Partida Rol por web

Nuestros osados investigadores han centrado su punto de mira sobre la figura de Klaus Hunderprest.

Muy bien, pues Nicholas y Steven se van para Ausperghaus para hablar de nuevo con herr Ausperg, y Robert se va de troncha a casa de Klaus Hunderprest (Vohlstrasse 324, apartamento 1).

Acciones, por favor.

Durante el camino a la Ausperghaus Nicholas y Steven discutieron si era conveniente o no informar de lo que sabían a Herr Ausperg.

Steven era de la opinión de que no había razón para ocultar la información que habían conseguido, aunque tampoco era necesario dar todos los detalles de cómo la habían conseguido.

Tras comprar los periodicos a un joven, que los vendia en la calle, Robert se dirige al taxi que lo estaba experando, un bonito coche robusto pero estilizado, de color negro y con una copota del mismo color que resguardaba a los pasajeros del duro clima vienes.

Por favor puede dirigirse a la calle Vohlstrasse 324, apartamento 1. Muchas gracias. Dice Robert al taxista mientras se acomoda en el duro sillón y se dispone a esperar el viaje, que se inicia con un suave traqueteo por las empedradas calles de Viena.

Muchas gracias señor aqui tiene el dinero. Realiza el correspondiente pago a los servicios prestados.- Me podria usted recomendar alguno de las cafeterias de esta zona? La verdad es que he tenido un dia duro y aún no he podido tomar nada. Por cierto, podria usted esperarme  por aqui cerca? Es posible que necesite sus servicios en poco tiempo. Añade este gesto saco un poco de dinero para tentar al conductor y muestra una amplia sonrisa. Por supuesto esto ya es para usted si decide esperar y luego le pagare la siguiente carrera. A lo que el taxista aceptó gustosamente.

Robert con toda la tranquilidad de la que puede hacer gala y con paso firme, realiza una vuelta por las calles proximas a la casa de Klaus Hunderprest, tras ver como es y fijarse en las entradas de alcantarillado próximas, decide sentarse en una cafeteria de un bar a leer los periodicos del día y estar atento por si Klaus sale o entra en su residencia.

Curiosamente, el 324 de Vohlstrasse está en el mismo barrio (poco elegante) que el cementerio Das Tor, y muy cerca de la entrada del mismo.

Una vez llegan a la Ausperghouse los protagonistas son recibidos por el mayordomo, el cual les acompaña hasta el recibidor donde ya Nicholas había esperado en su primera visita a la casa. A pesar de que Nicholas estaba ya familiarizado tanto con la situación como con los contenidos del mueble bar, las actuales circunstancias eran un tanto más lóbregas que las de la última vez, por lo que optó por no servirse nada esta vez a la espera de Herr Ausperg.

Al cabo de unos instantes, aparece herr Ausperg, que tras ofreceros café os pregunta sobre vuestros progresos en el asunto.

El 324 de Vohlstrasse es un edificio dilapidado, que consta de planta baja y dos pisos. En la entrada hay una puerta con una placa que indica: "Apto. 2: Adolf Liebermann, Administrador." Hay sendos timbres rotulados: "Apto. 3: R. Horst" y "Apto. 4: Dr. Wolfgang Dornheim". No hay señal alguna del Apto. 1.

Examinando la parte posterior del edificio se puede ver una entrada posterior, que evidentemente lleva a un sótano. La puerta no está marcada y no hay ventanas que indiquen la existencia de una vivienda en el sótano.

Nicholas aceptó con gusto el café que le ofrecía Herr Ausperg, sentándose luego en un butacón a instancias del anfitrión. Tras saborear el contenido de la taza y regodearse ligeramente en su aroma, comenzó a hablar, a la vez que dejaba taza y platillo sobre una mesita accesoria.

--- [ Herr Ausperg, tenemos ya algunas pistas de relevancia, si bien es posible que usted pueda ayudarnos a encajar alguna pieza más. Por una parte hemos descubierto que desde algún tiempo atrás se están produciendo actos vandálicos en el antiguo cementerio del Das Tor que guardan similitudes con el ataque aquí producido. Al parecer varios cadáveres han sido vilmente profanados para robar partes de sus cuerpos, y los rastros dejados por los atacantes son similares a los aquí encontrados. Tal vez se trate del mismo individuo o individuos.

Sin embargo sigue escapándosenos el móvil, ¿por qué alguien querría robar la Cabeza de latón? Hemos averiguado que Herr Hunderprest, que como usted nos dijo se mostró excesiva y "violentamente" interesado en el artículo robado, está viviendo muy por encima de sus posibilidades. Eso en su caso nos daría un móvil, si bien por otra parte el valor de la pieza es escaso, salvo para aquellos que, como nuestros clientes, están interesados en el Ocultismo. Dígame, Herr Hunderprest, ¿qué sabe usted de esa pieza? Estoy seguro que su casa de subastas, dada su profesionalidad, tiene mucha más información sobre ella que la disponible en el folleto de subastas. Cualquier cosa que nos pueda decir podría ser de relevancia, por nimia o informal que pueda parecer. ]

No sé qué decirles, afirma el dueño de la casa de subastas.

Como ya saben, no estoy en el negocio del ocultismo (por lo tanto la información de que dispongo sobre la cabeza es mínima, y es exactamente la que venía en el catálogo de la subasta), y hasta ahora no había tenido relación alguna con Hunderprest, luego ignoro sus fuentes de financiación. Que no es un caballero ya me lo demostró cuando se puso tan violento al no quererle vender la cabeza.

--- [ ¿Quién o quiénes se encargaron, pues, de la búsqueda, selección, compra, etc. de los objetos subastados? Es obvio que fue hecha cuidadosa y profesionalmente, tal y como corresponde a la buena fama de su firma...  ]

Como ya les comenté en su primera visita, esta subasta es atípica en tanto en cuanto nosotros no salimos a buscar los objetos, sino que todos ellos proceden de dos o tres familias de la alta sociedad de Viena, que están pasando horas bajas, y que me solicitaron organizara una subasta para recaudar fondos. Evidentemente no pienso revelar de quién se trata, pero están por encima de toda sospecha; es más, me han hecho saber que están profundamente incomodadas por la situación que se ha creado.

Robert se pasa la tarde delante de la cristalera de una elangante cafetería, con mesas de marmol y sillas de color negro Thonet, degustando un aromático cafe negro y una selección de los pastellios más típicos de la ciuada vienesa. Mientras sigue atento a cualquier tipo de moviemiento de entrada o salida que se produzca en la casa de Hunderprest.

Creo que si no entra o sale nadie, me acercare al administrador del edificio para preguntar por el el apartamento 1 con cualquier tipo de excusa. Ese sotano me da muy mala espina y creo que debo hablar con Steven y Nicholas sobre la cercania al cementerio y que no aparezca el apartamento 1 antes de tomar cualquier acción arriesgada. Bueno veamos como se presenta el resto de la tarde y si aparece alguien sospechoso. Sigue ojeando los periodicos del día, esperando tranquila y pacientemente.

En Vohlstrasse 324, durante el día sí hay idas y venidas del edificio, que más o menos corresponden a los apartamentos 2, 3 y 4, porque ves a tras personas diferentes, todas las cuales entran por la puerta delantera con llave propia. Por atrás no hay movimiento.

-Herr Auspberg, como dice, Hunderprest estaba tan interesado en la cabeza como para llegar a ponerse violento. Eso hace que suponga que él tampoco conocía a los dueños, o habría intentado acudir directamente a ellos. ¿Los dueños le informaron de si alguien les había hecho alguna oferta o hubo algún intento de robo en su domicilio? También hay otra cosa que me intriga, y es cómo llegó Hunderprest a participar en la subasta. No creo que usted invitara a alguien que hubiese sido conflictivo anteriormente. ¿Era la primera vez que tenía tratos con él? ¿Cómo llegó su nombre a la subasta? También sería de ayuda que nos diese todos los datos de que disponga de gente que tenga relación con Hunderprest: contactos, gente que haya hecho negocios con él, etc...

Cuando esta atardeciendo, Robert decide enviar un mensaje para que se lo entreguen en el Hotel a sus compañeros.

El lugar esta tranquilo, sigo esperando sin realizar ninguna acción tal como convenimos. Creo que nos deberiamos encontrar en el cafe Wiener Kaffeehaus, os resultara interesante, se degustan buenos pasteles. 

Vamos por partes.

Ni los dueños informaron de oferta alguna, ni hubo ningún intento de robo (me lo habrían dicho). Piensen Vdes. que el Ocultismo no es del agrado de una parte de la sociedad, por lo que quien dispone de este tipo de objetos no suele exhibirlos.

En cuanto a los invitados de la subasta, puse un anuncio en un par de revistas especializadas, marcando un nivel económico alto, y entre quienes respondieron y pudieron dar las referencias bancarias requeridas escogí a los invitados. No hay mucho más.

-Supongo entonces que deberemos seguir investigando por nuestra cuenta. Herr Ausperg, ¿conoce a algún especialista que pueda darnos más información sobre la historia de la calavera o sobre su uso en ocultismo?