Partida Rol por web

Una vez dentro de la caverna, me quito el cinturón, dejándolo a mi lado derecho mientras me siento apoyado contra una de las paredes, con las rodillas en alto rodeándolas con mis brazos.

Parece que esta vez me he metido de lleno en algo que, de momento, solo me reporta desgracias y sufrimiento. Espero que con los grandes sufrimientos lleguen las grandes recompensas, y la primera cuando vendamos todo eso que llevmos en el carro.

Al cabo de unos segundos pensativo, me muevo para sacar la manta, estirarla y preparar el lecho. Si no os importa, voy a descansar un poco antes de mi guardia. Mañana no sabemos lo que nos encontraremos en la tierra de gigantes. acto seguido, me tumbo y me tapo con la manta.

-A mí no importa hacer la guardia que sea--afirmó Máraster después de preparar un improvisado camastro en algún lugar protegido al final de la cueva.

Luego, complacido por el paulatino cambio de actitud que se observaba en el enano, el evocador iluskano se acercó al pequeño manantial para abastecer su odre de agua fresca.

-¿Hace mucho calor por aquí o me lo parece a mí sólo?

Cuando el sol comenzaba a decaer, Rianna seasomó a la entrada de la cueva para ver como el astro se ocultaba bajo el horizonte.

Arrodillada, tocó el símbolo de Yergal que llevaba al cuello con una mano mientras que la otra se apoyaba sobre la guadaña que yacía frente a ella.

Sus labios se movían léntamente, murmuran una retahíla casi ininteligible de la que sus compañeros solamente pudieron entender Yergal y Meleghost.

Cuando terminó, su mano pareció retirar una lagrima alojada en el borde de su ojo y entró en la cueva con su humor y contoneo habitual.

¿El venerable ya no quiere que la moza le caliente la cama? dijo viendo como Máraster colocaba su catre al fondo de la cueva.

Descansa, creo que mañana nos hará falta a todos estar descansados. respondió a Asoith cuando dijo que se acostaba.

Witzzy mientras sus compañeros rezan y se preparan el lecho se sienta con el arco a su lado mientras obsesivamente aplica cera a las cuerdas del arco y repasa las plumas de sus flechas . No es algo que sea necesario ya que cuida del arco como si de un niño se tratase pero es un acto que le permite relajarse y olvidarse de los fantasmas interiores que la llaman . Ademas la rutina le hace olvidarse de los dos amigos caídos .

La ver como la elfa se acomoda y comienza a juguetear con arco, Kastor sonríe para sus adentros, pensando en cuantas veces el ha hecho lo mismo con sus hachas, antes de decirle, tanto a ella como al resto de sus compañeros - Yo tomaré la primer guardia. En un par de horas lo despierto a Asoith. Descansen. Yo me ocupo -

Acercándose a la abertura de la caverna donde se han refugiado silba quedamente llamando al único perro que le queda y lo hace acostarse a sus pies mientras le habla como si este pudiera responderle - Amigo. Solo nosotros dos. Avisame si hueles a alguien -

- Yo haré la segunda guardia entonces. Y muchachos -dijo como si hablase para algunos aspirantes a druidas, que nunca había visto pues él había sido el último aspirante-Mañana os quiero más positivos y con más alegría. Hemos perdido a dos amigos en la batalla, pero hemos hecho huir nada menos que a un dragón verde, y hemos aniquilado a un montón de asquerosos bichos. Aunque no lo parezca hemos ganado la batalla y deberíamos estar orgullosos y alegres por ello. Debemos hablar con los gigantes con buen ánimo y conscientes de que un grupo como nosotros, con lo que hemos logrado, es un gran aliado para los gigantes y así deben entenderlo, y eso no lo lograremos con caras largas, silencios depresivos ni recuerdos constantes de los caídos. Los caídos han caído, es tiempo de seguir. Y empezaremos a superarlo mañana tras haber descansado. Todos nos sentiremos mejor y más fuertes. 

No es que Lis fuese un gran orador, pero sin duda era un gran entusiasta a la hora de dar discursos, y había puesto toda su energía y toda su alegría -que no era poca- en su charla a los demás.   

Lis tu puedes descansar , si Asoith hace la segunda yo hago el resto ... y llevas razón con un dia de pesar es suficiente por el viejo escupidor y negro . Mañana vamos a necesitar de vuestras dotes de diplomacia , así que descansar . Dice Witzzy sin dejar de encerar las cuerdas del arco para que estas no se rompan en mitad de una contienda .

- Puede ser - Kastor, en su fuero interno comprendió la arenga del desharrapado, pero como buen enano no pensaba dar su brazo a torcer - Pero son gigantes, tampoco entenderán mucho de esas cosas - añadió - Quizás necesiten un par de hachazos para entrar en razones - completó esperanzado - Si es así cuenten conmigo! -

La cueva resulta un lugar ideal para descansar durante la noche, la cual transcurre sin problemas para aquellos vigilando. La bajada de temperatura resulta un alivio para todos excepto para el inquieto Lis, al que no parece importarle que haga frío o calor y tan pronto se siente descansado sale a recibir el sol de cara y cuidar que los compañeros animales estén bien alimentados.

Tras la putada de la segunda guardia, me quedo dormido como un tronco hasta que, la primeras luces del amanecer junto con los ruidos de los animales, hacen que mi sueño reparador se rompa.

Con cara cansada, me incoporo y, mientras estiro los brazos lanzo un gran bostezo. Luego, me palmeo el pecho con las palmas antes de levantarme y comenzar a recoger mi saco en la mochila.

Bueno, ¿qué hay para desayunar? digo acercándome al fuego

Witzzy oye roncar a sus compañeros , algunos mas que otros pero todos descansan , la elfa se sienta y vela el descanso mientras continua con su obsesiva tarea de arreglar las plumas de las flechas .

Cuando la mañana despierta ve como alguno de sus compañeros comienzan a rebullir y poco a poco se levantan .

Algo de pan y fruta servira de desayuno para emprender la marcha en busca de nuevos aliados y extraños aliados .