, y lo hago rápido... Pienso mientras hago las cosas lo más rápida y eficazmente posible.

Pero... ¿Está muerto? Esque puede tener la jeta reventada por las postas, pero tener algo de vida aun. Por lo que me acabas de decir ya no será... Un probema. ¿No? Es que no entendí que estaba muerto, jejeje.

Corro velozmente hacia la puerta y veo los vehículos que hay, bajo las escaleras y busco la forma de abrir el coche más cercano que veo, un coche moderno pero apto para mis conocimientos de concucción. Busco las llaves, e intento abrir la puerta, para poner en marcha el coche y recoger a mis compañeros para salir pitando de ahí.

Vuelvo a toda hostia al hangar y busco las llaves de los vehiculos.

El psíquico se quedó estupefacto anate el espectáculo de sangre y vísceras que el cañón de Nixios había desencadenado. - ¡¡Púdrete en el infierno!!- pensó 13 observando el cuerpo del eldar destrozado por la posta a quemarropa del regulador. No sentía ningún tipo de pena por ese tipo. Ellos estaban allí para cumplir una misión, pero eso no significaban que fueran precisamente hermanas de la caridad. Estaban entrenados para matar a todo aquel que impidiera el devenir de su misión y una vez más había quedado patente. Hacía poco que habían pisado Alactra, pero el suficiente tiempo para iniciar una oleada de muerte, caos y destrucción.

- ¡¡Me parece que ya hemos acabado lo que teníamos que hacer aquí!!- mirando al regulador. - Y Tarkov, aunque a veces exagera demasiado, tiene razón. Así que recomponeros que nos piramos de este agujero de mierda. - En cuanto acabó de hablar, pudo comprobar que Thracia había sido herida, con lo que se acercó con intención de canalizar sus poderes y cicatrizar sus heridas. Aunque fueran sólo unas pocos.

Nixios consigue liberar sus mente cuando termina de disparar. El eldar está completamente destrozado pero Trahcia está al borde de la muerte. Rápidamente se cuelga la escopeta y se acerca a la arbitradora...perdona, se metió en mi mente y me obligó a disparar a alguno...tú y yo somos los más resistentes...mientras va hablando saca lo que parece un uniforme y hace jirones con los que aplicar un torniquete en el brazo e intentar tapar la salida de sangre.

Anthat lucha debajo de un vehículo buscando a toda pastilla llaves, o alguna forma de hacer contacto. Whisper rápidamente da una vuelta al lugar pero no encuentra nada, hasta tropezar con un cuerpo. El hombre ha sangrado abundantemente por la nariz, los oidos y los ojos, y en la mano tiene un manojo de contactos.

Se acerca a Anthat para ofrecerle la solución, cuando la mujer se levanta y el amplio transporte comienza a rugir. Un segundo tarde, dice la oficial, mientras sube al asiento del conductor y acelera al motor.

Nixios y Tarkov traen en andas a Trahcia, pálida pero con las mayores heridas ya sin sangrar gracias al torniquete del brazo y los poderes de 13 que han coagulado gran parte de las vías de entrada de los perdigones. Cada movimiento es un infierno, sin embargo; y gruñe con los dientes apretados cuando la suben al vehículo.

13 se apresura a subir; con el elevador arriba salen disparados a la calle con la cortina automática apenas elevada lo suficiente para no destrozar el techo.

Los neumáticos chillan casi tanto como la gente que se aparta apresurada del camino del transporte. Un vehículo cuadrado, pesado, blindado, pero con un potente motor a combustión que los lleva hacia adelante como un tren; Anthat se gira en el asiento.

- Creo que lo mejor es ir al cuartel Arbite, son sus compañeros y habrá que dar algunas explicaciones que seguro son mejor recibidas por ellos que pos los del Administratum, dice Nixios mientras ayuda a subir a Trahcia.

Rapido compañeros, al cuartel de los Arbites, seguro que ahí nos podran proporcionar seguridad y sanidad, ambas cosas bastante necesitadas en estos momentos, asi como una via de comunicación segura. Digo mientras reviso mi arma y me dispongo a repeler cualquier problema que se nos presente. Sin quitar la vista de las calles pregunto: ¿Como va? ¿Está estable? ¿Se recuperará? Seguro que si... es una chica fuerte...

Asiento en silencio, para mostrar mi aprobación.

Muy bien, agarraos bien y mantened a los heridos lo más estable posible, intentaré no dar giros bruscos e ir a una velocidad prudente, pero no aseguro nada.

Arranco el coche y con todos en su interior algo ajustados, conduzco para llevar a mis compañeros al cuartel Arbite

Nixios- Medio tose- Hijo... de un grox... como salga de esta- Tose del todo- Te voy a patear el culo...- Pone una sonrisa acompañada por la palidez de su cara- Dadme aunque sea unos estimulantes para el dolor...

- No creo que sea el mejor momento para chutarte, se te podrían volver a abrir las heridas, responde Nixios con cara preocupada. Pronto llegaremos al cuartel y podrán curarte...no te vayas a morir en un bache del camino¿eh?

El psíquico se sentó recostándose todo lo que puudo en su asiento. Aquello había acabado mejor de lo que un principio se podía pensar, aunque Thracia se desangraba con unas heridas demasiado feas como para observarlas.

¡¿A dónde ir?!... No importaba demasiado. La misión había sido cumplida y continuaba vivo.

- Donde digáis estará bien.

Anthat conduce a gran velocidad el vehículo por las calles de Alactra. Sin embargo, las curvas tomadas perfectas, casi como si fuera un corredor de correras, apenas sacuden a las personas del interior. 

Suavemente frenan en el cuartel arbite. Ante su identificación abren el portón y acercan el vehículo a la playa de estacionamiento. Media docena de oficiales se adelante, reconociendo a Anthat, y ante sus indicaciones rápido llaman al equipo médico para Trahcia.