En el ultimo grito parece que se a forzado bastante y de sus labios solo sale un murmullo ronco, que va cesando según entras mas y mas en su interior.
La sangre sale prácticamente impulsada según la penetras, y pronto esta el suelo empapado bajo vosotros. Tras unos minutos, consigues entrar del todo en ella, quien no emite ya mas que quedos sollozos y ha dejado de hacer fuerza con las piernas. Tan solo unos espasmos sacuden su cuerpo mientras llora.
Bien.. ya vas aprendiendo, no te preocupes que yo me correré en un rato - le digo para acto seguido chuparme el dedo corazón e introducírselo por el culo sin si quiera avisar - Si llorar te ayuda hazlo, por mi no te cortes cielo - "Es la segundo violación que cometo en un solo día desde que estoy aquí, no me hace sentirme bien precisamente, pero todo sea por la audiencia y esa millonada que me espera.. soy un asesino, ¿que más me da ser también un violador?" - pienso mientras me dedico a empujar cada vez con más fuerza dentro de la chica.
Una sacudida mas débil que las anteriores es la única respuesta del agotado cuerpo de la mujer. La resistencia de su ano es aun mas férrea que el de su sexo...como si nunca hubiese sido utilizado antes.
Comienzas a moverte con mas rapidez y fuerza dentro de ella. No hay ningún tipo de resistencia en la mujer, se deja hacer sin protestar ni emitir un solo sonido ya, tan solo la ves llorar en silencio mientras la usas como si solo fuera un pedazo de carne.
Sigo empujando con ansia y vigor, cada vez más fuerte y más violento.. puede que sea mi respuesta al no querer hacer esto realmente, tampoco me importa mucho. Sigo haciéndolo hasta que finalmente me corro dentro de la muchacha y agarro su cabeza desde detrás por debajo de la barbilla para con un fuerte tirón partirle el cuello.
Cuando finalmente está muerta, saco mi miembro de ella y me pongo en pie. Con la nieve me limpio la sangre y me vuelvo a poner el mono. Desato las manos para recuperar la honda y cojo mi bandolera que me la coloco de nuevo. Recojo la suya y miro que hay dentro. En ningún momento miro el cadáver, para mi ha dejado de existir.
Ves que su mochila es exactamente igual que la tuya, sin diferencia alguna.
Cuando la matas, la flecha se enciende de nuevo y señala una dirección.
Miro la flecha para ver a cuanto está y cuanto tiempo me queda para cazar a la segunda presa. Me coloco cruzada la bandolera de la muchacha y parto hacia el objetivo secundario. Ella no la va a necesitar - "Asesino, violador y ahora ladrón de tumbas.. o algo parecido.. estoy haciendo méritos".
Comienzas a correr con ganas y ritmo, olvidado ya el incidente con la oriental, cuyo cuerpo se va cubriendo de nieve poco a poco.
Al cabo de quince minutos, llegas a un bosque y comienzas a sortear los arboles, acercandote poco a poco a tu objetivo.
1.563 metros...
890 metros...
542 metros...
47 metros...
"Menos de 50 metros y ya tengo a la otra presa... ¿sabrá luchar? ¿ofrecerá resistencia?" - aminoro el ritmo y cuando esté a unos 20 metros comienzo a moverme en silencio, con la honda lista para lanzar una piedra a mi objetivo - "Con suerte no me causa problemas, pero primero veamos de quien se trata antes de matarla.. ante todo hay que portarse bien después de una mala acción como la de antes".
Pasas a la escena nueva, Prados de nieve, prados de sangre.