Keboi apenas si podía mantenerse en pie tras ese último y fugaz ataque. Los abanicos le habían dejado heridas profundas por todo el cuerpo y notaba como la energía le abandonaba con cada nuevo borbotón de sangre que manchaba sus ropas de ninja.
Ya no tenía muchas opciones. La pérdida de sangre le estaba nublando la vista y cada vez veía la furgoneta mas y mas lejos de su alcance, envuelta en una nube de humo. Aunque salieran con vida, tendría que cometer Sepukku... Habría fallado en su misión. Ese reparto no iba a llegar a tiempo.
Pero el Asako que llevaba dentro, el miembro honorable del clan del León de Rubí, ardía en la hoguera de la batalla. Aunque deseaba rendirse, la fuerza de voluntad de incontables generaciones de guerreros de las sombras corrían por sus venas. La muerte era mejor destino que la derrota.
- ¡IIIIAAAAAAH!- Grita, desafiante, al tiempo que desenvaina sus dos armas ninja, preparado para el desenlace del combate. Solo uno de los dos empleados de los locales de comida rápida saldría por su propio pie de allí.
Chicos, voy a morir en mi primer reparto xDDDDD
-4 a Buen Observador
En un último y desesperado movimiento, Keboi arremete contra el bucanero con sus letales espadas. Un extenuante baile de estocadas, paradas y contraataques, saltando chispas de las katanas y los abanicos. Al fin, entre el velo de sudor y sangre que cubre sus ojos, Keboi distingue una abertura en la defensa del bailarín corsario, y aprovecha para clavar su espada.
El bucanero parece no enterarse de lo que ha pasado hasta que intenta levantar el brazo izquierdo. Qué curioso - piensa, antes de derrumbarse.
Antes de poder alegrarse por su victoria, el bucanero que atendía a su compañero emasculado, se encara al ninja. No tendrá otra oportunidad.
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: Keboi. Honor de Clan (+2). Último aliento (+2)
Dificultad: 7+
Resultado: 10(+4)=14 (Exito)
Entre el humo, Seiji trata de vislumbrar a su compañero, para arrollar al bucanero vivo y pasar por el lado, para recogerlo...
No soy buen observador, así que me tocaba intentar usar la magia para el bono... no se si el cuervo sea un clan de observadores, pero como aves que son, deben tener una vista excelente.
Lupo respira una vez más y toma una de las bebidas energéticas. Nunca ha perdido a un compañero ninja y no va a empezar esta noche. A medida que Seiji-san maniobra para ponerse a la altura de Keboi-San, Lupo se desplaza a la parte trasera de la furgoneta para poder agarrar a su compañero con mayor facilidad, golpear al bucanero que le amenaza o tenderle a Keboi la bebida isotónica, cualquiera de las cosas que encuentre más sencillas con la maniobra de Seiji...
Seiji gira la furgoneta de un volantazo en mitad de la humareda. Calculando a ciegas lo que serían 180 grados, acelera a fondo para salir de la nube. De pronto se hace la luz. Delante de él puede ver al bucanero que casi asesina a su compañero, Keboi, que sangra profusamente. Dejando una estela de chispas, la furgoneta gana velocidad y se dirige directamente hacia el pirata, que no logra apartarse a tiempo.
En la parte trasera, Emer trata de evitar que los cacharros de cocina salgan despedidos por la puerta trasera*. De pronto se escucha un duro golpe, seguido por un bache. Por la puerta trasera ve pasar un bulto tendido en el suelo, y a su compañero Keboi, plantado en la acera con los ojos vidriosos.
En un instante, el cocinero se planta a su lado, y le hace tragar la bebida energética Ninja (R).
Nuestro vigilante más entrañable nota cómo un cosquilleo comienza a extenderse desde el estómago por todo su cuerpo. Ahora ya no le duele al respirar, sólo al expirar.
Tirada: 2d6(+2)
Motivo: Seiji, ¿dónde está el pizzero? - Rin (+2)
Dificultad: 7+
Resultado: 7(+2)=9 (Exito)
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: Seiji, esto sí que es conducción agresiva (+4)
Dificultad: 7+
Resultado: 6(+4)=10 (Exito)
Tirada: 2d6
Motivo: Bucanero esquiva
Dificultad: 10+
Resultado: 7 (Fracaso)
Tirada: 1d4
Motivo: Red Bull te da alas
Resultado: 4
* Las furgonetas de Ninja Burger, obviamente, cuentan con sistemas de sujeción de última tecnología**, pero las había soltado para mover el peso de la furgoneta hacia el lado en el que todavía tenían dos ruedas.
** Tecnología consistente en imanes de nevera y tiras de belcro.
Keboi, recuperas 4 heridas (+8 en total)
- No quiero meteros presión, compañeros, pero nos quedan dos minutos para terminar el reparto.
Seiji pisa el acelerador para tomar la ruta principal, está sólo a dos cuadras de ella.
Rinsaku-kun, traza la ruta en auto más corta al destino, lupo-san ya está arreglando la comida.
De vuelta a la parte postrera de la furgo-ninja, Lupo comienza a cortar y pelar con destreza milimétrica los ingredientes para las pizzas. La tensión aumenta mientras a su alrededor tiende un estado de respiración controlada y meditación trascendental que le permite abstraerse del ajetreo circundante.
Entonces una cazuela le da en el pie y suelta un taco acerado y tonal como una alcaparra.
Luego echa más alcaparras a la pizza y sigue a lo suyo...
La furgoneta sale a toda velocidad, lanzando chispas por la parte trasera como si fuera una atracción de feria. Se interna en la columna de humo y la atraviesa en un segundo, apareciendo delante del bloqueo de la policía por sorpresa. Golpeando el culo de uno de los coches, el equipo de repartidores atraviesa el bloqueo. Los pocos policías que reaccionan a tiempo disparan, herrando el tiro mientras el vehículo se aleja ruidosamente.
Lupo trabaja frenéticamente en la cocina. Sus brazos son un borrón sobre una masa de pizza que va cubriéndose de ingredientes.
En un momento la pizza está preparada, y el horno ardiente preparado para hacer su especialidad: cocinar a toda hostia.
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: Seiji a todo gas (+4)
Dificultad: 9+
Resultado: 6(+4)=10 (Exito)
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: Lupo a todo gas (+2 chef, +2 calma)
Dificultad: 7+
Resultado: 12(+4)=16 (Exito)
Tirada: 2d6(+2)
Motivo: Policía (+4 multitud)
Dificultad: 16+
Resultado: 7(+2)=9 (Fracaso)
Un par de manzanas más allá se encontraba el piso en el que tenían que entregar el pedido. Seiji aparcó en doble fila y Keboi subió las escaleras de dos en dos, algo más recuperado de sus heridas.
Así fue como el equipo del Tigre Afónico consiguió llegar en el último segundo al destino, llamar al timbre y dejar una pizza en el rellano.
Otro día contaremos cómo hicieron para cobrarse el pedido sin ser detectados *
* Una historia truculenta llena de acción, misterio y un extraño predicador sin piernas despotricando sobre zombies pecadoles.
Bueno, chicos, entrega finalizada. Abriré una escena de epílogo para que contéis vuestras batallitas y os despidáis antes del cierre.