Con el sonido del cráneo del kobold al caer al suelo Neiril dió por concluido el combate. Respiró profundamente y echó un vistazo alrededor. Se dirigió hacia el kobold que aun seguía vivo mientras rebuscaba entre sus cosas, sacó una cuerda y se dispuso a atar al pequeño enemigo, para evitar fugas o ataques mientras Alain lo interrogaba.
Ahora que ya no corrian peligro las heridas volvian a dolerle. Sus compañeros no estaban mucho mejor que ella, tenían que buscar un lugar seguro donde sanar sus heridas y descansar.
con una mano en la herida del abdomen avanzó por el camino buscando un buen sitio desde el que vigilar. Se subió a un árbol cercano. Pese a sus heridas pudo subir sin problemas y una vez arriba, comprobó que desde ahi veía al grupo y tambien veía ambos lados del camino.
Motivo: percepcion
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+7)=20
-En 3.5 hubiera tirado uso de cuerdas para atar al kobold, tengo que hacer alguna tirada?
-tiro percepcion para intentar ver algun otro grupo de enemigos que se nos esté acercando o ver, si hay algun sitio, tipo campamento, humo de alguna hoguera... algun sitio de donde puedan haber venido los kobolds que hemos derrotado.
NdD: En este caso no hace falta tirar dados para atarlo, considero que es un enemigo débil que está derrotado. Conque digan que lo atan ya lo consideraré hecho.
Con respecto a los objetos en el campo de batalla, haré un "paquete" con todos (ya que son los mismos objetos que la vez anterior) y luego les diré cuántas monedas pueden conseguir con ellos al venderlos.
- Eh... Chica, si tu, la de la mirada taciturnaMira a Ithirel - Tienes poderes de sanación, pues cuando puedas, me echando plegarias en mi cuerpo, que casi perezco en el suelo por culpa de esta ratas con escamas.
Su forma pétrea empezaba a desvanecerse y empezaba a ser visibles las heridas sufridas.
- Por cierto, si hace falta que cante el largato ese, yo tengo un metodo infalible que le hara hablar en lengua comun y levanta su gran maza mientras enarbola una amplia sonrisa.
La batalla había durado bastante, Erik no había estado muy diestro con el uso de su arma, y se sentía compungido por el poco daño que había hecho a las alimañas.
Mirando hacía Ithirel - Te agradezco esas palabras, me han ayudado bastante para recuperar mi salud. En ese momento observo como Alain empieza el interrogatorio.
La batalla había durado, y ahora que estaba todo limpio, tocaba hacer el interrogatorio. Favorecía que Neiril estuviese atando al kobold, por lo que no podría escapar. Me acerqué al kobold, y me puse a la altura de su vista, para después recordar las palabras en dracónido para poder hablar con él.
- Dime, ¿qué es lo que sabes de la Fortaleza del Páramo Sombrio? Si nos lo dices, hablaré con mis amigos para que te dejen marchar. - Dije en draconiano seriamente, tratando de persuadir al kobold para que hablase. Esperaba conseguir buenos resultados, o al menos que dijese algo.
Motivo: Diplomacia para sacar información
Tirada: 1d20
Resultado: 9
El kóbold chilla e intenta escapar pero las ataduras le impiden hacerlo, comienza a balbucear sonidos extraños, la mayoría de ustedes no tiene ni idea de lo que está diciendo, pero parece estar hablando de algo que lo aterroriza. Los chillidos y sonidos guturales van sesando de a poco y el kóbold parece estar suplicando.
Mientras Alain interroga al reptil Neiril logra encontrar un saco con un total de 34 piezas de plata atado al cinturón de uno de los kóbolds muertos, inspecciona los demás con la esperanza de hallar más monedas pero al parecer esas eran las únicas.
Logras distinguir las palabras del kóbold a pesar de que éste habla con poca claridad y parece ser presa del miedo:
- ¡No, no! ¡Suéltenme, dejenme ir! Si no Diente de Hierro se encargará de mi... hizo lo mismo con los que no quisieron seguirlo - sus ojos se abren y puedes ver el terror en ellos - ¡por favor, mátenme ustedes, no dejen que él me encuentre... o sea peor! Todo por culpa de esa maldita Fortaleza...
El kóbold guarda silencio y parece que no dirá más nada.
Que esta diciendo? eh? eh? Seguro que algo de mi, maldita lagartija, habla en comun que todos te entendamos o te estampo este martillo en la cabeza
girando sobre si misma se acerca a la llamada de Fargrim, ¿he chica? ¿he oído por favor? a no claro es el enano mal educado como los suyos exigiendo como en una taberna una jarra de cerveza. ¿ Te duele algo? parecías mas fuerte, cuatro ratas y ya estas temblando... en cuanto este siguió amenazando al kobold vamos, deja de apabullar al pobre animal no te entiende bueno ya me cuesta a mi y le estas distrayendo.
Por supuesto, el entrenamiento de su mentor Douven, en cuanto a la sanación empezaba por ser lo más practico posible y si una venda paraba una herida sangrante no había por que malgastar ni un gramo el poder. Así que mientras el Mago nos deslumbraba con el dominio de tan extraña lengua Ithirel fue uno por uno mirando el estado y practicando primeros auxilios a quien lo requiriera dejando al refunfuñon para el último...
El kobold parecía no querer hablar más, pero estaba claro que sabía sobre la fortaleza, y que no quería que le pillase un tal Diente de Hierro, apartando de que quería que le matásemos nosotros para evitar que le fuese más doloroso. Suspiré, levantando la mano para parar a Fargrim de que le diese el martillazo.
- Fargrim, eso no servirá. Este kobold sabe algo, pero no quiere hablar, ya que teme mas a un Diente de Hierro que a nosotros. Es más, quiere que lo matemos nosotros para evitar sufrir la muerte por parte de este, por lo que seguramente tiene miedo atroz, lo cual usaremos a nuestro favor. Lo que haremos será llevarnos al kobold, y que Douven decida que hacer con él para sacarle la información, aunque haré otro intento. - Dije seriamente, para después volver a hablar con el kobold.
- Kobold, si hablas, tendrás una oportunidad de vengar a tus compañeros. Si no, acabarás igual que ellos. ¿Qué prefieres? Tan solo queremos la información de la Fortaleza que nos puedas decir. - Dije al kobold en draconiano, en un último intento para convencerle de que nos contase lo que supiese, aunque fuese un breve detalle.
Motivo: Diplomacia para sacar información
Tirada: 1d20
Resultado: 10
Veo como Alain interroga al kobold y escucho algo de un tal diente de hierro, también creo oir algo de llevarnos con nosotros al kobold, lo que faltaba ahora cargar con una alimaña de esas, que asco me dan.
El kóbold ignora las palabras del mago, está tan asustado que no piensa con clarida, él no ve posibilidades de salir con vida de ésto y teme que persigan su espíritu hasta el más allá si habla ahora, por eso valiendose de sus afilados dientes, el kóbold se corta la lengua y comienza a ahogarse con su propia sangre, Alain intenta colocarlo boca abajo para que esto no ocurra, pero el kóbold se vale de sus ultimas fuerzas para soltarse de las ataduras y toma su propia espada que permanecía arrojada en el suelo y se la clava a si mismo directo en el corazón. En pocos instantes el kóbold se ha ido, dejando sólo un frío cadaver como recuerdo.
El grupo de aventureros queda un poco desanimado luego de que el kóbold se quitara la vida. A todos se les cruza por la cabeza el nombre Diente de Hierro y mientras recogen sus pertenencias no dejan de preguntarse si será tan peligroso como el kóbold afirmaba que lo era.
Reanudan la marcha a paso ligero pero los ánimos no son los mejores, a pesar de la victoria. Saben que les costó mucho poder salir victoriosos en esa cruel batalla y es imposible no pensar en los peligros que los están esperando más allá, pero ahora deben intentar reunirse con Douven Staul en Refugio Invernal.
----- ESCENA FINALIZADA -----