Partida Rol por web

- Ha fallecido – Aseguró el doctor y puso su chaqueta encima del rostro del jugador, el hombrecillo tiritaba, estaba herido, pero su vida no parecía peligrar.

Un rostro preocupado se asomó en posición invertida desde el techo por la ventanilla del carruaje – ¿Cómo estáis? – Era Ringo que pareció tranquilizarse al ver que estabas bien, pero viendo el estado de otras personas su alegría no pudo ser mayor - El peligro ha pasado, en pocos minutos esteremos en Lordsburg - Te sonrió timidamente de nuevo

Si ya estaba contenta al escuchar al séptimo de caballería, mas lo estaba al ver a Ringo asomarse por la ventana. Estaba sano y salvo, se me ilumino la cara al verlo y le sonreí.

Mire a la madre, -Ya estamos cerca de Lordsburg, pronto se reuniara con su marido y podrá conocer a esta preciosa criaturilla

Por curiosidad me acerque a la ventanilla y mire hacia atras.

La mujer te miró sonriente y le hizo una caricia a su bebé en la mejilla.

Cuando te asomaste para mirar atrás viste que la desbandada de los apaches era general, dejando un buen rastro de cadáveres, esos tardarían en volver a atacar si es que algún día lo volvían a hacer.

Parte de los soldados del ejercito se reagrupo para escoltar vuestra caravana hasta la ciudad, en poco ya estuvisteis allí, parecía mentira, pero se había logrado llegando justo cuando ya anochecía.

Se abrieron las puertas y la gente de la ciudad os echó una mano, a la madre la pusieron en una camilla - ¿Y Richard? – Preguntó preocupada

- Está en el hospital militar, no se preocupe, lo llevaremos con él – Dijo una enfermera te pidió el bebe para que acompañara a su madre en el viaje, esta tuvo un último detalle contigo – Dallas, si me necesita alguna vez… - Era evidente que el trato contigo había cambiado

Acerque mi cara a la del bebe para darle un beso antes de darselo a tu madre,-Le deseo lo mejor a usted y a esta preciosidad. Le acaricie la carita cuando ya estaba en brazos de su madre.

-Muchas gracias, sonrei, lo mismo le digo. Estaba contenta todo había terminado bien y encima alguien había cambiado su opinión respecto a mi después de conocerme. Los partos unen a las personas o eso parece, nunca me había planteado ayudar en los partos, nunca me había planteado trabajar en nada ya que me vi abocada a ser lo que era, pero la experiencia habia sido muy gratificante.

Busque y me acerque a Ringo.

Otro herido que se llevaban era el hombrecillo comerciante, que también se quiso despedir de ti – Adios señorita, si alguna vez va a Kansas City no deje de vernos a mi y a mi familia

Localizaste a Ringo que bajaba del techo y se acudía la ropa del polvo, te sonrió de nuevo al verte y también se acercó a ti, a unos metos pudiste escuchar voces - ¡Ha llegado Ringo! – El hombre parecía tener cierta fama.

El que también se acercó fue el sheriff – Bien Ringo

- ¿Cuánto tiempo me caerá? – Preguntó

- Un par de años

- ¿Conoce mi Rancho de México? ¿Puede encargarse de que la señorita Dallas llegue?

- Si

Vaya, esto era fuera de todo lo normal, nunca te había pasado algo así

-Muchas gracias, conteste sonriente al comerciante, espero que esa herida mejore pronto y pueda disfrutar de su familia en kansas.

Era agradable ver el cambio que habían tenido los demás hacia mi persona, salir vivo de este tipo de experiencias une pero también creo que me han conocido y se han dado cuenta que no soy una mala persona.

-Parece que Ringo es famoso, pense al escuchar a varias personas nombrarlo. Quería abrazarlo pero no me parecio que fuera un buen momento mientras estaba hablando con el sheriff, así que me limite a estar a su lado escuchando la conversación.

-¡¿Que?!, me quede perpleja con los ojos bien abiertos al eschuchar la ultima frase de Ringo. No me esperaba nada por el estilo, si apenas nos conocíamos, no sabía nada de mi. -Si no me conoces de nada¿Por que haces esto?, pregunte a Ringo esperando respuestas

Ringo se giró hacia ti - Dallas, yo… - comenzó a decir pero alguien os interrumpió

- ¡Apresen a ese hombre! – Le dice el rancio del banquero al Sheriff refiriéndose a Ringo

Allí cerca estaba un hombre de la ley de la ciudad, le preguntó - ¿Quién es usted?

- Gatewood

- ¡Queda detenido gatewood! ¿No se le ocurrió pensar que arreglarían el telégrafo?

Uno de los hombres le quita el maletín, ese por el que había demostrado tanto “afecto” y lo abre – Está aquí el oro ¿A dónde iba con el dinero de sus clientes?

- Pero pero… tiene su explicación – Dijo el banquero visiblemente azorado

- Claro, claro, explíqueselo al juez

No daba crédito a las palabras del banquero contra Ringo, encima que gracias entre otros habíamos llegados sanos y salvos hasta Lordsburg.

De piedra me quede cuando detuvieron a Gatewood, el que se las daba de hombre respetable y digno, como podía alguien robar el dinero de la gente que ha confiado en el banco para guardar las cuatro perras que tienen ahorradas. Me alegro que este lo arresten por su mal hacer.

-Quien lo hubiera dicho, comente mientras observaba la escena

Se llevaron al banquero y la mayoría de la gente se fue, Ringo te miró y se dirigió al sheriff – Déjeme libre diez minutos

Curley se frotó la nuca.

- Le di mi palabra Curley, no me escaparé – Insiste Ringo

El Sheriff le lanza su rifle y Ringo lo atrapa – No tiene balas…

- Le engañé Curley – Ringo se quita el sombrero y saca unas balas que pone en el rifle – Tenía tres de reserva – Ahora Ringo te mira a ti – Vamos, te acompaño

Sonrei al Sheriff por aceptar la petición de Ringo y dejarlo libre aun que solo fueran 10 minutos, mas valía eso que nada.

-Tenemos cosas de las que hablar,¿No crees?, le dije a Ringo

Comenzasteis a pasear por la calle, por fin a solas con él desde anoche.

- Si, te dije una cosa y la mantengo, por cierto… ¿A dónde vas? ¿Quién te espera? – Estas palabras removieron tu conciencia, un hombre que te ofrecía todo y aún no le habías dicho la verdad, pero claro, si se lo decías… ¿Cuál sería su reacción?

Era el momento de contarle a que me dedicaba, lo tenia que saber y se lo tenia que decir yo. No tendría que contarselo, perfectamente podría coger e irme donde tenia pensado, pero tenia una conexión especial hacia Ringo y lo mas importante es que no me avergonzaba de lo que era, las circunstancias de la vida me habian llevado a ello.

-Es todo muy raro, mire a Ringo, No nos conocemos de nada, no sabes nada de mi ¿Y si soy una mala persona?¿Por que quieres que vaya a tu rancho si tu no vas a estar alli. Aun que podia imaginarme llevando otro tipo de vida y viviendo en el rancho, no me hacia gracia estar en un rancho yo sola, en un sitio donde no conoces a nadie.

Cogí la mano de ringo, clave mis ojos en los suyos -Tengo que contarte una cosa muy importante que no sabes sobre mi

- Dímelo tú ¿Eres una mala persona? Algo me dice que no lo eres, me gustas… yo… - Bajó un poco la mirada un poco apenado – Si no quieres ir no tienes que hacerlo, sólo se trataba de una propuesta, si me quisieras esperar…

Caminasteis un poco más, ya llegabas al burdel, pero claro en esta calle había de todo, podías parar allí, pasar de largo… todo dependía de ti, cuando cogiste su mano se detuvo y también te miró a los ojos – Dallas, no tienes que contarme nada que no quieras, no importa lo que hayas hecho, lo que me importa es que quieres hacer de ahora en adelante, si te quieres casar conmigo…

Eso lo dices ahora, pero puede que te enteres de cosas de mi que no te gusten, hice una pausa, prefiero que te enteres por mi. ¿No te preguntas por que en la diligencia me trataban asi?, yo si fuera tu lo haría, me acerque aun mas a Ringo sin soltarle la mano

No voy a dar mas rodeos, he venido aqui para trabajar, mire hacia el burdel y señale con la mano que tenia libre, para trabajar en ese burdel

Ringo miró a donde señalaste, su rostro enrojeció un poco, quizás por tensión, por tener que escuchar lo él ya había intuido, o simplemente porque le impostabas.

Te sujetó por los hombros y te habló francamente - ¿Es eso lo que quieres para ti? ¿No quieres una segunda oportunidad? Ya te lo he dicho, no me importa lo que hayas hecho, yo también tengo un pasado del que me arrepiento, quizás por eso me siento más atraído por ti, dime Dallas, ¿Querrías abandonar esa vida para siempre y casarte conmigo?

-Si, quiero, esas fueron las dos palabras que salieron de mi boca al escuchar la propuesta de Ringo. Fueron unas palabras que salieron desde el corazón, no me tome tiempo ni para pensarlo. Las palabras de Ringo sonaban sinceras, no había dudado ni un momento después de contarle a lo que me dedicaba.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Ringo, ya que tenía de los hombros te acercó y te besó.

Los besos era una de esas cosas que no solías dar a tus clientes y estabas en tu derecho a negarte, eso hizo más especial este beso, posó tus labios en los tuyos y para su valentía su lengua comenzó a tantearte con timidez, como esperando confirmación de que te parecía bien su intromisión en la que buscaba tu lengua.

No me esperaba el beso, me pillo por sorpresa. Abrace mas fuerte a Ringo, cerre mis ojos y moví me lengua. ¿Lo estaría haciendo bien?¿Le estaría gustando?, a mis 26 años pocos habían sido los besos que había dado y estaba insegura. Esperaba que le gustara este beso tanto como me estaba gustando a mi. Era un momento especial, era el momento mas especial  de mi vida.

Notaste como sus manos se relajaron y acariciaron tu espalda y tu beso, quizás no fue el mejor beso del mundo, pero fue muy sentido por los dos y eso lo convirtió sin duda en muy especial.

Ringo se separó con una sonrisa, se le veía feliz, aunque no duró mucho, pues viste un poco de pena en su cara.

- Dallas, no te muevas espérame un momento, quizás no lo entiendas pero hay cosas que tiene que hacer un hombre o se volverá loco de por vida, tan sólo espérame

Acarició tu rostro, inspiró hondo y se dio media vuelta alejándose con el rifle en la mano.

Me quede desconcertada, ¿No le habría gustado el beso?¿Por que tenia esa cara?.

-Pero....¿Donde vas?, pregunte cuando se alejo de mi. No entendía nada, era tan bonito lo que acaba de pasar y ahora se iba a hacer algo que no sabia que era, aquí me había dejado con cara de tonta, esperando a que volviera con una explicación.