Partida Rol por web

Todas rieron y se fueron hacia la bestia de séis ruedas, que ya estaba cargada con las tablas y soportes para montar las mesas en el mercadillo. Tenían telas y listones para montar unos toldos y un montón de cajas con ropas y otras tantas con los amuletos y ungüentos creados por Eloise y Six.

Annabeth condujo y en veinte minutos estaban en una zona llana cerca del pueblo donde había otros muchísimos puestos de venta.

Descargaron las tablas gracias a una polea que instalaron en la parte de atrás del vehículo y montaron las mesas al lado de lo que parecía la calle por las que pasaban la gente.

-Bueno, bueno, bueno -dijo Six mientras montaba las mesas- ¿vamos a escuchar la historia con los detalles o nos quedaremos con las ganas?

-Yo no sabía que iba a haber show así que no había ninguna segunda intención-aseguró mientras caminaba con las chicas y presenciaba el intercambio de puñaladas.

-¿Fuiste tú quien se chivó de que me colé al amanecer en el cuarto de Bror ayer?-miró a Six cuando reveló que ella madrugaba para cuidar de las plantas.

El viaje fue más tranquilo y se puso a jugar con Six, y con Jezz en el asiento de atrás.

-¿Qué queréis que os diga?-suspiró- creí que me le había cargado después de dejarle tan cansado como para que durmiese todo el día... pero se ve que descansó bien-empezó a ayudar a montar el puesto, coordinándose con Six mientras las demás hacían su parte- ayer cuando salimos del bar y me despedí-las miró- todas me oísteis hacerlo-añadió- me encontré que estaba ahí, en mi cuarto, sentado en los pies de la cama a oscuras-se le erizó la piel y levantó los hombros al recordarlo- no me dio tiempo a nada, simplemente se levantó en cuanto notó la luz de fuera entrar en el cuarto y cerró la puerta conmigo dentro y me atrapó entre él y la pared y entonces... pues lo típico, ya sabéis como funcionan esas cosas-miró a Jezz- perdona por el ruido, dulzura, intenté no hacerlo. De verdad-pero Bror embestía con fuerza y la cama no estaba anclada a la pared-si sabe lo que le conviene hoy se lo pasará durmiendo y parte de mañana también-miró a Six- o quizás le he hecho más fuerte, como en la leyenda de tu abuela-bromeó.

Fue al coche a por la mercancía.

-¿curiosidad satisfecha?-preguntó al volver.

-¿Y por qué te lo ibas a cargar? Mira que eres exagerada -dijo Annabeth- creo que aquí hay cosas que no nos cuentas; pero bueno, todas tenemos secretos -esbozó una sonrisa amable y siguió extendiendo ropa- como que tenemos una vigilante matutina de la que no sabíamos nada -miró a Six y la sacó la lengua, y la Droia respondió con el mismo gesto.

Jezz se acercó mirando a Eloise, como si intentara leer la mente de la súcubo.

-Yo aún tengo curiosidad; pero lo dejamos para más adelante, ¿vale? -miró a la chica- y no te preocupes en hacer o no hacer ruido. Si nos molestara escuchar eso estaríamos siempre de broncas y no dormiríamos todos cerca.

-¡AH! Se me olvidaba -dijo Jezz, sacando un sobre- tu paga por el trabajo de anoche en el bar -le entregó el sobre y tenía cerca de doscientos dolares en billetes de cinco y diez.

-Además de que la cuarta parte de lo que obtengas de nuestras cosas será para ti, la otra cuarta parte para mi y la mitad para reinvertir -explicó Six- Como ves, no te va a faltar el dinero -dijo divertida.

La mañana fue más que provechosa. Vendieron la inmensa mayoría de lo que llevaban, y Annabeth y Sherezade también hicieron caja.

La gente pasaba por delante; pero entre la alegría de Jezz y la novedad del rostro de Eloise, junto con su labia, hicieron que muchos se acercaran y compraran algo.

Algunas chicas jóvenes compraron "amuletos de amor" así como algo sugerente del puesto de la sastres, otras más mayores compraron los remedios para poder ir mejor al baño, y poco a poco todo iba saliendo.

El mercadillo empezó a quedarse vacío a la hora de comer, y las chicas comenzaron a recoger. Muchos se quedarían por la tarde; pero ellas tenían que descansar para trabajar en el bar y no era cuestión de darse una paliza a trabajar.

Desmontaron los puestos y volvieron a casa. Fenrir estaba tumbado en una de las amacas bebiéndose una cerveza junto a Jotun, mientras que Joy, Chico, Chiqui y Kloss estaban en el agua.

-Te sorprendería las cosas que pueden pasar si soy demasiado impetuosa-dijo con una voz apagada, evitando el contacto con Jezz cuando se le acercó-Pero esa historia es para cuando todas os hayáis pasado como poco día y medio durmiendo después de una sesión conmigo. De momento lo dejamos en que Bror no va a despertarse hasta mañana como pronto-añadió intentando bromear y aligerar el ambiente, olvidando el desastre de la última orgía en la que Ethiel había llevado la voz cantante.

-Hemos vueltooo-canturreó a modo de saludo-Qué bien se os ve, ¿hay más cerveza para mí?-comentó mientras descargaba con las chicas los restos de mercancía (que no era ni una caja) y las mesitas.

Qué voy a hacer con tanta pasta....mandarle algo a Alba, supongo.

-Voy a dejar la paga y a cambiarme para poder trabajar con la moto-avisó cuando hubo terminado teniendo en mente el usar el bikini como ropa interior y así ahorrarse el llevar un top con el mono de trabajo y pasar del taller a la piscina sin molestar a la bestia durmiente que esperaba (o eso quería ella) en su cama.

Kloss había salido disparado cuando Annabeth aparcó y, como era común en él, ayudó a las chicas a bajar del vehículo como siempre, una mano en cada nalga no fuera que se cayeran o algo.

-Las que quieras en el cubo -fue la contestación de Fenrir. 

Cuando subió a su habitación, Bror seguía durmiendo, tumbado bocarriba exactamente como lo dejó Eloise cuando se fue. Abrió un ojo al escuchar a la chica cuando se estaba quitando la ropa para ponerse el bikini.

-Muy buenos días -dijo con los ojos entreabiertos y una gran sonrisa.

-Buenos días,mo chridhe. ¿Estás bien? Si no te sientes como ayer cuando despertaste no te muevas-le recomendó mientras se desvestía con el fajo de dinero en el cajón de la ropa interior.

-El mercadillo ha sido productivo, a Jezz le ha encantado encontrarse con tu erección matutina y abajo están bebiendo cerveza-se puso el bikini y encima el mono de trabajo-¿Entonces...?-se sentó a su lado y le echó un vistazo a la runa, haciéndole girar la cabeza hacia el escote.-descansa, no quiero matarte si me seduces otra vez-dijo medio en broma mordiéndole en la clavícula con suavidad.

Si sigue así más le vale fortalecerse o encontrar él lo del ritual o aquí se nos muere alguien... inconsciente.

Sopló un beso mientras cerraba las cortinas y salía del cuarto para irse al taller a hacer cosas productivas. Tenía mucha energía y había que quemarla.

-¿Erección matutina? Entonces ya estoy más recuperado que la otra vez -dijo divertido mientras observaba como se vestía. Dejó girar su cabeza hacia el escote de la chica y lo miró descaradamente antes de hundir la cabeza ahí de nuevo, y soltó un gruñido al notar el mordisco de la chica.

-Te obedeceré y descansaré -se tumbó en la cama de nuevo- tengo trabajo que hacer con éstas sábanas -se envolvió con ellas y se giró tras recibir el "beso volador" de Eloise.