Partida Rol por web

Las manos de Shin se hallaban ensangrentadas, pero habia conseguido ganarles tiempo deteniendo la hemorragia. "No es suficiente, piensa, un lugar donde puedan atenderles...". La mente de Shin funcionaba tranquila, pues no era su vida la que estaba en peligro, pero a la vez sus tren de pensamientos se esforzaba en llegar a la mejor solución posible con rápidez, por desgracia solo una opción viable surgió en su cabeza...

-Tsk- Chasco entre dientes.- Coge a Mordeim de nuevo, vamos a la ciudad- Dijo a Ross mientras se encargaba de coger a la niña.

¿Por que arriesgarse a ir  de nuevo a un sitio asi por unos niños moribundos?, muchos pensarian que alguien como Shin jamas haria algo por los demás, y menos algo peligroso y sin ganancias, pero se equivocaban. Los acontecimientos habian sucedido de forma que Shin podía interpretar como un trato, uno en el cual Mordeim,Shin y Ross se habian encargado las espaldas el uno al otro y Mordeim habia cumplido hasta el final, salvandolo cumplirian su parte, sin mencionar cuan util podria serle en un futuro...

Por otro lado el salvar a Serara era solo un extra, la posibilidad de obtener nuevos conocimientos de ella arriesgandose lo mismo que por salvar a Mordeim.

Los niños corrieron lo más rápido que pudieron hacia "Los tres muertos" cargando a los heridos.... 

*Shin no iba alli sin una razón, alli acudia un viejo exmedico, ahora un borracho sin rumbo. Se rumoreaban muchas cosas de como habia acabado en esa situación, desde que tras perder a su familia ante una enfermedad se vino abajo, hasta que le pillaron realizando experimentos con cadaveres. Fuera cual fuera la razón, Shin solo pensaba que podría venderle una de las tonfas enjoyadas del difunto Jaster para que salvara a lo niños.

Al llegar cerca del lugar, Shin se detuvo entre los escombros de una casa que habia ardido hace unas noches con la purga. Bajo a Serara y la apoyo contra un madero carbonizado.

-Quedate aqui con ellos, vere si puedo conseguir ayuda- Dijo a Ross mientras le tendia una de sus dagas personales, y acto seguido se dirigió a la taberna.

me había limitado a seguir a Shin cargando a Mordeim todo el camino hasta... ¿la ciudad? ¿Qué esperaba encontrar ahí? La mayor parte de esta había ardido hace escaso tiempo, y no creo que la parte rica nos acogiera con los brazos abiertos. ¿En qué estaba pensando Shin? Pero justo cuando me disponía a preguntarle, deja a Serara apoyada en una madera en una casa chamuscada, pidiéndome que me quedara con ella y con Mordeim mientras él buscaba ayuda.

-Vale, pero tampoco te entretengas mucho buscando. No creo que encontremos nada por aquí, y necesitamos encontrar un sitio donde resguardarnos esta noche.

Dejé el cuerpo de Mordeim apoyado contra la pared de la casa. "Mirándolo bien otra vez, la verdad es que es bastante grande. No sé como he sido capaz de hacer todo el camino con él a cuestas." La rata no se alejaba del cuerpo de su amigo, y tampoco tenía ningún interés en que lo hiciera. "¿Qué debería hacer ahora? Mi única opción es esperar a la vuelta de Shin, y no creo que nadie vaya a pasar por aquí estando todo como está. En principio mi única opción es esperar." Por tanto, busco un escombro a una altura adecuada para poder sentarme mientras espero el regreso de mi compañero; al menos para poder descansar un poco después de esos minutos frenéticos que acabábamos de pasar en el bosque...

-Hijo de per'a, ataca' po' la espalda, muy típico de vosot'os los de la inquisición-

Roxo se zafo de hinazuki,  pero en vez de protegerse detrás de esta, y por la rabia que le carcomia desde hacía ya rato, se giro directamente hacia Urlos y le lanzó la antorcha directamente a la cabeza la cual paso a escasos centímetros, pero sin llegar a golpearle pero dando una distracción a Roxo gracias a la luz y calor que irradiaba la antorcha cuando paso cerca de él capitán.

Roxo intento en ese momento colocarse a la espalda de aquel hombre con una pirueta lo mejor ejecutada que supo, pasando por encima de aquel hombre, tal como había hecho antes con hinazuki, solo que mucho menos adornado, mientras descolgaba el bastón de su espalda con la mano izquierda y cambiando la daga a la mano derecha al finalizar esta. 

*4

Despues de un intento fallido de cegar a el capitan con la antorcha y una infructuosa pirueta esquivada agilmente con un paso atras por parte del soldado este empezo a acometer ferozmente un golpe tras otro mientras Roxo esquivaba velozmente todos los golpes. Hinazuki por su parte y aprovechando la oportunidad, se agacha rapidamente a recojer la espada que estaba tirada en el suelo.
 

Finalmente tras varias acometidas el ultimo golpe de urlos consigue rasgar las prendas del muchacho. Estaba en una mala posicion. Habia que pensar rapidamente cual seria el siguiente movimiento.

Llegas a la taberna con intenciones de buscar a aquel medico del cual hablaban los rumores. Antes de siquiera alcanzar la puerta un hombre bastante desgarbado con una gabardina Marrón sale del lugar corriendo mientras intenta ocultar algo tras su abrigo. Te golpea en el hombro sin casi percatarse y corre por la calle. Algo perplejo finalmente entras y encuentras la posada prácticamente vacía. Como siempre el gigantón levanta la mirada levemente para verte entrar, pero pronto sigue a su trabajo, como si poco o nada le importase que un crio entrara en la posada.

Buscas con la mirada a aquel medico del cual habías escuchado rumores, si bien lo pensabas no sabias que aspecto tendría, ¿quizá un viejo decrepito? O alguien de mediana edad con su aspecto abandonado. Dudando de que hacer notas un escalofrió seguido por la sensación de que alguien conocida habla contigo, únicamente tienes la sensación de un taponamiento de oídos.

Algo aturdido Shin sacudió su cabeza sin escuchar nada más que las voces difusas que proveninan del piso de arriba.Para que se les escuchase desde el piso de abajo debia ocurrir algo serio, pero eso no era de la incumbencia del joven.*

Con paso firme Shin se acercó a la maxima autoridad del lugar, el propietario. No le sobraba el tiempo, pero no por ello podia hablarle sin cuidado.

-Perdon, ¿sabes donde puedo encontrar al medico que siempre viene por aqui?, un amigo lo necesita urgentemente.- "Amigo, futuro subordinado, persona a la que usar...la forma de llamarlos no importa¿verdad?", pensó el joven mientras miraba a aquella montaña humana, siempre imprudente de no hacer algo que pudiera incurrir en su ira.

Shin miró hacia la figura encapuchada a la que el gigante apuntaba, despues se volvió hacia él ante el comentario de la consumición. "Este sitio no es precisamente barato, pero no quiero cabrearle..."

-Una cerveza, en aquella mesa por favor.- Dijo mientras señalaba a la misma mesa que instantes antes el mismo señalaba, donde se sentaba el encapuchado. Acto seguido se dirijió con paso firme hacia la figura de la capa."No creo que tengan algo sin alcohol aqui, espero que este tan aguada como Nev decia..."

-Perdon por interrumpir-"Perdona que me importe tan poco...", pensó mientras se plantaba delante de la figura, con la mesa por delante- Sarj dice que puedes ayudarme, tengo dos personas heridas que necesitan atención.-Mientras pronuncuaba estas palabras Shin intentó atisbar la cara del encapuchado.

Según te acercabas a la mesa podías ver como la figura de la mesa te daba la espalda  con una mano apoyada en la mesa y movía el dedo índice de forma nerviosa repiqueandolo contra la madera. Al escuchar tu voz a su espalda da un pequeño brinco, como si la hubieran sorprendido sumergida en sus propios pensamientos.- Eh?.. Ah que?.- Dice antes de que puedas explicarte mientras te dirige una mirada casi decepcionada, obviamente no eres quien estaba esperando. Es una chica joven rondara los veintitantos. Algunos mechones de color negro cuelgan sobre su frente. Sobre la mesa puedes vislumbrar una careta de un material que no logras identificar. Finalmente tras terminar de explicarte la muchacha habla.-Ese idiota metomentodo, sabia que hoy tenia asuntos que atender, por si no fuera suficiente con la primera chiquilla ahora aparece otro. No se que te habrá dicho ese gigante medio calvo que puedo hacer pero si es algo mas complejo que algún corte o algo parecido ya aviso que no podre ser de ayuda. Además, mi tiempo sale caro.

En el mismo momento que las palabras “gigante medio calvo” salen de la boca de la muchacha Sarj aparece por de tras de ti y deja la jarra en la mesa.- Una plata.- Dice mientras te mira  sórdidamente hasta que le pagas. Luego lanza una mirada asesina a la encapuchada y emite unas palabras al aire mientras se aleja.- No tientes a la suerte…

Ves como en el rostro de la muchacha se ilumina una sonrisa.- Al viejo siempre le ha molestado que le llamen calvo.- Explica mientras finalmente irrumpe en una pequeña carcajada.- Bueno entonces ¿Cuáles son sus heridas y que trato propones? Tengo cosas que hacer esta noche.

-Heridas de espada, uno ensartado de lado a lado en el estomago, el otro un tajo desde el hombro hasta el final de la espalda. Las heridas ya no sangran, de eso ya me he ocupado, necesito que termines de curarles.¿ Puedes hacerlo?.- Mientras espera la respuesta de la mujer, Shin moja los labios en la cerveza para comprobar la fuerza de la bebida. Lo hace tranquilo, dejando entender que tampoco está desesperado por ellos. 

*[Si dice que puede curarlos]

-Confió en que esto bastará para compensarte- Shin mete la mano en el interior de la gabardina y asoma ligeramente una de las tonfas enjoyadas que habia recogido del cadáver de Jaster, eperando que sea suficiente para convencer a la chica. Rápidamente y sin dejar que nadie más lo viera, vuelve a meterlo en el interior de la gabardina y espera una respuesta

El corte seguramente sea fácil de coser… al que ha sido atravesado… tengo que ver la herida, depende de si ha tocado algún punto vital.- Pronuncia bastante mas calmada. Al ver el botín que le ofrecías no puede disimular un silbido.- No se ha quien habréis matado para conseguir eso, pero creo que entiendo porque han sido heridos tus amigos. Que la ofrezcas por curarles es bastante bondadoso por tu parte, aunque también me informa de que seguramente tengas la pareja. Nadie de por aquí se quedaría sin nada por salvar a “dos personas”  Santo cielo, si ni siquiera has hablado de amigos o compañeros- Dice sonriendo como quien evalúa la situación. Una vez más vuelve a tocar de forma nerviosa la mesa como dilucidando la situación.- ¿Estás seguro que quieres pagar eso por la vida de ellos? Vendido en un buen sitio eso podría sacar de pobre a cualquiera.- Deja que sus palabras te hagan pensar un breve momento antes de decir.

Bueno, tu decides. ¿Están muy lejos? He quedado esta noche aquí con alguien y no me gustaría alejarme mucho.- Dice mientras desliza la mano hacia la máscara que reposa sobre la mesa.-Aunque supongo que no tendré tanta suerte como para poder tratarles en algún lugar decente.  

-Muy amable al preocuparte de mis beneficios-" Y muy amable al darme tanta información de mi botín", Shin dejó escapar una sonrisa maliciosa- Entonces que te parece si subimos tu pago a cambio de un poco más de servicio. Tu curas a las dos personas en cuestión y recibes este pequeño, tras ello atiendes tus "importantes asuntos". Y cuando acabes con ellos vendemos la pareja, tu sacas un cuarenta porciento y yo me quedo con el resto, ambos salimos ganando bastante.¿Tenemos un trato?-Dijo mientras se levantaba lentamente de la mesa y le acercaba la cerveza, casi intacta, con la mano indicando que podia acabarsela.-Ah, y no pienses en robarme la otra pareja- sonrió una vez más hacia ella- no soy tan idiota de traer todo el botín a un sitio como este.

Bueno, ya se hablara, vamos allá, espero no tardar mucho. -Dice mientras finalmente toma la mascara y se la coloca en la cara. Una vez esta levantada acerca la mano enguantada a la jarra que te dispones a beber.- No te lo recomendaría, no quisiera tener que encargarme de buscar algo para lavarte el estomago.- Finalmente se empieza a caminar hacia la puerta.