Partida Rol por web

- Dispensen señoras, hace calor, son muy buenos los apretones con este clima – Y claro es que cabíais un poco justos en vuestro banco

Salis por sin del pueblucho y toda la columna de soldados por detrás de vosotros a modo de escolta

- ¡Vamos caprichosa, galopa rápido, enseña a tus compañeras! - Grita el cochero a sus yeguas que tiran de la caravana con su curiosa voz.

- Su mujer si que me dio calores banquero Gatewood – Le dice el doctor – es la presidenta de ese comité de despedida… - se refería a “la liga de la justicia”

No estaba muy cómoda en el banco, estábamos demasiado juntos, apretados pero me consolaba que iba hacia una vida mejor y por ello respiraba aliviada, ya no había vuelta atrás. Este era el inicio de mi nueva vida. 

Me reí por lo bajo al escuchar el comentario del medico, la verdad que el alcohol hacia que este hombre se desinhibiera. No se como seria de largo el viaje pero por lo menos seria entretenido, aun que no creo que al banquero le hiciera mucha gracia que el doctor hablara de su mujer.

- Si, ya, bueno… - el banquero carraspeó un poco incómodo, parecía ser que a él tampoco estaba le agradaba mucho su propia mujer o las cosas que hacía.

Gatewood cambió de tema – Veo que vamos escoltados por el ejército ¿A que se debe?

- ¿No se ha enterado? Indios, Jerónimo salió de su reserva y se levantó en armas ¿No se lo dijeron en el telegrama? – Le responde el doctor

El banquero palidece – Si, si, claro, solo es que… no lo recordaba

-¿Quien es Jerónimo?, pregunte al doctor. Por lógica sabia que era un apache pero parece uno conocido por estos hombres, por que sino hubieran nombrado a los apaches y no al tal Jerónimo ¿Y es muy peligroso? obviamente si necesitabamos ser escoltados , debía ser peligroso

- Así es señorita – te respondió el docto, en este momento es el salvaje más temido de todos los estados, sanguinario, cruel, no respeta nada…

La otra mujer más fina se lleva la mano a la boca – Por favor doctor…

De pronto la caravana tras cruzar un riachuelo da un frenazo.

- ¡Sooooooooo! ¡Pero si es el mismísimo Ringo Kid! – dice el sheriff, sacas la cabeza y ves a un hombre joven y apuesto con un rifle en la mano aunque no os apunta, en la otra mano lleva unas alforjas

- Hola Curley – Dice Ringo - No esperaba verte en esta caravana…

Se iba a hacer eterno el viaje por que cada dos por tres nos íbamos parando, tenia ganas de llegar ya. De llegar sin que tuviéramos ningún incidente en la diligencia. Empezaba a tener miedo pero no dejaba que se me notara, sabia que nos podíamos encontrar apaches en el camino pero enterarme de que podía aparecer el mas sanguinario, salvaje y cruel de todos hacia que tuviera el bello de punta cada vez que pensaba en los apaches.

- Ni yo a ti en medio del camino… - le respondió Curley

- Se me murió el caballo anoche, pensé que podíais llevarme hasta la ciudad… si no os importa que haya otro pasajero - le dijo Ringo

- Claro, pero dame el Winchester…

- Tal vez haga falta, anoche vi arder la cabaña de un racho…

- ¿No lo entiendes Ringo? Vienes como detenido

Ringo parecía pensárselo pero justo en ese momento llegó la columna de soldados, Ringo le lanzó el rifle al Sherif - ¿Todo en orden? – Preguntó el teniente del ejército

-¿Conoce a Ringo?, pregunte al doctor ya que conocía a todo el mundo y que estaba enterado de todo, aun que la mayoría del tiempo estuviera borracho en el saloon estaba bastante informado.

Escuche atentamente lo que hablaba Ringo con el sheriff¿Que habría hecho para que el sheriff lo detuviera?¿Seria un ladrón?,sea quien sea,haya hecho lo que haya hecho como entre dentro de la diligencia vamos a tener que empezar a subirnos unos encima de otros, y que me esperaba un viaje apacible...

- Disculpen, espero no molestar demasiado – Dijo Ringo, vaya malhechor, hiciera lo que hiciera era bastante educada, se sentó en el suelo apoyando la espalda en la puertecita de enfrente a la que había entrado

El doctor te sonrió de oreja a oreja mientras Ringo se trataba de acomodar en el suelo – Ya lo creo que le conozco… ¿No te arreglé ese brazo cuando te tiró un caballo?

- ¿¡Es usted Doc Boone!? – Dijo Ringo alegrándose – No, ese fue mi hermano, pero le curó bien pese a estar bastante… bebido

Por lo menos no se ha sentado en este banco, intente mover el culo a los lados intentando hacerme con un poco mas de espacio, pero era imposible en este banco no cabía un alfiler.

¿Por que estaría Ringo arrestado?¿Deberia tener miedo?, tenia curiosidad pero no podía preguntar sin tan siquiera conocer a la persona, no quería parecer una maleducada.

Sabia que el doctor bebía bastante pero no pensaba que trabajara bebido, pensaba que trabajaba poco y luego se iba a beber, pero se ve que me equivocaba, seguro que su desayuno era un vaso de Whisky. Espero que no pase nada en este trayecto por que no me fio de un medico en el estado que esta el doctor.

Ahora el que intervino fue el banquero – Vaya, usted es el famoso Ringo Kid

- Mis amigos me llaman Ringo, pero en realidad mi nombre es Henry – le respondió

EL doctor prosiguió con su conversación – Gracias, los cumplidos profesionales siempre le sientas a uno muy bien, y dígame… ¿Qué fue de aquel muchacho al que le recompuse el brazo?

El semblante de Ringo cambió en el momento – Murió, lo mataron

Escuchaba la conversación del doctor con Ringo, por lo menos si seguían hablando el viaje seria mas ameno. Vi el momento de aclarar alguna de mis dudas cuando el banquero le hizo a Ringo una pregunta, no le molestaría que yo también le preguntara, -¿Por que es usted famoso?

-Siento lo de su hermano, la muerte de un familiar es muy duro. Hablaba por experiencia, una de las cosas mas duras por no decir la mas dura fue la muerte de mi padre.

Por un momento se había quedado como ido, con la mirada en el infinito.

- Todo el mundo sabe que los Plummer asesinaron a mi familia, a mis padres y a mi hermano por un asunto de tierras, pero no se ha podido demostrar, me detuvieron cuando iba a quemar su granja, me detuvieron y me escapé, ahora me he enterado que los hermanos Plummer están en Lordsburg y voy a saldar cuentas… - Parecía lo suficientemente convencido para omitir el hecho de que estaba arrestado de nuevo

Su cara tan amarga se alivió un poco con tus palabras de solidaridad e hizo un intento de sonrisa – Gracias señorita… - pues no sabía tu nombre, y definitivamente parecía un buen hombre que había tenido la mala suerte de caerle acontecimientos desagradables encima.

-...Dallas, complete la frase de Ringo

Entendía completamente a Ringo, los culpables debían pagar por lo que le habían hecho a su familia. Por mucho que me dijeran que confiara en la justicia, no puedo y no se si algún día podre, por mi no habían hecho nada, no habían encontrado a los culpables que mataron a mi padre y a mi me quitaron mi futuro, arrojandome a llevar la vida que llevo.

- Encantado – Dijo Ringo

Por un momento reinó de nuevo el silencio, siempre que podía y de forma disimulada, mal disimulada, el doctor daba un trago a una de las botellas de Whisky del maletín del hombrecillo.

Al cabo de pocos minutos los caballos frenaron su marcha – ¡Calma panchitaaaa! – le dijo el gracioso cochero a una de sus yeguas, en motivo… que habíais llegado al apeadero, era cerca del medio día, refrescarte, tomar algo y estirar las piernas os vendría muy bien.

El apeadero tenía como un muro exterior de piedra, al veros abrieron el portón de madera, lo cerraron cuando la caravana entró y ya se detuvo por completo para que todos pudieseis bajar.

Miraba incredula al médico.Nunca me había imaginado que alguien pudiera pasar tanto tiempo bebiendo, ¿este hombre no tiene fondo?¿por que el comercial no le dice nada?

Por fin podíamos bajar de la diligencia, era cómoda pero ir tan apretada iba a acabar conmigo. Estaba deseando bajar y dejar de notar la sensación de que iba a explotar.

Espere de las ultimas para bajar, quería bajar pero no tenia prisa me daba igual bajar la primera que la ultima.

Un hombre y una mujer salen a recibiros el hombre se dirige al Boone – Anda, pero si es Doc Boone, cuanto tiempo, me alegro de verte…

La mujer con un delantal puesto y un trapo sobre el hombro se rasca la cabeza – Me sorprende que aún lleguen diligencias con estos apaches que andan rondando…

- Pero… ¿En este apeadero no se suponía que tenían que haber soldados? – Pregunto preocupada la mujer que viajaba con vosotros, el teniente del ejército que hacía de escolta bajó de su caballo interesado también por lo que la mujer pudiese responder, la verdad es que no había ni rastro de ningún soldado excepto la columna que llegó con vosotros.

¿Al Doctor lo conocen en todos sitios?pensé. Mi duda es si con todo el alcohol que lleva encima el reconocera a estas amables personas.

Cada vez que escuchaba la palabra apaches me recorría un escalofrío por todo el cuerpo, cada vez era mas consciente de que eran muy peligrosos. ¿Debería haber pensado en ellos antes de comprar el billete?¿Debería haber aguantado un poco mas en el pueblucho?

Esperaba la respuesta de la mujer sobre la pregunta que le había hecho mi compañera de viaje, por si me tenia que preocupar mas o por si sus palabras me aliviaban del miedo.

Parecía ser que si lo reconocía, o no estaba suficientemente borracho o este hombre tenía una alta tolerancia al alcohol.

- Estaba mi esposo entre ellos, se trata del capitán Mallory… - Insistió la mujer.

- Lo siento, se fueron todos a Apache Wells – Esta era otra parada por el camino antes de llegar a destino, la mujer quedó disgustada por la mala noticia.

- Supongo que entonces ustedes nos acompañarán hasta allí ¿No teniente? – Le dijo el banquero

- Lo siento, pero tengo órdenes de volver con mis hombres, pueden acompañarnos de vuelta o seguir por su cuenta – Dijo el teniente proveyendo un posible problema

¡¿QUE?!¡¿QUE?!, dije sorprendida. Me quede con la boca abierta ante el teniente. ¿Seran capaces de dejarnos a nuestra suerte? ¿Sereis capaces de dejarnos a nuestra suerte?, Yo no puedo volver a ese pueblo, no quiero, dije en tono alto sin llegar a chillar, con los puños cerrados apretandome de la rabia