Todo transcurre sin problemas, y se hace la noche sobre la posada.
Cita:
Como siempre que uno va a jugar a un juego de azar sin idea de hacerse rico, ganas algunas manos, pierdes otras y al final te retiras habiendo hecho la par.
La barriga llena, el cansancio del camino y la promesa de una cama blanda por primera vez en días, te tientan hasta extremos insospechados.
No trasnoches mucho, Ander. -dice entre risas- Mañana hay que estar descansados.
Mientras tanto, ya había empezado a caminar hacia las escaleras que conducían hacia los dormitorios.
Lord Padraig no me ha contestado a esto:
Cita:
Pero como supongo que será un sí, yo también me retiro a los dormitorios después de terminar de cenar.
- Espero que todos descansen, yo me retiro
Marcho a mi habitación, reviso el equipo, los posibles accesos a la habitación para estar alerta e intento dormir
Aconsejo a Ander sobre los vicios del juego y la virtud de ganar dinero con el trabajo honrado. El mediano, acostumbrado a los sermones de Shamash, aplica la técnica que mejor le funciona, asiente dándole la razón y luego hace lo que quiere.
El paladín se despide de la posadera para irse a dormir, no sin antes rezar, de rodillas al pie de la cama, a su dios pidiéndole fuerzas para los desafíos por venir.
Descansáis plácidamente, recuperáis el sueño perdido en ruta, y disponéis de un plano de la región que os ha facilitado lord Padraig. El escondrijo de los kóbold se supone que está en el extremo norte del bosque Manto (Cloak Wood), relativamente cerca del camino Real.
Tras un sólido desayuno, estáis listos para nuevas aventuras.
¿Qué hacéis?
Tras el satisfactorio desayuno que se ha tomado Jorgael, comenta:
- Sería bueno ir cuanto antes, a poder ser ahora. Esas criaturas suelen tener un horario nocturno, visitándoles ahora es provable que los encontremos con la guardia un tanto baja.- Hace una pausa.- Estaís listos?
Odio ser aguafiestas, pero si te miras el mapa y coges una regla, verás que desde Winterhaven hasta el extremo norte de Cloak Wood hay unas buenas 35 millas (50 Km)a vuelo de pájaro. A pie son como poco un par de días (cuenta 8 horas caminando a unos 4 Km/h).
Pues como que toca acampar, o hacer noche en esa abadia a mitad de camino, he medido a ojo y con los dedos, pero desde la abadía al bosque hay como unas 24 millas (8 horas de caminata) o a lo mejor encontramos a algún intrepido/tozudo granjero que a pesar de los ataques no ha querido abandonar la granja....
Vosotros diréis, yo voto por hacer noche a mitad de camino y llegar con luz al bosque.
Estoy de acuerdo sería bueno cntar con luz
El lagarto paladinesco ha hablado bien, me sumo.
Despue de desayunar, Ander y sus compañeros extendieron un mapa sobre la mesa y se inclinaron para estudiarlo con atencion. La garra de Shamash traza un itinerario que les saca del Camino Real para hacer noche en las ruinas de la Abadia que aparecen señaladas en el mapa y les permite llegar con luz al bosque donde se suponen que se ocultan los kobolds... y lo que sea que los azuza con Refugio Invernal. Todos asienten en silencio, convencidos de que ese es el mejor plan de accion... Con rapidez, el mediano revisa su equipo, colocando al alcance de la mano las armas que "requiso" como botin. Coloca la honda enrollada alrededor del brazo izquierdo, para desenrrollarla con facilidad antes de entrar en combate. Cuelga la bolsa con proyectiles en el cinto y desliza las tres bolas "especiales" en un pliege de sus camisa. Antes de partir, intenta reparar su dañada armadura.
Una vez satisfecho, vuelve a revisar el equipo y se acerca a la carrera a sus compareos, listo para el paseo que les aguarda hasta su destino.
Estoy deacuerdo. He realizado las siguientes modificaciones en la ficha:
- Los Esfuerzos curativos vuelven a su maximo.
- Añado en el equipo, la honda, las balas y los proyectiles "especiales".
Entonces podemos irnos cuando queráis, pero ya que estamos aquí, no estaría mal echar un vistazo al mercado por si acaso antes de irnos y comprar provisiones y todo lo que pueda hacernos falta para el viaje.
Yo también estoy de acuerdo con el plan. :P
Cuando queráis. El mercado está abierto.
Para ir más rápidos, en las diversas paradas podéis encontrar cualquier objeto mundano que aparezca en el Manual del jugador, al precio listado allí. Lo que es obvio es que, siendo Refugio invernal una comunidad pequeña, no hay un stock ilimitado de todo, o sea que no pretendáis comprar 120 aljabas de 20 flechas cada una.
Reabastecidos de provisiones, bien almorzados y reposados tras una noche en cama blanda, emprendéis el camino del sur hacia el bosque Manto y la guarida de los kóbold.
Os han dicho que las ruinas de la abadía de Gardmore os pillan más o menos a medio camino de vuestro lugar de destino, pero si miráis bien en el mapa, habríais de retroceder, ascendiendo por un camino de montaña para llegar hasta allí. El lugar había sido un monasterio de los paladines de Bahamut, hasta que cayó ante una horda orca hace muchos años. Nunca se ha reconstruido, y se rumorea que en sus dungeons podría haber de todo... y nada bueno.
Así que habréis de decidir si pasar la noche allí (con la consecuente pérdida de tiempo), o acampar al borde del camino una vez salidos de las lomas de Gardbury (Gardbury Downs).
Vamos a ir aligerando, que el camino es largo.
Después de volver de echar un ojo al mercado y otra vez todo el grupo reunido hablamos sobre el viaje.
Veamos. -digo sacando el plano y abriendolo para mostrarlo al resto- Está claro que tenemos que tomar el camino real, pero eso nos llevará un par de días más o menos. Por lo tanto tenemos que buscar un sitio para pasar la noche. Podemos ir a Gradmore. -señalo el punto donde está la abadía- Pero los lugareños me han dicho que la abadía cayó a manos de una horda orca hace unos cuantos años. También se rumorea que en sus mazmorras puede haber de todo... ¿Qué pensais? La otra alternativa sería descansar en pleno camino, con los peligros que eso supone, pero al menos no perderíamos tiempo.
El mensaje es una mera transcripción de lo que ha dicho el master, pero al menos meto algo de roleo. xD
Bien, queridos niños, pasaremos a la escena III para proseguir nuestra aventtura.