Partida Rol por web

Bueno, Walt, verás... oí al coronel alemán decir algo así como, como... como que se acercaba una liberación, una purificación, no se... es una locura, pero dijo - tragué saliva, resignado a que se me considerara un loco - dijo, textualmente, ya no necesitamos a esos humanos... je. No tiene sentido...

Walter suspira.

-No sé lo que hemos visto...ni lo que has oído, William. Pero ahora debemos mantenernos con vida y llegar a la 60. Para eso tenemos que ser fuertes, pensar en lo ocurrido no nos ayuda. Luego, luego, hablaremos -promete tras un momento de indecisión.

Esboza una sonrisa cálida y palmea el hombro para que continúe hacia el norte.

-Lo estamos haciendo muy bien, pensaban que sería un paseo y aquí estamos. Dando guerra y más que daremos.

Me había mantenido callado desde la marcha, intercambiando mi mirada  entre mis compañeros, perosin decir o mostrar emoción, más que alguna mueca de dolor. Cuando Mike habló sobre los nazis, negué con la cabeza, relamiendo mis labios mientras los nervios aumentaban lentamente.

-Sanders no debió de quedarse, maldita sea.- Dije en voz alta, y antes de que alguien terminara de decir algo como "Sabe lo que hace" o "No te preocupes" respondería de una forma más enérgica. -¡Maldita sea, no debió quedarse!- Murmuré mientras volteaba para ver a todos que estaban en esa fila, frunciendo el ceño antes de negar con la cabeza. -Escuché hablando a los bastardos esos, se los juro que no son normales. Me cago en Dios, ese general de los Nazis, el put Zephon hablaba en un inglés impecable, como si fuera un americano, y ya sé que cualquiera puede pasar muchos años estudiando el idioma para llegar a ese nivel, pero lo que me descolocó fue lo otro que dijo.- Hice una pausa, asegurándome de que todos estuvieran prestando atención. 

-El bastardo dijo "Me temo que mi propósito y misión desbanca todos los tratados humanos. Porque mientras ustedes se matan en estúpidas guerras yo y mi gente continuando caminado sobre esta tierra, como hace miles de años.". Los putos nazis se piensan que son superiores, pero dudo mucho que tengan el cerebro lavado como para decir una mierda así, luego dijo algo como "Se acerca la liberación Nirosch, purifica las líneas. No necesitamos de esos humanos". Maldita sea, se pasaron la convención de Ginebra por el culo y por sus santos cojones al matar los prisioneros y para ponerle la cereza del pastel mató a mitad de sus soldados!– Me detuve por un momento, mirando a todos con los ojos bien abiertos, claramente estresado. -Si de por sí ver como un hijo de puta puede avanzar como si nada con los intestinos arrastrándose por el suelo, con toda esa mierda que dijo ese Capitán solo nos deja en claro que hay algo mucho más grande sucediendo, y es peor cuando no tenemos idea de lo que puede ser.- Entonces, luego de unos segundos finalmente recuperé la marcha, mucho menos tenso. -Vamos, ya perdimos mucho tiempo mientras perdía la cabeza allí... Rápido.-

-Vamos, vamos -chistó Walter- menos palique y más movimiento. Nos queda un trecho hasta la sesenta.

El médico no quiere que piensen en lo que han visto. No mientras lo tengan tan cerca, a sus espaldas. La moral y todo eso, masculla para sí mismo. Aunque sabe que en algún momento deberán hablar de ello.

El día inicia su fin con la puesta del sol hundiéndose entre las lejanas montañas y la copa de los pinos. Lentamente el dibujo de un cielo apenas nublado vaticina una noche luminosa, con la luna preparando todo su esplendor.

Y es algo de agradecer, cuando las últimas noches de ventisca y nieve solo permitían buscar algo de calor en el agujero de la trinchera a espera de un futuro mejor.

Ahora, en cambio a las horribles posiciones de Saint Vith, el bosque parece terminar para dar paso a una serie de colinas y ocasionales bosquecillos rematados por granjas arrasadas por el fuego de la guerra.

Quizás la única en pie se alza oculta entre cerros nevados y arboles. Lo que supone un alivio para el cansado grupo de soldados luego de una veintena de kilómetros de marcha.

En la distancia la abandonada vivienda podría ser lo mejor que ha sucedido últimamente…

El día inicia su fin con la puesta del sol hundiéndose entre las lejanas montañas y la copa de los pinos. Lentamente el dibujo de un cielo apenas nublado vaticina una noche luminosa, con la luna preparando todo su esplendor.

Y es algo de agradecer, cuando las últimas noches de ventisca y nieve solo permitían buscar algo de calor en el agujero de la trinchera a espera de un futuro mejor.

Ahora, en cambio a las horribles posiciones de Saint Vith, el bosque parece terminar para dar paso a una serie de colinas y ocasionales bosquecillos rematados por granjas arrasadas por el fuego de la guerra.

Quizás la única en pie se alza oculta entre cerros nevados y arboles. Lo que supone un alivio para el cansado grupo de soldados luego de una veintena de kilómetros de marcha.

En la distancia la abandonada vivienda podría ser lo mejor que ha sucedido últimamente…

Bastante antes de eso... 

La dificultad para obtener un disparo certero contra el coronel fue complicándose más y más. En principio porque otros soldados se interponían delante de Zephon y luego porque este habiendo regresado al semioruga era prácticamente inalcanzable.

Para empeorar la situación los monstruosos nazis comienzan a explorar los alrededores en pequeños grupos y todo esto obliga a Halcón a desistir su plan e ir sigilosamente detrás de sus compañeros. Eso es algo que hace sin ser visto por nadie hasta prácticamente el anochecer.