Me despierto en la cueva, con la oscuridad de nuevo a punto de engullirnos para que no viesemos nada. Sin embargo, no lo iba a permitir, asi que hice un chasquido de dedos para generar un hechizo Luz, iluminando de nuevo el lugar para que pudiésemos ver bien del todo de nuevo. Me levanté mientras daba un bostezo, alegre de que no hubiese ocurrido nada, y fui hacia los cadáveres, cogiendo las dos espadas cortas y mi parte de las monedas de oro que me correspondían.
- Chicos, coged todo lo que podais coger de los cadaveres. Si os sirve, usadlo, si no os sirve, cogedlo igualmente para conseguir dinero extra. También coged vuestra parte del dinero de ese cofre, y alimentaos, no hemos comido nada desde ayer. - Dije mientras rebuscaba en mi petate, y cogía una de mis raciones de viaje y mi odre de agua, y comía esa ración, calmando el hambre de esa mañana, junto con la sed, dando un trago al odre, para después cerrarlo y volverlo a meter en mi petate. Una vez estuve listo, me coloqué en la salida, a la espera del resto para ir al lugar que teníamos que ir.
OFF: Cojo las dos espadas cortas y mi parte del dinero
El grupo de entusiastas aventureros terminó sus preparativos para el viaje, comieron y bebieron de sus proviciones, no eran alimentos muy apetecibles pero si efectivos, mantenían el estómago lleno y restablecían las fuerzas para poder seguir la marcha.
El tiempo que pasaron dentro de esa cueva no fue largo, pero las experiencias que tuvieron como equipo las recordarán toda su vida, fue su primer combate real desde que Douven los formó y pudieron combatir por un buen propósito, devolverle la libertad a su maestro.
El Camino a Refugio Invernal podría traer complicaciones si bajaban la guardia, pero ahora podrían caminar con más seguridad y confianza en sus armas.
---- ESCENA CONCLUIDA ----
Tomo en cuenta que todos consumieron una ración de agua y aliementos (les quedan raciones para 9 días más).
Cuando se despierta, mira los pertrechos que llevan los Kobols, y por lo que comprueba, lo que merece la pena seria las armaduras para venderlas. Así que coge las dos armaduras de escamas, que el peso no es problema para un enano como el.
- Oye, Erik, no querrás las jabalinas estas? Y por cierto, alguien ha visto las piedras especiales que lanzaban estas criaturas?
Donde estaran las piedras, que no gastaron todas.....
En notas, me apunto las dos armaduras de escama, y el dinero que tengo actualmente.