Partida Rol por web

Miro a Arannis un momento, y después vuelvo a mirar hacia el bosque, respondiendo sin mirarle.

-Es difícil de explicar para alguien que nunca lo haya sentido. Pero podría decir que Tyr, en su sabiduría, tuvo a bien otorgarme ciertos dones. Si alguna vez os habéis cruzado con algún paladín, sea de la orden que sea, sabréis que solemos tener ciertas dotes curativas, virtudes similares. Uno de mis regalos es la capacidad para detectar presencias... malignas, amenazas. Así es como he podido... sentir esa presencia, esa... esencia.

Cuando Lara vuelve con el zorro agonizante, siento como me enternezco ante la mirada triste de la joven. Me aproximo al animal y pongo una mano sobre su pelaje, el zorro se estremece por el miedo, con la respiración entrecortada. Sus ojos me inspiran sentimientos de clemencia, de piedad. No lo digo en voz alta, pero una plegaria a Tyr podría al menos aliviar su dolor, incluso salvarle. Pero los Dioses no otrogan sus regalos gratuitamente, y más tarde podría ser uno de mis compañeros el que necesitase ayuda.

-Poco podemos hacer por él. La herida es demasiado grave. Mis conocimientos de mecidina no son muy avanzados, pero creo que ya sólo le queda sufrir. Sólo podemos intentar que su viaje sea más liviano.

Dicho esto, acaricio suavemente la cabeza del animal. Mentalmente, le pido a Tyr que su paso al otro mundo sea rápido y que tenga una vida mejor. Mientras le acaricio, y noto como el animal se va calmando, empiezo a tararear suavemente una canción de cuna de mi clan.

Acepté gustosamente la explicación de Kildrak. No me resultaba para nada extraña, los caminos de la magia son muy diversos y siempre pueden ocurrir cosas que jamás hayamos imaginado. Aunque en este caso, si que es cierto que mucha gente tiene ese tipo de dones o poderes.

-Bueno, pues esperemos que seas capaz de detectar esas presencias si se nos acercan más adelante. Parece ser que el camino por el bosque no va a resultar tan fácil como habíamos pensado.- 

-Con respecto al zorro, la naturaleza funciona de esa forma... Aunque en realidad en este caso no ha sido la naturaleza la que ha obrado. Poco podemos hacer por el... y me da lástima. Lo mejor es darle una muerte limpia, más que dejarle que se desangre y sufra.- dije mirando a Lara y al zorro.

-Bueno, tenemos que continuar. No es seguro permanecer por mucho tiempo en el mismo punto. Podría volver, y con refuerzos. Necesitamos avanzar rápido y encontrar un sitio seguro donde protegernos. Si esa bruja vive en el bosque, y está dispuesta a hablar, tal vez pueda contarnos algo de lo sucedido.-

Lara, dedicó unos ultimos instantes a contemplar al pequeño zorro. Ya no había mas remedio, solo ayudarle a no sufrir parecía lo mas clemente. Colocando al pequeño en el suelo, se dispuso a darle fin a su agonía... Sacó su daga y la ofreció a Aramis para que fuera el quien sacrificara al animal, el debía saber como hacerlo sufrir menos, Lara por el contrario, solo sabía a donde hacer mas daño y por tanto mas dolor. Adiós zorrito...

Se secó las lagrimas, con una sola cosa en mente, hacer pagar al que puso esa trampa, pero no parecía prudente seguirlo, lo mas seguro es que terminarían una trampa. Asintió a las palabras de Aramis para continuar el camino.

Acepté la daga que Lara me ofreció para acabar con la vida de aquel zorro y de un rápido movimiento acabé con la vida de este sin siquiera darle tiempo a enterarse de que estaba ocurriendo.

Le devolví la daga a Lara e intenté decirla algunas palabras para apaciguar su tristeza. -La muerte es parte del ciclo de la vida. La muerte de un ser da paso a la vida de otros. El cuerpo de este zorro posiblemente se convierta en el alimento de alguna otra criatura del bosque o incluso del propio suelo. Es algo que he aprendido tras muchos años conviviendo con la naturaleza...-.

Había pasado un rato largo con todo lo sucedido y a medida que más tiempo permanecíamos aquí mayor era el riesgo que corríamos. No podíamos continuar mucho más tiempo. -Venga, será mejor que nos movamos o al final acabaremos acompañando al zorro.- les dije al resto de compañeros de forma energética, para ponerles en marcha.

Desde donde os encontráis veis el sol con claridad, el sol se encuentra en su punto más alto.

La mezcla de haber cortado el ritmo de viaje y la tensión de lo ocurrido han hecho que el cansancio caiga sobre vosotros de golpe. Vuestros estómagos empiezan además a pediros comida.

Escucháis los sonidos naturales del bosque.

Comenzáis a andar de nuevo, de momento el borde del lago coincide más o menos con vuestro rumbo, por lo que podéis ir tanto por la orilla del lago, como desde el borde del bosque.

Una vez finalizada mi intervención "quirúrgica" escucho atentamente el relato de Kildrak y era algo interesante de estudiar. Seguramente agarraría algún libro cuando volviesen a la ciudad y me interiorizaría del tema. Pero ahora había cosas más importantes por hacer.

- No creo que sea buena idea ir bordeando el lago, no hay cobertura y acabamos de darnos cuenta - digo señalando al semielfo - de que este lugar no es para andar jugando a los héroes. Creo deberíamos ir bordeando el bosque que al menos nos permite una cobertura mínima ante cualquier otro intento de atacarnos.

Lara recibió la daga que le devolvió Aramis, mientras reflexionaba sobre lo que decía de la vida en el bosque, para ella que había vivido solo entre calles y lugares abandonados, todo esto era completamente nuevo, se había tratado de crear una fama de la que solo ahora se iba haciendo dueña. mmm me parece que los lugares abiertos nos harán un blanco fácil, sin embargo, en el bosque seria mucho mas complicado prevenir las trampas de ese loco cazador. Aún así, solo cuestión de ir bien atentos, así que estoy de acuerdo con ir por el bosque. Igual y lo que pensara Aramis seria mucho mas determinante, al fin y al cabo, esto era lo suyo.

Avanzáis por el interior del bosque, intentando mantener la referencia del lago siempre al oeste vuestra. En muy poco tiempo veis como estáis ya en el borde este del lago. Un rato más y la orilla del lago comienza a dirigirse hacia el oeste. Si hacéis caso del mapa la referencia del lago ya no os es útil, tenéis que empezar a adentraros realmente en el bosque.

Según comenzáis a hacerlo notáis como el bosque se va haciendo más denso y la luz cada vez llega con más dificultad hasta vosotros, aún así, dado que es algo más de mediodía la luz es suficiente como para avanzar sin problemas.

Vuestros estómagos rugen con fuerza, tenéis bastante hambre.

Llevábamos un rato caminando y parece ser que por ahora íbamos a estar tranquilos.

La herida había dejado de sangrar, cosa que significada que la curación realizada por Kilqiroth había tenido efecto. Sin embargo, era una herida que debía de ser tratada completamente cuando tuviéramos algo más de calma. Por ahora, estoy prácticamente seguro de que no dará problemas.

A medida que avanzábamos, el bosque se hacía de nuevo más denso. Por un lado eso nos beneficiaba, ya que nos daría una mayor cobertura. Sin embargo, si el enemigo conociera estos bosques, tendríamos un serio problema. "Espero que encontremos rápido el dichoso árbol o la cabaña de la bruja..." pensé.

Al dejar a nuestras espaldas el lago, visualizo mentalmente el mapa con la esperanza de no perdernos en el bosque. Sin embargo, pronto el sol desaparece sobre las copas de los árboles y comienza a hacerse realmente difícil orientarse. No ayuda el hecho de que aquí los árboles vuelven a juntarse y otra vez me quedo el último del grupo, incapaz de seguir el ritmo del elfo.

Al cabo de un rato empiezo a oir unos ruidos que me indican que no soy el único que tengo hambre.

-Espero que no tardemos en encontrar el árbol, agradecería una pausa para almorzar algo. Cuesta mantener la atención con el estómago vacío.

Lara siguió el camino tratando de buscar indicios que le indicaran la presencia de trampas o la de huellas que podrían indicar la cercanía de alguien mas. De un momento a otro detuvo la marcha como si hubiese pasado algo realmente grave... El rugido de su estomago no se hizo esperar y las explicaciones de porque se había detenido ya no eran necesarias. Je, al parecer mi estomago no me dejará estar al pendiente de otra cosa hasta que le echa algo de comida.

Según vas andando empiezas a notar un ligero cambio en los árboles en una dirección concreta, es muy sutil, ningún otro compañero lo ha notado. Sus troncos son ligeramente más anchos y su madera parece algo más agrietada, como si fuesen más antiguos. Si buscas alguna zona que esté algo más abierta (lo cual es complicado) verás que los árboles son además algo más altos en dicha dirección. De momento todos esos signos son muy ligeros, hay que fijarse con mucho cuidado para darse cuenta.

Notas además de que los rastros de animales se están volviendo menos frecuentes y escuchas menos animales moviéndose por el bosque. No es que hayan desaparecido, pero jurarías que antes veíais huellas mas a menudo y escuchabas más ruidos.

Se había acabado el camino bueno y era tiempo de comenzar con el malo. La maraña de ramas y arboles frondosos comenzó a hacerse notar. Con lo que dificultaba cada vez más avanzar. Al menos a mí, ya que las ramas se trababan con mis escamas y mis púas en la cabeza... y la altura no ayudaba mucho que digamos.

De pronto un trueno estalló en mi estómago.

- Si no paramos un poco y comemos al menos unos bocados seremos presas fáciles si nos quieren atacar de nuevo. - digo mientras trato de buscar un lugar donde poder sentarme.