Tú ya te quedas con TODO. Maldito avaricioso!!!!! Al menos lo que haya dentro deberá ser para mí! porque para eso soy el hijo pequeño que no va a heredar ni una maldita cosa. El resto es tuyo, la Masía, las rentas, todo el resto...
Dice cobijado tras Edorta con la cara roja de ira.
En un momento dado, parece que el propio Ramón vaya a sacar su espada y rebanar el pescuezo de su hermano y que Miguel por su parte, vaya a ordenar a Edorta que parta a Ramón en dos.
Los ánimos están muy caldeados, finalmente Ramón parece calmarse y con un gesto os indica que le acompañéis al piso de arriba antes de la cena.
Después de la rebelación de Mohammed, Ausàs no ha podido apartar la mirada de Edorta intentando corraborar las palabras del moreno. Que no respira, cómo que no respira, todo el mundo respira... aguanta la respiración? Respira suavemente?
Pasa la mayorparte del tiempo en sus reflexiones hasta que las cosas se ponen tensas, momento en que su encallecida mano se posa sobre la empuñadura de su espada. Finalmente suspira con cierto alivio cunado Ramón entra en sus cabales y decide tomarse un tiempo para reflexionar.
El médico observa atentamente la escena y la pelea entre los dos hermanos intentando mediar entre ellos.
Vamos , vamos, podéis llegar a un acuerdo. Al fin y al cabo sois hermanos!
Los dos hermanos fulminan con la mirada al médico, además el Vascón se acerca al médico y mira a su señor Miguel, éste niega con la cabeza y el vascón relaja el gesto.
Cuando Ramón hace un gesto, Fernando sigue al mercader saludando con la cabeza a Miguel como pidiendo permiso.
PNJTIZADO
Mejor no discutir. Quizás luego lamentar... Yo preguntar... ¿Qué ser lo que haber en "habitación de dos cerraduras"? ¿Quién tener llave de cerraduras? -pregunto en tono conciliador, intentando que las cosas no lleguen a mayores.
Mientras subís al piso de arriba, Ramón que va delante, se da la vuelta al oir la pregunta de Mohammed y susurra:
Yo tengo mi llave aquí colgada, siempre conmigo.
Mete la meno en el interior de su jubón y saca una llave dorada que lleva colgada del cuello por una cadena también dorada.
Cuando estáis arriba, Ramón os conduce a una gran sala, cuando todos estáis dentro se apresura a cerrar la puerta.
Estás paredes oyen, escuchad. Tengo algo que proponeros.
Dice entre susurros.
El entierro menos sentido que haya visto en mi vida, ni una sola lagrima.
No habia signos religiosos en el ataud del padre de Ramón. A Leandro no le gustó nada este detalle. No le importaba todas las rarezas que estaba encontrando en esta familia, pero al menos esperaba que fueran hombres de fe.
Hable, Ramón dijo Leandro con desgana
Ausàs cruza los brazos sobre su pecho y se apoya de espaldas a una de las paredes. Su mirada silenciosa se pone en Ramón.
La trama se espesa, mucho me temo que este personajillo tiene en mente algún tipo de trabajo sucio.
Empieza a hablar muy bajito:
Habéis sido testigos de cómo es mi hermano y de cómo quiere robarme lo que es mío. Hemos intentado llegar a un acuerdo pero no hay manera con él. Ese cabrón! - Aprieta los puños y lanza una blasfemia -
La única solución es acabar con su mísera vida. Por eso necesito de vuestra ayuda. Esta noche, después de la cena, cuando todos estén durmiendo, iréis a su habitación y acabaréis con su vida. El vascón ese acatará lo que yo le diga cuando mi hermano haya muerto. Sino, podéis acabar también con él.
Sé que lo que os estoy pidiendo no es baladí, pero por supuesto, seréis recompensados. Os daré 500 croats de plata a cada uno por el trabajito y dependiendo de lo que haya dentro de la habitación de las dos cerraduras, también os daré algo de allí. ¿ Qué me decís ?
Yo tener pregunta... ¿Tan importante ser lo que haber en habitación? -chapurreo algo confuso- Además... No sé si ese vasco poder morir... Creer que ya estar muerto...
Ausàs arruga el gesto al ver como se cumple su pero suposición, pero después, al escuchar la recompensa enarca las cejas.
- En cualquier caso, sería cosa primero arreglar lo pendiente, os hemos traído sano y salvo, y como la ocasión anterior sugiero un adelanto de la recompensa. No es que sea un trabajo que me agrade, pero por esta suma tendría que ser más santo que el Papa para resistirme... y no es el caso.
Luego escucha las palabras de Mohammed.
- Hay formas de neutralizarlo, aún sin poder matarlo, con unas armas de asta los podriamos aferrar a una pared, o colgarlo y una vez allí quemarlo o decapitarle. O desmembrarlo directamente, sun brazos no será tan peligroso, por grande y feo que sea. E incluso la iglesia nos podría recompensar por dar y eliminar a una aberración como esa.
Sorprende como de inhumano se expresa Ausàs.
La proposicion que escucha no agrada para nada a Leandro y mucho mas asqueado se muestra cuando escucha como sus compañeros no rechazan de plano la peticion del mercader.
No recaera bajo mi conciencia un asesinato a sangre fria como el que usted propone. El gesto de Leandro es duro y firme. Pagueme y podre largarme de este lugar. Echa una rapida mirada a sus compañeros. Si vosotros preferis una buena suma antes que un alma en paz, no es mi problema, os esperare en la taberna del pueblo.
- ¿ Muerto dices ? no puede ser, eso es imposible. Por muy brujo que dicen que sea mi hermano, eso no se puede hacer.
Por su voz percibís que no se cree absolutamente nada.
- Tomad el maldito dinero. El hombre vuelve a sacar su bolsa y tras sacar varios puñados de monedas empieza a contarlos encima de una mesa, después hace cuatro montoncitos y os entrega uno a cada uno. Podéis contarlo, está todo. Son 175 para cada uno.
Su cara es un poema, soltar tanto dinero de golpe para un tacaño como él es demasiado.
- Leandro no te vayas, si no queréis matar a mi hermano lo acepto, pero al menos cenad con nosotros y protegedme esta noche. Sólo os pido eso, os daré 25 croats más por la mañana.
Psicología el que quiera.
Ausàs se gurada con presteza los 175 croats que le pertenecen. Aisntiendo a Ramón tras cumplir la palabra.
- Por mi no hay inconveniente, si es que pretende continuar con la historia, cuente conmigo, sr. Ramón.- Hace una breve pausa, como si buscara las palabras adecuaas.- Mas, estaría bien que consideraráis un pacto con vuestro hermano. Al fin de cuentas, fue la última voluntad de vuestro padre, este reparto de sus bienes.
Tirada: 1d100
Motivo: Psicología
Dificultad: 60-
Resultado: 57 (Exito)
Creo que las tiradas de psicología las deberías de hacer tú, y luego, si alguien la pasa, ponerlo en un post privado para quien/quienes la pasen. Agilizaría mucho :)
Algo te dice que lo va a intentar él mismo cuando todos duerman, él intentará matar a su hermano.
Bueno es que se supone que en mesa son los jugadores los que declaran la intención de hacer tal o cual tirada pero por aquí ralentizaría más,por eso lo hago así, pero no obstante lo voy a hacer como tú dices.
Alguien llama a la puerta, tras un par de segundos la puerta se abre y aparece Edorta el cual os hace un gesto inequívoco de que le acompañéis.
Bajando las escaleras os lleva hasta una gran sala con una mesa enorme donde la cena está servida y Miguel ya está comiendo una pata de cordero a bocados.
Tras sentaros en vuestros respectivos sitios, con un hermano a cada extremo y vosotros entre medias, dos en un lado y dos en otro.
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