Partida Rol por web

Cuando noto la mano de Hinazuki revoloteándome el pelo un torrente de emociones acude a mi mente. Mi padre solía realizar el mismo movimiento cuando estaba triste o simplemente para felicitarme. Una lagrima empieza a recorrerme el rostro. Hinazuki vuelve ha hablar, “Nin… ¿Ninya?” Era el hermano de Serara, solo le he visto una vez, pero parecía responsable. Asiento ante la pregunta. Me llevo la mano izquierda a las cicatrices con cierta duda.“¿Se podrán… curar?”. Antes de que mi mano alcance mi cara, justo cuando la tengo delante en mi palma veo una pequeña llama creciendo.

No creo que encontéis naa.- Serara da un par de golpecitos en lo que parece una bolsa de mimbre fino que lleva colgada.-Llevo toda la mañana recoguiendo los  futos de esta zona. Peo pueo compati. Vamo a casa, vivo ceca, aquí en el boque.

Justo en el momento que Serara deja de hablar todos os percatais de la expresión que hay en el rostro de Kalida. Si hubiera podido gritar el sonido se habría escuchado por todo el bosque. Dio un salto hacia atrás y empieza a retorcerse cuando esta en el suelo, sin dejar de mirar su mano izquierda. En un breve momento abre la palma y veis como unas llamas están empezando a crecer mas y mas. La primera en reaccionar fue Hinazuki que corrió hacia ella, pero cuando llego las llamas ya habían crecido lo suficiente como para que el cuerpo de kalida no se distinguiera. Justo cuando se decidia a actuar una explosión ocurre en el centro de las llamas y Hinazuki es lanzada hacia atrás. Vuela varios metros para caer sobre la mullida capa de hierba y en cuando se levanta expectante. En el centro de la explosión estaba el cuerpo de Kalida. Corre hacia ella sin saber que pensar. Kalida esta en el suelo desmayada. Ninguno sabia que había pasado.

La primera que se atreve a pronunciar una palabra fue Serara.-¿Qué… Que ha sido eso?.- Su tono parecía lloroso y se acerco junto al cuerpo de Kalida que ya acompañaba Hinazuki intentando tratar de ver que le había pasado.

Kobato se quedo alejada mirando perpleja. Sabía que eso había sido magia. Pero una magia completamente descontrolada y en forma pura.

-¡Ah!.- El gritillo de Umbra parece mas fingido que otra cosa, empieza a frotarse el moflete donde le has tirado.-Vale vale, nada de apoderarme de tu cuerpo.-Pone una expresión afligida, pero no tarda en sustituirla por su sonrisa habitual.-Aunque claro… ya me habia apoderado un poquito… -señala hacia la herida de tu pecho y las volutas negras empiezan a volar hacia su mano.-Entiendeme llevo aquí encerrada ya mucho tiempo, almenos tenia que intentarlo… Y no me mires asi, que también intentaba curarte.-Gira la cabeza y sin mirarte pronuncia en voz baja.-Ibas a ser mi cuerpo, seria inútil volver a morir al poco tiempo de volver.-

Se queda callada un momento y al rato vuelve la cabeza hacia ti.- ¿Qué qué haría? Es una buena pregunta. Intentaría hacer el mundo mas divertido, bueno, mas divertido para mi. Podria… Mmmm no se, destruir la luz en el mundo podría ser algo a lo que dedicarse…-Se queda mirándote totalmente seria, pero en un segundo su rostro cambia y empieza a reir. No tienes claro si bromeaba o no. – Kyakyakyakya ¿Y tu? ¿Que harias si tuvieras poder?

Mientras Roxo y Mordeim rapiñan lo que pueden de los soldados Ross carga con Shin con la ayuda de Ninya dificultosamente empiezan a andar hacia fuera.- Un compañero herido y vosotros os dedicáis a ver que podéis robar…-.Sin esperar a nadie Jaster empieza a caminar hacia la entrada.- Vamos, cuanto menos estemos aquí mejor.– Se le nota una leve cojera pero avanza con cuidado.

Después de un fatigoso camino hacia el bosque, conducidos por Jaster llegais a una vivienda conocida por algunos pero para otros nueva. El camino fue complicado y laborioso pero finalmente llegasteis a una pequeña cabaña hecha dentro de un tronco de árbol.

Jaster os guía hacia dentro de la cabaña, que desde fuera parece pequeña pero al entrar veis como únicamente hay unas escaleras que bajan hacia abajo. Tras un momento bajando los escalones os encontráis con una pequeña morada escavada en la piedra, con gran cantidad de raices por las paredes.

Una pequeña mesa baja adorna uno de los laterales de la sala en la que os encontráis, en el suelo hay unos cojines de lo que parece paja. Jaster sin prestar mucha atención os indica el camino por un pasillo hasta una habitación donde dejáis a Shin recostado en lo que parece un colchón de hojas y ramas. Todo parece muy rustico, a diferencia del día anterior para los que estuvieron la casa, ahora esta iluminada por pequeñas velas colgadas en las paredes.  

Jaster os lleva hasta la sala inicial y se sienta en uno de los cojines invitándoos a hacer lo mismo. En cuando estáis todos sentados mira a Ross y hace un intento de empezar a hablar, parece furioso pero finalmente suelta simplemente un suspiro. -No se que es peor, que tu trajeras a los guardias, que ninguno sepa pelear o que el chaval ese este inconsciente en la cama. Y para colmo ahora sabéis la ubicación de este sitio.-Se lleva la mano a la frente cansado y se apoya en la mesa.- Haber, empecemos por el principio, ¿quiénes sois? Y antes de que alguno se haga el gracioso, no me refiero a vuestro nombre.

A Shin se le escapo una sonrisa ante la idea propuesta por Umbra, intuia que no bromeaba con aquello de eliminar la luz.

-Mmmmm, un mundo en oscuridad completa, la gente comenzaría a gritar demasiado, si eliminaras el ruido innecesario y le añadieras una bonita luna con cielo estrellado creo que seria mas agradable- Shin seguía mirando a sus alrededores mientras hablaba con una tranquilidad inquietante. Las sombras le habian tratado mejor que nada en este mundo, un mundo dominado por ellas no sonaba mal del todo pero tampoco queria la completa exterminacion de la luz. Finalmente dirigió su mirada hacia a Umbra para contestarla- Preguntas cosas que deberias saber ¿Acaso no muestras estos cristales mis deseos?- Shin sonrió algo burlón a Umbra- Veamos si tuviera poder podría vivir tranquilamente sin preocuparme de morir en cualquier momento por hambre... pero dado que estas dando ideas de mayor importancia yo también jugare.... -Shin dubitó durante unos segundos buscando en su interior que haria con un poder de grandes dimensiones- Matar- Dijo claramente- Para empezar mataría a todo aquel que pudiera suponer una amenaza para mi: reyes, nobles, guardias, cualquiera que intentara oponer algun control sobre mi. Asi conseguiria un verdadera libertad completa sin ataduras. Despues de eso utilizaria esa libertad para hacer lo que quisiera, el mundo es un lugar inmenso, seguro que encontraria algo que hacer con ese poder¿no crees?

-¿¡Pero qué!?- Gritó Kobato sorprendida. -¡Kalida! ¡Hinazuki! ¿Estáis bien?

"Magia, no hay duda, pero ¿cómo ha sucedido exactamente?" (realiza una valoración mágica)

El cuerpo inerte de Kalida está tirado en el suelo rodeado de pequeñas llamas producto de la reciente explosión, a pesar de ello, se puede acceder al cuerpo de Kalida sin dificultad. Kobato intenta tomarle el pulso, ver si respira o algún indicio de que la muchacha siga con vida.

"Esto no me gusta... no me gusta nada, no parece que el hechizo lo haya realizado ella a propósito." Mira hacia todos lados "No parece haber nadie, entonces... ¿ha sido ella? ¿Sin querer?"

El semblante de Hinazuki pasó de la indiferencia al terror cuando vio a Kalida retorcerse en el suelo mientras unas llamas crecían en la palma de su mano. Rápidamente salió corriendo hacia la pequeña, pero para cuando llegó todo su cuerpo estaba en llamas. Miró rápidamente alrededor, pero parecía que Serara y Kobato no estaban menos sorprendidas que ella. “Haced algo”, pensaba ante la impotencia. El debate interno entre actuar o no duró unos instantes.

“Tengo que hacer algo”. Hinazuki rasgó un trozo de tela de su camiseta para usarla como protección. Por culpa de la armadura no pudo sesgar más que un pequeño harapo que le crubría parte de una mano, pero menos era nada. Cubrió su mano izquierda como buenamente pudo y respiró hondo. No pudo exhalar el aire, pues una violenta explosión que provenía del cuerpo de Kalida la mandó volando varios metros atrás. Cayó violentamente contra la hierba, que frenó gran parte del impacto, pero la armadura hizo mella en la espalda y se había golpeado fuertemente la cabeza.

Desorientada, lo único que podía oír era un ligero pitido. La cabeza la daba vueltas y no podía respirar. Si intentaba moverse la espalda respondía con un dolor agudo y punzante. “¿Qué ha pasado?”, intentaba decir, pero no salían las palabras.

Intentó respirar, pero la garganta la ardía. Con gran esfuerzo se puso de costado y comenzó a toser violentamente sangre. “Seguramente inhalé una llamarada mientras respiraba cuando explotó”. Pudo ver como Kobato se acercaba a Kalida mientras tosía. Las llamas parecían haberse extinguido.

Haciendo uso de pura fuerza de voluntad, Hinazuki se puso de pie. Caminó tan rápido como pudo hacia Kalida y Serara se unió a ella. Estaba asustada. Hinazuki la puso una mano en el hombro e intentó hablar. –Nin…- Una breve pausa, donde volvió a toser sangre. -a...hora...-. A pesar de su lamentable aspecto, Hinazuki se alzaba imponente ante Serara.

Me llamo Mordeim y soy un niño del centro de la ciudad que se vio introducido en todos estos problema,todo empezó con la purga,todo estaba ardiendo,se oían gritos y olía a carne quemada,todo era diferente con respecto a otras purgas(pareces nervioso).Jaster imponía cierto respeto al niño con su profunda mirada,pero estabas más preocupado de que le había pasado a Shin,si podría recuperarse.Tras conocer a Serara y a Ross salimos corriendo de la ciudad antes de que la ciudad tomase nuestras vidas también y llegamos a esta cabaña,y tu quién eres? Serara y Ninya hablan mucho de ti y el gremio....

Jaster mira de manera criptica  a Mordeim, el primero en hablar. – ¿Del centro de la ciudad?- Agita la cabeza negativamente.- Como mucho del exterior. Y bueno, la segunda parte es mas creíble, la purga de este año a sido… Imperdonable.- Por los ojos de Jaster recorre una mirada aun mas enfadada.- Y ahora que la mencionas.- Se gira hacia Ninya que aparece en este momento de uno de los pasillos de la sala con una tina y lo que parecen unos vasos de barro cocido.-¿Dónde diablos esta Serara? Aun tenemos que regañar a esa niña mentirosa.

La expresión de Ninya primero sorprendida pasa a una sonrisa.- Si, no me gusta que me mienta. Aunque parece que no esta aquí.- según habla deposita la tina que parece llena de agua y va poniendo los vasos en la mesa delante de cada uno, cuando acaba se vuelve a marchar por el mismo pasillo que ha venido.

-Yo soy Ross y... lo de los guardias... no fue mi intención. Yo solo quería ver si el viejo que me ha estado cuidando estos años estaba bien y... de pronto aparecieron esos guardias e intentaron capturarme. Mi única solución era intentar despistarlos en el bosque, pero por el camino me encontré con Mordeim que me dijo que le siguiera a las alcantarillas y decidí seguirle dentro, ya que tampoco tenía muy seguro poder escapar en el bosque que tampoco conozco muy bien. Se notaba nerviosismo y culpabilidad en mi voz, pero no podía remediarlo, gran parte de la culpa de que Shin estuviera así era mía por arrastrar a los guardias hacia ellos. "No era mi intención, pero esa no es excusa suficiente..."

-Fuiste tu quien vino a buscame, así que no "Queo" que necesites sabe nada de mi na más que me llamó Roxo-

Roxo estaba de mal humor tenia que volver al claro, debía avisar a aquella chica de lo poco que había visto 

-Tengo que ime, me espeaan en un claro del bosque, vende más tade, si Shin despieta decidle que he ido al cclao el lo entendea- Roxo deja la daga que le había prestado Shin al lado de este, recojio todas sus cosas y se dispuso a marchar.

Roxo salio corriendo hacia la ciudad para desde allí volver al claro, no recordaba muy bien el camino así que tampoco corrió mucho para no equivocarse, finalmente llego a los muros de la ciudad, pero tardo más de lo previsto, así que nuevamente salio corriendo hacia el claro a mayor velocidad para ganar el tiempo perdido

"He de darme prisa, espero que sigan allí"

Serara, aun en pánico se pone en pie y empieza a señalar hacia un extremo del claro- Por … Por aquí.- Dicho esto empieza a caminar casi corriendo hasta que se encuentra en el limite del claro, donde se para a esperar a sus acompañantes.

Hinazuki con dulzura coge a Kalida del suelo y, portándola boca arriba delante de su cuerpo, empieza a avanzar hacia Serara. Kobato igual de asustada, pero intrigada por los hechos camina junto a ellas mirando de reojo a la herida de forma preocupada.

Serara que no sabía lo que pasaba os guio por el bosque, el camino fue complicado y laborioso pero finalmente llegasteis a una pequeña cabaña hecha dentro de un tronco de árbol. Serara hecho a correr hacia ella apurándoos.

Os guía hacia dentro de la cabaña, que desde fuera parece pequeña pero al entrar veis como únicamente hay unas escaleras que bajan hacia abajo. Tras un momento  de duda cuando veis como Serara empieza a bajar las escaleras, escuchais un ruido abajo, un ruido parecido al de alguien caer. Bajando los escalones es encontráis con una pequeña morada escavada en la piedra.

Justo en el momento que Roxo menciono irse los ojos de jaster se tornaron furiosos y en cuanto se levanto Roxo, Jaster clavo una daga en la mesa que empezó a cimbrear acompañando sus palabras.

-No creo haberte dado permiso aun para marchar.- Parecía furioso, pero a la vez preocupado, y sus palabras siguientes dio a conocer sus preocupaciones.-¿Crees que voy a dejar marcharte tan a la ligera después de que conozcas el lugar de dos amigos?.

Roxo se giro justo antes de subir las escaleras y se le quedo mirando, y justo entonces se escucho la voz de alguien bajando las escaleras corriendo y gritando.

Una chiquilla de pelo rojo conocida par algunos apareció por las escaleras, y esta al ver a Roxo plantado en ellas intento frenarse pero no lo suficientemente rápido. Tropezó y cayó estrepitosamente encima de Roxo lanzándolo al suelo.

Tras de ella bajaron 3 personas más, una chiquilla de pelos dorados y coletas con expresión confundida y otra chica de cabellos castaños portando una armadura completa y una niña de tierna edad en sus brazos, esta parecía desmayada y mientras bajaban las escaleras pudisteis ver como el lado izquierdo de su cara estaba cubierto de quemaduras.

Serara se recupero rápido del golpe y se levanto pidiendo disculpas,al ver un desconocido delante de ella dio un saltito y miro el resto de la sala confundida. Algunos de los presentes ya los conocía, pero al chico con el que había chocado no.

-Eta Ninya? Nitamos ayuda, sa hecho daño. -Emitió las palabras farfullando, aun cansada del la carrera que había hecho mientras señalaba el cuerpo que cargaba su acompañante.

En ese mismo momento de una puerta cercana apareció Ninya de nuevo preguntando.- Ha pasado algo he escuchado un golpe y…- dejo la frase a medias al ver a Serara y a sus acompañantes.-¿Sera? ¿Quienes son?.

-Amigos, Kalida, a recuedas? Jugaba aveces conmigo-. Señalo a la chiquilla que reposaba en los brazos de la muchacha con armadura.- Se ha hecho daño, no se que paso… -

El grupo de la escalera empieza a bajar hasta colocarse en el centro de la habitación. Roxo observa conmocionado la escena aun apoyado en la pared de las escaleras.

-Que le ha pasado…?- empieza a formular Ninya cuando se acerca a ellos, peor en el momento que va a poner una mano encima de Kalida entrecierra los ojos.- Ven traela a una de las habitaciones.- Se da la vuelta y comienza a andar. Hacia una de las puertas, o mejor dicho tuneles que hay. Toda la vivienda parece escavada entre las raíces del árbol.

Jaster miro a los nuevos invitados con una expresión entre la curiosidad y la furia que habia sentido un momento antes. Y se quedo mirando como pasaba la muchacha de la armadura. La siguió con la mirada durante todo el trayecto.

 Y allí estaban todos. Jaster, Mordeim y Ross sentados en unos cojines frente una mesa de baja altura. Roxo Mirando con incredulidad todo lo que acababa de pasar. Ninya caminando hacia las habitaciones junto a Hinazuki, que caminaba con su porte orgulloso cargando el cuerpo de Kalida. Serara dando vueltas alrededor de su hermano intentando ayudar a hacer algo. Kobato con expresión aturdida en medio del aquel jaleo y por ultimo, en una de las habitaciones interiores Shin, reposando de sus heridas.

El grupo finalmente se había juntado y aquí es donde de verdad empezó su historia.