Partida Rol por web

Puaghh, mascuyó el enano.

Que me desoyen vivo si nosotros teníamos algo que ver con estas!

Muchacha, podrias aprender a ser más agradecida con tus libertadores! exclamó con tono de reprimenda.

Mi nombre es Stumred " el tres veces maldito" y sirvo a Moradín.

Cuando la última arpía cae bajo los envites del grupo, Ingrid se afana en regresar junto a Suka para atender a la loba inconsciente. Todavía en forma lupina, y después de despedirse de su aliado divino, la druida conjura una plegaria sanadora que al menos hace que su amiga vuelva a reincorporarse; eso sí, bastante confusa y aún medio aturdida.

Nosotros oimos los gritos y vinimos para ayudar sin importarnos el enemigo invisible a batir.

Lo menos que nos debes es tu agradecimiento y saber quien eres. Nosotros somos un grupo que está de vuelta a casa. Mi nombre es Helden. 

- Hemos empezado con mal pie. Y no hay razón para ello. En efecto nosotros somos los forasteros en esta tierra y en efecto solo íbamos de paso de vuelta a casa. Lamentamos que nuestra presencia haya atraído a las brujas, si como dices así ha sucedido. Pero por otro lado, eso nos ha dado la posibilidad de conocernos, y librar al mundo de un mal aberrante. Quizás sin nuestra presencia las brujas nunca hubiesen venido a este lugar, pero con nuestra presencia ha hecho que tu hayas quedado libre, y que nunca más haya otra persona enjaulada ni sometida a sus oscuros designios. Te ruego disculpes los modos rudos de mis compañeros, propios por otro lado de nuestro actual estado, bastante heridos tras el combate y aún con la excitación en la sangre. Mi nombre es Sabrala, y cuando no estoy matando brujas y gitantes, me dedico a cantar y tocar música.

La exploradora se tranquiliza un poco al oír las palabras de la encantadora Sabrala. De repente detiene su marcha y se dirije una vez más hacia vosotros.

- Sí... supongo que debo agradeceros que hayáis acabado con mi cautiverio... Mi nombre es Eristen y estaba explorando estas tierras... cuándo inesperadamente fui atrapada por esas brujas- y ahora se dirige a la semielfa sin hacer caso a quiénes aún no han terciado palabra-. Creo que no he oído tu nombre.

A pesar de tener el aspecto de una exploradora con bastante experiencia, está visiblemente desarmada.

Al acercarte a la choza no encuentras nada fuera de lo normal, al menos desde fuera. Desde dentro se desprende un horrible hedor que te provoca una leve arcarda.

Huele a perro muerto por Moradin! exclama el enano mientras que entra en la cabaña en busca de objetos o tesoros de valor, que si duda debian guardar estas brujas.

Luego saqueare los cuerpos,  se decía.

Comenzando a buscar el nbotin y las posibles trampas. Aunque dudaba de que las hubieran ya que habían sido unos enemigos formidables.

Eristen da un respingo al ver cómo el enano se mueve ágilmente hacia el interior de la choza.

- ¡Ey enano! Un momento. Más te vale no alargar tus rechonchas manos hacia mi equipo o tendrás que vértelas con alguien de un tamaño superior al tuyo...

Siguiendo su curiosa amenaza, Eristen retoma la marcha hacia la cabaña.

Mmmmmm, la humana quiere robarnos el tesoro! Desagradecida, seguro que lo quiere todo para ella.

Nooo, cojamos lo valioso rápido, que nos nos vea. -se decía el enano corriendo aún más.

Los ojos del enano comenzaban a brillar al oler el oro.

El guerrero, finalmente, enfunda su espada bastarda y respira profundamente, antes de acercarse a la que fuera prisionera de las brujas y mirarla con atención, sorprendido de la falta de agradecimiento de la misma

Sus palabras son menos amables que las de la bardo y su tono sarcástico presenta un digno contrapunto con la diplomacia que su compañera empleó para aminorar la tensión - Quizás deberías pensar que "los bárbaros" podrían acabar contigo como lo hicieron con las brujas - le espeta sin acercar su mano a la empuñadura de su arma - Quizás es lo que deberíamos hacer considerando el tono de tus palabras - insiste frunciendo el ceño

- Pero tienes suerte. Nuestro líder no nos ha pedido que acabemos contigo... aún -

- Quizás, antes de seguir amenazando deberías detenerte y saludar a Helden, y al resto, como se merecen. Y luego, quizás, puedas recuperar tu equipo. O parte de el - añade pensando en las voraces manos del enano que corre hacia la cabaña - Después de todo si todavía estuvieras en esa jaula no podrías utilizarlo - completa con calma

La peculiar humana no presta demasiada atención a las amenazas y entra tras Stumred en la choza de las brujas.

- Sí, sí... todo lo que tu quieras bárbaro... Más te vale no amenazarme...

Dice mientras corre a la caza del enenano.

La choza es inmunda, cubierta de excrementos, huesos y restos espeluznantes de las sacrílegas celebraciones de las brujas. El contenido de la caldera es indescriptiblemente vil. Apartado en una esquina hay una especie de ato hecho a partir de un trozo de tela que bien podría ser una capa. Un tosco baúl de madera ocupa otra de las paredes.

Eristen aparece tras de ti.

- ¡Enano! ¡No toques eso! - exclama, señalando al ato de la esquina - El resto de cosas que encuentres en este pozo negro es tuyo si lo quieres...- concluye más calmada aleteando la mano derecha en un claro gesto de angustia por el olor.

Los ojos avariciosos del enano brillaron de emoción al ver el atillo y el tosco baúl entre aquella inmundicia.

Como sabemos si eso es tuyo? exclamó el enano desconfiado.

Puedes demostrarlo?

No te han comentado que cobramos por liberar a la gente, un 30 % de tus pertenencias es nuestro, si realmente son tuyas.

Es justo! De lo contrario habrías acabado en el caldero, niña.

Llegando el resto de sus compañeros en ese momento.

Dirigiendose a continuación al baúl para inspeccionarlo en busca de trampas y prepararse para abrirlo, sin quitarle el ojo a la humana.

-Yo no he pedido que me recatarais enano... -dice con tono burlón-. Más te vale no amenazarme si no quieres acabar TÚ en el caldero.

- ¿Ves ese saco? En realidad es mi capa mágica. Deben haber recogido con ella mi armadura, mi daga, mi espada y... si tengo suerte... aún se encontrarán también un par de pociones de curación.

Dirigiéndose ahora hacia ti dice con tono serio:

- Te lo vuelvo a repetir enano: Todo eso es mío, no pienso compartirlo contigo ni con ninguno de tus amiguitos bárbaros. No me interesa lo que hay en ese baúl.

No has encontrado trampas en el baúl ni parece estar cerrado con llave.

Dentro del baúl hay varios saquitos que parecen contener monedas; un par de colmillos de mamut veteados en oro; una sucia, pero todavía intacta, piel de lobo invernal y una bolsa parecida a tu bolsa mágica.

Dejadla coger sus cosas. No hemos venido aqui a saquear a nadie si no para ayudar a alguien en apuros.

Necesitamos algunas curaciones. Nos han dejado tocado éstas brujas. ¿Como estais equipo?

Jajajaja, exclamó sonriendo el enano a Helden.

Sólo la estaba poniendo a prueba, para ver de que pasta está hecha!

A continuación exclamó señalando al cofre: Helden echa un vistazo!

Dentro del baúl hay varios saquitos que parecen contener monedas; un par de colmillos de mamut veteados en oro; una sucia, pero todavía intacta, piel de lobo invernal y una bolsa parecida a mí bolsa mágica.

Que Sabrala o Ingrid los identifiquen, huelo a magia! guiñandole un ojo.

Al escuchar al líder del grupo, Baern decide olvidar los aires de la que fuera prisionera y se sienta en el piso, apoyando su espalda en el exterior de la cabaña

- De cualquier manera ya tendríamos que habernos detenido a descansar, así que quizás podríamos hacerlo aquí - comenta, tratando de ocultar la gravedad de sus heridas - Seguramente unas horas de sueño nos ayudarán a todos a estar de mejor humor -