La sala es bastante grande y luminosa pues tiene un gran ventanal que da a la calle principal. El suelo es de madera y está decorado con hermosas alfombras de muchos colores. De las paredes cuelgan algunos tapices bastante grandes y que representan batallas, escenas de caza....y también hay una gran chimenea, que ahora mismo está apagada.
Cerca de la chimenea hay varios sillones entre los cuales hay una mesa baja donde está dispuesto el refrigerio que hos han traído: vino, cerveza, frutas, carnes frías....
Frutas y vino...excelente.
Tomo una de las frutas, y cuidadosamente la pruebo de a pequeños mordiscos, como si estuviera probando la carne de una damisela. Las frutas crecidas en tierras humanas no eran si cercanas a la calidad y el sabor de las frutas élficas, pero me transmitian un cierto sentimiento nostálgico.
Observo al joven humano de la armadura. Joven, o eso creía yo. Al menos, segun mis ojos, todos eran jóvenes. Hasta posiblemente el tabernero enano sería mas joven que yo. O casi. Aunque se considerara un adulto, habia visto pasar seguramente muchos menos años que yo.
-¿Y que lo trae por aqui, estimado?
Observio cuidadosamente de un lado a otro, inspeccionando las pinturas y especialmente al elfo que tengo delante mio.
- Buenos días, asuntos ordenados por mi dios han echo que hoy me encuentre aquí. Y usted? Que lo trae al palacio?
Por su Dios...bueno.
-Mis pies. Generalmente no confío en los dioses para que me transporten.
Al ver la expresion del sujeto de armadura, y su peligrosa apariencia, sonrío y agrego rápidamente:
-Disculpad. Es que he estado alejado de la civilizacion un tiempo y se me olvida como comportarme. Vengo aqui por una invitacion. Aparentemente he ayudado a desbaratar una banda de forajidos.
Con este mejor juego la carta de la humildad...
Con el tiempo véis como va entrando más gente a la sala
veáse entrarán todos menos rasderow. Hoy a la noche pondré la partida en pausa hasta el domingo-lunes o si preferís no la pongo en pausa y podéis seguir hablando en esta escena.
Voy saludando a quienes ingresen, con un levantamiento de copa.
Como te parezca. Yo no tengo problemas, ni en un sentido, ni en el otro.
Saludos.
- Si en su ideosincracia no ingresan los dioses no soy quien para juzgarlo. Yo tengo mis razones para tener fe en Heironeus como usted tiene las suyas para no seguirlo.
Digo en tono sereno y paciente.
Veo que va ingresando mucha gente que estaba en la taberna la noche anterior. Me llama la atención, ya que el Clerigo Mayor me dijo que debía entrevistarme con el rey en persona, pero al parecer las cosas cambiaron.
A cada persona que me va saludando le devuelvo el saludo con un asentimiento de cabeza y me quedo callado.
Perfecto, mejor asi no me preocupo durante mi viaje de la partida. Suerte en sus roleadas.
No sabe tomarse las cosas con humor...
-Perdona, Misterioso Hombre de la Armadura, ya que no conozco vuestra gracia, pero me has malinterpretado: los dioses si entran en mi filosofia, mas no juzgo propio importunarlos con pedidos de transportacion hacia aqui, asi que me han traido mis pies. COmo decía, solo una chanza. Sabed perdonar mi torpeza con las palabras.
Observo la sala con tono solemne observando a esos "desconocidos" de la taberna.
Hago un gesto de reveréncia.
Saludos señores, que Heironeus guie nuestros pasos.
Otro mas con Heiroineus..
-Saludos, desconocido, pero lamento contradeciros: no soy señor de nadie. Quizas aqui el caballero a mi lado si, pero no yo. No poseo tierras propias,ni título nobiliario. Y permitame presentarme (y solicitar que hagais lo mismo), ya que es incomodo nombrar a cada desconocido con un adjetivo o grupo de ellos propios. Mi nombre es Elharim Talone.
Que quisquilloso esta el elfo esta mañana...
Saludo igualmente a todos los que me saluden.
Toco con mi mandolina una breve melodía fresca como de introducción mientras me presento.
Saludos a todos, mi nombre es Kalim seisdedos,
Bardo del mundo, un semielfo vagabundo...
Noto que se me ha escapado un poco el dedo tocando y me esmero en concentrarme para cuando me toque audiencia.
Toma rima fácil jaja
- Mi nombre es Eirul, Clerigo de Heironeus. Un placer conocerlos señores.
Bueno, desde mañana hasta el lunes no puedo entrar a la partida porque tengo que viajar. Suerte a todos y si necesitan mi pj, que el master haga sabio uso de el.
Yo soy Ishrad Corlav, descendiente de un gran caballero Celestial y paladín de mi señor Pelor.
Maldicion! Un paladín! Pero que demonios lo traen por aqui justo ahora! ¿Porque debo tropezarme con uno de ellos por donde quiera que voy? Son un grano en el trasero, sinceramente...
-Pues encantado de conoceros, Ishrad. Heironeus, eh? Aqui Maese Eirul es seguidor del mismo. Tendreis cosas que conversar y compartir, seguramente.
Y mientras tanto, dejadme en paz.
eres de Pelor, no de Herioneus...y en tu armadura llevas un sol, símbolo del mismo (de Pelor vamos)
Fallo tecnico xD Me lo he puesto en descripcion que tengo un Sol, así no me liaré.
Cuando lleváis un buen rato esperando, el mismo hombre con librea que os trajo aquí regresa
Por favor, seguidme, os conduciré hacia Su Majestad os dice muy educadamente.
Pasar a la subescena: la sala del trono