Partida Rol por web

Albioness escuchó tratando de poner la maxima atención. ¿Era este el motivo por el que le habían dado los dias libres de guardia? ¿Para participar en esta expedición? Sin lugar a dudas, esto era parte de su destino, al menos, es lo que la chica pensaba.

- Y esta reliquia... bueno ¿Qué es? ¿Por qué es tan importante que mandaron asesinos a impedir su busqueda?- Antes de aceptar cualquier cruzada, recordaba la joven: el paladín debe examinar su naturaleza y comprobar que se alinean con la esencia del Bien universal. Las palabras de su maestro rezonaban en la cabeza de la joven, impulsandola a tratar de averiguar mas del asunto.

Erwyn se sentía confuso. La mujer de gestos refinados había requerido su compañía, pero antes de que pudiera enterarse del motivo, una tromba de variopintos personajes había irrumpido en la taberna farfullando algo sobre una chica herida.

Ahora estaban sentados codo con codo y la humana, al parecer de la poderosa casa Cannith, desvelaba su proposición.

Así que se trata de recuperar un objeto, pensó el jóven. No era muy diferente de su tarea de asegurar los artículos expedidos que su propia casa le encomendaba, salvo tal vez por que el siempre trabajaba solo, exceptuando a Selene.

Hummm...Orien mantiene una estrecha relación con Cannith, proveyéndola de la materia prima necesaria para sus fábricas y transportando los elementos de maquinaria producidos, así que no estaría nada mal sumar unos puntos aceptando este encargo.

Decide sumarse a la expedición, pero antes de que pueda siquiera presentarse, los recién llegados asaltan a la dama con una batería de preguntas. 

Vatra suspiró con cierto alivio, aunque no estaba libre de sospechas, una vez escuchó las palabras de lady Cannith, e que la tarea que les quería encomendar, era terriblemente peligrosa, incluso con el común aliciente de una recompensa. Sin embargo, se creía todavía en deuda, así que Vatra simplemente asintió con la cabeza - Para mí no será problema el aceptar vuestro encargo, siempre que la recompensa cuadre con el valor real, histórico y/o sentimental de lo que tengamos que ir a buscar- dijo con absurda honestidad. No servía de nada hablar sobre el valor real, porque una moneda vieja no tendría ninguno, más allá del histórico.

-Aunque sólo estaré dispuesto a partir una vez tenga asegurado que la joven se encuentra bien y saldrá de ésta sin más que un susto, no se que opinarán los demás al respecto- dijo, echando una rápida ojeada a todos los que habían estado allí y que parecían estar en el punto de mira de la señora.

   Vaya, pues que rápido enseñaba sus cartas milady d'Vow... Eso es que algo se callaba.

-¿Una antigua forja Cannith eh?- Y precisamente nos atacaba uno de los forjado creados por los Cannith. El asunto apestaba a secretos. Secretos que a la casa Medani le encantaría conocer, y encima cobrando minuta. -Bien señora, no veo inconveniente en hacer una expedición por el subsuelo de mi parte; Héri y yo solemos trabajar solos, pero dada las capacidades ofensivas de nuestros oponentes, aprecio su compañia en lo que vale. Mi nombre es Minharath-.

Todo estaba oscuro ¿Estaba muerta? Sinceramente dificilmente se sale de un golpe como ese... espera... ¿y esas voces? Abrí poco a poco los ojos y empecé a ver, estaba en una cama, en un sitio cubierto al fin, intenté incorporarme pero noté un fuerte pinchazo en el pecho... claro, la herida.

Tras varios intentos me levanté al fin y andando con dificultades pude salir de la habitación en la que descansaba. Estaba en una posada, buscaba a mi hermano y el resto del grupo, finalmente los vi y ayudándome de los objetos fijos que iba encontrando en mi camino llegué en la sala en la que estaban reunidos con una mujer. 

Minharath me esperaba con una copa de vino especiado, mi favorito. Me acerqué a él con una sonrisa que disimulaba el dolor y le di una pequeña palmada en la cabeza justo antes de sentarme a su lado. No dije nada, pues estaban todos hablando, esperaría a que me contaran algo.   

Al ver sentarse a la muchacha de la que todos hablaban, lamenta el haber permanecido absorto en la conversación y no darse cuenta de su llegada, para ayudarle a caminar.

Tal como se ha apoyado en la silla para acomodarse, debe tener alguna costilla lesionada, concluye.

Al comprobar que ya están todos decide presentarse:

-Bueno, como parece que los demás os conocéis me toca hacer los honores. Soy Erwyn y estaría encantado de formar parte de la expedición, dice mirando a los ojos a todos los presentes, en un recorrido que acaba en la dama de azul, confirmándole que acepta su oferta.

- Bonal iba a traer el diario donde está el mapa de como acceder- explicó Elaydren- ¿Lo habéis visto? Quizás la Guardia lo haya cogido, no les será de utilidad, para cualquiera que no sea Bonal o una servidora, cualquier otro que lo abra solo verá un libro en blanco. Puedo hablar con los Guardias y recuperarlo, lamentablemente hasta mañana no podría conseguirlo, eso siempre que algún Guardia lo haya cogido y no se haya perdido en la intemperie, si ese fuese el caso tardaríais más en poneros en marcha, ya que tendría que ir a por el mapa que tengo escondido. La ubicación de la forja perdida está en lo más profundo de la torre Dorasharn. Unos 57 niveles por debajo del sistema de alcantarillado actual de la torre. Os ofrezco 1000 piezas de oro y la buena disposición de mi casa si recuperáis la reliquia y me la devolvéis- la dama escucha las palabras de Albioness- La reliquia que busco es un disco de adamantia con la forma de una estrella de siete puntas, del tamaño aproximado de una mano. No tiene ningún poder especial por sí misma, pero contiene un antiguo esquema; un trozo de un patrón empleado por los artífices de la casa Cannith de antaño para fabricar objetos inusuales. Recuperad este retazo de la historia para nosotros, y la casa Cannith se mostrará extremadamente agradecida

Despue de escuchar lo dicho por la señora, entre sorbo y sorbo de cerveza, pienso en lo dicho y no recuerdo nada de un libro, aunque con lo que caia, no lo habria visto ni aunque lo hubiera llevadoen la mano. 

Asi que viendo lo que nos ofrecen por buscar el objetillo empiezo a relamerme y a la vez dudar por que veo mucho dinero y hay que bajr 57 niveles, que siendo enano se que es una distancia considerable para una zona humana.

señora yono soy ni tan educado ni tan servicia como esta gente que se ha puesto a sus pies, agradezco la ayuda prestada para sanar a la joven, pero a mi lo que me i teresa es el dinero y lo que ofrece es bastante, aunque lo de esos objetos inusuales, podría caer alguno en nuestra manos por el favor?  Para mi lo veo interesante

   Vaale, así que sin el diario, todo se iba a la mierda. Puede que lo tuvieran los guardias, pero posiblemente había una razón por la que el asesino había vuelto a la escena sin tener en cuenta su inferioridad numérica.
   Minharath cogió el maletín del preboste y suspiró, le hubiese gustado verlo en privado, pero si la aseveración de d'Vow era cierta, para él tan sólo sería un libro en blanco; Así que abrió el maletín, rebuscó y... bingo.
-Nada por aquí, nada por allá... y aquí está- Minharath colocó el diario del preboste en la mesa -Eso evitará que se retrase en sus planes milady. Sin embargo, preveo dificultades así que si puera adelantarnos una parte, las garantías de éxito aumentarían-

La joven se cruzó de brazos y trató de tomar un momento para meditar. Por un lado, la busqueda de un artefacto misterioso a tantos pisos bajo tierra era algo que parecia demasiado grande para ella, ademas, el misterio del diario perdido complicaba mas el asunto. Por el otro lado, ayudar a alguien en necesidad es algo muy caballeresco y que un paladin verdadero haría sin dudarlo ni un solo momento y con suerte, los eventos del calabozo posiblemente la ayudan a dar con su llamado.

Cuando Minharath mostró que el se había posesionado del famoso diario, la chica tuvo que deshacerse de sus dudas sobre la misión.- ¡Vaya, me impresionas! Nunca me di cuenta de cuando lo tomaste. ¿No seras un ladrón, verdad?- La chica no dió tiempo a una respuesta e inmediatamente dió su respuesta a la protesta de la mujer.-¡Yo me apunto! Yo no le tengo ningún miedo a la oscuridad.-

Minharath saca el maletín que tenía Bonal, al abrirlo lo único que hay en su interior es el diario del que Elaydren os ha hablado, la mujer lo coge, como os ha dicho anteriormente, veis que al abrirlo su interior está en blanco. Elaydren pone su mano sobre la portada del diario, veis como su anillo y los hilos de mithril de la portada del diario brillan al unísono. La mujer lo abre nuevamente y veis como las páginas en blanco comienzan a llenarse al instante con una escritura de trazo delicado y dibujos esquemáticos. La mujer abre una página en concreto, la estudia durante un momento y extrae un mapa doblado del interior, de su capa saca un pequeño saquito

- Teneis 100 piezas de oro, es un adelanto para que os equipeis lo mejor que podais, el resto os lo daré cuando me traigais la reliquia- os dice la mujer

Vatra observó con cautela todo lo que ocurría. Había visto en anteriores ocasiones tomos mágicos, que solo reaccionaban ante ciertas condiciones (la mayoría de los libros de Harlaxion funcionaban de ése modo) y ciertamente, cuando ocultaban su escritura, si no se era capaz de descubrir la condición era bastante complicado extraer la información, más no imposible. Pero le agradaba ver que en dicho tomo había cierta seguridad, y empezó a hacer estimaciones de la peligrosidad de bajar 57 niveles para encontrar la reliquia, más al ver la bolsa con el dinero que les daba por adelantado la señora.

Para su desaliento, el bravo enano, tan directo como contundente, preguntó por el llamado derecho de saqueo. Era una enmienda que a veces se usaba en los grupos de mercenarios y aventureros, en la cual los afortunados (o desafortunados) exigían el derecho a quedarse los botines que consideraran útiles, dejando el resto (generalmente monedas de escaso valor, u objetos de poca importancia) para el contratista. Tratándose de una búsqueda de reliquias, lo más probable, era que no se pudiese obtener dicho derecho. Pero no era lo mismo las reliquias u objetos que encontrásemos que aquellos que pudiesen poseer los habitantes de tan oscuros lugares.

Vatra asintió al ver el dinero, una propuesta de otro de los que estaban allí (y muy audaz en su opinión) - Bueno, en ese caso, habrá que prepararse, descansar, y elaborar un plan- dijo más calmado, mientras en su cabeza ya empezaba a pensar cómo podía ser toda la aventura, que clase de peligros enfrentarían y si saldría vivo. Una cierta excitación recorrió su espalda, causando un leve escalofrío, perfectamente visible.