Guay, gracias compis ^^
Ya me veía solo o que se anulara la partida
Bueno, lo único que hace falta es repartir 20 puntos entre 4 habilidades (mínimo 1, máximo 10):
Destreza | |
Fuerza | |
Inteligencia | |
Percepción |
Podéis ponerlo aquí mismo y en público, pues se supone que os conocéis y algo sabéis de las habilidades que posee cada uno.
Digamos que dependiendo de ellas, vuestra clase en la civilización es:
+ destreza: explorador
+ fuerza: guerrero
+ inteligencia: sabio
+ percepción: chamán
Poneos también, si queréis, un nombre que parezca así como azteca o maya, pues la civilización es algo de ese tipo :)
Soy el chamán Ikal y aparte de tener pocas luces, los espíritus me hablan y me guían... A todas horas.
Destreza | 5 |
Fuerza | 4 |
Inteligencia | 3 |
Percepción | 8 |
Yo soy Akatl y soy un gran rastreador, explorador y guerrero.
Destreza | 7 |
Fuerza | 6 |
Inteligencia | 3 |
Percepción | 4 |
Kutetla , sabia guerrera del grupo
Destreza | 4 |
Fuerza | 5 |
Inteligencia | 8 |
Percepción | 3 |
No he encontrado una imagen mejor
https://s14-eu5.ixquick.com/cgi-bin/serveimage?url...
MEMET
Destreza 6
Fuerza 4
Inteligencia 5
Percepción 5
Este es Memet, cazador, recolector, oportunista e improvisador nato.
Si, ya se que la imagen no es muy precolombina, pero es lo bastante neutral como para colarse en cualquier sitio :)
No importa. Falta uno, y os pongo la introducción. Y empezamos.
Destreza 8
Fuerza 5
Inteligencia 5
Percepción 2
Introducción:
La civilización de los Tikupé se encuentra asentada en un valle rodeado de frondosa selva, y liderado por la montaña Tikuta, en la cual creen que mora Tiku, el Dios del Clima, y desde la cual, éste controla los fenómenos metereológicos.
Hace siglos, para honrarle y conseguir su favor, el mejor de los artesanos esculpió un ídolo en oro puro y se lo ofreció al Dios. Dice la leyenda que a Tiku le gustó tanto, que se vinculó a la estatuilla.
Los Tikupé pensaron que su Dios debía seguir morando en la montaña, y allí fueron. Encontraron una grieta por la que entrar a su interior, y siguiendo un sendero que parecía bien marcado llegaron a una gran cámara que ellos calculaban que estaba en el corazón de la montaña.
Dibujaron bonitos paisajes en sus paredes y tallaron un pedestal en la roca en forma de trono. Lo cubrieron de suave lana, y dejaron allí el ídolo.
Tiku, complacido, les ha brindado siglos de buenas lluvias que permiten el cultivo, y las aguas del río Tikura, que nacen del deshielo de la cima de la montaña, descienden limpias y frescas, y el ganado puede abrevar en él con seguridad.
Sin embargo, hace un tiempo que algo ha cambiado. De la cima de la montaña sale constantemente una nube de humo negra y maloliente. La lluvia cae con azufre, y quema los cultivos, y las aguas del Tikura llegan llenas de ceniza y no son potables. Además, el suelo tiembla intermitentemente, y crea peligrosas grietas.
Los Tikupé creen que algo ha enfurecido a su Dios, y se adentrarán en la montaña para averiguar qué ocurre.