Partida Rol por web

Al parecer, el cuervo había soltado la llamarada antes de lo esperado. Al menos alcanzó a, una vez visto sus intenciones, moldear las llamas que lograron esquivar a Aleyte y Dastar. Sin embargo, el pulso se le detuvo cuando vio a Dwalin cubierto de hollín. 

- Por la condensación! Naila, que has hecho!...- dijo, apresurándose a su socorro, ayudándolo a levantarse mientras rosco, vuelve a aparecer para darle de beber.

- Es un alivio... creía que te nos ibas. Aún debo practicar eso con esta criatura... mis disculpas.- dijo mientras el cuervo volaba a su hombro y miraba al enano con movimientos erráticos de cabeza.

Entonces el elfo levanta la mirada y mira en dirección de donde había llegado Rosco, hacia la Tiefling.

- ¿Esa señorita es Amiga tuya...?- comprobó antes de escabullirse hacia aquel sitio seguro, ayudando al enano a llegar si lo necesitara.

- Un desenlace inesperado, lo de allí atrás...Soy Laor, ¿con quién tenemos el gusto? - pregunto a la Tiefling.

Dastar permance en guardia esperando que lleguen los demás miembros de la pandilla de los carmesí.

—Aleyte mantengamos nuestra posición, que el buen mago socorra a Dwalin. Nosotros a por las demás ratas. 

Bueno he de decir que no es culpa de Laor, él preparó el hechizo para lanzarlo en el siguiente turno pero me adelanté y aproveché para narrar una retirada defensiva. Debido a las llamas, que abrasaron a los carmesíes que estaban afuera combatiendo con vosotros, los que pretendían salir al exterior desde la taberna no lo lograron, y ahora, después de escabulliros por las callejuelas siguiendo a Cardira, los habéis perdido de vista.

Por cierto, Cardira es una gnomo, no una tiefling. Lo que parecen cuernos en su imagen son unas gafitas de aviador, y es tan pequeña como Rosco, incluso un poco más.

Dwalin, Cardira rasca en sus bolsillos y saca una poción de color rojo viscoso para ofrecértelo. Con ella curas otros cinco puntos de vida, por lo que ya tienes diez.

Os dejo rolear un poquito y el lunes sigo posteando, que este finde también viajo a la playa. 

Dwalin se levanto con la ayuda de Laor y tomo  la pocion que Cardira le ofrecio. Sus quemaduras parecian desaparecer y el dolor y resentimiento se calmaba.

Por la barbas de Marthammor Duin!! Gracias por la pocion, pequeña amiga. La verdad es que lo necesitaba. Que asuntos te han llevado a este lugar?

Parece que Dwalin comienza a reaccionar, y tras la poción de Cardira su rostro comienza a recuperar su aspecto rubicundo, Rosco abraza al enano demostrando de nuevo su efusividad impetuosa, mientras palmea con fuerza las anchas espaldas de su compañero.

-¡Gracias a los dioses amigo! Me preocupaste cuando caiste de esa manera, menos mal que todo quedo en un susto... y bueno.. en una barba medio chamuscada - la mano del mediano meso los cabellos chamuscados de la barba del enano - Casi has perdido dos palmos de frondosidad maese enano - bromeó ahogando una risita divertida. - Debe ser la forma que tienen los elfos de afeitar a los suyos, por eso lucen un cutis tan perfecto y lampiño como el de nuestro buen amigo Laor. No te preocupes Dwalin, conozco a un barbero no muy lejos de aquí, por unos cobres te dejara la barba igualada y bien trenzada, de seguro que te quitas un par de décadas de encima.

De pronto su rostro cambia, su sonrisa despreocupada desaparece de sus labios, parece que ha recordado alguna cosa, gira el cuello y su mirada se cruza con la de la gnoma que observa en silencio a Rosco mientras mantiene los brazos en jarra.

-Oh.. Cardira.. querida.. gracias por ayudar a mi amigo.. ha sido todo un detalle por tu parte.. en cuanto a mi.. bueno.. lo nuestro, siento.. haber desaparecido sin decir nada - da la vuelta mientras su voz tiembla, tartamudeando en algunas palabras, levanta la mirada intentando sonreir, poner esa cara de chico bueno que tanta gracia le hacia a la gnoma - Ya sabes que tuve que largarme, Vara de Cristal puso precio a mi cabeza, pero yo no le robé, Cardira, alguien puso el anillo dentro de mi bolsa, sabes que no soy tan estúpido como para robarle al jefe... dos veces.. - hace una pausa y mira al suelo como arrepentido y tras una pausa dice - Bu.. bueno eso da igual ahora.. esos matones me han reconocido.. pronto sabrán que estoy aquí otra vez, tienes que ayudarme quiero encontrar a quien me la jugó... seguro que sabes algo - el mediano de pronto se calla y mira a un lado y a otro, como si de repente no sintiera que es el lugar mas seguro.

-Deberiamos largarnos de aquí, estas callejuelas no son seguras, los mendigos y los huerfanos son espías de Vara de Cristal, y por un par de monedas venderían hasta su propia madre, además tengo algo que enseñarte, creo que te va a gustar, como en los viejos tiempos - el mediano se palmeó orgulloso un pequeño bolsillo en la parte delantera de su jubón mientras guiñaba un ojo juguetonamente a su vieja amiga, ella sabía lo que ello significaba, algún objeto de valor, quizá hasta mágico. Rosco la conocía perfectamente, sabía con que clase de mercancía trataba, y el mediano nunca tenía las manos vacías. - Tu casa estaba cerca de aquí.. lo recuerdo muy bien.. 

De un momento a otro ya no estaban combatiendo sino que se movían por las calles del pueblo siguiendo a los pequeños que parecía conocían perfectamente la zona, además de tener una historia en común.

Mientras se alejan de los maleantes Dastar le promete a su compañero mediano que se olvide de sus problemas con la banda de malhechores.

—Me encargaré de que no vuelvas a preocuparte Rosco, ese Vara de Cristal no será más un problema para ti si me lo encuentro de frente. 

Marcháis al hogar de Cardira, un pequeño cubil excavado bajo las rocas situado en la periferia de Phandalin. Un lugar sombrío y rústico, pero resulta muy acogedor.

Cardira asiente ante las palabras de Rosco con una mirada furtiva y fruncida. Entiende que se la jugaron, pero no duda en objetar que debería haber contado con ella antes de salir huyendo y dejarlo todo atrás. - Pero eso no importa ahora... - refunfuña.

Os advierte sobre Vara de Cristal y la situación actual de los carmesíes en Phandalin. - Ahora es mucho más poderoso que antaño, y además cuenta con la lealtad de los goblins. Pero ese archimago es solo la punta del iceberg.

Le contáis a Cardira vuestras desventuras desde que os conocisteis en Nuncainvierno, de vuestros tratos con Gundren, el enano, vuestros descubrimientos sobre las minas perdidas de Phandelver y el personaje desconocido que conocéis por Araña Negra.

- Sí, esa Araña Negra parece ser el causante de todo esto. Todo comenzó cuando se extendieron los rumores de que alguien había encontrado las minas de Phandelver. Eso atrajo la atención de gente indeseable, como esa Araña Negra. Ese es vuestro principal objetivo, pues ha comprado las lealtades de Vara de Cristal y el resto de carmesíes. Es su auténtico amo y señor ahora y, por si fuera poco, trató con los goblins de toda la zona y ahora están bajo sus estrictas órdenes. Al principio parecía una bendición que Gundren hubiera encontrado las minas, pero ahora todo se ha vuelto una maldición, y esa Araña Negra pretende hacerse con el control no solo de Phandalin sino de toda la región, incluyendo las rutas comerciales de Triboar y la Costa de la Espada. Acabar con Vara de Cristal no solucionará nada. Si lográis eliminar a la Araña Negra, todo el castillo de naipes caerá con él.

La gnomo parece estar bien informada pues lleva tratando con los carmesíes todos estos años.

Dwalin escucho atentamente las palabras  de Cardira.

Y esa Araña Negra... de que criatura o humanoide se trata exactamente? Hay alguien que sepa a que nos vamos a enfrentar?

Dwalin miro en su bolsa en busca de un mapa.

Alguien tiene un mapa? tal vez deberiamos ir a ese Castillo de Bocapeñasco a hacerle una visita...

Escucha el comentario de Dastar cuando se dirigen hacia el hogar de la Cardira, alzando la cabeza para mirar a los ojos al humano con una sonrisa sincera.

-Gracias grandullón, se de sobras como combates, y si ese mago de pacotilla cruza sus armas contigo se que lo convertirás en pasto para los gusanos, pero es un tipo artero, rehuira un combate cuerpo a cuerpo, lo conozco bastante bien, y creedme, estaría mucho mejor bajo tierra.-

Cuando entran en casa de la perista, a Rosco le vienen bastantes recuerdos a la mente, mientras la gnoma habla con sus compañeros el inspecciona algunos objetos que tiene en una de sus estanterías, abre un pequeño cofrecito y sorprendido saca un pequeño colgante de plata, con una pequeña filigrana que emula la cabeza de un halcón, sus ojos son dos pequeñas esmeraldas, la sujeta con los dedos y la observa.

-No sabia que conservaras esto.. Pensaba que era un encargo especial y lo querías vender.. - se queda pensativo un momento y mira a Cardira con una sonrisa bobalicona - Si no recuerdo mal fue el último trabajo que me encargaste ¿no?, lo cierto es que las esmeraldas siempre te han ido bien.

De pronto se da cuenta de que no estaba siguiendo la conversación de sus compañeros, distraido en sus pensamientos y sus recuerdos parece no haber escuchado nada de lo que la gnoma les ha contado, la mirada ceñuda del enano lo saca de su ensimismamiento.

-Eh.. si.. si.. los goblins, si.. ayudan a Vara de Cristal.. y... espera... Cardira.. las minas de Phandelever, eso es una historia para niños, las han buscado muchos y siempre dicen que las han encontrado.. pero todo es un cuento alimentado por los bardos que cuentan sus milongas para sacarse unas monedas.. - se da cuenta de que las miradas de sus compañeros y se encoje de hombros dando un suspiro - Esta bien.. lo siento.. ya.. ya me callo.. -

El mediano dejo con cuidado el colgante de nuevo en su sitio, cerrando la tapa del cofrecito con cuidado.

-¿Os preparo un te? Creo que lo guardabas por aqui...¿si aqui esta?, continuad, yo os escucho - sin ninguna vergüenza rebuscando por los cajones de la casa, saca un pequeño tarro de porcelana y una tetera. Comienza a preparar el te mientras silba entonando una melodía, parece contento de regresar a aquella casa.