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La muerte de Haldir(No concluida)

El Pasado (Luz)

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22/12/2010, 08:20
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en construcción...

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28/12/2010, 10:27
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El pasado de los elegidos de la luz

Los inicios

El escuadrón de la “llama súbita” se formo oficialmente en los tiempos posteriores a la invasión de Archaón, sin embargo su origen se remonta a la guerra misma, durante los días del Cónclave de la luz. El grupo surgió del deseo de unos participar en la presente guerra contra las fuerzas del caos, así como del deseo de defender sus hogares.

Su líder y fundador no era mas que un enano de las ciudad de Middenheim llamado Dorn, pero que común era apodado como Martillo Rojo por los miembros de su escuadra; dicho apodo se lo gano durante la tormenta del Caos pues se decía que no hubo día que su gran martillo no se tiñera de rojo.

Dorn perdio a toda su familia durante las primeras batallas de la invasión; por lo conocedor de lo sucedido en el Conclave empezó a intentar inspirar en la gente el deseo de ir a la guerra y tomar venganza; pero los pobladores del imperio no eran mas que campesinos, obreros y todo tipo de gente común; las fuerzas del emperador se movía al sur y las fuerzas de los territorios del norte ya se preparaban para la batalla; sin embargo Dorn creyó ciegamente que lograría que hasta el mas pobre de los campesinos se uniera a la cruzada. Pero cuando empezaba a darse por vencido su convocatoria tubo respuesta, pero no fue de quienes esperaba, elfos, enanos y humanos de otros reinos habían llegado de territorios lejanos para unirse a la guerra en busca de venganza, gloria y muchas otras cosas; estos al enterarse del llamado de Dorn decidieron unirse a él. Tal fue así que en cuestión de días, el grupo ya superaba los 20 miembros.

Su primera incursión en la guerra tuvo lugar durante la retirada de las fuerzas del norte a la ciudad de Middenheim que es donde se había formado el grupo y donde se encontraban en aquellos días. Por decisión de Dorn avanzaron hasta la retaguardia de las fuerzas del norte y ayudaron en la retirada teniendo algunas cuantas refriegas de menor importancia. Su momento llegaría durante el sitio a Middenheim; durante este los guerreros de Dorn que es como se les llamaba en aquellos tiempos, pelearon valientemente, luchando palmo a palmo en el frente de la batalla; sufriendo graves perdidas al igual que las fuerzas defensoras.

Tras la victoria contra Archaón el emperador decidió premiar a Dorn y sus hombres nombrándolos guerreros honorarios y defensores del imperio. Con esto Dorn y sus hombres pasaron a formar parte de las fuerzas de elite y adoptaron el nombre de la escuadra de la llama súbita.

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28/12/2010, 10:28
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El Pico Sangriento

Durante los siguientes años Dorn y sus hombres participaron en muchas aventuras de gran renombre a lo largo del imperio; siempre sirviendo con lealtad y valentía. Sin embargo su éxito no era bien visto para muchos, y enemigos no les faltaban.

Llego así la fatídica misión en las cercanías del Pico Sangriento; les había sido encargada por el conde Alberich de Stirland quien ya les había hecho obvia su enemistad para con ellos. Pero a pesar de este hecho los hombres de Dorn debían siempre obedecer a los llamados del imperio, por mas ridículos o de bajo nivel que pudieran ser; y es que la misión que les había encomendado el conde Alberich no fue otra que escoltar y proteger al hijo de un duque llamado Ibian, quien según les había aclarado el conde tenia deseos de adquirir experiencia en combate por lo que los hombres de Dorn irían a extinguir una revuelta que se gestaba en una aldea minera en las cercanías del Pico Sangriento y el hijo del duque les acompañaría con el fin de adquirir dicha experiencia. Ya que esto podría no ser bien visto el joven duque iría disfrazado de un miembro mas de la escuadra y Dorn debería encargarse de que su identidad no fuese descubierta.

Fue así como Dorn y sus hombres, acompañados por el joven duque viajaron a través del imperio hasta las cercanías del Pico Sangriento; a la aldea en donde se suponía se había gestado dicha revuelta. Sin embargo a su llegada esta ya había sido sofocada por fuerzas locales del imperio, y solo unos pocos rebeldes habían logrado escapar al interior de las minas, pero el sargento que estaba a cargo del grupo de incursión del imperio le aseguro a Dorn que ya no representaba un peligro.

Dorn conocía muy que su misión de cierto modo representaría un fracaso, sobre todo a los ojos de quien se la había encargado; así que debido a esto y a la ferviente insistencia del joven duque, Dorn decidió internarse en las profundidades de las minas en pos de dar casa a los rebeldes, en lo que para el sería una pequeña practica de combate a oscuras, y que no debería de durar mas de unas pocas horas.

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01/01/2011, 08:13
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En las profundidades

 

Las cosas se mostraron fáciles en un principio; Dorn no considero necesario llevar a todos sus hombres consigo y además de confiaba en la situación, por esto dejo algunos de sus hombres y solo 12 bajaron con el joven duque entre ellos. Oscuros y fríos caminos tuvieron que atravesar en su largo avanzar tras las minas; a pesar de que no era esta su real labor como fuerzas del imperio el grupo se desenvolvió muy bien en su andar por las profundidades, esto debido a la gran diversidad de integrantes con los que contaba, muchos de los cuales estaban sumamente capacitados para una misión como la que en ese momento les atañía.

Fue ya cuando se encontraba considerablemente profundo en la mina, cuando ya habían pasado poco mas de 2 horas de camino, fue entonces cuando el grupo se encontró con el primero de los rebeldes. Este moribundo, se arrastraba hacia ellos clamando por ayuda, sus extremidades le habían sido arrancadas de forma violentas y de su cuerpo manaba una gran cantidad de sangre señal de que sus heridas no se restringían solo a sus piernas. El hombre murió antes siquiera antes de llegar hasta donde Dorn y sus hombres se encontraban, sin embargó alcanzaron a escuchar claramente lo que aquel rebelde les había dicho: “engendros en las profundidades”. Las cosas empezaban a cambiar de todo.

A partir de ese punto Dorn se mostró cada vez mas desconfiado de la situación y mas precavido, había ordenado al Joven duque ponerse a resguardo y no involucrarse en lo que sucediera a menos que el mismo Dorn le diera la orden. Y sus decisiones cobraban a cada momento mayor peso pues a su paso los cuerpos destrozados, charcos de sangre y malolientes olores empezaban a acrecentarse. Para Dorn y sus hombres empezaba a ser claro que se encontraban ante algo muy grande y que ellos solos no podrían resolverlo y que sobre todo no podían poner en peligro al joven duque.

Así Dorn y sus hombres emprendieron la retirada con un disgustado y quejumbroso joven duque que no paraba de recriminarles a cada instante que eran unos cobardes y que en cuanto regresaran el mismo se encargaría de que el imperio los destituyera, no se imaginaba que cerca estaba de la verdad.

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01/01/2011, 18:21
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La batalla bajo el Pico Sangriento

 

No paso mucho tiempo antes de que el joven duque callara y empezara a considerar que las propuestas de Dorn eran de lo mas atinadas, y es que tan solo emprender el regreso se vieron asediados constantemente por extrañas creaturas; lo que alguna ves habían sido humanos rebeldes se habían trasformado en deformes mutantes llenos de locura. Allí perdió Dorn a 3 de sus mejores hombres quienes al no encontrar otra opción decidieron entregar su vida en pos de los demás.

Pero los altercados los habían obligado desviarse de su camino y los caminos de las minas eran demasiado traicioneros y confusos para recorrerlos con tanta prisa sin provocar que irremediablemente el grupo se perdiera. Tras una hora de desesperada retirada llegaron ante una gran sala de aparente fabricación enana, mas allá se postraba una gran puerta de la que luz emanaba. El único mago con el que contaba en aquel momento Dorn le advirtió que los vientos de la magia le indicaban que mas allá había algo diferente, algo que le preocupa; sin embargo, a pesar de la insistencia del mago de no avanzar Dorn sabia que no había otro camino, pues ya podía escuchar los susurros de aquellas malolientes creaturas que les seguían los pasos. Se dispuso entonces a derribar aquella puerta de ser necesario.

Se encontraron entonces ante una cámara de la que no había salida, su interior era atroz, en los alrededores había una innumerable cantidad de cuerpos y vestimentas quemadas de todo tipo, el techo estaba repleto de cadenas cuyo fin no podía ser otro que la tortura, y en el centro, encadenado de alguna forma a un gran pilar se encontraba un hombre moribundo, si es que se le podía llamar hombre a lo que se encontraba frente a ellos.

Aquel ser no tenía piel, esta parecía haberle sido arrancada por las llamas que habían consumido el lugar, sus susurros no mostraban señal de dolor sin embargo; mas parecía estar orando. Los hombres de Dorn movidos por la curiosidad se dispusieron a revisar el lugar mientras otros se disponían a liberar al presunto humano malherido.

Para su sorpresa tan solo acercase a aquel ser este abrió sus extraños ojos y en un instantes aquellos que se encontraban mas cerca ardieron en llamas incinerándose casi por completo. Dorn ordeno de inmediato que salieran de la habitación al darse cuenta de lo que pasaba pero ya era tarde, los sobrevivientes al primer ataque estaban dispersos entorno al lugar y la mayoría lejos de la puerta. Algunos lograron llegar hasta la puerta antes de ser engullidos por las llamas, otros en un acto de valentía murieron junto a aquel ser en un intento de eliminarlo. Dorn intento retirarse con los sobrevivientes y el duque entre ellos pero no alcanzo a escapar a tiempo, una luz rojiza envolvió su retirada, lo único que alcanzo a ver fue como a su  izquierda el joven duque con una cara de horror notaba como brazo se iba derritiendo del intenso calor, para a continuación su cuerpo seguir el mismo destino, lo ultimo que Dorn vio del duque fue su mirada, le pedía ayuda a gritos ahogados. El silencio lo envolvió todo por completo.

Para cuando Dorn despertó estaba afuera, algunos habían sobrevivido y habían logrado escapar. Del duque no quedaba nada, solo cenizas; Dorn quien estaba malherido ordeno pedir ayuda al imperio cuanto antes y avisar de la muerte valerosa del duque. No llego a saber nada mas, fue enterrado a poca distancia de aquel lugar por sus hermanos quienes se encontraban ahora sin líder, sin mentor…, sin el mejor de ellos.

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01/01/2011, 18:23
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El Juicio, el exilio y el retorno

 

El juicio tuvo lugar aproximadamente un mes después de la muerte de Dorn, la escuadra de la llama súbita había sido desintegrada ya para ese entonces por orden del imperio. Todos sus miembros estaban acusados de alta traición, de entregarla vida de un prometedor miembro de la nobleza a las manos de los inmundos demonios. Muchas mas fueron las acusaciones y aunque muchas veces intentaron defenderse siempre surgía otro alegato infundado para desvirtuar la situación. Uno de sus allegados detractores fue el conde de Stirland, y fue este mismo quien les dicto la sentencia, el exilio de por vida bajo pena de muerte.

3 largos años los aventureros viajaron por rumbos distintos, labrando por separado el sendero de sus vidas, hasta el día de hoy en que habían sido reunidos por motivos que aun desconocían por completo. No sabían que había sucedido tras su exilio, salvo los rumores que les llegaban de mas allá del imperio, no sabían que había sido de sus demás compañeros, y mas aun no sabían por que solo ellos 6 estaban allí presentes.

Había sucedido pocos días antes, extraños mensajeros los habían contactado en los lugares donde moraran por mas remotos o secretos que estos fueran, el como los habían encontrado jamás llegarían a saberlo. Había sido el mismísimo duque Domenor, padre del joven duque quien muriera bajo el Pico Sangriento quien los mandara a llamar. El mensaje consistía en una serie de alegatos sobre la deuda de sangre que tenían para con él, pero además de esto del duque les ofrecía la oportunidad de que el emperador les perdonara el exilio, y una sustentable recompensa que les permitiría cambiar el rumbo de sus destinos. Todo esto si viajaban hasta Bechafen en el interior del imperio donde se encontraba su torre y si aceptaban cumplir una misión que les presentaría a su llegada. Anexado a la carta el mensajero les entrego un pergamino que no era otra cosa sino un salvo conducto que les permitía por un corto tiempo entrar al imperio y dirigirse directamente hasta Bechafen.