Al entrar en palacio viene a recibirte un hombre con librea y te pregunta el motivo de tu presencia. Le enseñas la carta que te dió el Clérigo Mayor y te conduce hasta una sala de espera a la que te llevarán un refrigerio.
Buenos días tenga usted también.. te dice mientras te lleva un plato de gachas de avena y unas tostadas con miel.
Se ve que hoy es un día improtante para todos ustedes...son muy madrugadores
Buenos días tenga usted también.. te dice mientras te lleva un plato de gachas de avena y unas tostadas con miel.
Con ir a palacio y relatar el motivo de su visita es suficiente aunque, claro está según la importancia del mismo, tardará más o menos en entrar.
Coge el pergamino y, tras examinar cuidadosamente el sello, lo lee rápidamente. A continuación levanta la vista hacia tí y te lo devuelve.
Va usted armado? te dice mientras te revisa con la mirada
Si voy armado...que clase de pregunta es esa...pero claro que si. ¿Algun intento de agresion contra su gobernante?
-Mi buen amigo...¿puedo llamarlo amigo? En los tiempos que corren, difícil sería ir sin armas a algun lado. Pero entiendo vuestra preocupacion. Si desea que deje aqui mis armas, confío en que las cuidarás pertinentemente.-le digo, mientras cuidadosamente aparto mi capa para soltar el cinto con mi rapier.
-Mira, a esta hoja le tengo mucho aprecio. Me ha salvado la vida mas de una vez. Si te la dejo, cuidala como si fuera la tuya propia, o mejor aún, cuidala como si fuera mia. Tambien,-hago una pausa para abrir mas la capa y sacar cuatro cuchillos,-tienes estas. Cuidalas.
Déjeselas a ese hombre.. te señala un guardia en una garita él se las cuidará. Una vez lo haya hecho, puede proseguir dicho ésto, vuelve a centrar su atención en la calle y sus viandantes
Mmm...toda una joya de la conversacion.
Le dejo cuidadosamente mis armas a quien me indican, memorizando sus rasgos. ¿Quien confia en la guardia para que deje sus cosas?
Luego de eso, ingreso al palacio.
Una vez entras en palacio viene un hombre con librea a preguntarte el propósito de tu visita. Una vez se lo cuentas, te conduce hasta una sala donde te pide que esperes tras decirte que enseguida te traerá un refrigerio.
Cuando entras, ves que el humano de la armadura ya se encuentra esperando.
Estás en la sala esperando y disfrutando de tu refrigerio cuando ves que entra el elfo que estaba en la posada.
pasáis a la subescena la sala de espera para que vayáis hablando entre vuestros pjs (si queréis vamos jeje) mientras el resto va llegando.
Y Maese Veit digame si es tan amable que son las cosas que se considerarían de mayor importancia digo mientras comienzo a deleitarme con las gachas las tostadas y la miel, lo mezclo todo en el mismo plato y empiezo a comer del revoltijo.
Pues....se rasca la barba pensativo... cuestiones serias imagino, gente a la que los trasgos han destruido sus granjas...rencillas entre vecinos que llegan a más... comienza a divagar un tanto..
Gracias señor.
Hago una pequeña pausa y le contesto.
Sí, hoy tengo audiencia con el rey, para una importante misión la cual aún desconozco.
Tras decir esto empiezo a comer.
Tras esto pago al tabernero y me dirijo a donde se dan las audiencias. Cojo todo mi equipo y mi mandolina en la mano mientras rasgueo algunas notas practicando.
Tras prepararos os dirigís hacia palacio. En la muralla previa los guardias os detienen y os hacen dejar las armas en una garita para así poder pasar. Una vez dentro, un hombre con levita os conduce a una sala donde os pide que esperéis unos instantes...
A medida que váis entrando os encontráis con que hay esperando oros que ya conocéis de la posada y un par a los que nunca habíais visto.
Ale pasar todos a la subescena sala de espera