Partida Rol por web

El druida se despide de los viajeros tras recomendarles un lugar para dormir y después de que éstos le agradezcan una vez más su ayuda. Con presteza

Lis llega a su destino encontrándose con el clérigo en la zona posterior del templo, al parecer arreglando una gotera provocada por el deterioro causa de la antigüedad del mismo.
Vaya- Dice tras girarse hacia el asceta- ¿Encontraste algo?

- Grandes trasgos, he acabado con cuatro, y me he vuelto escoltando a unos viajeros a los que habían asaltado. Ahora me vuelvo para allá. Aprovechando que venía le he traído esto -Lis suelta su hatillo con las armas y armaduras de los trasgos- Yo no le voy a dar uso alguno, así que pensé que podían resultarte útiles, y si no, puedes venderlas. También tenían unas pociones -añade Lis tomándolas de una bolsa y dejándolas sobre la mesa- y algo de dinero -Y lis dejó por último todo el dinero requisado a los trasgos, salvo las dos monedas de plata que había dejado como pago del trasbordador.

Quería pedirle que hiciese llegar las novedades a mi maestro, por algún chiquillo de la aldea quizás. Los trasgos parecían uniformados, y como ve estaban bien equipados. Diría que es algo más que una escaramuza. Conviene también que los humanos lo sepan, la ruta del Alba, al menos hacia el Este, ya no es segura. Yo me vuelvo ahora a tratar de averiguar algo más.

- ¿Más trasgos?- pregunta Derny temiéndose lo peor, aunque espera a que Lis acabe de hablar para responderle: Está bien, mandaré a uno de mis chicos al Círculo para hablar con él.

Muchas gracias por las cosas- añade recogiendo lo que le trae- No creo que podamos dar uso a las armas y armaduras, preguntaré a la guardia si las necesitan; aunque seguro que daré buen uso de las pociones y el oro. ¡Vaya que sí!- señala finalmente mirando el boquete que está reparando. Muchas gracias.

Lis se vuelve hacia el transbordador en su intención de proseguir con su búsqueda cuando, mediante un grito desde la otra parte de "el Prado", alguien le llama.
¡¡Lis!!- es Norro Winston, portavoz del pueblo, un hombre alto de incipiente calva y debe rondar los cincuenta años. Apenas le conoces de vista y no tienes constancia de que supiese tu nombre pero esperas a que llegue hasta ti.
Buenos días, Lis.- te saluda- He oído que acabas de enfrentarte a una banda de trasgos... ¿es eso cierto?

Lis se despide de Derny rápidamente.

- Igual puedo ayudarte con ese boquete cuando el problema de los trasgos esté resuelto, si no lo has solucionado ya antes. Pero tu iglesia cuida de la gente que sufre y de los pobres, así que sé que harás buen uso del dinero, sea como sea. Nos vemos.

Ya en la calle se sorprendió de que alguien más lo llamase, pero esperó pacientemente a que llegase a su altura. Encontró cuando menos curioso que la noticia hubiese corrido tan pronto.

- Sí, al Este, en la ruta del Alba, a unas horas de aquí. Estaban atacando a unos aventureros -Lis piensa un momento, pero no encuentra razón alguna para racionar la información- Fue fácil acabar con ellos, pero creo que no actuaban sólos, iban bien petrechados y parecían uniformados. Sospecho que puede haber más, voy a investigar un poco, a ver si tengo suerte y puedo encontrarlos aislados, esas bestias son más peligrosas cuando van en grupos numerosos, y quizás haya algún clérigo o mago guiándolos si es que alguien ha conseguido que actúen como un ejército. No soy un gran rastreador, pero haré lo que pueda.

Es por eso que acudo a ti.- te responde Norro- Me he enterado del enfrentamiento por los viajeros que salvaste, que no disimularon el poder que presentaste ante los goblins. He de hablar contigo en un lugar más tranquilo, lejos de los oídos inquietos de los lugareños... No conviene alertarlos aún.

¿Me acompañas?- pregunta mirando hacia su casa, al otro lado del parque- En mi casa podremos hablar tranquilos.

Lis dudó un instante.

- Ha de ser rápido, tengo abandonado a Cornudo al otro lado del trasbordador, y me he quedado sin dinero para hacerlo venir, nunca llevo mucho encima... Además quiero revisar el bosque cuanto antes. Pero si es rápido...

-Grandes trasgos llevan días acosando nuestras tierras.- Comienza el portavoz una vez dentro de su casa, en el mismo alféizar.- Han realizado varios ataques a las granjas cercanas, matando a sus propietarios. Varios viajeros de la ruta del Alba han sido atacados también.

Bien es cierto que no es la primera vez que atacan,- añade-pero es diferente. Los asaltos son rápidos y organizados; parecen una tribu mayor y muy agresiva procedente de Huesos de la Sierpe... Tal vez sean demasiados para la Guardia...

- Yo haré lo que pueda, pero si son muchos dudo que pueda con todos ellos... No quiero esas bestias en mis bosques.

¿No conoces a alguien? - pregunta el portavoz- Nos sería de gran ayuda alguno más de tu potencial.- comenta tratando de convencerte. Parece que están algo desesperados...

- Supongo que mi maestro ayudará... le he dejado recado. Pero los druidas no somos un ejército, normalmente no tomamos partido en las distputas entre civilizados. No sé qué harán los demás. Supongo que actuarían si el bosque en sí mismo estuviese amenazado. Y ahora... me gustaría partir ya para allá, a no ser que puedas ofrecerme alguna ayuda, el que continúe aquí sólo va a empeorar la situación.

Lis se levantó para salir ya de la casa.

- Algunas veces he curado a aventureros de buen corazón, gentes acostumbradas a luchar contra este tipo de bestias. Quizás podáis encontrar alguno -remató.

Justo en el momento en que Lis se dirigía a la puerta para irse, dos fuertes golpes se oyeron en la madera.

Tras el resonar de los nudillos golpeando la puerta, y para tu sorpresa, es Derny quien entra en casa del portavoz, al parecer algo apesumbrando.
- Norro- llama su atención- Más viajeros han sido atacados por trasgos en la ruta del Alba, apenas a media hora de aquí. Me han informado de que han encontrado varios cadáveres en una granja junto al camino, así que tomaré varios guardias para traerlos y enterrarlos en lugar sagrado.- En ese momento se percata de que tú también estás en la sala, aunque prefiere seguir con su discurso. Han pedido hablar contigo, así que les he mandado a el Viejo Puente*. Por favor, dale esto a la muchacha que está con ellos.- Dice tendiéndole una poción.

Casi sin tiempo para que nadie pueda decir nada, el clérigo se vuelve presto a resolver su ocupación. No sin antes añadir, dirigiéndose a ti:
- Tal vez deberías acompañarle a la posada, tal vez te interese.

El portavoz apenas tiene tiempo de reaccionar y despedirse antes de que el clérigo salga a toda prisa de su casa. Impresionado ante la determinación de éste solo acierta a murmurar un: De acuerdo.

- Creo que ya lo ha decidido por mí- dice finalmente.- ¿Me acompañas? Iremos primero a hablar con Soranna, la capitana de la guardia; tal vez quiera acompañarnos también.

Lis se encogió de hombros.

- Sí.

Con paso decidido salís de la casa de Norro en dirección al puesto de guardia, la vieja aduana enana, el edificio más antiguo y robusto de Transbordador de Drellin y que actualmente sirve de ayuntamiento, corte, cárcel y cuartel general de la guardia. Dejándote esperando unos segundos, el portavoz entra a avisar a Soranna todo lo rápido que la carga de la edad le permite.

Lis espera pacientemente...

Apenas un minuto más tarde Norro sale del ayuntamiento acompañado por Soranna, la capitana de la guardia. Recuerdas haberla visto alguna vez, seguramente formando grupo en alguna de los grupos de guardias que patrullan la orilla oeste, cerca del Círculo.

Con rapidez y decididos a no dejar pasar ni un solo momento antes de ponerse en contacto con el grupo que parece ser la solución perfecta para sus problemas Norro da por supuesto que conoces a la capitana y marcha hacia la posada.