Partida Rol por web

El molinero, que sudaba la gota gorda con la muela atascada, se sorprendió con el gesto del extraño.

- Pardiez, parece que estaba agarrotada - expresó entre sudores-. Esta muela está vieja y antes que después tengo que repararla.

Salvado el obstáculo, paree que la corriente fue suficiente para seguir moviendo la rueda y no precisar más empuje de los hombres.

- Gracias, amigo, si no es por ese empuje no hubiera echado a andar la rueda. En fin, que si bien no puedo pagarles con dinero si podré ayudarles en algo que ustedes buscan. Pregunten sin miedo, pero ya les anticipo que poco tendrá que ver lo de mi hija con lo de esa familia, me parece a mí.

Beltrán dudó por un momento. Pensó en darle una mano al molinero pero no quería parecer entrometido o que pareciera que ponía en tela de juicio su capacidad para hacer las cosas por sí mismo. Para cuando finalmente se decidió, ya Onésimo le pasaba por al lado y era él quien ayudara al hombre.

Con ayuda de Onésimo, la ruega giró de nuevo, y afortunadamente para los viajeros, el hombre tomó bien el gesto. Con amabilidad se ofreció a responder las preguntas que tuvieran para hacerle, aunque lo primero que dijo sorprendió al ladronzuelo.

_Pues podría empezar contándonos qué piensa que ocurrió con su hija y con esa familia, si gusta. Que lo cierto es que llegamos anoche y aún estamos bastante a oscuras en este tema. Fueron muchas cosas que ocurrieron en poco tiempo y si no podemos ver bien el escenario, no es porque no nos hayamos quitado las lagañas de los ojos al despertarnos.

El hombre miró cómo la rueda seguía su curso sin dificultad antes de sentarse en una tina llena de grano frente a los muchachos. Se quitó el sombrero y con la manga se secó el sudor de la frente antes de continuar.

- A ver por dónde empiezo... -se rascó la cabeza-. Mi Jacinta... cómo les diría yo... Desde que murió mi mujer, la niña se ha criado conmigo, sin madre. Y yo no sé qué tiene en la cabeza la niña, pero nada bueno.La moza es buena y trabajadora, pero na más que piensa en fiestas. Apenas viene a la misa conmigo, ya no sé qué hacer para sacar partido de ella. Yo todavía pienso que va a volver, y seguramente con una barriga, porque capaz es de haberse arrimado a cualquier hideputa a retozar en la era. Mi mujer era pía y recatada pero la niña ha salido al contrario.

Distinto es lo del Andrés, yo lo veía mucho subir al monte por este mismo camino a hacer carbón, siempre nos saludábamos. Pero desde que pasó lo de la mujer y los niños, apenas viene o viene callado y cabizbajo. Ni me mira. Ojalá les encuentren a su familia.

A Beltrán le sorprendió gratamente la fortaleza con la que hablaba Tomás, sobre todo cuando tenía que hablar cosas no tan gratas respecto a su propia hija.

_Bueno Tomás, esperemos que efectivamente vuelva pronto, y que el día que seas abuelo tengas de yerno a un hombre honrado y trabajador, no a alguien que se aprovecha de una chica que quizás se encuentra confundida y con palomitas en la cabeza. ¿Alguna vez se había ido ella, ya? ¿Y tienes alguna idea de a dónde pudo haber ido? ¿Notaste algo raro en ella antes de su desaparición? ¿Y qué piensas que ha ocurrido con la familia del pobre Andrés? Que es tal como dices, parece que al hombre le está costando mucho todo esto. Es que han sido demasiadas desapariciones y cosas raras todas juntas, porque también están los hombres de Don Alonso, el lobo que se escucha por las noches, el rayo que cayó en el campanario de la iglesia... ¿Por cierto, eres amigo del sacerdote?

- Eso quisiera yo... que mi hija volviera al redil - comenzó Tomás un poco aturdido por la realidad -. No tengo ni idea de dónde puede haber ido, pero me imagino que se habrá ido del pueblo porque si no ya habría noticias de ella. Con el cura hablé, que si bien no se pueda decir que sea amigo, a fin de cuentas es hombre recto y sabio o por tal le tengo. No me dio mucha esperanza, pues me dijo lo que yo ya sabía, y es que en el pueblo se la tiene por casquivana. Le pedí discrección por mantener el buen nombre... pero ya estará en boca de todos. Lo de la familia de Andrés es una desgracia, aún recuerdo que no hace tanto estuvimos tomando un vino en las fiestas de san Antonio y era feliz, quién le iba a decir lo que se le venía encima.

Y lo del lobo, yo no sé a qué viene tanta historia... cada poco se le escucha, y sobre todo a la luna llena. La gente ve al Maligno por todos lados, pero yo diría que el hombre es el lobo peor. Ya lo dice el cura, que yendo por buen camino no hay que temer al Diablo.

El cura no le había parecido a Beltrán tan discreto como Tomás parecía creer, pero al menos podía tener algún sentido lo que el sacerdote les había dicho. Lo que no le cerraba era el final del discurso.

_¿Y por qué piensas que lo de la familia de Andrés es mano del hombre? Podría entender que se llevaran a su mujer, pero... ¿y a sus hijos? ¿O cuál podría ser el motivo? No es que tengan una posición muy acomodada, y al menos hasta donde yo sé no se ha pedido recompensa. ¿O piensas que simplemente también ella decidió irse del pueblo con los niños?

Tomás, no sospecha usted de algún zagal que le haga tilín a vuestra hija? Que en estas edades, la falta de experiencia te puede llevar a hacer alguna tontería, pero tiene que haber un motivo...

O por ejemplo... se sabe de la existencia de alguna curandera por la zona? una de esas mujeres que hacen ungüentos y cataplasmas por sus largos conocimientos de las plantas... Que si fuera eso, quien nos dice que la muchacha no la haya conocido, y haya encontrado una sustituta, en parte, a la falta de su madre, que Dios la tenga en su Gloria!!!

Que la envidia de mucha gente que se dice pudiente achaca a esas mujeres brujerías y otras barbaridades, pero ni mucho menos la mayoría se deja abrazar por el Diablo. Son mujeres con un saber que a cierta gente no le interesa, y esos son gente que no son buenos cristianos...aunque vive Dios que lo aparentan en ropajes y prestancia...

Por todos los colores del Arco de Sanmartín... Tomás, no pudiera ser que la rueda se atascase porque haya en el rio algo grande que la entorpezca? Santo Cielo, si fuera uno de los pequeños?

Onésimo da un brinco y sale disparado por la puerta en dirección del rio. Rio abajo, para ver si ve algo que hace bien poco pudiera bloquear el giro de esa rueda...

AHORA MISMO REGRESO, VOY A DAR UN VISTAZO!!!

Beltrán se sorprendió por la idea de su amigo. No es que no fuera un hombre ingenioso, pero no se le había ocurrido a él esa posibilidad. Sin dudarlo, salió corriendo tras él.