Partida Rol por web

Desde su puesto a resguardo, Llúcia apenas vislumbra lo que sucede del lado de Edgar. Sus ojos echan un par de miradas de reojo hacia la gasolina que gotea a demasiada poca distancia de donde ella está. Sin embargo, inmediatamente su atención se ve desviada hacia otro lugar. Los gritos de Saul y de Daniel la devuelven a una realidad que está realmente más allá de su propia seguridad, un sitio donde no existe sólo ella si no todos los demás. Un sitio donde ella es la única a cubierto y los demás están todos al pie de la batalla. Y Llúcia sabe, o al menos cree sentir, es una guerra desigual... como todas las guerras.

Sale a sitio abierto, único lugar desde el que puede atacar.

- ¡¡Que tremoli l' enemic, en veient la nostra ensenya!!

Sus ojos hacen contacto. Visualizan aún de forma muy sesgada a las sombras que están avalanzándose sobre Daniel. Esas líneas que entran por su pupila hasta impregnarse en su mente, y que Llúcia aferra como si lo estuviera haciendo con las manos desnudas. Pero la distancia no se lo permite. Sólo la fuerza de su voluntad, de mandar a volar a uno sobre el otro, se extiende en el espacio vacío como un látigo, un pensamiento duro, avasallador. Un pensamiento... casi un deseo. Y una promesa.

 Maldi... dice el hombre al recibir el golpe, pero el sujeto no es ningún tonto  y te  responde con agilidad el  ataque, lanzándote una patada  en el estomago para hacerte caer.

Justo en ese momento  ustedes ven como Edgar comienza una especie de batalla con un sujeto en el techo, dándole un golpe y el otro le responde. Comienza una  batalla en el techo, que es igual de inclinado que el techo que escala Daniel. Este último ha tratado de saltar al techo, pero dada la inclinación del mismo, la llama le impacta de manera directa, y cae quemado al suelo, mientras humea.

Por otra parte un efecto en cadena se da, uno de los hombres, el que  dispara fuego con sus manos flota  y golpea al principal atacante, este evade, mientras el otro cae al piso y queda en mitad de la calle. Se levanta y  comienza hacer una bola de fuego que sale de manera esplendida de sus manos.

¡!!QUIEN OS HA ENSEÑADO ESO IMPIOS!!!

Si juegan nuestros juegos, saldremos ganando jajajajajajaj

Mientras como si fuera un superhéroe,  se levanta techo y flota en el aire....

Continuo con ganas intentando sacarme esas enredaderas de encima, mientras una duda pasa por su cabeza

¿Todo el tiempo podre haber sido capaz de tomar las cosas que Samuel me ha ofrecido y solo ahora pude lograrlo? ¿Por que?

Malditas enredaderas aunque intento con todas mis energías deshacerme de las enredaderas, mi habilidad con el machete parece dejar mucho que desear, mientras intento soltarme miro con atencion a Samuel, quizás viéndolo pueda aprender una mejor técnica para salir de este enredada situación.

Llúcia había visto muchas cosas en su vida, y más de ellas en lo que había sido de ella luego de ser abrazada. En un momento, quizás alentada por haber tocado con sus dedos el horror de todo tipo de crueldad en el mundo, toda violencia, había pensado que lo había visto todo. Lo había pensado, y había existido de acuerdo con ello, consciente de que los tiempos iban cambiando, que todo subía en un bucle infinito ascendente y que los métodos se refinaban, se volvían cada vez más fuertes. Pero siempre se mantenía lo básico, y todas aquellas emociones y motivos que Llúcia había visto, había padecido, experimentado, sangrado... Y ahora eso.

El hombre sale volando y la quijada de Llúcia se mantiene encajada sólo gracias a su fuerza de voluntad. Un escalofrío, o algo que su mente recuerda como el antaño latigazo de adrenalina, baja por su nuca hasta la base de su columna. Lo que había visto hacer a sus compañeros, o incluso a ella misma, no le había producido la misma reacción que aquello. Un vástago volando en medio de una calle, un vástago que había caído de un techo alto y que ahora se elevaba suspendido en el aire sin ayuda de nada, con una bola de fuego armándose en sus manos. Llúcia siente como todas las preguntas que habían quedado apartadas por la supervivencia vuelven, y se acumulan una tras otra en la base de su mente gritándole sobre la incoherencia de todo lo que ha sucedido y está sucediendo. La supervivencia vuelve a apartarlas de un golpe.

Clava los ojos en su atacante.

- ¡¿Quién les ha enseñado a ustedes lo que es una batalla, cabrones?! - grita - ¡¡Pues a nosotros no nos ha enseñado nadie!!

Maldita sea la hora en que me vine a meter en este lio de problema...y quien diablos se cree ese tipo para venir a lanzarme disque una bola de fuego encima...desgraciado Medito mientras siento como todo en mi arde a unos grados extraordinarios y todo el cuerpo me duele como si me hubiesen golpeado de lleno

Permanezco boca arriba como quien digiere la situacion mientras todo a mi alrededor parece enloquecer y venirse abajo como nunca lo habia visto

Vamos Daniel Sam...no te vas a dejar vencer por un grupo de vampiros estrellitas salidos de quien sabe donde... Me toco el pecho auchhhh..pero aun duele...

Intento concentrarme y permanecer en silencio mientras que absorbo las heridas y aprieto los puños por mi estupidez

No debi lanzarme asi tan estrepitosamente...

Edgar trata de esquivar lo mejor que puede el golpe de su enemigo, sólo para ver con asombro como el sujeto de las bolas de fuego sale disparado por los cielos como si fuese algún pájaro. ¿Los vampiros podían hacer eso?

¡Claro que no, idiota! ¡Este hijo e' puta debe ser tan arrecho que si quisiera ya nos hubiera hecho papilla! Y yo aquí, calléndome a coñazos con este huevón, tratando de partirle la jeta, mientras los tarados esos no hacen nada. ¡¿Qué hizo uno pa' meterse en esta, Diosito?! ¡Yo lo único que quiero es estar en mi casa, con mi jeva y mis panas, no aquí partiéndome el culo por algo que ni sé!

Edgar mira al otro sujeto, y poniéndose de nuevo en posición de batalla, empieza de nuevo con el ataque, decidido a ganarle al otro.

¡Toma, pendejo! ¡Vas a quedar tan machacadito que ni te acordarás de quién eres, coño 'e tu madre!

Cuando Edgar ve al sujeto culpable de todo lo que les estaba pasando, una mirada incredula y perpleja se dibuja en su rostro; mirada que se trastoca en una de rabia al ver la situación en que sus compañeros de desgracias se encuentran.

¡Si no hacen algo no vamos a salir de aquí nunca! ¡Despabilénse de una buena vez, carajo! - les grita Edgar a los demás desde su precaria posición, antes de volver a la pelea.

Después  de bloquear el golpe del hombre de manera brillante,  lo atacas de nuevo utilizando tu celeridad, pero no contabas con que él era también era rápido. El hombre si bien tu lo insultabas parecia concentrado en lo que hacía, no parecia estar disgustado, sólo sincronizado. El golpe que le diste estabas seguro le habia dañado, y a pesar de tus palabras el sólo respondio de manera resistente.

Sí hablas mientras peleas, puedes dar oportunidad para salir  herido.

Hace un salto y cae perfectamente a dos metros de distancia tuyos, y te hace un signo con las manos para que lo golpees.

Mientras ahi puedes ver que saul esta en problemas, por alguna razon, en donde encuentras, ves como una especie de plantas lo aprietan.

Aunque  te sientes confiado al principio, notas que las lianas se acercan, y  tu, a pesar de tener el machete , las enredaderas te están aprisionando.  Lo peor de todo es que parece que nadie se ha dado cuenta de que estas ahí. Las plantas han atrapado tus piernas y siguen subiendo.

Mientras Saul lucha,  Paolo esta ofuscado en una esquina, Edgar grita estando en plena batalla, y peleando usando celeridad, donde al parecer, el hombre con el que lucha, no le esta dejando las cosas fáciles. En ese momento el hombre que flotaba, pisa nuevamente el  piso con una gran sonrisa.

¿no se los enseño nadie?... ohhh... no me digan, son santos que  de repente aprendieron de la nada hacer ese tipo de cosas... infames, habréis matado a uno de los nuestros y habeis absorbido su esencia, y ahora, dicen que nadie os a enseñado... PATRAÑAS.... ¡son Diabolistas!

(Todos escuchan eso,  independientemente de donde se encuentren)

¡Os haremos pagar!...DIABOLISTAS!!!!!

El otro hombre, que cayó en el centro de la calle comienza a caminar   hacia una esquina y de repente desaparece.

En ese momento  él que flotaba hace un movimiento con su mano y  comienzan a  salirse algunas tejas de las tiendas, haciendo un ambiente algo tenebroso.

(Mientras escuchan las voz todos, sin excepcion tienen una sensación extraña, es una sensación que no viene del que habla, y que parece que de ninguno de los atacantes, es una sensación de tristeza,  algo externo a ustedes, dificil de explicar)

- ¡Ya lo escucharon! ¡Abrid los ojos, joder! - grita como reflejo Llúcia, ante las palabras de Edgar.

Sus ojos no se han desviado del hombre en el cual había clavado su mirada. Sin embargo, sus pies sí se mueven. Rápidos, sus pies se dirigen hacia Daniel que continúa echado boca arriba sin moverse, en posición totalmente vulnerable. Llúcia acorta la distancia hasta volverla inexistente, y se yergue interponiéndose entre el caído y el que flota. Las tejas empiezan a salir de los tejados y a dejar agujeros sobre las edificaciones, a volar, mientras Llúcia trata de abrir sus sentidos y ubicar al hombre que ha desaparecido por la esquina. Estúpida, estúpida de ella por no atacarlo a tiempo, cuando estaba tirado en el medio del pavimento. Esa era la clase de errores que terminaba en la muerte.

Y aquella sensación que le asalta es de las que termina en la rendición. Llúcia aprieta los dientes mientras el recuerdo añejo de la emoción humana surca por su columna y se expande por todo retazo de su piel muerta. Una tristeza ajena, como inyectada directo a lo que habían sido sus nervios, una tristeza nostálgica, dolorosa. ¿De dónde venía? Llúcia es incapaz de identificarlo, ni de entender cómo el enojo propio de la batalla, la fuerza que guiaba su ímpetu, comienza a mezclarse con aquello hasta empezar a fundirse. Era como sentir una tristeza de otro en el interior del pecho, como albergar la melancolía de un tercero dentro de su propia sangre. Era como si...

- ¿Diabolistas? - Llúcia entrecierra los ojos - ¿Estáis seguros de lo que estáis diciendo? Si no nos dejáis en paz quienes pagarán seréis vosotros por cabrones. ¡¡Ninguno de nosotros hemos hecho nada semejante, dejaros de joder de una puta vez!!

Ella parece estar haciendo tiempo. Quizás para que Daniel se recupere; quizás porque realmente cree en poder hablar. Las luchas en las que había participado habían sido mundabas, de sangre y contacto, ordinarias, masacres pero dentro de los parámetros de la normalidad. Aquello era totalmente desconocido, y no sabía cómo enfrentarlo. Suponía que la única manera de hacerlo era destruir la fuente para cortar de cuajo todo lo demás. Pero para ello, tenía que llegar, tenía que tener un arma, tenía que trazar una forma. Tenía que conseguir algo. Pero primero, lo primero.

Se prepara para defenderse, y defender a Daniel. Luego pasaría a lo físico, si podía.

Escucho las palabras de Lucia y siento su cercania lo que me da un poco de fuerza y un segundo respiro para levantarme y regresar a la lucha que a cada momento parecia mas desigual, por primera vez siento comodidad al estar luchando mano a mano con otros cainitas y encierro toda mi ira hacia esos malditos que nos atacan y juegan con nosotros a su plenitud

Miro a lucia y asiento con la cabeza Estos desgraciados nos llaman diabolistas y nos atacan sin explicacion....

De pronto empiezo a sentir eso por dentro, esa sensacion tan extraña y que nunca habia sentido...es incomoda y me hace sentir vulnerable pero en ningun momento debil por lo que le grito al maldito que hace mover las tejas

SI QUIEREN HACERNOS PAGAR PORQUE NO TE ENFRENTAS A MI EN CUERPO A CUERPO DESGRACIADO!!!!!

¡Ja! Y dicen que el reino vegetal es debil, que ¿dirian los biologos humanos si vieran estas cosas?

Miro a Samuel, el estaba mucho mas cerca de acabar con las enredaderas que lo apriosionaban, yo en cambio parecia estar sacando unas largas y enredadas raices ¿Porque no habré tomado esas clases de jardinería?...

¡Vamos compañero! termina rapido con eso, asi puedes hecharme una mano ¡Que estas cosas ya me estan poniendo nervioso!

Continuo intentando de usar el machete

Edgar, casi siguiendo el consejo del otro, no se entretiene más en hablar, y como si fuese un boxeador trata de esquivar los golpes que su contrincante le manda, tratando de hacerle daño a su vez a ese desgraciado.

¡Me gustaría saber mucho qué está pasado! ¡Ni que nosotros nos hubieramos metido con ellos, malditos hijos 'e puta!

 Cuando veo a Saul en problemas,  no puedo evitar pensar no saber de donde vienen esas plantas, y a pesar de que me siento  mariado, corro hacia donde está él. Compañero, vienen refuerzos, tomo una tapa de las canecas de basura y comienzo a golpear las lianas malditas utilizando mi potencia. ¿De donde salieron estas cosas?

Tenemos que tratar de salir de aquí, y entre más rápido mejor.

 El hombre en un estado total de concentración esquiva el ataque, y de manera algo magistral también esquiva  una teja de las usadas por Llucia. El hombre pareciera tiene total control. !lástima que seas un paria, serias un buen aprendiz!